4 minute read

Matrimonios de fin de semana

En países como España, Reino Unido, Bélgica, Francia, Alemania y Noruega, entre otros, alrededor del 10 % de los adultos están en relaciones LAT.

En Estados Unidos y Canadá el nivel está cerca del 9 %, de acuerdo con estudios realizados por The Vanier Institute of the Family y el Diario AS, lo que demuestra que estos modelos “no son marginales, se mantienen estables o crecen en múltiples culturas y estratos etarios, especialmente entre jóvenes y adultos mayores”.

¿En qué se diferencian estos modelos de un simple noviazgo? Sencillo. Se trata de parejas casadas en su mayoría, que dicen haber encontrado el amor de sus vidas, pero que no quieren compartir la cotidianidad del hogar, ni ahora, ni más adelante.

Cada vez se popularizan más los modelos de “LivingApart Together”y “Only Weekends Couple”, parejas que tienen una relación íntima, exclusiva y comprometida, pero que eligen no vivir bajo el mismo techo o compartirlo solo durante el fin de semana.

Los amigos de Catalina

“Una de mis amigas más cercanas vive en una relación extraña. Hace unos 10 años se casó con un hombre espectacular, perfecto para ella. Parecía el final del cuento: vivieron felices… ¡por cinco años! Los constantes viajes laborales de los dos, el desorden, la alergia de él al gato de ella, las diferencias económicas y otros problemas, terminaron por separarlos. Un día, ella anunció en el grupo de las amigas que se estaban separando, que él se había ido de la casa y que ahora estaba sola. Todas nos lamentamos. Sin embargo, al matrimonio de otra de las amigas llegaron juntos y muy felices. Cuando les preguntamos si habían vuelto, nos respondieron algo muy curioso que nunca había escuchado: sí, de nuevo estamos juntos, pero no revueltos. Vamos a seguir viviendo cada uno en su casa. Seguimos casados, pero no vivimos juntos. ¡Esto pasó hace 5 años y siguen igual! A veces ella pasa el fin de semana en el apartamento de ella, a veces al revés, pero nunca pasan un tiempo prolongado juntos, a menos que viajen. Ellos aseguran que su relación está mejor que nunca y que no hay motivos para retroceder, igual, no quieren tener hijos y dicen que esa fue la manera que encontraron para resolver sus problemas del pasado. Es una relación bastante particular para mi gusto”, asegura Catalina Vélez a Hechos&Crónicas.

Así como la amiga de Cata lina, muchas parejas han encontrado la “solución” a sus problemas en el hecho de vivir juntos solo un par de días a la semana, lo que, según ellos, elimina los problemas de convivencia, trae grandes beneficios en salud mental al reducir conflictos diarios y mejora la intimidad sexual. Las razones, de acuerdo con The Vanier Institute of the Family son: el deseo de Independencia personal (12–23 %), restricciones prácticas como estudios, trabajo, hijos (45–69 %), no estar listos para convivir (48 %).

Sin embargo, los mismos estudios revelan que este modelo solo funciona a corto plazo. “La reducida convivencia, aun contando con un compromiso explícito como lo es el matrimonio, suele desligarse de la vida compartida. Esto genera menores niveles de satisfacción conyugal y mayor intención de divorcio en comparación con quienes conviven de forma permanente”.

Aunque los arreglos modernos como LAT u OWC pueden parecer tentadores y hasta protectores con el matrimonio, las parejas pagan un precio muy alto por practicar estos acuerdos. La probabilidad de ruptura aumenta, la carga económica es mayor, se genera un distanciamiento emocional fuerte, se debilita la intimidad al fragmentar la vida diaria y, lo que es peor, una falta del vínculo profundo y el crecimiento espiritual y emocional que la convivencia promueve.

El mundo nos está vendiendo el matrimonio como algo aburrido, agotador e imposible de mantener. Sin embargo, la Biblia nos muestra el matrimonio como el más hermoso de los estados del ser humano, al punto de comparar la relación de pareja con la que tiene Jesús con su iglesia: amor profundo, entrega total, sin egoísmo, compromiso continuo… un camino donde la fe, la paciencia y la entrega son prácticas diarias, más allá del encanto de fines de semana.

This article is from: