sábado 13 de FEBRERO de 2021
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AÑO 12 | Nº 112 | febrero DE 2021
Llegó el agua bendita para el maíz y la soja En apenas una semana cambió la perspectiva de la campaña de granos gruesos: las precipitaciones caídas en la región núcleo permitieron que ambos cultivos se recuperaran de una peligrosa sequía y ahora se esperan muy buenos rindes y mayor ingreso de dólares en la zona.
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a lluvia llegó como agua bendita para terminar con la preocupación de los productores, que en algunos sitios ya conformaba estados de angustia y desesperación, porque la sequía había empezado a dañar los campos sembrados con maíz y soja en la zona núcleo. Sin embargo, del cielo llegó el recurso para que el suelo recuperara la humedad indispensable y se revirtiera el proceso de deterioro, con una franca recuperación de los cultivos de granos gruesos, que ahora podrían alcanzar muy buenos rindes y aportar más recursos en la región. La Niña traviesa Los ramalazos provocados por el fenómeno meteorológico denominado “La Niña”, que afectó el régimen habitual de lluvias para la época, con escasas precipitaciones, primero demoró la siembra y luego perjudicó el desarrollo de las plantaciones de maíz y soja. Las escasas reservas de agua en los perfiles y las lluvias que amenazaban y no caían hicieron presagiar fuertes pérdidas en los rendimientos, justo en momentos en que las cotizaciones de soja y maíz alcanzan altos valores internacionales, los mayores de los últimos años. Pero finalmente, y para dar un vuelco en el humor de la gente de campo, llegaron las lluvias que generaron un cambio rotundo en la campaña. Desde la Guía Estratégica para el agro definieron que “el fantasma del desastre productivo del 2018 queda detrás; se estiman dos millones de toneladas más en soja y 2,5 millones de toneladas más en maíz que un mes atrás”. Esta situación permitió que se estimen 49 millones de toneladas de soja y 48,5 millones de toneladas de maíz para el ciclo 2020/21. El “yuyo” cerca de los 30 quintales por hectáreas Centrándose en la soja, se observa que las lluvias de
Las lluvias provocaron una inmediata recuperación de los cultivos de granos gruesos en la región núcleo.
fines de enero desbarataron los efectos de una gran ola de calor y pusieron punto final a una sequía que venía condicionando al cultivo desde sus inicios en la franja central del país, informaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario. Por otra parte, aclararon que las buenas condiciones de la soja de primera y de segunda permiten estimar un rinde promedio nacional de 29,2 quintales por hectárea. “Esto es casi un quintal más que el promedio nacional de los últimos 8 años, cuando hasta hace un mes se proyectaban rindes por debajo de la media”, remarcaron los especialistas de la BCR. En cuanto a la siembra, se estimaron 17,3 millones de hectáreas y se llegaron a sembrar 17,2 millones de toneladas. Esta cifra logró dejar ver que en promedio se dejaron de cosechar 870 mil hectáreas. Euforia por el maíz Por su parte, el maíz -que tiene excelente precio internacional-
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millones de toneladas de soja se recolectarían en la actual campaña agrícola. también se vio beneficiado por las importantes lluvias, que permitieron un crecimiento del 5% en el volumen. Para esta campaña se espera un rinde de 79,6 quintales por hectárea a nivel nacional, se estima 48,5 millones de toneladas la producción de maíz 2020/21. “Este año el volumen cosechado apenas quedaría por debajo del récord de los dos años pasados (51,5 millones de toneladas) en un 6%. Es destacable el estado de los cultivos tardíos en Córdoba y en el centro y norte de Santa Fe”, aseguraron desde GEA. Al mismo tiempo, manifestaron que las expectativas del maíz en Argentina van en suba. “Aparte del impacto en el desarrollo de los tardíos y los
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millones de toneladas alcanzaría la producción de maíz en todo el territorio. de segunda, las últimas lluvias fueron también capitalizadas por las siembras tempranas, pero de fechas más tardías”, aclararon desde GEA. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señala que esto permite mejores expectativas de la campaña, arrojando 2,5 millones de toneladas más de toneladas de producción que hace un mes. Sin cambios en el hectareaje implantado, se mantiene una superficie de siembra a 7,1 millones de hectáreas y una superficie destinada a grano comercial de 1,0 millones de hectáreas. Las razones del vuelco En apenas siete días cambió el rumbo de la soja en Argentina debido al inesperado caudal
de las lluvias de finales de enero y principios de febrero. Estas precipitaciones dieron un vuelco a la campaña de soja. “La franja central dejó atrás la falta de agua y ahora con excelentes reservas en los suelos el cultivo atraviesa sus etapas críticas sin limitantes ni estrés. El impacto ha sido contundente en el cambio de la condición del cultivo en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires”, explicaron desde GEA. El clima, factor determinante para la explotación agraria, esta vez se apiadó de los productores y también de las necesidades de exportaciones que tiene la economía nacional, y cuando la angustia campeaba en todos los sectores que dependen de la fábrica de agrodóloares, las precipitaciones cayeron en la zona más rica del país. Y tanto modificaron las lluvias el panorama que del miedo a las fuertes pérdidas ahora se alimentan esperanzas de alcanzar una producción que puede rozar un nuevo récord.•
Testimonios de la zona núcleo
“T
odos los días miraba los lotes de soja y sufría por la falta de desarrollo del cultivo debido a la sequía, pero después de las lluvias, se produjo una asombrosa recuperación”. Juan Francisco, de Bigand. “Pensé que iba a tener fuertes pérdidas en el maíz, justo cuando los precios están en un momento ideal para mejorar la rentabilidad, pero por suerte la lluvia llegó a tiempo”. Luis, de Ascensión. “La actividad en el campo es así: un día estás preocupado porque el clima presenta un panorama oscuro y, de golpe, cambian las condiciones y se revierte la situación, como ahora”. Damián, de Chacabuco. “Veníamos de mal en peor con el tema de las lluvias. La sequía la sufrió el trigo y ahora la cuestión estaba complicada para el maíz y la soja, pero con las últimas lluvias mejoró todo”. Tomás, de Junín. “Hay que creer o reventar, el de arriba aprieta pero no ahorca. Con las lluvias de los últimos días la soja revivió y creo que vamos a tener excelentes rendimientos en toda la zona”. Juan Pablo, de General Pinto. “En mi campo había lotes que habían recibido más lluvias que otros, pero hacía falta recuperar niveles de humedad después de tanto calor, porque se notaba que el maíz pedía más agua a gritos”. Pedro, de Vedia.•
La soja revivió con las lluvias.