16 Entrevista
C RÓ N I CA, M I É R CO L E S 29 D I C I E M B R E 2 02 1
Angelina Muñiz-Huberman
“No creo que cumplir años sea una gran hazaña, lo importante es lo que hacemos en vida” El mundo es como un columpio: tiene periodos de maldad y de bondad y en esa inestabilidad somos como el equilibrista: estamos en la cuerda floja, lo sabemos hacer, pero un día nos caemos, explica la poeta y académica Visión Adrián Figueroa Nolasco adrianfigueroanolasco@gmail.com
No me importan los cumpleaños porque no creo que llegar a determinada edad sea una gran hazaña. Lo que importa es lo que uno hace en su tiempo de vida, dice Angelina Muñiz-Huberman. Es la reflexión de una de las poetas cuyo corpus literario es esencial en las letras y una de las académicas de la UNAM más entrañables. Y en ese ámbito suyo, que es la literatura, cuenta que escribir es una aventura porque ni el mismo autor sabe lo que va a plasmar en el papel hasta que lo lee y se sorprende. Viajera por necesidad. Nace en Hyères en Francia, porque sus padres habían migrado a causa de la Guerra Civil Española. Llega a Cuba y de ahí a México, donde reside actualmente. De este mundo, como lo conoce a sus 85 años, dice que es como un columpio: tiene periodos de maldad y de bondad y en esa inestabilidad somos como el equilibrista: estamos en la cuerda floja, lo sabemos hacer, pero un día nos caemos.
Escribir es una aventura porque ni el mismo autor sabe lo que va a plasmar en el papel hasta que lo lee y se sorprende
¿A los 85 años, como valora su paso por la academia, la escritura y su periplo de vida? Eso de la edad es complicado, porque no creo que cumplir años sea una gran hazaña. Eso viene naturalmente, de manera biológica. No me atrae la idea de 85, 90 u más. Entonces, por qué no celebra-
mos 92 o 93, en lugar de las fechas redondas. Eso de los cumpleaños para mí no tiene mucho interés. Qué importa si la persona se muere a los 70 años, lo que importa es lo que hizo hasta esa edad. Viene a ser lo mismo si muere a los 80. Desde mi punto de vista no me importa la edad, me importa lo que uno hace en su tiempo de vida.
no sabía que iban a quedar plasmadas en la hoja de papel de ese modo. Después viene el proceso de corrección y de cambiar, pero eso es otra operación. Lo interesante es qué es lo que está ocurriendo en el cerebro que le hace al escritor dejar plasmadas determinadas palabras. Eso es un gozo que saca todo lo que se lleva dentro.
Y de este tiempo qué es lo que más gusto le ha dado hacer: la academia, la escritura… La verdad, la escritura, porque escribir lo mete a uno en un mundo diferente a lo cotidiano. Dar clases en la Facultad de Filosofía y Letras, es cotidiano, y escribir, aunque se haga cada día, es una sorpresa, porque cuando las palabras empiezan a dar vuelta en el cerebro y salen, te deslumbran. Entonces, escribir es una aventura y eso te mantiene alerta en el proceso de la imaginación, de la interpretación.
¿Y ese mundo al que entra cuando escribe, cómo es? Es un mundo que combina todas las artes y todos los sentidos, pero también es un sitio donde escribo y luego leo en voz alta y baja, y me doy cuenta si fluyen bien las palabras o no. Es un proceso curioso porque se trata también de escribir y, al mismo tiempo, oír como suena el lenguaje. A veces, al escuchar música, me vienen ideas para escribir. Es ahí donde está esa otra posibilidad, la de oír. Por eso digo que en ese mundo se combinan todos los sentidos y todas las artes. Ahí están el baile, la pintura… es una unión de la vida completa con sus sensaciones.
¿Y esta aventura a qué puertos la ha llevado? Escribir está relacionado con la sensación de placer, de ausentarse un poco de este mundo y adentrase a otro en el cual el mismo escritor descubre palabras, imágenes, metáforas… cosas que
Angelina dónde se siente mejor, como lectora o escritora. Eso es algo muy interesante, porque creo que van unidos los dos momentos.