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Ansiedad en la adolescencia. Entrevista Psic. Cl. Verónica Terán.
La autoestima sana y una red de apoyo familiar incondicional son la mejor protección frente a la ansiedad y la depresión. Psic. Cl. Verónica Terán
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2024) señala que los trastornos de ansiedad afectan al 4,4 % de los adolescentes entre 10 y 14 años y al 5,5 % de los jóvenes de 15 a 19 años.1 En Ecuador, la salud mental es también una prioridad, en el primer semestre de 2023 se registraron más de 600 mil atenciones psicológicas2, y los trastornos mentales representan el 33,4 % de la carga de discapacidad, con un 5,2 % vinculado a la ansiedad.3 Ante esta realidad, resulta esencial promover la prevención y el acompañamiento familiar. En este contexto, revista Guía Farmacéutica dialogó con la psicóloga clínica Verónica Patricia Terán, especialista en el trabajo con adolescentes, con más de 10 años de experiencia, quien profundiza en las causas, señales de alerta y formas de acompañar la ansiedad en esta etapa.
¿Cómo definir la ansiedad específicamente en la adolescencia?
Aunque la ansiedad tiene una sintomatología general, en adolescentes existen matices a observar. No solo se trata de una preocupación excesiva por el futuro; en su caso, hay una preocupación intensa por encajar. Están descubriendo su personalidad, su misión, lo que les gusta o no. En una sociedad competitiva donde importa quién marca tendencia, quién tiene mejores dispositivos, quién es más popular en redes; la necesidad de pertenencia se vuelve indispensable. A esto se suma, muchas veces, una comunicación deficiente en casa, la ausencia de los padres debido a la situación económica donde ambos deben salir a trabajar y se pierde el contacto cotidiano. Al faltar esos espacios de convivencia, los adolescentes buscan compañía en redes sociales. Sin embargo, por más que dominen plataformas y sepan de inteligencia artificial, nada suplanta la calidez de un vínculo humano y la guía de un adulto.
¿Qué señales presentan los adolescentes con ansiedad y qué factores la detonan?
La ansiedad en adolescentes suele manifestarse como una preocupación excesiva por encajar en un grupo, descuido en el aseo y la forma de vestir, falta de interés académico y síntomas físicos como inquietud motriz, temblores o dificultad de concentración. A estos signos se suman factores de riesgo de distinta naturaleza: biológicos, como la genética y los cambios hormonales; psicológicos, como la timidez, la introversión o el perfeccionismo; y sociales o ambientales, entre ellos la presión académica o familiar, el uso excesivo de redes, el acoso escolar y también eventos estresantes como un cambio de colegio, el divorcio de los padres o la pérdida de un ser querido. Todos estos elementos, combinados, pueden intensificar la ansiedad en esta etapa de la vida.
¿Qué papel juega la autoestima en todo este proceso?
Es central. Una autoestima sana y equilibrada no solo previene la ansiedad, también la depresión y otros conflictos. Es importante fortalecerla desde la primera infancia para cultivar seguridad y confianza. Ayuda mucho tener una buena red de apoyo donde debe estar la familia, amigos y compañeros. Saber que, incluso si uno se equivoca, papá y mamá estarán ahí, cambia todo. En este proceso la comunicación con los adolescentes es esencial; por características propias de la edad tienden a aislarse en su cuarto, con música o redes, y es importante generar espacios de confianza donde puedan expresar lo que sienten y piensan con guía adulta.
¿Cuándo se recomienda terapia psicológica y cómo suele abordarse?
El acompañamiento profesional ayuda a reducir la ansiedad, que suele traducirse en síntomas físicos como dolores de cabeza, de estómago o alteraciones digestivas sin causa orgánica aparente. Cuando el médico descarta lo físico y detecta un componente emocional, realiza la interconsulta al especialista en salud mental, donde se trabaja con el adolescente y con la familia, porque la dinámica del hogar puede influir tanto en el desarrollo de la ansiedad como en su superación.
¿Qué estrategias pueden ayudar a los adolescentes con ansiedad?
Lo primero es fomentar una buena comunicación con los padres para que se sientan apoyados. También sirve canalizar la ansiedad mediante actividades que generen bienestar como talleres artísticos, danza, música y ejercicio. Además, es importante fortalecer hábitos de vida saludable con una alimentación nutritiva y equilibrada; horas de sueño acordes a la edad, para sostener la salud mental y física.
¿Cómo pueden los padres identificar que su hijo necesita apoyo?
Convivir y observar permite notar cambios. No se trata de diagnosticar en casa, pero sí de reconocer señales como: descuido de la imagen, desinterés por actividades antes placenteras, aislamiento, inquietud mayor a la habitual, descenso en las notas, actitudes desafiantes o problemáticas en el entorno escolar. Aunque no sea consciente, a veces el adolescente pide ayuda con estas conductas, como encender una lucecita para ser visto.
¿Qué errores se cometen en casa al intentar ayudar?
He visto dos perspectivas. Existen padres que, al recibir la notificación, reconocen la situación y comparten lo que viven en casa como los procesos de separación, discusiones recientes, preocupaciones del adolescente. Eso facilita entender su accionar. Otros, en cambio, minimizan la necesidad de terapia y dicen: “en mi tiempo, un correazo lo solucionaba todo”. Ese es un error grave, la violencia, sean golpes o cualquier forma de agresión, no ayuda a que el adolescente exprese lo que siente, ni a que se sienta apoyado; por el contrario, genera rechazo, la idea de que no lo quieren y se encierra más. A veces, cuando ya repercute en la salud física y mental o en el colegio, aceptan buscar ayuda. En lugar de criticar o juzgar, es preferible ofrecer un hombro, un oído y afecto.
¿Qué orientación final daría a jóvenes?
Lo primero es reconocer las emociones, no está mal sentirse abrumado. Habrá días difíciles, pero siempre hay la posibilidad de que mañana sea mejor. Pedir ayuda, hablar de lo que se siente y acudir a terapia no debería verse como algo negativo. Es importante tener metas y recordar que cada persona es única y valiosa; las crisis forman parte del crecimiento y los errores son aprendizajes. También hoy existen más espacios de prevención y apoyo, desde la familia o, si no es posible, desde la escuela con la guía de psicólogos, para que los jóvenes sepan que no están solos.

Muchas veces, detrás de la rebeldía o el aislamiento de un adolescente, lo que realmente hay es un pedido de ayuda
Bibliografía:
1 Organización Mundial de la Salud (2024). MSP realizó más de 600 mil atenciones en salud mental en el primer semestre de 2023. Recuperado de https://n9.cl/8pv0
2 Ministerio de Salud Pública del Ecuador. (2023). MSP realizó más de 600 mil atenciones en salud mental en el primer semestre de 2023. Recuperado de https://n9.cl/p9vei
3 Ministerio de Salud Pública del Ecuador. (2024). MSP fortalece su red de servicios de atención en salud mental en todo el territorio. Recuperado de https://n9.cl/9c78gn