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LUNES 29 DE NOVIEMBRE DE 2021

/ Alonso Landeros Foto @DavidMonrealA El presidente Andrés Manuel López Obrador arranca la segunda parte de su gobierno con el estado de Zacatecas como la expresión inmediata de la imparable crisis de seguridad del país. Su política de “abrazos, no balazos” es una mera anécdota ante el terror cotidiano al que está sometida esta entidad por la batalla entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), como parte de su disputa por el control en el país. Las balaceras y los muertos, colgados o descuartizados de ambos bandos, así como policías, niños y médicos asesinados, son el saldo de esta lucha que cumple ya casi un año. La violencia obligó al presidente a trasladarse al estado con su gabinete de seguridad el miércoles 24 y el jueves 25. Llegó también en auxilio del recién asumido gobernador de Morena, David Monreal Ávila, hermano del senador y aspirante presidencial Ricardo Monreal. Pero el rescate es del mismo tipo que hicieron los gobiernos del PAN y el PRI: mayor despliegue de hombres, más vuelos de helicópteros y más recursos para equipo de seguridad. Como en aquellos gobiernos, también bautizaron la operación: “Zacatecas II”. La diferencia es que el próximo año van a “emplear” a 14 mil jóvenes como aprendices para quitarle mano de obra a la delincuencia, según dijo el presidente. Acompañado de su gabinete, López Obrador presentó la noche del miércoles al gobernador y su equipo, en una reunión sostenida en el Palacio de Convenciones de la capital, el “Plan de Apoyo a Zacatecas”, que insiste en su estrategia de combatir las causas de la violencia –pobreza, corrupción, impunidad– y reforzar la presencia de fuerzas federales. “No se puede enfrentar el mal con el mal, por eso estamos atendiendo las causas; es muy importante seguir apoyando a los jóvenes. (…) Esto es fundamental porque hay que quitarles el semillero, el ejército de reserva a los delincuentes, esa es la mejor forma de enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia”, expresó, y acotó que este plan, “por supuesto, lleva tiempo”. El operativo Zacatecas II, explicó el secretario de la Sedena, Luis Crescencio Sandoval, consiste en el blindaje de la entidad con el reforzamiento del despliegue de militares y guardias nacionales por tierra y aire dentro del territorio y en los límites con otros estados. A partir del jueves 25 llegaron 460 efectivos que, sumados a los que ya están en la entidad, suman 3 mil 848, apoyados con tres helicópteros artillados. El operativo incluye la creación de un grupo de inteligencia por parte del Centro Nacional de Inteligencia, exámenes de control y confianza, además de adiestramiento para los policías municipales y estatales, la instalación de puestos militares de seguridad en las carreteras que conectan con las entidades vecinas, así como la cobertura de las funciones de seguridad pública por agentes de la Guardia Nacional en los nueve municipios que carecen de policía propia. “Con esto vamos a evitar la confrontación de grupos delictivos que generan la violencia en el estado”, dijo el titular de la Sedena. Antes de

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Zacatecas: vieja receta contra la nueva violencia

Mesa Estatal de Construcción de Paz, en el municipio de Fresnillo, Zacatecas. Presidida por el gobernador David Monreal, 6 de Noviembre La violencia no es nueva en el estado. Sus 58 municipios padecen desde hace más de una década una guerra entre los cárteles del narcotráfico

Fresnillo vive el recrudecimiento de la violencia y se ha posicionado como el quinto municipio del país con más homicidios, de acuerdo con el informe que presentó el lunes 22 la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana

eso admitió que en marzo pasado se reforzó al estado con efectivos de la Guardia Nacional y “hubo una reducción, pero volvió a crecer la cantidad de homicidios en estos meses”. Horas antes de la visita presidencial, el alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila, quien reprochó que no fue invitado a estos eventos, consideró que es necesario replantear la estrategia de “abrazos, no balazos” establecida por el presidente para resolver la ola de violencia que padece el estado: “El replanteamiento debe ser integral, no sólo de enviar más elementos”, expresó el hermano del gobernador, al señalar que la Guardia Nacional y el Ejército están en Fresnillo pero no actúan. En la misma línea reclamó la senadora morenista Soledad Luévano, quien en sus redes sociales escribió: “Ojalá que la Guardia Nacional le explique al Sr. Presidente que no quieren ayudar con la Seguridad y que solamente quieren ‘patrullar’ mientras los asesinatos siguen aumentando”. El operativo Zacatecas II durará 30 días y será evaluado por sus resultados en el combate a la guerra entre cárteles. De no funcionar, será replanteado. David Monreal “no está solo”, dijo el presidente. Inéditos niveles de violencia La violencia no es nueva en el estado. Sus 58 municipios padecen desde hace más de una década una guerra entre los cárteles del narcotráfico que buscan el control de su territorio, debido a las ventajas de su ubicación. Nueve estados rodean Zacatecas y sus carreteras conducen a cruces fronterizos y conectan a los puertos del Pacífico mexicano con Estados Unidos: la ruta del fentanilo. Los Zetas y sus escisiones, el Cártel del Noreste y Los Talibanes comenzaron desde 2007 la sangrienta disputa contra sus exaliados del Cártel del Golfo con asesinatos, secuestros, extorsiones y balaceras. Pero actualmente se vive una violencia nunca vista, producto de la nueva disputa entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG.

El poderío operativo exhibido por este último, revelan fuentes castrenses, hizo que los otros grupos delictivos rompieran su pacto inicial con él para unir fuerzas con el Cártel de Sinaloa, a fin de parar la invasión del territorio zacatecano. La ferocidad con la que se han enfrentado estos cárteles, con los asesinatos y la exhibición de cadáveres descuartizados o colgados, con las balaceras y secuestros, obligó a la población urbana a encerrarse en sus hogares y a la rural a abandonar sus comunidades. Esto sucede en localidades serranas como Valparaíso, Jerez, Tepetongo y Monte Escobedo, donde los grupos criminales ponen retenes en las carreteras más aisladas, despojan a la gente de sus vehículos, saquean viviendas e incluso se arrogan facultades de los ayuntamientos, como dar permisos para festividades patronales. Ese año los enfrentamientos han sido constantes y se incrementaron los asesinatos en los municipios de Fresnillo, Jerez, la capital, Villa de Cos, Calera y otros de la región centro. Aparecen cadáveres mutilados, al menos 60 colgados en puentes, árboles y paradas de autobuses, ya sea a pie de carretera o frente a las presidencias municipales. Entre las víctimas hay integrantes de ambos bandos, policías asesinados en combate o mientras estaban francos, pero también menores, médicos y otros profesionistas ajenos a la lucha criminal. Fresnillo, gobernado por el morenista Saúl Monreal Ávila, hermano del gobernador, vive el recrudecimiento de la violencia y se ha posicionado como el quinto municipio del país con más homicidios, de acuerdo con el informe que presentó el lunes 22 la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en la conferencia matutina del Palacio Nacional. Esta ciudad de fuerte actividad minera y comercial, ubicada en el centro del estado, forma parte de los 50 municipios que el gobierno federal atiende de manera prioritaria con el despliegue de soldados y agentes de la Guardia Nacional. Sin embargo, la inseguridad “sigue igual”, recrimina su alcalde.

De enero a octubre pasados se registraron en Fresnillo 121 homicidios, 52 más que en el mismo periodo del año anterior. Los cuerpos de al menos 30 de estas víctimas han aparecido colgados; el lunes 22, por ejemplo, los cadáveres de ochos varones amanecieron suspendidos de un puente y árboles en la comunidad de San José de Lourdes. En el mencionado lapso de enero a octubre (los últimos ocho meses de gobierno del priista Alejandro Tello y los primeros dos del morenista David Monreal) suman mil 361 asesinatos, de acuerdo con el citado informe oficial, cuando en ese periodo de 2016, en la anterior transición gubernamental, se registraron 449. El jueves 18, en el municipio de Ciudad Cuauhtémoc, 53 kilómetros al sureste de la capital, se localizaron los cadáveres semidesnudos y torturados de 10 hombres colgados en un puente sobre la carretera federal 45 en la cabecera municipal. El alcalde, Francisco Javier Arcos Ruiz, acudió personalmente a atender el reporte, pues horas antes la corporación municipal se había quedado sin policías. La noche anterior, después de que un grupo armado privó de su libertad al menos a 20 personas en diferentes puntos del municipio, tres agentes municipales renunciaron y el resto decidió “tomar sus vacaciones al día siguiente”, confirmaron autoridades del ayuntamiento. La comandancia luce abandonada. “Quiero pedirle a toda la población que si no tiene que salir en las noches, no salga, que se resguarde (…) No salgan de sus casas, no se expongan si no hay necesidad, salgan a hacer lo necesario: a trabajar, al mandado”, dijo el alcalde en un video en Facebook. Arcos Ruiz se niega a conceder entrevistas. Es uno de los alcaldes amenazados por el crimen organizado, confirmó a la prensa local la secretaria de Gobierno del estado, Gabriela Pinedo Morales, sin precisar cuántos más están en esta circunstancia.


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