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¿Sanidad o espejismo?
Los peligros del espiritismo
La salud es todo un tema. Cuando la tenemos, no reparamos en la bendición que es contar con ella, pero cuando la perdemos, la desesperación puede llevarnos a hacer hasta lo imposible para recuperarla.
Es justamente en esos momentos de angustia, incertidumbre y sufrimiento, cuando muchos buscan alivio para su enfermedad en prácticas espiritistas: médiums, curanderos, “médicos espirituales” y figuras populares como José Gregorio Hernández, un beato venerado tanto en el catolicismo como en contextos esotéricos. Aunque sus consultas o experiencias se presentan como una alternativa de sanidad, desde una perspectiva más profunda, estas prácticas no solo carecen de base bíblica, sino que representan un grave riesgo espiritual.
La expansión del espiritismo en salud
El espiritismo kardecista, fundado por Allan Kardec en el siglo XIX, sostiene que los espíritus de los muertos pueden comunicarse con los vivos para guiar, aconsejar o sanar. Hoy cuenta con unos 13 millones de practicantes en el mundo, de los cuales más de 3.8 millones están en Brasil, donde muchos centros espíritas incluyen “pases magnéticos” o “cirugías espirituales” para enfermos. En Colombia, un estudio llamado Polimétrica, realizado por Cifras & Conceptos para Caracol Radio y RED+ Noticias, reveló que el 19 % de los ciudadanos ha recurrido en algún momento a horóscopos, brujería o consultas espiritistas. Dentro de ese grupo, 10 % buscó comunicarse con muertos y 7 % acudió a prácticas de brujería o vudú, muchas veces relacionadas con problemas de salud. La figura de José Gregorio Hernández, beatificado en 2021 por la iglesia católica, ha sido usada en numerosos cultos cargados de sincretismo religioso, donde se invoca su espíritu como “médico espiritual”, mezclando rezos, rituales y médiums.
Cirugías gregorianas y otras formas de espiritismo en salud
Una vela blanca encendida, un vaso de agua puesto frente a una cruz y un rosario en la mano. Así empieza la “consulta” en uno de los centros gregorianos de Bogotá. Afuera, las personas esperan turno en silencio; algunos llevan fotos de familiares enfermos, otros cargan bolsas con flores o estampas con imágenes del beato. La cultura popular se manifiesta en cada detalle. Los médiums gregorianos suelen preparar el espacio con oraciones y cantos. A veces se visten de blanco como símbolo de pureza. El agua se convierte en el canal por donde, según ellos, baja el beato a sanar; el velón representa la luz divina que guía la intervención, y el rosario asegura la protección contra “malas energías”. La primera vez que alguien entra a la sala, se encuentra con lo que parece un consultorio improvisado: camillas cubiertas con sábanas blancas, imágenes religiosas y el retrato del médico venezolano. El paciente se acuesta, mientras el médium extiende las manos sobre el cuerpo y comienza a rezar en voz baja. No hay bisturís, no hay anestesia, no hay agujas. Pero los presentes aseguran que sienten como si alguien los tocara. “El doctor Gregorio está aquí”, asegura el médium, que actúa como canal. Algunos describen calor intenso en la zona del cuerpo enferma, otros juran haber escuchado instrumentos metálicos moverse en el aire.
Los asistentes aseguran que sus dolores disminuyen, sus angustias se calman, y el vaso de agua al final —que deben tomar en ayunas durante nueve días— queda como símbolo de la sanidad recibida. En ciertos centros, la consulta puede costar desde 8.000 pesos en adelante, aunque también se pueden encontrar servicios gratuitos.
¿Por que estas practicas atraen?
Uno de los puntos que parece dar tranquilidad a muchos creyentes, en su mayoría católicos, es justamente la mezcla con elementos de su fe (como el rosario, novenas, imágenes de santos, etc.), con prácticas espiritistas que incluyen médiums. Además, los rituales no solo prometen sanidad física, sino éxito en el amor y soluciones a problemas familiares, entre otras cosas.
La desesperación ante la enfermedad, que se suma a un deficiente sistema de salud, hacen que muchos se acerquen a médiums o centros espiritistas, creyendo que, por tratarse de un “santo o beato” no van en contravía con su fe.
En una cultura como la latina, mayormente religiosa, el sincretismo (que se refiere a la fusión de dos o más creencias religiosas y sus respectivos elementos, en este caso, la mezcla de fe cristiana con prácticas esotéricas) hace que se acepten estas prácticas como “complementarias”.
Sin embargo, la Biblia enseña que la sanidad viene de Dios y no de espíritus o intermediarios ocultistas.
El peligro espiritual del espiritismo en la salud
Desde esta perspectiva, lo que parece devoción se convierte en terreno peligroso, porque abre la puerta a prácticas espirituales contrarias a lo que Dios nos ha mostrado:
Falsa fuente de poder
Engaño espiritual
Sustitución de Cristo
Consecuencias espirituales
¿Qué dice la Biblia?
Mientras los santos gregorianos se apoyan en la intersección de un santo fallecido, la Biblia enseña que solo Cristo tiene la autoridad de mediar entre la humanidad y Dios.
Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. 1 Tim 2-5








