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Rendijas

TARDA UN VENTARRÓN?”

Dejar asuntos en el aire, inconclusos, parqueados no es sano. Dicen que cuando los círculos no se cierran, dejan rendijas por donde se cuela basura, dolor, desesperanza.

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Pues acá somos víctimas de asuntos inacabados. Una realidad repleta de círculos sin cerrar. Grietas. Continuos escándalos que hacen remolinos y luego son sustituidos por otros, y esos por otros… ¿Cuánto tarda un ventarrón hasta que aparece el próximo? ¿Cinco días? ¿Tres? El cinismo de dejar que todo pase y nada se resuelva ha generado desconfianza y desaliento.

Parafraseando al escritor nicaragüense, Sergio Ramírez: muy poco pensamos en los incuestionables beneficios de la alternabilidad en el poder, en la rendición oportuna de cuentas, en el equilibrio de las potestades públicas, en el debate libre de las ideas, bases todas ellas de la democracia, que en cambio se vieron como adornos prescindibles, o como obstáculos al concepto de orden y de progreso.

Sí, como Nación seguimos siendo aspiración sin cumplir. Estamos inconclusos permanentemente. ¿Pobreza feroz? El racismo deambula campante, el hambre se sentó para quedarse en los mismos sitios. Y hechos como la insistencia en tener un Estado a la medida de algunos no son aislados. Simplemente reproducen en el imaginario, una vez más, el poder de la hegemonía. El estereotipo, el paternalismo, la discriminación, el machismo...

Nuestra construcción democrática debe ser no sólo respetada en el “discurso”, sino preservada, fortalecida y promovida. Pero hoy es un círculo abierto. Ojo, que las primeras brechas que deben ser cerradas son las de las diferencias económicas. Hablar de democracia es también hablar de un país plural, lo que significa acercar a todos a los beneficios en términos de equidad, de manera que el bienestar, la complacencia, la ventura, puedan convertirse en principales factores de unidad nacional. Poder demostrar que vivir en un territorio común y bajo un sistema político común, es que todos tengamos oportunidades comunes y derechos de representación política real. Porque también la desinformación, el hostigamiento, la persecución a jueces, líderes comunitarios, fiscales, periodistas o defensores de derechos; la criminalización que vive nuestra sociedad, son rendijas repletas de basura. Y no nos dejan ser.

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