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LUNES 20 DE DICIEMBRE DE 2021

INAMI: Bajo el amparo de la “seguridad nacional” contratan a empresa incómoda

A LOMO DE PALABRA

Las mañaneras y la res publica GERMÁN CASTRO

/ Juan Omar Fierro El Instituto Nacional de Migración (Inami) adjudicó de manera directa dos contratos, así como un convenio modificatorio a la empresa Constructora Mayrán de San Pedro, SA de CV, por un monto de 632 millones 279 mil pesos para mantenimiento, remodelación y limpieza de sus estaciones migratorias, representaciones estatales o regionales, oficinas del Grupo Beta y estancias provisionales para recibir el creciente flujo de migrantes que atraviesan México. Los contratos entregados por Migración a la empresa asentada en Torreón, Coahuila, cuyas obras han sido objeto de observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), fueron avalados por el director general de Coordinación de Oficinas de Representación del Inami, Héctor Leoncio Martínez Castuera, cargo que equivale a coordinador de delegaciones migratorias en todo el país. Martínez Castuera es el mismo funcionario que enfrenta una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública por presunto nepotismo, debido a que su hermano Sergio Alberto Martínez Castuera y su sobrina Ariadna Irais Martínez Castuera Arroyo, también trabajan en el gobierno de López Obrador. Los vínculos documentados por Proceso desde septiembre pasado (edición 2342) señalan que el general Salvador Martínez Castuera influyó para que el comisionado nacional del Inami, Francisco Garduño Yáñez, le diera trabajo a su hermano Héctor Leoncio y a su hija Ariadna Irais, por lo que ambos ocupan cargos relevantes en Migración. De acuerdo con la denuncia administrativa, Ariadna Irais Martínez Castuera Arroyo se desempeña como subdirectora de Migración para Asuntos de Centroamérica y el Caribe de la Dirección General de Protección al Migrante del propio Inami. El vínculo del comisionado Francisco Garduño con el general Martínez Castuera se inició cuando el propio Garduño fue nombrado comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social y se mantuvo de manera indirecta cuando López Obrador lo designó titular de Migración. Durante su desempeño como comisionado de Prevención y Readaptación Social, Garduño Yáñez designó al general Sergio Alberto Martínez coordinador de Centros Penales Federales, cargo que conserva hasta hoy, pese a que está imputado por el delito de ejercicio indebido de atribuciones y facultades en la causa penal que busca sancionar presuntas anomalías en los contratos entregados a la iniciativa privada para la construcción y operación de ocho prisiones federales. Como titular de las oficinas migratorias en todo el país, Héctor Martínez Castuera también ha sido el funcionario del Inami que se ha encargado de supervisar, controlar y disolver las caravanas de migrantes que han ingresado al país en el segundo semestre de 2021. Además, el 25 de noviembre último fue grabado en Tapachula, Chiapas, solicitando a la Guardia Nacional que alejara a los medios de comunicación de un centro de atención a migrantes, para evitar que pudieran ser entrevistados sobre la actuación de las autoridades mexicanas.

H Héctor Leoncio Martínez Castuera | Foto mexicanidad.org Contratos El 12 de febrero de 2020 se firmó el primer contrato del Inami con la Constructora Mayrán de San Pedro, por un monto máximo de 427 millones de pesos y bajo el concepto de “Prestación de Servicios Integrales para las estaciones migratorias y estancias provisionales que se encuentran en las oficinas de representación del Inami”. Dicho contrato, del que Proceso tiene copia, fue otorgado por adjudicación directa, argumentando un riesgo para la seguridad nacional o la seguridad pública, de acuerdo con el artículo 41 de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público. Las obras de mantenimiento y remodelación implican 74 instalaciones del Inami en las 32 entidades federativas y abarcan conceptos tan diferentes como instalaciones eléctricas, cambio y renivelación de pisos, bardas, instalaciones hidráulicas, herrería, acabados, cambio de aire acondicionado, puertas especiales, obras de carpintería, cambio y reparación de cerraduras y elaboración de puertas especiales bajo medida. Derivado de ese primer contrato el Inami firmó un convenio modificatorio, el 12 de mayo de 2020, para agregar obras y servicios a tres instalaciones ubicadas en Tamaulipas, lo que representó un desembolso adicional de 85 millones 400 mil pesos para el organismo encargado de los controles migratorios de nuestro país. Este primer contrato y su convenio modificatorio están firmados por la directora general de Administración del Inami, Carmen Ivonne Ramírez García, y el director general de Coordinación de las Oficinas de Representación de Migración, Héctor Leoncio Martínez Castuera, quien, además, funge como administrador del propio contrato. Concluido el primer contrato en diciembre de 2020, los mismos funcionarios avalaron una segunda adjudicación directa que favoreció a Constructora Mayrán de San Pedro, ahora por un monto máximo de 119 millones 879 mil pesos, incluyendo conceptos como instalación de mallas, demolición y retiro de muros, repellados, retiro de paneles, así como todos los servicios contemplados desde el año previo. Firmado el 12 de mayo último, el contrato argumenta una vez más riesgos para la seguridad nacional para poder otorgar la adjudicación directa, de acuerdo con los documentos en poder de Proceso.

A la doctora Graciela Márquez Colín, próxima presidenta del INEGI. Felicidades.

ace unos días me invitaron a participar en una mesa de análisis en la 4TV. El tema que tratamos fue las conferencias matutinas del presidente, así, en general. No es un asunto menor: a mitad del sexenio, ya quedó sobradamente claro, y todos, incluidos los adversarios declarados de Andrés Manuel López Obrador y hasta sus más enconados enemigos y malquerientes, por no hablar de la mayoría de la gente que lo apoya, todos entendemos las mañaneras como parte sustantiva de la vida pública de nuestro país. A estas alturas, ni tiros ni troyanos pueden obviarlas. En la inédita situación de plenitud democrática que estamos disfrutando en México, las mañaneras se han convertido en nuestra ágora, en el sitio y la puntual ocasión en la que se ventilan los asuntos públicos —la definición de ágora que aporta doña María Moliner en su Diccionario de uso del español es bastante puntual: “plaza en donde se reunían las asambleas públicas en las ciudades de la antigua Grecia”—. Todos los días, de lunes a viernes —y desde hace poco también los sábados— nos encontramos al primer mandatario a tiro de piedra, atendiendo personalmente a la prensa, sin que antes se hayan acordado las preguntas, sin mayor aparato de producción. Ni los medios de comunicación ni la burocracia ni la ciudadanía en este país estábamos habituados a un ejercicio de esta naturaleza. En buena medida porque nuestra relación con los presidentes era igual a la que se tienen que ajustar los espectadores con actores, comediantes y demás histriones. No teníamos a seres humanos despachando en la Presidencia de la República, sino a unos señores que eran intérpretes de spots, figurantes de eventos en los que cada detalle se pensaba para hacerlos lucir fuertes, inteligentes, buenos, justos, superdotados, infalibles…; personajes que no eran personas de carne y hueso, sino productos de una producción. Las escasas veces que se decidían a salir a la palestra todo se tenía bajo control, incluso muchas veces ensayado. Era absolutamente impensable que alguien tratara de hacer algo fuera de lo programado, ya no digamos que intentara poner en aprietos al presidente… Recuérdenlo, así era hasta hace poco… Por eso, el desconcierto no ha sido menor cuando, de buenas a primeras, tienes diariamente en la mañana a un señor que, sin más, llega y dice buenos días y se pone a disposición de los periodistas que se animaron ese día a madrugar… Por supuesto, el hombre es como cualquiera, extraordinariamente ordinario, normal quiero decir, así que a veces llega de buenas y a veces no tanto o incluso de malas, y eso resulta evidente, se le nota, igual que algunas veces se puede apreciar —no hay actuación— que amaneció indispuesto o ronco o de plano enfermo… Entre quienes desprecian a AMLO abundan los que lo llaman a él “tlatoani” y a las conferencias “su púlpito”, y lo que estamos presenciando es precisamente lo contrario: la desmitificación del presidente de la República. Las mañaneras son todos los días, no son eventuales, son cotidianas, no pueden ser especialmente cuidadas, al menos no en lo que respecta a la presencia del presidente López Obrador; no es extraño que de vez en cuando salga a cuadro con la corbata mal puesta, por ejemplo. Antes era imposible que el primer mandatario en turno apareciera en la televisión con mácula alguna, simple y sencillamente porque lo que veíamos era, repito, una producción, una realidad montada, el trabajo de un montón de personas que implicaba horas y horas y al que se le invertían un demonial de recursos. Así que el doblez del pantalón o lo bien o mal boleado de los zapatos no podían ser sucesos y no eran tema. Además, no olvidemos que todo lo que aquellos políticos salían a declarar había sido escrito antes, seguramente por otra persona y no pocas veces por una tropilla de estresados funcionarios. Unos mejor que otros, pero todos, desde hace varias administraciones solían usar teleprompter —no era raro que resultara evidente que lo que leían lo leían por primera vez—. El cambio es drástico y ha pivoteado fenómenos muy simpáticos; por muestra, que tengamos celebérrimos columnistas publicando sesudas parrafadas alusivas a las condiciones del brillo o ausencia de brillo del calzado presidencial, o profundas elucubraciones en torno a lo que quiso decir o no quiso decir cuando en medio de una respuesta hizo una pausa demasiado larga…, demasiado larga incluso para su consabido ritmo pausado. Por lo demás, si antes de diciembre de 2018 no era extraño que López Obrador impusiera la agenda nacional, es decir, desde la oposición y con todos los medios de comunicación en contra, ahora, desde la Presidencia, prácticamente no la suelta nunca. Además, durante toda la semana, desde muy temprano, establece los tiempos y jerarquiza los temas de interés público. Esta situación no sólo se debe a la destreza política de AMLO, interviene también una oposición contestataria…, perdón, sólo contestataria, que se limita a contestar, a replicar, pues. El acontecer del día comienza con las novedades que se difunden desde las mañaneras, así que desde hace tres años los periódicos casi se volvieron inútiles. Ante esto, la prensa tradicional ha intentado hacerle un vacío al gobierno: muchos han optado por no enviar a sus reporteros para volver irrelevante la conferencia, y, claro, quienes se volvieron irrelevantes fueron esos medios. Termino subrayando que uno de los grandes beneficios que han traído las mañaneras es la vuelta al terreno de los asuntos de interés público de la cosa pública. No es un juego de palabras: venimos de un período durante el cual el público chismeaba sólo de cosas privadas, mientras que de la cosa pública, de la política, mejor no se hablaba…, eso era privado. Afortunadamente, ya no. @gcatroibarra


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