LUNES 7 DE MARZO DE 2022
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Testimonios de huida y defensa: “Nuestra ciudad está siendo arrasada” ayudar a proteger los lugares estratégicos que hay en los alrededores, como la cercana central de papel y la planta eléctrica regional. “¿Dormir? Dormir es de débiles y nosotros estamos en guerra”, asegura, cuando de repente los ojos se le van a una alerta que le acaba de llegar al teléfono, y un miliciano aprovecha el momento para gritar “Slava Ukraina”, la expresión nacionalista con la cual cada vez más los ucranianos se saludan entre sí. El hombre, que está al lado de otro que tiene un lanzagranadas en la mano y habla un mejor inglés que el coronel, explica entonces que, por la situación, también se ha establecido una especie de manual para los interrogatorios a las personas que quieren entrar y salir de la ciudad. “Eso incluye pedir a aquellos que llegan que pronuncien el sustantivo ‘palianiza’, la palabra ucraniana para decir ‘pan’”, según afirma, al agregar que, según ellos, los rusos no la saben pronunciar correctamente. “Ni los rusos ni los extranjeros”, termina diciendo, riéndose, mientras otro miliciano, menos amistoso y que se presenta como el sheriff, observa con sospecha a los extranjeros”. ¿No estará retransmitiendo estas imágenes por satélite, verdad?”, interroga, frunciendo el ceño y repitiendo dos veces la pregunta. No son los únicos a los que, en pocos días, les ha dado un giro que hace la vida de antes sea irreconocible. Andrei, que era un inspector de impuestos y vivía con su familia, es otro de los que se han alistado. Desde entonces pasa sus días durmiendo en un hotel, despertándose a las seis de la mañana y, de día, haciendo turnos de hasta 14 horas en los checkpoints, donde su tarea es controlar que el resto haga bien su trabajo. En las noches, en cambio, ameniza la desazón con el alcohol
que consigue en el pueblo y charlando con las chicas con las que se cruza. Lo que más apesadumbrado lo tiene es el conflicto psicológico que la guerra le está provocando. “¿Cuál es el problema? Quieren matarme a mí, a mi familia, a mis amigos, y nos quieren despojar de una parte importante de mi país”, explica. Sin embargo, “también es cierto que esto es muy duro para mí. Mi papá nació en Rusia, mi mamá, en Bielorrusia. Y conozco a mucha gente en Rusia, gente buena. Es (el presidente ruso, Vladímir) Putin que quiere la guerra”, cuenta. “Qué triste, ¿verdad?”. Un laberinto de barricadas La crisis humanitaria, por supuesto, se vive también en otras ciudades del país y, por supuesto, en Kiev, una ciudad que se ha convertido en un laberinto de barricadas que cierran las principales vías de acceso al hospital. El hospital infantil Ohmatdyt de la capital ucraniana, que funciona entre las bombas y es el más grande del país para niños, también vive desde hace varios días una situación desesperada. Los alrededor de 200 niños que en estos momentos se encuentran en él no pueden ser excluidos del protocolo y, por eso, cada vez que suenan las sirenas antiaéreas y hay peligro de ataque, tienen que correr hacia los improvisados refugios que han sido habilitados para que los pequeños pacientes no pierdan la vida. Sin embargo, como no hay mucho espacio, no todos los niños pueden permanecer en estos sitios las 24 horas, ni es posible que los que sufren de las patologías más graves estén constantemente siendo trasladados de un lugar a otro. Por ello, el compromiso que se ha encontrado es que estos últimos sean los que vivan en los búnkeres. Pero como aún así
su número es superior al que tiene cabida, la única solución que ha sido encontrada para el huérfano Igor y su madre es que permanezcan en un colchón en el suelo, y aguarden allí –junto a otros niños y otras madres y padres– las muestras de cariño y la atención sanitaria de la decena de enfermeras que se ocupan de ellos. El doctor Vladimir Zhovnir, director del hospital, lo dice sin dar muchas vueltas. “No estábamos preparados”, afirma. “No nos imaginábamos que los rusos, que al fin y al cabo comparten tanto con nosotros, nos atacarían. Realmente ha sido completamente inesperado”, afirma. “Es una situación muy mala, casi no puedo encontrar las palabras para describirla. No logramos dar a los niños un servicio médico adecuado y en los búnkeres están restringidos en sus movimientos, no hay buena ventilación y corren el riesgo de
distintos tipos de infecciones”, añade, al agregar que, desde que empezó el conflicto, también han llegado a su hospital niños nacidos durante la guerra. La vida, de hecho, no siempre ha triunfado sobre la muerte y algunos de estos bebés han fallecido al nacer o poco antes, cuenta el doctor Zhovnir. “Un bebé murió antes de llegar al hospital, y otro sufrió una muerte clínica poco después de ser ingresado. Estaba en muy malas condiciones. Y otros dos bebés llegaron con heridas provocadas por los bombardeos. Uno llegó con un traumatismo en el cuello y un sangrado masivo, lo resucitamos pero aún está en malas condiciones”, cuenta Zhovnir. La tragedia del hospital Ohmatdyt, sin embargo, no es un caso aislado. La Unicef ya ha dicho que las hostilidades son una amenaza inmediata para más de 7 millones de niños en Ucrania. l
Acompañó CDHEA a instituciones, colectivas y sociedad civil previo a 8M No descarta emisión de Recomendación de ser necesaria CDHEA Desde inicios de febrero, organizaciones de la sociedad civil, colectivas feministas y sociedad interesada, junto a representantes del Gobierno del Estado y Ayuntamiento de Aguascalientes, contaron con el acompañamiento de la Comisión de Derechos Humanos del Estado (CDHEA) en las mesas de trabajo en vías de la movilización social que se llevará a cabo este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Además, derivado de una labor de vinculación interinstitucional, la CDHEA impartió cursos a elementos de la Policía Estatal con el objetivo de capacitar a las personas servidoras públicas en materia de derechos humanos y sensibilizarles sobre su actuación
Personal de la CDHEA estará presente en diversos puntos de la manifestación y la plaza Exedra como observadores
en el marco de esta concentración pública y su actuación sea apegada a los derechos fundamentales; con el mismo objetivo y en
coordinación con las Presidentas de las Comisiones Legislativas de Derechos Humanos y de Equidad de Género del H. Congreso del Es-
tado, y sociedad civil, se capacitó a elementos de la Policía Municipal de Aguascalientes. Así, este 8M, personal de la CDHEA estará presente en diversos puntos de la manifestación y la plaza Exedra como observadores; en el C4 municipal se encontrará una persona física atendiendo posibles emergencias; un número de atención telefónica las 24 horas: 449 804 01 65; y en la dirección h t t p://w w w. d h a g s .or g/q u e j a s/ queja.php se podrá presentar una queja y adjuntar imágenes o videos de presuntas acciones violatorias de un derecho humano. De considerar que existan elementos, la CDHEA podría abrir un expediente de queja en caso de considerar necesaria esta acción, o derivado de los señalamientos que en su momento presente la ciudadanía, lo que podría concretarse en una Recomendación. Si una persona desea conocer más sobre la labor que desempeñará la CDHEA en el marco de esta u otras movilizaciones sociales, o las acciones que se emprenden en beneficio de la libre manifestación y expresión de las ideas, puede comunicarse al teléfono 449 140 78 70 o al correo electrónico correo@dhags.org y una especialista le atenderá.