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TECNOLOGÍA

Por Luis Diego Quirós Acosta

Hogar inteligente, vida inteligente

La automatización del hogar, impulsada por la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas, avanza como una tendencia global que transforma nuestras viviendas en espacios inteligentes.

En la última década, lo que parecía ciencia ficción se ha convertido en realidad. La automatización del hogar, o mejor dicho, la domótica, ha transformado la forma en que interactuamos con nuestros espacios. Es mucho más que apagar luces con un comando de voz, se trata de crear entornos inteligentes que aprenden de nuestros hábitos, mejoran la eficiencia energética y nos brindan mayor seguridad y confort. Según un reciente informe de la firma consultora The Insight Partners, el mercado global de la domótica crecerá de forma exponencial, alcanzando los US$135.130 millones en 2031, con una tasa de crecimiento anual del 10,8% entre 2024 y 2031. Este auge está impulsado por múltiples factores: el avance de la inteligencia artificial, la integración del Internet de las Cosas (IoT), el uso de asistentes virtuales como Alexa o Google Home, y una creciente necesidad de eficiencia energética y seguridad.

Gracias a los dispositivos plugand-play, cualquier hogar con una red wifi estable puede iniciar su camino hacia la inteligencia. La adopción ha sido tal que, según el informe, Norteamérica lidera el mercado, seguido por Europa y Asia-Pacífico, con un crecimiento notable en economías emergentes. El estudio también resalta que empresas como Honeywell, Siemens AG, Johnson Controls, Legrand, Crestron Electronics y ADT están marcando el paso al ofrecer soluciones cada vez más integradas, intuitivas y accesibles.

ADT, por ejemplo, ha ampliado su enfoque más allá de la seguridad tradicional. Su sistema ADT Smart Security ofrece una solución integral con sensores de movimiento, cámaras wifi, detectores de humo, enchufes inteligentes y paneles de control centralizados, todo operado desde una app. Incluso su icónica placa azul ha ganado protagonismo, al punto de ser replicada en el mercado negro, lo que llevó a la compañía a lanzar versiones oficiales a menor costo con servicios incluidos.

La domótica se remonta a 1928 con el termostato programable, pero fue en la segunda mitad del siglo XX cuando comenzó a consolidarse. En 1966, el MIT desarrolló Eliza, un sistema primitivo de IA conversacional. Años después, en 1991, el protocolo LonWorks permitió que diferentes dispositivos pudieran comunicarse entre sí, sentando las bases de los sistemas actuales.

Sin embargo, uno de los principales desafíos es el alto costo de implementación inicial, la falta de estandarización entre fabricantes, y las preocupaciones sobre privacidad. Deloitte advierte que, aunque existen muchas plataformas, aún ninguna logra integrar de manera eficiente todos los dispositivos del hogar.

Automatizar tareas como encender las luces, programar la calefacción, cerrar las persianas o vigilar el hogar desde el trabajo es más que una tendencia, es una forma de vida. Como lo define la etimología del término, domótica es la unión de domos (casa) y tica (que funciona por sí sola).

Además, la domótica contribuye directamente con los objetivos de desarrollo sostenible, al reducir el consumo energético y fomentar un uso más racional de los recursos.

La automatización del hogar es una realidad cada vez más al alcance de todos. Con un mercado que crece a doble dígito, nuevas soluciones más accesibles y una creciente conciencia sobre la eficiencia energética y la seguridad, la domótica está cambiando nuestras viviendas y nuestra forma de habitar el mundo. En este nuevo paradigma, el verdadero lujo es vivir mejor gracias a la tecnología.

La automatización del hogar transforma la vida: sistemas que mejoran la seguridad y optimizan el consumo energético.

5 TENDENCIAS QUE MARCARÁN EL FUTURO DE LA DOMÓTICA

• Integración en la nube: control total desde cualquier lugar del mundo.

• Interfaces unificadas: una sola app para controlar todo.

• Mayor compatibilidad entre marcas: hacia la estandarización.

• Énfasis en ciberseguridad: proteger los datos personales es clave.

• Asistentes virtuales más inteligentes: que anticipan necesidades y rutinas.

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