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JUEVES 25 DE FEBRERO DE 2021
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó la Guía de Prevención de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita durante procesos electorales, la cual está dirigida a entidades del sistema financiero. De acuerdo con el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, por medio de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) la guía tiene un enfoque electoral financiero con el objetivo de facilitar la prevención y detección de actos, omisiones u operaciones que pudieran favorecer, prestar ayuda, auxilio o cooperación de cualquier especie para la comisión de los delitos de lavado de dinero asociados con los procesos electorales. Entre las irregularidades electorales detectadas por las autoridades se encuentran personas políticamente expuestas que rompen el perfil transaccional; empresas con indicadores de empresa fantasma y factureras; gran número de disposiciones en efectivo; y personas físicas jóvenes que actúan como representantes legales. También contratación de personas que no forman parte del padrón de proveedores del Instituto Nacional Electoral (INE); coincidencia de aportaciones y donaciones de personas físicas y jurídicas
Hacienda presenta la guía para prevenir operaciones ilícitas durante el proceso electoral con otras campañas electorales locales o federales. Así como sindicatos que reciben dinero de empresas fachada y lo distribuyen por tarjetas nominales; transferencias de empresas gubernamentales o con indicadores de posible empresa fantasma a estados con campañas electorales. La guía busca blindar de estos ilícitos a la elección intermedia más grande de la historia, en la cual se elegirán 21 mil 368 cargos públicos en los tres niveles de gobierno. Entre las señales de alerta incorporadas en la guía estarán los recursos con los que se liquidan las operaciones que provienen de personas diferentes al titular o beneficiario; los montos operados en las cuentas de los clientes o usuarios que se consideran inusualmente altos. También el cliente o usuario que recibe montos altos en la cuenta no acordes a su historial; los recursos con los que se liquidan las operaciones que provienen de empresas de reciente creación y que posean grandes volúmenes de operaciones y/o manejen altos montos en la cuenta. Y aquellas empresas de reciente creación cuyos accionistas, beneficiarios o
partícipes son menores de 35 años o mayores de 70, además de las empresas contratadas por partidos políticos y candidatos sin objeto social definido. Dos bloques De acuerdo con la SHCP, la guía se integra por dos bloques: El primero, de conocimientos básicos en materia electoral, y otro de conocimientos técnicos en materia de prevención y combate al lavado de dinero, el financiamiento al terrorismo y el financiamiento a la proliferación de armas de destrucción masiva. La guía también detalla cómo se desarrollan los procesos electorales 20202021 y cuáles son las herramientas para mitigar los riesgos de lavado de dinero. Asimismo se enlistan factores de riesgo relacionados con los clientes o usuarios de las entidades financieras, así como algunos indicadores predictivos de lavado de dinero proveniente de delitos y faltas electorales, como el peculado electoral y el financiamiento por parte de la delincuencia organizada o de entes prohibidos por la ley, entre otras conductas.
Efecto boomerang del “¡Ya chole!”: la oposición prepara campaña contra AMLO EME | EQUIS A las puertas de Palacio Nacional llegó un mensaje inquietante: la oposición explora usar el “¡Ya chole!” del presidente Andrés Manuel López Obrador durante las campañas para dirimir qué fuerzas políticas tendrán la mayoría en el Congreso. Sería una especie de grito de guerra, parecido al “¡Cállate, chachalaca!”, donde se muestre a un jefe del Ejecutivo “intolerante con la crítica”, protector de personajes tan desacreditados como Félix Salgado Macedonio, el impresentable precandidato a la gubernatura de Guerrero. En el círculo de estrategas de comunicación de AMLO se comenta que el “¡Ya chole!” podría tener un efecto boomerang. Es decir, la frase que tanto ha usado López Obrador para señalar errores y defectos de sus adversarios, sería utilizada para indicar en particular un flanco débil del presidente: “el autoritarismo”. La lógica es que el electorado podría ver que López Obrador y Morena protegen las tropelías de los suyos, al tiempo que señalan los pecados de la oposición. ¿Funcionará? Quién sabe. Pero lo cierto es que en Palacio Nacional ya hacen cálculos para frenar esa embestida. Y es que el presidente de la República – en sus tiempos de acérrimo opositor a los gobiernos del PRI y del PAN– echó mano de esa expresión para referirse a casos como los de la “guerra sucia” en su contra, desde la campaña presidencial de 2006, o para referirse a actos de corrupción de políticos como Ulises Ruiz Ortiz, Javier Duarte Járquez, Miguel Ángel Yunes Linares, Rubén Moreira Valdez; Mario López Valdez (entre otros), exgobernadores de Oaxaca, Veracruz, Coahuila y Sinaloa, respectivamente. A lo largo de 15 años, AMLO también le dio vuelo a esas palabas (siempre acompañadas previamente con el comen-
tario: “como dicen los jóvenes”, aunque ese término fue asumido por la juventud mexicana por allá de las décadas de los setenta y ochenta) para –según él– describir la relación de complicidad entre priistas, panistas, líderes sindicales y cúpulas empresariales. “Los panistas y priistas de arriba son lo mismo. Carlos Salinas de Gortari, del PRI, es igual que Vicente Fox, del PAN; es lo mismo Enrique Peña Nieto, del PRI, que Felipe Calderón, del PAN; Manlio Fabio Beltrones, del PRI, que Diego Fernández de Cevallos, del PAN, o la cacique sindical de Nueva Alianza, Elba Esther Gordillo. Cancelemos pensar que el PRI o el PAN son la opción. Como dicen los jóvenes, ¡ya chole! con el PRI o con el PAN. Nosotros buscamos un camino nuevo para lograr una transformación en México”, lanzó el tabasqueño, por ejemplo, el 3 de junio de 2011, en Chihuahua, cuando todavía se ostentaba como “presidente legítimo”. Pero el parafraseo del “¡Ya chole!” en Andrés Manuel López Obrador data de aquella polémica campaña y elección presidencial de 2006. El primer registro que se tiene es en un mitin en la ciudad de Querétaro, el 21 de junio de aquel año, durante la fase de cierres nacionales de actividades proselitistas en las capitales de los estados. En aquel entonces, el candidato de la alianza Por el bien de todos (PRD-PTConvergencia) se refirió a los spots de radio y televisión del PAN –donde se decía que era un “peligro para México” –, así como los financiados por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), como “puro rollo y pura tontera nada más”. Y añadió: “¡Ya chole! Como se dice por ahí: Ya acatarran con tanto spot y todavía creen que van a poder cambiar la mentalidad de la gente”. La palabra “chole”, en la jerga popular, es una especie de hartazgo por lo repetitivo de las cosas, pero sobre todo cuando
lleva la jiribilla de la mentira o la verdad a medias. Sin embargo, el finado lingüista, historiador, traductor y escritor mexicano Carlos Montemayor (1947-2010), anota en el Diccionario del Náhuatl en el español en México, editado por el Gobierno de la Ciudad de México y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 2008, que la palabra “chole” proviene de cholenco o xolenco, que en la región de la Huasteca de Hidalgo significa “deshacerse, desmoronarse, descomponerse, desbaratarse”. López Obrador, en tanto, retomó esa expresión en el mitin-movilización del Zócalo capitalino al Auditorio Nacional del 1 de diciembre de 2006, día en que Felipe Calderón Hinojosa rindió protesta como presidente constitucional, pero además en el marco de la crisis postelectoral de aquel año, en donde el tabasqueño denunció un “monumental fraude”. “¿A poco no aburren? ¡Ya chole con la cantaleta de que somos revoltosos, de que somos violentos! Ya lo dije hace un momento en el Zócalo y lo repito ahora, que se escuche bien: la banda más peligrosa de México, la más nociva para los intereses generales, para la sociedad, es la banda de potentados que nos robó la elección presidencial. ¿Sí o no?”, cuestionó AMLO en aquellos días inciertos en el país. Para el Quinto Informe de Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (1 de diciembre de 2011), López Obrador, durante una gira en Tampico, Tamaulipas, volvió a aplicar la misma frase, ahora para referirse al mensaje que dio el panista: “El mejor informe es la realidad. Ya saben ustedes lo que está pasando. Para escuchar mentiras, como dicen los jóvenes, ¡ya chole!” Luego vino la segunda campaña presidencial de AMLO. En la conferencia “mañanera” como candidato de la alianza Movimiento Progresista (PRD-PT-Convergencia) –que se realizaban en la antigua
Con apoyo de la guía, específicamente respecto a las entidades financieras, se exhorta a éstas a efecto de que, durante los procesos electorales 2020-2021, el Comité de Comunicación y Control de cada una de ellas dictamine las operaciones en materia de prevención y combate al lavado de dinero, el financiamiento al terrorismo y el financiamiento a la proliferación de armas de destrucción masiva con la mayor oportunidad y focalización posible, lo anterior debido a los procedimientos y plazos establecidos por la legislación electoral. “La emisión de la guía tiene el propósito de potenciar el régimen de prevención de lavado de dinero para evitar la incorporación de recursos ilícitos a los procesos electorales de forma oportuna”, destacó Hacienda. Y concluyó que el cumplimiento de dicho propósito permite, a su vez, materializar el principio de equidad en la contienda electoral, ya que garantiza que los partidos políticos, las precandidatas, precandidatos, candidatas y candidatos cuenten con recursos financieros cuyo origen, destino y aplicación sea lícito.
sede de campaña en la calle de San Luis Potosí, en la Colonia Roma– se refirió al apoyo que estaba dando el expresidente panista Vicente Fox Quesada al candidato de la alianza Compromiso por México (PRI-PVEM), Enrique Peña Nieto. “¡Todavía piensan que son distintos (PRI y PAN)! Lean los periódicos de hace cinco o seis días, lo que dijo Fox de cuál era su candidato. Entonces, como dicen los jóvenes, ¡ya chole!”, mencionó el tabasqueño. El 5 de marzo de 2015, en Atlacomulco, Estado de México, cuna de uno de los grupos políticos más poderosos del país, y a unos meses de que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ya había recibido el registro como partido político, de nuevo AMLO echó mano de esa expresión para referirse a los medios de comunicación y a la delincuencia organizada. “Los de la ‘mafia del poder’ tienen el control de los medios de comunicación. Es como esto de los capos. Se dan gusto en las ‘teleras’ dando a conocer que ya cayó ‘El Chapo’, que ya cayó ‘La Tuta’, pero ¿la ‘mafia del poder’ de Los Pinos cuándo? ¿Y qué pasa con Peña Nieto si se ha dedicado a saquear, a robar? Y como dicen los jóvenes, ¡ya chole!” Una memorable (adelantada a sus tiempos, a lo que hoy vive hoy Morena como partido en el poder) se registró el 11 de septiembre de 2016 en Ciudad Madero, Tamaulipas, en donde llamó a los militantes y aspirantes a un cargo de elección popular de ese partido a dejar de estarse peleando por un puesto: “Basta de egoísmos. Basta de pleitos personales, de grupo. Como dicen los jóvenes, ¡ya chole con eso! No sirve eso. Si se quiere pelear, hay que pelearse con los de arriba. ¿Qué vamos a ganar peleando abajo?” Por ello el nerviosismo entre los estrategas de comunicación de Andrés Manuel López Obrador, nos cuentan a EMEEQUIS, porque el “¡ya chole!” de otros tiempos, destinado a corruptos, a alianzas sospechosas entre poderes políticos y económicos, a acciones de gobierno en otros sexenios, ahora tienen como destinatarios personajes de su administración o miembros de Morena, como el mismísimo “diputado costales”.