
7 minute read
Staff
499 coteja la violencia del México
actual y el de la conquista
Advertisement
/ ColuMba vertIz
La violencia que ahora padece el país supera la de la época colonial, asienta sin duda alguna el cineasta mexicano-estadunidense Rodrigo Reyes, director del docudrama 499, concebido a medida que se acercaban los 500 años de la caída de Tenochtitlán, a cumplirse el 13 de agosto.
Es un largometraje en retrospectiva.
El actor Eduardo San Juan Breña (nacido en Madrid), protagoniza a un conquistador del siglo XVI que viaja del pasado al 2020. Llega a las costas de Veracruz y camina la ruta de Hernán Cortés para arribar a la capital azteca pasando por la Sierra Madre, el Altiplano y el Paso de Cortés.
En su andar escucha a familiares reales de periodistas y policías asesinados, niñas violadas y personas desaparecidas. Conoce a migrantes amenazados por grupos armados y a gente que pertenece al crimen organizado. Él oye a todos y se arrepiente de todo lo sucedido en la conquista hace cinco siglos. 499 ha recorrido varios festivales internacionales. El año pasado ganó Mejor Fotografía (Alejandro Mejía) en el Festival de Tribeca, Nueva York; los premios especial del jurado en el Hot Docs de Toronto, Canadá, y el EBS International Documentary Festival Corea, y la Rana de Oro a Mejor Fotografía en el Camerimage de Torun, Polonia. Mejía es el sexto fotógrafo mexicano en recibir la prestigiosa Rana de Oro después de Rodrigo Prieto (Amores perros, Aleksander), Guillermo Navarro (El laberinto del fauno), Alfonso Cuarón (Roma), Lorenzo Hagerman (Heli) y Ernesto Pardo (Tempestad).
El filme participará en la sección Ahora México de la 11 edición del Ficunam (Festival Internacional de Cine de la UNAM), a realizarse del 18 al 28 de marzo próximo.
Reyes rememora por teléfono que conforme se aproximaban los 500 años empezó a charlar con el productor Inti Cordera e iniciaron el proyecto: “En la lluvia de ideas nació la propuesta de: Sigamos a un personaje del siglo XVI, ¿qué diría si ve al México de hoy?, y hagámoslo sobre la ruta de Cortés. Vamos a hackear el aniversario para recordarnos que los pendientes de la historia hay que resolverlos ya. No hay que quedarnos en el debate de que si los españoles nos conquistaron, si fueron buenos o malos. Transformémonos. Vamos a exorcizar ese fantasma. El filme es un road movie por la historia.”
El cineasta ha presentado su obra en festivales alrededor del mundo, desde Morelia al BFI Londres, incluyendo el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y ha sido proyectada en las plataformas PBS y Netflix. Realizó los documentales Memorias del futuro (2012) y Purgatorio: Viaje al corazón de la frontera (2013), la cinta de ficción Lupe bajo el sol (2016) y los cortos Después de la redada (2019) y Abuelos (2020).
Cuatro años de trabajo
Reyes cuenta que iniciaron 499 a finales de 2015 y principios de 2016:
“Fueron cuatro años de trabajo, de los cuales dos fueron de investigación. Y en esa ruta de Cortés encontramos todos esos problemas de crisis social, todas esas manifestaciones de violencia, y vimos que podíamos realizar conexiones directas de las fechorías de los conquistadores.
“Para México, la conquista es el momento más grande de nuestra imaginación histórica, un evento cataclísmico y traumático que continúa haciendo eco hasta nuestro presente. Conforme se acercaba el aniversario de los 500 años, comencé a pensar sobre el efecto de esa herencia del pasado. Me di cuenta que había vínculos muy claros entre la realidad contemporánea de México y las facetas más violentas y espantosas de la conquista española”. –¿Por qué 499 cuando ya son precisamente los 500 años de la caída del imperio mexica? –Esos números tan redondos de los aniversarios implican algo muy oficial, muy cerrado, y lo que queremos es apuntar a esta historia inacabada, a los pendientes por resolver, y 499 es un número más provocador y aterrador. Incluso lo escribes y posee algo muy perturbador. Lleva a pensar que hay algo inacabado, ya sea que no hemos terminado el ciclo de la violencia o que la violencia no ha terminado de conquistarnos o quizá todavía tenemos esa oportunidad de romper ese ciclo.
“No soy fan de los aniversarios bien cerrados, porque siento que tienden a manipularse bastante y a poseer una función muy gubernamental, cuando la historia debe de ser de todos y debemos dialogarla y reimaginar nuestro universo”.
análisis de lo cotidiano Justicia médica
Héctor Grijalva
Hace casi tres semanas que la pasante de Medicina en Servicio Social Mariana Sánchez Dávalos fue asesinada en el centro de Salud de Ocosingo Chiapas y aún no se detiene al homicida. Ella fue a prestar un servicio a la comunidad indígena de un pueblo abandonado en medio de la selva, sin recursos y sin sueldo, ya que recibía una escuálida compensación como beca. El asesino ya está plenamente identificado porque ella lo denunció varias semanas antes. Además el hombre está plenamente conocido como médico de la localidad, abusador y acosador sexual porque acumula denuncias desde hace más de cinco años. La Justicia (¿) chiapaneca ya despidió a la médica directora del Centro de Salud, hizo renunciar a la jefa del departamento de servicio social de la Universidad de Chiapas, pero no ha logrado capturar al criminal porque escapó. Claramente se percibe un sistema de justicia fallido, encubridor, machista e inoperante. Y lo poco que se ha logrado no ha sido por la acción de las instancias jurídicas sino por los reclamos, marchas, plantones y exigencias de la comunidad estudiantil y médica del estado. Nuevamente nos damos cuenta de que el gremio médico es altamente solidario con las buenas causas. Hace 85 años inició el Servicio Social de Medicina como un acuerdo entre la Facultad Nacional de Medicina y el Departamento de Salud Pública. Desde entonces los jóvenes estudiantes que recién han terminado sus estudios viajan a los pueblos más apartados donde no existen servicios médicos y se dedican a atender partos, implementar medidas higiénicas, suturar heridas, reparar fracturas y en general todos los cuidados inherentes a la profesión. Desde aquella remota época fueron los únicos estudiantes universitarios que hicieron servicio social. Hasta hace pocos años se implantó el servicio obligatorio también para otras licenciaturas. Sin embargo ninguna carrera hace un servicio tan entregado y comprometido como los muchachos de Medicina. Desde entonces se implementó también el Internado Hospitalario, que de acuerdo con su nombre significa que el estudiante vivirá dentro de un hospital un año, trabajando sin sueldo, porque forma parte de su enseñanza. Solo recibe una beca. En 1942 se crearon las Residencias Médicas que están destinadas a formar especialistas. Nuevamente el profesionista que ya está titulado deberá vivir dentro del hospital tres o cuatro años de acuerdo con el área que haya elegido. Y aún cuando ya está titulado, tampoco recibe sueldo, solamente una beca. La explicación es la misma, es que sigue siendo estudiante. Y se trabaja a niveles de explotación. Es por ello que fueron los médicos internos y residentes quienes se declararon en Paro (no era huelga porque no eran trabajadores) en 1966 y el movimiento siguió hasta que desembocó en el movimiento estudiantil de 1968 y terminó en la trágica Noche de Tlatelolco. Fueron los médicos quienes marcharon por las calles de Aguascalientes para exigir justicia en el caso del homicidio de una joven, hija de un matrimonio de doctores. Porque las autoridades correspondientes no hicieron nada y finalmente localizaron al asesino por causalidad. Incluso con la indiferencia y actitud burlona del entonces gobernador. En este momento los médicos de Madrid están en paro y marchando por las calles exigiendo las mínimas condiciones de trabajo para poder atender la pandemia. La historia es prolífica en casos de exigencia de justicia por el único gremio profesional que tiene casi un siglo de servir a la comunidad con gran entrega y pésimas condiciones de seguridad o apoyo. Ninguna otra profesión lo hace y con la situación actual en nuestro país, vemos que el esquema se repite, enfermeras y médicos son los que más se han enfermado y fallecido. Y siguen siendo maltratados. Sin embargo, no olvidemos que los profesionales de la salud tienen un elevado concepto de la justicia.
IMaC IMparte talleres artístICos a través de redes soCIales

El Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC), continúa impartiendo talleres de diferentes disciplinas artísticas, con transmisiones en vivo, dirigidas al público de todas las edades. Se transmiten de lunes a jueves a las 16:00 y 17:00 horas, a través de la página, www.facebook.com/zigzag.imac, en donde se aprenden nuevas habilidades en: danza, literatura, música, juegos tradicionales, teatro, artesanías, artes visuales e incluso adiestramiento canino. El IMAC amplió los talleres integrando ludoplastia, collage y desarrollo de la creatividad a través de procesos artesanales. Además se mantienen las clases en las Unidades de Exploración Artística (UEA’s), mediante plataformas digitales. Para solicitar mayores informes, está disponible el número telefónico 4499294201 y también se puede enviar mensaje a la página de facebook antes mencionada. | Ayuntamiento de Aguascalientes