HERRERÍAS EDITOR ESCAPADA H EL HERALDO DE MÉXICO Nueva Era, Año 9, Número 3063, Martes 04 de noviembre de 2025. Es una publicación DIARIA (lunes a domingo) de Circulación Pagada y Controlada, editada y publicada por OPERADORA Y ADMINISTRADORA DE INFORMACIÓN Y EDITORIAL, SA de CV, Avenida Insurgentes Sur 1271, Piso 2, Oficina 202, Colonia Extremadura Insurgentes, Alcaldía Benito Juárez, CP 03740. Editor Responsable; ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO Reserva de Derechos al Uso Exclusivo: 04-2009060419022100-101 Certificado de Licitud de Titulo y Contenido: 16,921 Actualización del Registro en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación: 2 de octubre de 2024. Impreso por: LA CRÓNICA DIARIA, SA DE CV, Avenida Azcapotzalco La Villa 180, Colonia San Marcos, Alcaldía Azcapotzalco, Ciudad de México, CP 02020. Distribuidores: ARREDONDO E HIJOS DISTRIBUIDORA, SA de CV Iturbide 18 local D, Colonia Centro de la Ciudad de México Área 4, Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México, CP 06040. OMAR GUTIÉRREZ RIVERO, Calle Lago Chiem 142 A 4, Colonia Anáhuac Sección, Alcaldía Miguel Hidalgo,
• Redacción ¦ Viaje al pasado
ÓVALO
DE MODERNIDAD
ÁMSTERDAM CONSERVA LA HUELLA DEL HIPÓDROMO ORIGINAL Y LA TRANSFORMA EN UNA AVENIDA VIVA, Y EMBLEMÁTICA DE LA MODERNIDAD CAPITALINA
APor Redacción cupula@elheraldo demexico.com
venida Ámsterdam condensa una de las ideas más persistentes de la modernidad capitalina: convertir la huella del ocio en trazo urbano. Inspirada en los modelos europeos de ciudad armónica, combinó parques, glorietas y arquitectura art decó en un equilibrio entre diseño y naturaleza. Nació del trazo de antigua pista del Hipódromo de la Condesa: su curva elíptica rodeó lo que hoy es Parque México y devino en camellón arbolado para paseo. El óvalo sobrevivió al fin del jockey club y a la urbanización de los años 20, cuando el fraccionamiento de Hipódromo rompió con de damero tradicional de la capital. En 1925 inició la obra y en 1927 se inauguró la colonia; el proyecto urbano fue dirigido por el arquitecto José Luis Cuevas Pietrasanta, quien integró parques, glorietas y avenidas curvas con una vocación paisajística moderna.
El nombre “Ámsterdam” provino del mismo proceso de fraccionamiento. En los planos registrados ante la alcaldía Cuauhtémoc y el Archivo Histórico de la Ciudad de México se documenta que fue elegido para aludir al espíritu cosmopolita de la época. No hay registro de vínculo con ciudadanos neerlandeses, más bien se trató de una referencia simbólica a la
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DATOS CLAVE
En 1902, el terreno de la antigua Hacienda de la Condesa, que producía maíz, se usó en la urbanización.
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El arquitecto José Luis Cuevas Pietrasanta diseñó el plano de la colonia Hipódromo durante los años 20.
modernidad urbana que representaban Ámsterdam y París, donde el modelo de ciudad-jardín integraba parques, avenidas curvas y arquitectura armónica. Así, el hipódromo reciclado adoptó el nombre de una ciudad asociada con progreso y diseño. Antes de la urbanización, estos terrenos pertenecieron a la antigua hacienda de la Condesa, vinculada a Tacubaya y a los caminos hacia la Romita. A inicios del siglo XX, la Sociedad del Jockey Club Mexicano administró el hipódromo, donde además de carreras hubo polo, charreadas, pruebas automovilísticas y exhibiciones aéreas. Los empresarios José de la Lama y Raúl Basurto adquirieron el predio y emprendieron su fraccionamiento; el resultado fue una colonia-jardín cuyo centro verde adoptó el nombre de Parque General San Martín, hoy Parque México, con el Foro Lindbergh y un conjunto art decó. El trazo de la avenida incorporó plazoletas en las curvas y cruces, bautizadas con cumbres como Popocatépetl, Iztaccíhuatl y Citlaltépetl. Su camellón ancho permitió, hasta los años 70, paseos ecuestres, y aún funciona como andador continuo que cose parques, calles y comercios. La vía se hila con corredores paralelos como Avenida México y Sonora, y se abre a calles con toponimias que combinan regiones y ciudades, reforzando el carácter cosmopolita. Con el paso del tiempo, la avenida se volvió termómetro de transformaciones urbanas con repuntes inmobiliarios y nuevos usos comerciales, pero la continuidad del camellón favorece movilidad activa y vida de barrio, y las glorietas funcionan como pequeñas plazas para la gente.
REFLEXIÓN SOBRE LA VIOLENCIA Y EL ACOSO
● El pequeño poni regresa al Foro Shakespeare para reflexionar sobre la violencia aprendida y la importancia de la empatía desde la infancia. Dirigida por Diego del Río promueve el respeto y las relaciones saludables entre niños.
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
Hasta el 17 de diciembre, todos los miércoles en el Espacio Urgente, Foro Shakespeare, Ciudad de México.
• Redacción ¦ Marquesina •
CONMEMORAN A LA DÉCIMA MUSA
● El Primer Festival Internacional de Teatro Barroco Sor Juana Inés de la Cruz, que conmemora el 330 aniversario de la poeta, combina teatro, mesas de análisis y clases magistrales.
¿DÓNDE Y CUÁNDO?
Hasta el 4 de diciembre en el Centro Cultural Helénico y Claustro de Sor Juana.
LIBROS PARA LAS INFANCIAS
● La Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil celebra su edición 43 con la presencia de más de 100 editoriales. Ofrece talleres y actividades artísticas para niños y jóvenes, fomentando la lectura.
¿DÓNDE Y CUÁNDO? Del 7 al 17 de noviembre, Bosque de Chapultepec, Ciudad de México.
Un viaje al más allá
EL MUSEO NACIONAL DE SAN CARLOS PRESENTA EL BESO DE LA MUERTE. REPRESENTACIONES MORTUORIAS, UNA MUESTRA QUE EXPLORA LOS RITOS Y LAS EMOCIONES DEL MÉXICO DEL SIGLO XIX. LA EXPOSICIÓN COMBINA LÁPIDAS, RETRATOS POST MORTEM Y FIGURAS DE CERA, TRANSPORTANDO AL VISITANTE A 1875 Y REFLEXIONANDO SOBRE EL DUELO Y LA MODERNIDAD. SE EXHIBEN 180 OBRAS.
¿DÓNDE Y CUÁNDO? Hasta el 29 de marzo de 2026, martes a domingo, Museo Nacional de San Carlos, Ciudad de México.
REGRESA LA LLORONA
● La leyenda de la Llorona, una propuesta que combina teatro de sombras y narración tradicional. La obra invita a reflexionar sobre la memoria, la pérdida y la conexión espiritual, ofreciendo una experiencia inmersiva.
¿DÓNDE Y CUÁNDO? Sábados 8, 15, 22 y 29 de noviembre. Centro Cultural José Martí, Ciudad de México.
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SINESTESIA
#OPINIÓN
PROMESAS
DIGITALES
IMCUMPLIDAS
TOMÁS LUJAMBIO
@tlujambiot
COMO SUCEDIÓ CON HABERMAS, CUANDO VISLUMBRÓ QUE LA MODERNIDAD ERA UN PROYECTO IMCOMPLETO, LA ERA DIGITAL PARECE LEJOS DE SUS OFRECIMIENTOS
En 1980, Jurgen Habermas definió a la modernidad como un proyecto “incompleto” que había fracasado en cumplir sus promesas. El filósofo alemán argumentaba que dicho proyecto, el cuál veía en el progreso técnico el medio ideal para elevar la felicidad, la moral y la libertad, había alienado al individuo de sus ideales culturales en lugar de conducirlo hacia su realización. En aquel entonces, Habermas argumentó que el proyecto moderno, más que liberar al humano por medio de la razón, lo había instrumentalizado para ponerlo al servicio del capital y la eficiencia técnica. Asimismo, lejos de garantizar el auge de la moral, el alemán puntualizó que el progreso técnico acelerado por la modernidad había robustecido conflictos bélicos y justificado la explotación de recursos ajenos.
Ahora bien, aunque la postura de Habermas no niega los avances propiciados durante la modernidad, su criticismo nos invita a cuestionar las intenciones de todo proyecto que se declara en nombre del progreso. Hoy en día, el auge de la era digital promete conectar al mundo como nunca, robustecer nuestra inteligencia y democratizar el conocimiento por completo. No obstante, más allá de instruirnos y conectarnos con los otros, la era digital ha obstaculizado nuestras relaciones con pantallas que se apropian de nuestra atención para mercantilizar nuestra ignorancia en lugar de fortalecer nuestro razonamiento.
EL AUGE DE LA ERA DIGITAL PROMETE CONECTAR AL MUNDO COMO NUNCA
Después de todo, en el transcurso de cumplir con sus promesas, la era digital terminó instrumentalizándolas. Inmersos en la digitalización de nuestra cultura, nuestra educación y nuestro trabajo, nuestro pensamiento es utilizado para alimentar el procesamiento de un algoritmo, las relaciones sociales sirven a propósitos transaccionales y el conocimiento es accesible sólo para aquellos capaces de distinguir la verdad del artificio virtual. Ahora mismo, detener el momentum del progreso tecnológico parece una solución muy ingenua. Sin embargo, aún estamos a tiempo de definir qué tipo de mundo queremos construir con estas herramientas antes de que estas destruyan lo que nos hace humanos.
• Iván Martínez ¦ Aniversarios
SU CONMEMORACIÓN PROPONE MIRAR MÁS ALLÁ DEL CLICHÉ FESTIVO Y RECONSIDERAR UNA OBRA QUE, ENTRE ELEGANCIA Y ARTIFICIO, REVELA COMPLEJAS TENSIONES CULTURALES E HISTÓRICAS AÚN VIVAS
Por Ivan Martínez cupula@elheraldodemexico.com
Pocos compositores que hayan dedicado a la música ligera han gozado de un reconocimiento de sus pares “formales” como el que hoy sigue manteniendo la música de Johann Strauss hijo. Y es el que llamado “rey de los valses” no solo fue reconocido como el responsable, junto a Franz von Suppé, de la época de oro que vivió la opereta en la Viena del siglo XIX, sino que la brillantez, la formalidad y la sustancia de su música de salón le valió la admiración de compositores tan dispares que difícilmente encontrarían consenso: Brahms y Wagner.
Johann Strauss II continuó el trabajo de su progenitor, Johann Strauss I, quien ya había establecido una sólida reputación como compositor de música de baile. Sin embargo, el hijo logró eclipsar al padre y en 1849, cuando éste murió, la orquesta de Johann hijo era la más reconocida entre toda la aristocracia europea; no exento de rencillas, provocadas por el ego, entre padre e hijo. No es que Strauss haya sido un revolucionario, pero su manejo es inconfundible y con él, la polca y el vals fueron llevados al más alto nivel de refinamiento. Sobre las polcas, poco hay que decir: son breves, elegantes y contienen una viveza muy personal. Las hay humorísticas, militares, galantes e incluso descriptivas, pero en todas ellas se encuentra ese estilo vienés ligero y cortés. Es en los valses, llamados ahora por muchos “de concierto”, donde se observa un grado mayor de ambición. Es necesario recalcar no solo el origen campesino del género sino el desarrollo ligado que hacía de varios temas para formar un solo gran movimiento que no pierde ligereza en ninguna transición y que siempre está enmarcado majestuosamente con una introducción y una coda. Strauss fue, pues, capaz de transformar una danza sencilla en una verdadera pieza sinfónica, como puede apreciarse en los que quizá sean los más famosos: Danubio azul y Vida de artista, verdaderos cuadros sonoros que retratan la Viena de su tiempo.
BICENTENARIO:
STRAUSS
EL LEGADO
Su música trascendió fronteras y clases; en México, los valses de Strauss se integraron en ceremonias, bailes y celebraciones populares.
Strauss II elevó el vals de danza popular a pieza sinfónica, transformando el entretenimiento vienés en una música refinada.
Con el paso del tiempo, esta música, originalmente concebida como entretenimiento sofisticado, fue objeto de apropiaciones ideológicas. Durante el régimen nazi, su figura fue instrumentalizada como símbolo de la “Viena auténtica”: idealizada, nostálgica y racialmente “pura”. Aunque Strauss tenía ascendencia judía, el régimen decidió ignorar el hecho para utilizar su música en actos oficiales y propaganda cultural: lo mismo a través de las emisoras radiofónicas que en eventos hoy icónicos, como el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena.
La universalidad de los valses de Strauss no se limitó a Europa. Desde el siglo XIX, a lo largo del XX y lo que va del XXI, su obra trascendió continentes y sobre todo clases sociales. En México, el vals encontró un inesperado hogar, se insertó en prácticas sociales, culturales, educativas y hasta políticas. Su presencia en bailes de gala de la alta sociedad decimonónica, en eventos populares -como las coronaciones de reinas en las ferias de los pueblos del centro y norte del país- o sociales de raíz familiar -como las tradicionales fiestas de XV años-, reflejan una apropiación no solo estética, sino simbólica, en la que la música de Strauss, despojada ya de su origen imperial, se convierte en emblema de sofisticación.
Esa aparente sofisticación, sin embargo, no pasa de ser un barniz. El vals, como signo de “buen gusto” o “clase”, ha sido también instrumentalizado por sectores sociales deseosos de legitimar estatus o educación mediante formas musicales que, por ajenas, se perciben como superiores. No muy alejado de quienes lo volvieron a poner de moda, ellos a la fuerza, durante la primera mitad del Siglo XX. Escuchar Strauss “viste”, aunque no se comprenda mucho el contexto o los contenidos de las piezas.
Elegir el verbo “vestir” para declarar lo anterior tiene doble intención. La industria musical ha visto entrar en juego en las últimas décadas el fenómeno de artistas como Andre Rieu, violinista venido a empresario y showman, quien ha contribuido a la comercialización masiva de los valses con espectáculos cargados de artificio y sentimentalismo. Su propuesta, que puede ser accesible, trivializa la profundidad de Strauss, convirtiéndolo en una experiencia de consumo rápido, no democratiza, consolida clichés artísticos, sociales y, sí, políticos.
Pero regresando a la época de Strauss y su trascendencia fuera de Europa, y sobre todo en México, su vals influyó también en nuestros compositores, quienes al principio lo imitaron, para después crear una especie de género propio, nacional. Aquí lo mismo se creó Sobre las olas, que Club verde. En unos días se conmemorarán los 200 años de su nacimiento y este festejo ofrece la oportunidad de revalorar la figura más allá del estereotipo del compositor festivo. Pero también, de lo que la historia ha hecho y lo que el presente sigue haciendo con sus significados.
BICENTENARIO:
STRAUSS II,ESTEREOTIPOS
CYNTHIA MILEVA
@cynthiamileva ESCRIBIR CON LUZ
ANTES DE QUE LA SELFIE SE VOLVIERA UNA PLAGA MUNDIAL, LA FOTOGRAFÍA POST MORTEN FUE MUY POPULAR ENTRE LA CLASE MEDIA DEL SIGLO XIX
Con la entrada de noviembre, en México es habitual que el pensamiento se fugue a los que ya no están, mientras mordisqueamos un pan de muerto y un pretexto personal para “desenterrar” una práctica tan fascinante como macabra: el Memento mori fotográfico. Antes de que el selfie se volviera la plaga mundial, en el siglo XIX y principios del XX, una de las pocas veces en que una familia de clase media podía costearse un retrato era —irónicamente — cuando uno de sus miembros fallecía. Y aunque podríamos apostar que el gustito por la muerte es de patente mexicana, su origen es europeo. Con la popularización del daguerrotipo, la clase media victoriana adoptó esta costumbre.
Los fotógrafos se volvieron expertos en disimular el deceso: apuntalaban al cuerpo para que pareciera sentado, se le maquillaba, le pintaban los ojos abiertos sobre los parpados o en la copia del papel y se le retrataba en cunas o sofás, como si durmieran. A diferencia del fotógrafo artista o el de prensa, con claro reconocimiento, la fotografía post mortem era un servicio más ofrecido por los primeros estudios, en donde lo mismo se hacían retratos de bodas o bautizos. Por ello, la mayoría de las fotos que hoy se conservan en archivos públicos o en la intimidad familiar solo llevan el sello del estudio. Pese a la dificultad de darle rostro a estos fotógrafos anónimos, algunos nombres como Juan de Dios Machain, José Antonio Bustamante Martínez, Rutilo Patiño y Romualdo García hoy se conocen como parte de esta historia etnográfica.
LAS IMÁGENES BUSCABAN INMORTALIZAR LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE #OPINIÓN
La fotografía post mortem, más allá de la anécdota macabra o el morbo intelectual, buscaba inmortalizar la vida después de la muerte. Eran consideradas reliquias, con un profundo significado de la memoria en su estado más crudo y emocional. Para las madres, era la única forma de retener la imagen de un hijo que se iba antes de tiempo, un contrapeso visual al dolor. Era una sutil negación del inexorable final.
MODELOS. El diseño de las casetas telefónicas fue cambiando, las de acrílico permitian ver al usuario mientras hablaba. Foto: Locatel.
MOBILIARIO. Uno de los últimos modelos que funcionó con monedas llevaba un copete color naranja. Foto: especial.
• Redacción ¦ Viaje al recuerdo
CONVERSACIONES AL RAS DEL
LPor Redacción cupula@elheraldodemexico.com
os teléfonos públicos forman parte de una historia de cables, voces y monedas. A finales del siglo XIX, las primeras redes telefónicas mexicanas surgieron mediante concesiones otorgadas por el gobierno a compañías privadas. Su propósito era conectar oficinas, ferrocarriles y dependencias oficiales. La expansión de las líneas fijas durante las décadas siguientes permitió, poco a poco, instalar aparatos de uso compartido en hoteles, estaciones y plazas. A mediados del siglo XX, con la creación de Teléfonos de México bajo la supervisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, aparecieron los primeros teléfonos de alcancía: máquinas que funcionaban con monedas y un auricular pesado, enlazadas mediante pares de cobre a las centrales locales.
La llamada se pagaba porque la infraestructura, el mantenimiento y la interconexión tenían costos directos para la red. Cada depósito activaba un mecanismo que liberaba el tono y permitía hablar durante un tiempo limitado. Así, una moneda compraba segundos de cercanía, y la comunicación se volvía un acto medido, concreto, urgente.
En los años 60 y 70, el país vivió su boom telefónico. Las cabinas se multiplicaron en calles, estaciones y comercios. Llamar desde una esquina se volvió tan cotidiano como esperar un camión. El Estado exigía a la empresa concesionaria mantener una densidad mínima de aparatos por habitante. Los teléfonos públicos ofrecieron, por primera vez, acceso democrático a la voz: permitieron avisos, emergencias, confesiones y reencuentros. Fueron escenario de historias anónimas, de amores breves y noticias familiares.
HASTA LLEGAR A LA CALLE
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Durante los 80 y 90, la telefonía urbana alcanzó su máxima expansión. El paso de monedas a tarjetas de prepago para lograr la conexión fue una respuesta al vandalismo, el robo de efectivo y el alto costo de recolección. Las tarjetas Ladatel, con chip y tiempo medido, resolvieron esos problemas y se volvieron piezas coleccionables con imágenes de paisajes, obras de arte, trenes y monumentos. Hablar dejó de requerir cambio o morralla y se volvió una operación silenciosa. Aquellas cabinas representaron el paso hacia la comunicación moderna: su sonido, su espera, su olor a lluvia.
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Alexander Graham Bell inventó el teléfono, su desarrolló inició a partir de 1876. La primera comunicación telefónica en México se realizó el 13 de marzo de 1878. A partir de la década de los 60 comenzó la instalación de cabinas por todas las calles.
El siglo XXI trajo el declive. La telefonía móvil y el internet desplazaron la necesidad de buscar una caseta para comunicarse. Muchas fueron retiradas o quedaron abandonadas. Sin embargo, en zonas rurales donde la cobertura es limitada, el gobierno mantiene cabinas gratuitas operadas por CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos. En 2024 existían más de 800 en comunidades aisladas, desde donde aún pueden realizarse llamadas nacionales e internacionales.
Las cabinas telefónicas marcaron una época de presencia y paciencia en las ciudades. Con su ruido metálico aprendimos que la comunicación era un acto compartido, una pausa en el camino, una voz que cruzaba el silencio.
• Luis Carlos Sánchez ¦ La del día
Por Luis Carlos Sánchez luiscarlos.sanchez@elherladodemexico.con
GONZALO CELORIO GANA EL PREMIO
CERVANTES
EL ESCRITOR DISTINGUIDO POR SU OBRA QUE COMBINA LUCIDEZ CRÍTICA Y SENSIBILIDAD NARRATIVA
DIJO QUE EL ESPAÑOL SE DEFIENDE SOLO, PERO HAY QUE VALORARLO
El escritor mexicano Gonzalo Celorio (Ciudad de México, 1948) reflexionó sobre la lengua y la memoria al conocerse que fue distinguido con el Premio Cervantes 2025, el máximo reconocimiento de las letras en español. En entrevista con Cúpula, dijo sentirse honrado de incorporarse a la lista de mexicanos que lo han recibido, como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska y Fernando del Paso, y expresó su alegría de que el galardón recaiga nuevamente en México, “el país con el mayor número de hablantes de español en el mundo”.
El jurado, al anunciar el premio en Madrid, destacó que a lo largo de más de cinco décadas Celorio ha construido una voz literaria de notable elegancia y hondura, capaz de conjugar la lucidez crítica con la sensibilidad narrativa.
Su obra —que incluye novelas como Amor propio, El viaje sedentario, Y retiemble en sus centros la tierra, El metal y la escoria y Mentideros de la memoria, así como los ensayos Los subrayados son míos y Cánones subversivos— fue descrita por el ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, como “una memoria del México moderno y un espejo de la condición humana”.
Celorio consideró que el Cervantes tiene un significado especial por su “vocación cervantina” y por el compromiso que impone a quienes lo reciben. “La lengua se defiende sola; no hay que defenderla, hay que usarla, estudiarla y valorarla”, afirmó al referirse a la vitalidad del español y a su presencia amenazada en Estados Unidos. “Los tiempos son difíciles: el español ha sido excluido de los instrumentos comunicativos de la Casa Blanca. Aunque esto representa un agravio, el idioma seguirá vigente en ese país, pese a cierta satanización que también alcanza a los inmigrantes de origen hispánico”, dijo.
El autor es doctor en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM, donde actualmente dirige la cátedra extraordinaria Maestros del Exilio Español. Ha sido director del Fondo de Cultura Económica y profesor en instituciones como la Universidad Iberoamericana y El Colegio de México.Dirige la Academia Mexicana de la Lengua.
Celorio anunció también la aparición de Ese montón de espejos rotos, publicado por Tusquets, un libro memorialista de 500 páginas que toma su título de un verso de Borges y se presentará en la Feria Internacional del Libro
ENTREGA. Lo recibirá el próximo 23 de abril en la Universidad de Alcalá de Henares. Foto: Cuartoscuro
de Guadalajara. Además, prepara un volumen más breve dedicado a su amigo Hernán Lara Zavala, que publicará próximamente con el sello Grano de Sal.
“No he pensado a quién dedicar el premio —dijo—, pero quisiera dedicárselo a mis hijos”
En redes sociales amigos e instituciones culturales y académicas festejaron al escritor mexicano.
El Cervantes, dotado con 125 mil euros (2.6 mdp), será entregado el 23 de abril de 2026 por el rey Felipe VI en la Universidad de Alcalá de Henares, en el aniversario luctuoso de Miguel de Cervantes. “Es una forma de celebrar también a nuestra lengua común y a la literatura que nos une a ambos lados del Atlántico”, cerró.
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Ha obtenido reconocimientos como el Premio Mazatlán de Literatura (2014) y el Premio Xavier Villaurrutia de escritores para escritores (2022).
Los libros del narrador y ensayista han sido traducidos al inglés, el francés, el italiano, el portugués, el griego y el chino.
2 3 MÁS SOBRE EL ESCRITOR
Entre sus novelas destaca Amor propio y Tres lindas cubanas y ensayos como El surrealismo y lo real maravilloso americano