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CEO CLUB

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Alejandro RubinsteinLiderar con propósito, transformar con empatía

Si bien en el mundo empresarial se espera que los éxitos se sigan midiendo por utilidades, crecimiento acelerado o adopción tecnológica, resulta refrescante, y profundamente necesario, encontrarse con liderazgos que priorizan lo humano por encima de lo numérico. Alejandro Rubinstein, CEO de Grupo Purdy, representa justamente ese tipo de liderazgo: uno que sacude los esquemas tradicionales, porque pone los valores en el centro de la estrategia.

Su enfoque es estratégico. Y los resultados están a la vista: Grupo Purdy ha ampliado su portafolio, digitalizado procesos y desarrollado plataformas innovadoras, pero también es líder sostenible en América como empresa automotriz Carbono Neutral Plus. Pero más allá de los logros visibles, su mayor aporte está en la cultura que ha sembrado. Una cultura donde se valora la autenticidad, se promueve la empatía y se entiende que el éxito empresarial empieza por el bienestar de las personas.

En este contexto, Rubinstein lidera desde la vulnerabilidad. Comparte sus experiencias personales, entiende el poder como una responsabilidad, y construye entornos donde sus más de 2000 colaboradores pueden ser ellos mismos. Esa es, quizás, la definición más precisa del liderazgo transformador: aquel que descarta el control y más bien busca liberar el potencial de otros.

Esta filosofía se alinea con un fenómeno más amplio que ya está redefiniendo los negocios en América Latina: el despertar del propósito como eje estratégico. Las empresas con propósito hablan de impacto, pero lo más importante es que lo demuestran. Se comprometen con la sostenibilidad, adoptan métricas que van más allá del ROI, y se conectan genuinamente con las preocupaciones de sus comunidades.

El derecho también se ve atravesado por esta ola de cambio. Firmas legales que históricamente se resistieron a la transformación digital, hoy adoptan la inteligencia artificial para mejorar procesos y liberar tiempo para lo que realmente importa: la empatía con el cliente y la escucha activa. La tecnología, bien utilizada amplifica el valor humano.

La conclusión es clara: el futuro será liderado por quienes comprendan que la rentabilidad y la responsabilidad son aliados. Y por quienes se atrevan a construir empresas que además de vender productos o servicios, impulsan causas, elevan conversaciones y transforman realidades. Gracias por su lealtad, por su lectura constante y por ser parte de esta comunidad que cree en una nueva forma de hacer negocios. Seguiremos caminando juntos hacia un futuro más humano, más sostenible y, sin duda, más exitoso.

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