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Salud cardiovascular, la importancia de controlar su presión y colesterol a tiempo
La hipertensión arterial y el colesterol alto desencadenan eventos cardiovasculares graves, como el infarto de miocardio o el accidente cerebrovascular
En América Latina, las enfermedades cardiovasculares representan más del 30 % de todas las muertes anuales (OPS, 2023). En Ecuador, datos del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) sostienen que los infartos y los accidentes cerebrovasculares (ACV) se encuentran entre las principales causas de fallecimiento. La hipertensión arterial (HTA) y el colesterol alto actúan de forma silenciosa, no producen síntomas en la mayoría de los casos, hasta que ocurre un evento grave. Los hombres suelen descuidar más su salud preventiva que las mujeres, lo que los ubica en una situación de mayor vulnerabilidad. Además, una alimentación inadecuada, el consumo de exceso de alcohol, la falta de actividad física y el estrés laboral, elevan la presión arterial y los niveles de colesterol. Por ello, se hace necesario promover chequeos preventivos y recordar la importancia de mantener hábitos saludables para proteger la salud cardiovascular.
Factores de riesgo para hipertensión y colesterol elevado
Los detonantes en su mayoría son modificables.

Diagnóstico
La detección se puede realizar mediante:
• Medición anual de la presión arterial, con mayor frecuencia en hombres mayores de 40 años y un perfil lipídico en ayunas para evaluar colesterol total, LDL, HDL y triglicéridos.
• El electrocardiograma, la ecocardiografía y las pruebas de esfuerzo permiten detectar arritmias, daño cardíaco o la presencia de enfermedad coronaria.
“Un diagnóstico temprano permite iniciar tratamiento y prevenir complicaciones como infartos o ACV”.
Consecuencias de una detección tardía
Cuando no se controla la presión ni el colesterol, se puede presentar:

Estas complicaciones afectan no solo la salud, sino también, la calidad de vida, la productividad y el entorno familiar.
Estrategias de prevención
Considere las siguientes medidas de prevención:
1. Chequeos médicos regulares, para medir la presión al menos una vez al año.
2. Alimentación saludable, con una dieta rica en frutas, verduras, aceite de oliva, legumbres y pescado.
3. Ejercicio, de al menos 150 minutos semanales de actividad moderada como caminar rápido, bicicleta o nadar.
4. Dormir de 7 a 8 horas diarias.
5. Controlar el estrés con técnicas de respiración, meditación, yoga, o actividades recreativas.
6. Evitar el tabaco y el alcohol ayuda a reducir el riesgo cardiovascular en un 50 % en solo un año.
Recuerde: Cuidar la salud cardiovascular es su responsabilidad. Un cambio en la alimentación o dejar un mal hábito marca la diferencia y no solo salva vidas, también evita el sufrimiento de las familias y reduce costos para el sistema de salud

Bibliografía:
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