Cronicas y entrevistas de artesanos

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Edita

Editorial Universidad Técnica del Norte

Avenida 17 de Julio, 5 21

Ibarra - Ecuador

Telf. 593 (6) 299 7800 editorial@utn.edu.ec

Pares revisores académicos externos

Msc. Ximena Margarita Coronado Otavalo

MSc. Viviana Noemí Galarza Ligña

Corrección de estilo

Msc. Fabricio Rosero Vaca

Fotografía

Autores de la obra

Diseño y diagramación

Shuliana Mashel Chicaiza Marcillo smchicaizam@utn.edu.ec

© de los textos y fotografías sus respectivos autores, 2025

© de esta edición

Editorial Universidad Técnica del Norte

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la previa autorización escrita por parte de la editorial.

Edición digital

DOI: 10.53358/libfecyt/YNOU8399

ISBN: 978-9942-572-13-4

Autores

Consuelo Andrade Palma

https://orcid.org/0000-0002-1679-2714 mdcandrade@utn.edu.ec

Carolina Hernández Pillajo

https://orcid.org/0000-0001-6803-3501 pchernandez@utn.edu.ec

Richard Encalada Canacuán

https://orcid.org/0000-0003-2879-6525 raencalada@utn.edu.ec

Claudia Ruiz Chagna

https://orcid.org/0000-0001-6682-7885 caruiz@utn.edu.ec

Estudiantes de la carrera de Comunicación, FECYT, Universidad Técnica del Norte, que forman parte del equipo de redactores:

Giovanny Javier Arce Pabón, Jennifer Jobana Arcos Guzmán, Tiffany Arleen Armas Salas, Luigi Alexis Calvachi Caviedes, John Paúl Casanova Araujo, Danna Yurani Cazar Chávez, Justyne Milena Coral Lanchimba, Jerson Javier Díaz Coral, Damaris Judith Farinango Perugachi, Ana Elizabeth Flores Hidalgo, Mayerli Estefanía Guerrero Viscarra, Irma Tamia Lanchimba Chiquimba, Mishel Camilia Loyo Calderón, Juan David Martínez Acero, Mateo Sebastián Mejía Jácome, Estefanía Deyaneira Morillo Nazate, Nelson Francisco Muñoz Revelo, Andrea Guadalupe Picuasi Yacelga, Jaider Mateo Reina Flores, Daniel Alexander Ríos Troya, Ana Mishel Romero Quespaz, Alisson Santacruz León, Edwin Daniel Toaquiza Vargas, Darla Mayeli Varela Carlosama, María Isabel Vásquez Quilca, Christopher William Velasco Andramunio, Juan Francisco Venegas Anrango, David Alejandro Villegas Pérez, Marlon Ariel Yalamá Días.

Tabla de contenido

Presentación

Capítulo 1. La crónica

1.1 Introducción

1.2 Sustentación teórica

1.3 Procesos

1.4 Resultados

Rosita Navarrete: Una emprendedora con sabor a tradición

Alicia Cajas: Una maestra de las tortillas de tiesto

Marco Chicaiza: Diseños en mármol con manos de paz

Héctor Robalino: Historias entre telas y tijeras

Paquita Oviedo: Puntada a puntada, confeccionando sueños

Katy Margot Terán: La costurera que lucha en el día a día

Clara Martínez: Uniformes que inspiran a ser mejores

Luz Dary Cardona: Paciencia y habilidad en el arte de la costura

Edgar Gallegos: Helados con sabor a experiencia y tradición

Carla Antonella Yépez: La heladería y cafetería con sabores tradicionales

Bertha Arciniega: Nogadas y arrope de mora tradicionales

Roberto Mauricio Revelo: Excelencia en reparación de calzado

Juan Morales:

Un arte que genera elegancia al caminar

Segundo Medina:

La dedicación de un honorable zapatero

Marcelo Montenegro: Un maestro de la carpintería en muebles

Carlos Burbano: El arte de dar forma a la madera

Marco Vinicio Guayasamín:

Un maestro de orfebrería, arte religioso y policromía

Rosa Obdulia Cuascota: El arte de los arreglos florales y la naturaleza

Darwin Paúl Obando: Tejiendo historias con cuero

Zharick Villarreal: El arte de crear manillas y pulseras

Ángel Orden: El pan que cruza fronteras

Edison Patricio Ríos:

El apicultor que se reinventó en la pandemia

Wilber Arturo Yépez: El arte en aluminio y vidrio

Capítulo 2. La entrevista

2.1 Introducción

2.2 Sustentación teórica

2.3 La entrevista como emprendimiento

2.4 Procesos

2.5 Resultados

David Marmol:

Sabores artesanales al horno

Jaqueline Tapia: Una habilidad que cautiva en cada puntada

María Elena Valverde: Creaciones entre hilos y sueños

Sarita Pabón: Manos que inspiran en cada puntada

Maribel Villegas: Creación de diseños únicos con pasión

Silvia Chávez:

La magia de la costura en cada prenda

Ana Lucía Lara:

La historia y el arte afro que revelan las máscaras

Lidia Castillo: Tallado en madera con pasión y dedicación

Alex Fernando Coral Pillajo: Todo experto fue principiante

Gabriela Montesdeoca: El arte del tallado y la decoración en madera

Manuel Mesías Morocho: Devoción plasmada en el arte del tallado

Gloria Esperanza Chano: El arte de los bordados a mano

Paco Ortega: Experiencia y calidad en sus productos de zapatería

Silvia Acosta:

Un lugar de encuentro con el arte de las manillas

Nandy Moreno: El encantador arte en madera decorativa

2.6 Bibliografía

Presentación

Como un aporte de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Técnica del Norte al fomento productivo de nuestro cantón Ibarra y provincia de Imbabura, presentamos a las autoridades y opinión pública, lectores y amantes del desarrollo local, regional y nacional, el libro denominado Crónicas y entrevistas de artesanos, que es un producto del proyecto de investigación Estudio sobre la incidencia de la comunicación organizacional en las microempresas de los artesanos calificados del cantón Ibarra, con el fin de identificar áreas de intervención desde las diferentes instancias del Gobierno, Academia y organizaciones seccionales.

El libro presenta la vida cotidiana de los artesanos, principales actores del desarrollo productivo, con el fin de aportar a la visibilidad de sus realidades y sensibilizar sobre la necesidad de diseñar un plan de apoyo micro empresarial que permita el desarrollo en sus diferentes campos del quehacer productivo, en consideración que más de 3.500 artesanos sobreviven de esta actividad en el cantón Ibarra, provincia de Imbabura.

A criterio de los mismos artesanos, ellos se consideran un potencial muy grande para el país y el mundo, pero el problema radica en que los gobiernos no dan la importancia debida. Los artesanos son personas talentosas y dedicadas que preservan las tradiciones y técnicas ancestrales y su trabajo es muy valioso porque aporta belleza y originalidad, en sus distintos trabajos, a las distintas sociedades. Además, son personas que tienen la capacidad de crecer en muchos ámbitos de la vida a través de lo que les gusta hacer en sus diferentes oficios.

Los artesanos se buscan la vida trabajando para poder subsistir y en el día a día, dan a conocer la vida de un pueblo y la cultura propia, mediante la labor que hacen, y muchas veces, este grupo socio productivo forma parte de la base de las grandes empresas porque tienen el poder de generar emoción y alegría a las personas, por medio de sus creaciones.

Sin embargo, ellos piensan que el oficio del artesano no se valora lo suficiente. Es un trabajo en ocasiones mal pagado porque la gente no considera importante, no entiende que un producto artesanal es más caro que uno industrializado porque elaboran con el impulso de sus manos. Además, los usuarios desconocen el tiempo que dedican a cada prenda y el gusto, paciencia, conocimiento y experiencia que impregnan en cada uno de sus trabajos. En general, el oficio del artesano es subestimado y no se toma en cuenta la habilidad y el esfuerzo que utilizan para crear artesanías de calidad.

Con respecto a sus sueños, los artesanos visualizan a futuro, hacer de su taller una empresa, tener su propia marca y generar empleo especialmente para otras mujeres que necesiten un ingreso y que sean madres fuertes y luchadoras que quieran salir adelante. Demandan del Gobierno y las dependencias competentes, la promoción en ferias, préstamos que sean accesibles sin tanto trámite legal, que el interés de un préstamo no sea tan alto para acceder a uno y comprar su materia prima y herramientas modernas.

Además, proponen mejorar la calidad a través de procesos de capacitación y la definición de políticas que promuevan la generación de valor y protección de las artesanías como parte del patrimonio cultural del país. Anhelan con una organización en donde se apoyen mutuamente, les impartan conocimientos sobre gestión de marcas y redes sociales, y finalmente, que se incentive el turismo para ser beneficiarios indirectamente.

La Crónica Capítulo 1

1.1 Introducción

Dentro de los diferentes aportes que hace la comunicación organizacional a los diversos sectores públicos, privados y productivos, se propuso el proyecto de investigación denominado: Estudio sobre la incidencia de la comunicación organizacional en las microempresas de los artesanos calificados del cantón Ibarra, con el fin de identificar áreas de intervención desde las diferentes instancias del Gobierno, Academia y organizaciones seccionales.

La comunicación dentro de las empresas y microempresas es de vital importancia para su desarrollo por cuanto refiere a un conjunto de acciones informativas y de comunicación que una empresa realiza para reforzar sus públicos internos y externos con el fin de mejorar el clima organizacional, su visibilidad en el entorno, fortalecer la imagen de la organización, institución o empresa y de la marca, para posicionarse en el mercado y captar nuevos clientes.

Díaz (2014, p.7) refiere a la comunicación organizacional se le concibe como la búsqueda de la integración en los procesos comunicativos de las organizaciones; es decir se centra su atención en el análisis, diagnóstico, organización y perfeccionamiento de las complejas variables que conforman los procesos comunicativos en las organizaciones, a fin de mejorar la interrelación entre sus miembros, entre éstos y el público externo.

En el ámbito organizacional, la comunicación consta de dos aspectos: interno y externo. La comunicación interna se desarrolla entre los socios de canales oficiales como reuniones de coordinación, correos electrónicos e intranet y canales informales como las relaciones cotidianas.

Fernández (2009) señala que la comunicación interna es un conjunto de actividades efectuadas por cualquier organización para la creación y mantenimiento de buenas relaciones con y entre sus miembros de la organización. Kotler & Keller (2000) por su parte, definen a la

comunicación externa como el proceso clave para crear y mantener la imagen de una empresa y para influir en la opinión pública y en la la imagen de una empresa y para influir en la opinión pública y en la conducta de los clientes. En definitiva, destaca la importancia de transmitir mensajes claros y consistentes para construir una imagen positiva de la organización.

Por otro lado, en la provincia de Imbabura subsisten muchos artesanos de diferentes áreas y la realidad es la misma para modistas, sastres, zapateros, hojalateros, mecánicos, alfareros, entre otros. Desde la ruralidad, aún se mantienen sus pequeños talleres de artesanías, quienes sobreviven con su producción rudimentaria y en muchos casos, deben compartir con otras labores en el campo o en la oferta de servicios para subsistir.

Los artesanos de la provincia de Imbabura, hace más de un siglo, tuvieron su papel protagónico en el desarrollo productivo de la provincia de Imbabura y con el pasar de los años, poco a poco fueron desapareciendo por su avanzada edad, falta de innovación o apoyo estatal para fomentar empresas en desarrollo que dinamice la economía local con la generación de fuentes de empleo y productividad.

De esa herencia, aún se mantienen en las mismas condiciones de producción rudimentaria. Los artesanos de Imbabura y otros sectores que no han podido elevar su nivel de producción, mejorar la calidad de los artículos y aplicar un sistema de comercialización que les permita mejorar sus ingresos económicos.

En ese marco, se propuso el desarrollo del siguiente libro denominado Crónicas y reportajes de artesanos, como una estrategia de comunicación externa para visibilizar en el entorno, las vivencias, sueños y aspiraciones de este importante sector productivo de la provincia de Imbabura.

La obra recoge anécdotas del diario vivir de los artesanos de los distintos sectores, sus enseñanzas, trayectoria, sus consejos a los nuevos micro emprendedores, las demandas al Gobierno e instancias gubernamentales, para que su trabajo sea valorado y obtengan el respaldo y apoyo necesario. La metodología utilizada para el desarrollo del presente trabajo fue cualitativa con la aplicación de la entrevista y la observación como técnica.

El libro cuenta historias sobre su realidad en que trabajan y se desenvuelven los artesanos, con la finalidad de concientizar y sensibilizar sobre la necesidad de apoyar desde distintos ámbitos a este importante sector productivo de la sociedad que trabaja sin capital semilla, sin apoyo gubernamental, sin seguro social, sin conocimientos sobre cómo vender sus productos o servicios en este mundo de transformación digital.

Desde luego, los sueños no solo son de los artesanos, sino de las autoridades de la Universidad Técnica del Norte, de un grupo de comunicadores y periodistas en formación, de lograr una sociedad más justa y equitativa a través del apoyo correspondiente. De nuestra parte, aportamos con visibilizar sus realidades con el fin de que se logre el apoyo deseado.

En este gran desafío, se involucraron los estudiantes de la asignatura de Géneros Periodísticos I quienes, sensibles ante la realidad de los ecuatorianos, luego de exponer los objetivos de la presente investigación, se unieron a este desafío en el trabajo de redactores de las crónicas y entrevistas, cuyas técnicas fueron adquiridas en clase. Desde luego, el asesoramiento de las temáticas, revisión y corrección de estilo, fueron desarrollados en clase.

Por otro lado, en la Ley Orgánica de Educación Superior, en su Art. 125 que “las instituciones del Sistema de Educación Superior realizarán programas y cursos de vinculación con la sociedad” con programas de transferencia de tecnología relacionado con el apoyo al desarrollo socio productivo de la zona norte. En el Art. 8, ítem h) señala que es deber de las universidades contribuir en el desarrollo local y nacional de manera permanente, a través del trabajo comunitario o vinculación con la sociedad. En el ítem i) refiere a que se debe impulsar la generación de programas, proyectos y mecanismos para fortalecer la innovación, producción y transferencia científica y tecnológica en todos los ámbitos del conocimiento.

Con el presente trabajo pensamos contribuir con una pequeña parte del proceso de desarrollo productivo que demandan los artesanos, no solo de la provincia de Imbabura, sino del país en general.

1.2 Sustentación teórica

1.2.1

Conceptos generales de la crónica

La crónica es un género periodístico interpretativo que narra de manera cronológica hechos o acontecimientos informativos de interés para una comunidad. Gomis (2013) expresa que la crónica transmite con cierta regularidad las impresiones de un especialista, testigo de lo que pasa, en un lugar geográfico o en un ámbito temático. La crónica permite contar momentos de la vida de las personas, instituciones o situaciones, desde el punto de vista de quien cuenta, siempre enmarcado en la ética profesional y en la veracidad al contar un hecho.

Salcedo (2005) asevera que el periodista de la historia tiene algo que contar, pero existen personas que le conocen al protagonista que pueden aportar con datos de su vida. En ese marco, es importante que el escritor conozca el entorno en que se desenvuelve el personaje para lograr una verdadera crónica que proporcione información de la temática, a más de datos sobre instituciones u organizaciones que tengan relación con el mismo.

La crónica busca una relación directa con el leyente, porque le hace vivir momentos que no presenció, pero que siente como suyas cuando conecta con la historia. Altamar (2017. p.11) propone que el camino de la crónica establece un contrato especial entre el cronista permite que el lector recree su mente, las imágenes, las escenas y todo el contexto de la narración. López (2011, p. 30) manifiesta que la crónica le da la posibilidad de expresar su propio punto de vista de cómo ve los hechos. El periodista, por lo tanto, tiene la posibilidad de interpretar la realidad y expresar sus opiniones, acorde a su formación ética con un toque narrativo en forma cronológica, en donde pone en evidencia la realidad de los acontecimientos.

Gil (2004, p. 7) argumenta que el cronista tiene la labor de lograr la interpretación sucesiva de la realidad. El periodista debe recurrir a sus fuentes, contextualizarlas y tras un intenso análisis, puede narrar

eventos informativos en donde consiga evidenciar un suceso, interpretar sus antecedentes y consecuencias del conflicto en sí, con el fin de que los lectores puedan tener una idea más cercada a verdad.

Kraber (2020, p. 3) expresa por su parte, que el cronista tiene licencia para comenzar por la parte de la historia según sus necesidades narrativas. Existen muchas temáticas para contar historias en forma cronológica, desde las crónicas de interés humano, de viajes, económicas y sociales, políticas y medioambientales. Depende mucho de la afinidad del escritor hacia las diversas especialidades que pueda optar.

La crónica se diferencia de la noticia porque le permite calificar los hechos, insertar opiniones de los acontecimientos vividos por el periodista. El cronista vive esa realidad, comenta, narra, expresa sus opiniones, se apasiona contando los hechos, en primera o tercera persona. En la noticia, en cambio, solo narra los hechos de acuerdo a la importancia de los mismos y en tercera persona.

En Latinoamérica, las crónicas de indias fueron narradas por los conquistadores y otros escritores locales, quienes dejaron huella con sus testimonios de vida y vivencias en sus primeros años de la colonización. Leer estas historias hace imaginar cómo eran aquellos tiempos, sus formas de vida y el rol que cumplían en ese entonces.

La historia colonial brindó muchos escribanos que narraban en forma cronológica la vida, sucesos y acontecimientos de lo que hoy es el continente americano, como conquistadores, hijos de los mismos y nativos criollos o monjes que cumplían las funciones de adoctrinar y educar.

Con el pasar del tiempo, la crónica es muy utilizada en el periodismo especializado, en diferentes áreas productivas o de entretenimiento, tanto en medios tradicionales como digitales. En Ecuador, por ejemplo, este género periodístico es producido para el periodismo deportivo en sus diferentes especialidades, predominando el fútbol en los canales televisivos. Desde Colombia, se puede apreciar las crónicas deportivas en plataformas informativas más especializadas en las diversas disciplinas deportivas.

En nuestro medio, es común escuchar las crónicas adaptadas para radio, en encuentros deportivos, especialmente del ciclismo o eventos automovilísticos, de fútbol y básquet, en donde el periodista describe el paisaje, ambiente, momentos emocionantes, anécdotas, experiencias durante la trayectoria, o como haría un artista plástico, pintar con palabras una hermosa obra de arte, que también puede aplicarse a los diferentes géneros periodísticos interpretativos y de opinión.

La crónica, en plataformas audiovisuales tradicionales u online en Ecuador, permite vivir emociones en el caso del fútbol, en transmisiones en directo, en donde los periodistas comentan, narran, describen todo lo apasionante de los eventos deportivos que congregan a familias, amigos y seguidores, a vivir momentos inolvidables que culminan en felicidad o frustraciones, luego del desenlace.

Además, dentro del periodismo digital, se observa la construcción de crónicas literarias, judiciales de misterios sin resolver, taurinas o de fútbol, baloncesto o de golf, dependiendo de las fortalezas deportivas de cada sector. También, de sociedad, políticas o crónicas rojas, que se denomina en Ecuador, a aquellos relatos sobre siniestros o acontecimientos cuyo saldo son personas heridas o fallecidas.

1.2.2

El proceso de recolección de datos

Para construir una crónica, es importante definir el tema y el objetivo de la información que se desea informar. Posteriormente viene el proceso de selección del entrevistado, análisis de perfiles y trayectoria. Gutiérrez (2006, p. 91) recomienda que haya conflicto, obstáculos entre el personaje y las metas, enfrentamiento con otros seres, choque con el entorno o dificultades en su vida cotidiana. De acuerdo a la autora, para el proceso de recolección de datos, es importante que el periodista se ubique en el contexto, conozca la realidad en que se desenvuelve el fenómeno, hecho o circunstancia y puede recurrir a libros, revistas, publicaciones en periódicos, memorias, biografías, pueden ser de mucha ayuda al periodista.

Una vez que se define el tema, lo que sigue es la investigación. Existe la opción de desarrollar el trabajo de campo de manera directa. Lo ideal es documentarse previamente, bien sea a través de publicaciones –escritas

o audiovisuales- o de personas que conozcan a fondo la materia sobre la cual se va a tratar. De esa manera acumula conocimientos que le permiten explorar mejor a sus personajes y desenvolverse en el entorno que le corresponde redactar.

En la investigación de campo, se puede recurrir a las técnicas de investigación cualitativa, como la observación participante, entrevistas o diarios de campo, para lograr datos interesantes que se desea contar. La observación permite describir a los personajes, su interacción, sus movimientos o reacciones frente a los acontecimientos y recrear los espacios que pueden ayudar a construir una buena historia. En definitiva, la observación implica ver más allá de la primera percepción, apreciar con mucha sensibilidad, lo que esté ocurriendo y que es digno de ser contado.

1.2.3 Clasificación de la crónica

Parratt (2008, p. 120) diferencia dos tipos de crónicas:

a) La crónica local se enfoca en la narración de hechos y sucesos que ocurren en un ámbito geográfico específico, como una ciudad, un pueblo o una región. Refleja la vida y realidad de la comunidad local, y suele estar escrita desde una perspectiva cercana y personal.

La crónica local cubre acontecimientos relacionados con eventos especiales, poco usuales, lo que pasa en una ciudad, en el día a día, como el caso de un congreso especializado, temas de frontera y asuntos de la casualidad. Se puede construir crónicas de ciudad, de lo que encierra una urbe y significa para el autor y representa en el mundo, con todas sus fortalezas.

b) La crónica temática, por otro lado, se enfoca en la narración de hechos y sucesos que se relacionan con un tema o problema específico, como la política, la economía o sociedad. Busca analizar y reflexionar sobre el tema en cuestión, y suele estar escrita desde una perspectiva más amplia y general.

En la crónica temática, el periodista debe ser especializado en las diferentes áreas productivas, culturales y sociales con el fin de aportar

mayor información del tema seleccionado. Según el lugar donde se encuentre, puede identificar temas relevantes y de interés para los lectores como crónicas de frontera, inseguridad, potencialidades turísticas o sobre las distintas manifestaciones culturales de los pueblos milenarios.

Generalmente, en este tipo de crónicas, el autor emite juicios de valor, interpreta los hechos, expone conclusiones desde su perspectiva. Para el efecto, es importante investigar a profundidad el hecho, el macro y micro entorno donde se desenvuelve, a los protagonistas, directos e indirectos, los beneficiarios o perjudicados, para incorporar la subjetividad de quien escribe.

1.2.4 Desde la experiencia: la humanización de las realidades

El connotado periodista local, Fabricio Rosero, director de Imbabura en línea, desde su experiencia, cuenta sobre la crónica en la entrevista que se le realizó:

Caparrós (2004) define a la crónica como el oficio de narrar. Y sí, desde la visión interpretativa del periodismo, este género, cercano al literario, permite referenciar realidades que normalmente están consideradas en lo informativo únicamente desde la visión del hecho, y no del contexto. Pero sobre, la trascendencia de este género está en la humanización de las realidades por lo que resulta indispensable contar esas historias desde la vivencia. Es que desde la escuela clásica del periodismo se inculca que la visión del informante no es trascendente porque el hecho es lo fundamental y esto debe presentarte así, tal cual, sin visiones u opiniones.

Sin embargo, con la crónica interpretativa, la dimensión es distinta. El hecho deja de ser algo frío y circunstancial para convertirse en vivencial. El narrar rompe la dimensionalidad de la tercera persona para evolucionar en un relato contado desde la experiencia. Y esa riqueza es la que hace trascendente y humano al periodismo. El contar es una necesidad intrínseca de la sociedad, lo que permite que muchos relatos se mantengan en el tiempo y en la memoria colectiva, sobre todo en un mundo sometido por la inmediatez y lo superfluo.

Frente a esta realidad, los nuevos comunicadores en formación, como parte del compromiso social del periodismo, deben adentrarse dentro de las realidades y contarlas, pero no solo desde la recolección de los datos, sino desde la experiencia, identificar el entorno, los ambientes, las miradas, los silencios, como una forma cercana y real para que la producción periodística, no se pierda en lo efímero de la noticia sino para que trascienda, más allá del momento, más allá de los hechos. (Rosero, 2023)

1.3 Procesos

En la planificación académica de la asignatura de Géneros Periodísticos I, en la carrera de Comunicación de la Universidad Técnica del Norte, contempla el tema 3.3 denominado La crónica y su estructura, en donde se imparten los primeros conocimientos de cómo construir este género periodístico. La primera recomendación refiere a aprender a ser muy observadores del entorno, movimientos, actitudes y gestos de los protagonistas, manifestaciones culturales en donde se desenvuelven, la dinamia del comercio, la sustentación de la economía local, el movimiento comercial.

Como la labor de la docencia implica transmitir con el ejemplo, en clase se trata de trasladar la sensibilidad social del periodista frente a las múltiples problemáticas que afronta nuestro país. En ese marco, se expuso el proyecto de investigación: Estudio sobre la incidencia de la comunicación organizacional en las microempresas de los artesanos calificados del cantón Ibarra, sus objetivos profesionales y personales, a fin de que vayan comprendiendo la labor del comunicador en el mundo.

Se explicó que uno de los productos del proyecto era un libro de crónicas y entrevistas de artesanos del cantón Ibarra, en donde los productores de contenidos eran los mismos estudiantes, en su primera fase, para luego

proceder a su respectiva edición de los mismos, su corrección de estilo y, en trabajo conjunto, dio como resultado, 23 crónicas con diferentes enfoques que se pone a consideración de los lectores, autoridades y representantes de los sectores productivos. Además, 15 entrevistas que se exponen en el segundo capítulo.

La presentación de las crónicas en su primera fase es también el resultado del Examen de la II Parcial de los estudiantes de II Nivel. Una vez subido a la plataforma SIIU en PDF, debían entregar personalmente, su crónica en formato Word, con cinco fotografías en JPG, con el fin de verificar su calidad. Una de las fotografías, debía tomarse el estudiante con el protagonista de su trabajo para comprobar su veracidad.

Luego vino la primera revisión y las observaciones pertinentes a cada uno de los estudiantes, como el cambio de titulares, incorporar más información y datos de los entrevistados para construir su crónica, identificar sumarios (copete o bajada) que es una especie de síntesis o la idea central del producto comunicacional, para resaltar en la diagramación y que se presente más atractiva a los lectores. Además, se solicitó, en algunos casos, cambio de fotografías o datos del entrevistado para confirmar la veracidad de la información.

Por otro lado, dentro de las clases magistrales de un curso de capacitación sobre cómo elaborar libros, con el connotado investigador de la Universidad Técnica del Norte, el PHD Miguel Posso, se propuso una estructura del libro. En este caso, contiene dos capítulos, uno de crónicas y otro de entrevistas, y según su propuesta: Antecedentes, sustentación teórica, procesos, resultados y bibliografía.

1.4 Resultados

Crónicas basadas en

experiencias sobre la vida de los artesanos en sus diferentes profesiones

Una emprendedora con sabor a tradición

Doña Rosita durante la elaboración de sus tortillas en su inseparable tiesto.
Para aquellos que están comenzando un emprendimiento, Rosita recomienda no rendirse ante las dificultades y recordar que cada centavo es un granito de arena para construir un buen futuro.

En el corazón del mercado Amazonas, entre el bullicio de los comerciantes y el ir y venir de los clientes, se encuentra Rosita Navarrete, una mujer de 73 años cuya historia está impregnada del aroma y el sabor de las tradicionales tortillas de tiesto. Con manos expertas y una sonrisa cálida, Rosita ha conquistado el paladar de generaciones, manteniendo viva una tradición que le fue heredada desde su infancia.

Su historia se remonta a su abuelita, la mujer que le transmitió la pasión por la cocina y le enseñó el arte de hacer tortillas, una especie de arepas de maíz que en su niñez eran un pequeño regalo que ella y sus hermanas recibían con alegría. La iniciativa y motivación de su abuelita marcaron el rumbo de su vida y sembraron en ella la semilla de un legado que, con el tiempo, se convertiría en su sustento y en su más grande orgullo.

Sin embargo, el camino de Rosita no siempre fue fácil. Hubo un momento en su vida en el que la enfermedad la alejó de su labor, dejándola sin fuerzas para trabajar y con serias dificultades económicas. Con el dinero escaseando y la incertidumbre tocando a su puerta, Rosita encontró en las tortillas de tiesto una oportunidad para salir adelante. Decidió aferrarse al conocimiento que su abuelita le había legado y empezó a venderlas, no solo como un medio de supervivencia, sino como una forma de honrar sus raíces.

Con 40 años de experiencia en la elaboración de tortillas y 58 años de trabajo en el mercado Amazonas, Rosita se ha convertido en un pilar de la comunidad. Su pequeño puesto es más que un negocio; es un punto de encuentro para clientes fieles que han crecido con su sazón, niños que ahora son adultos y que continúan regresando por el mismo sabor que los acompañó en su infancia.

Ella atiende todos los días desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde. Rosita recibe a sus clientes con un cariño enorme que le caracteriza. Aunque hubo intentos de imitar su producto, ella asegura que su principal receta es el amor que le pone en la preparación.

El proceso de preparación de las tortillas de tiesto de Rosita comienza temprano. A las 04:00, ella se levanta y comienza a trabajar. Las arepas están hechas con harina de maíz pura, batida con miel de abeja y con una buena cantidad de huevos. A las 5:30, ya está lista para salir a vender. Rosita suele generar alrededor de 50 dólares diarios y los sábados y domingos son los días en los que más ventas tiene y rara vez le sobra producto.

Aunque su emprendimiento se encuentra en el mercado Amazonas, ha logrado expandir su negocio más allá de las fronteras. Tiene clientes en España, Londres y Estados Unidos. Incluso, de vez en cuando, envía a sus familiares al extranjero para que no olviden su sabor. Rosita ha compartido su trabajo con su hija mayor, quien también tiene un puesto en el parque Ciudad Blanca. Ella es la única que conoce la receta exacta de las tortillas de tiesto.

Una de las experiencias más conmovedoras de su trabajo fue durante la pandemia. Debido a las circunstancias, tuvo que dejar de vender sus tortillas durante dos años y sus clientes se preocuparon porque pensaron que algo malo le había sucedido.

Sin embargo, cuando Rosita volvió a su puesto de trabajo, fue recibida con abrazos y buenos deseos. Sus clientes emocionados lloraron de alegría por tenerla nuevamente allí, lo que fue muy gratificante para ella.

El puesto de Rosita en el mercado Amazonas es su único sustento económico. De aquí obtiene los ingresos necesarios para sus gastos personales y ayudar a la familia cuando necesitan.

A pesar de su amor por su trabajo, Rosita enfrenta algunas incomodidades en el mercado porque, según ella, las autoridades no brindan el apoyo necesario para que los emprendedores puedan prosperar, y aunque eso no fue impedimento para seguir adelante, le gustaría que las cosas cambien en el futuro.

Por otro lado, pese a que existen muchas asociaciones en el mercado, Rosita prefiere no pertenecer a ninguna. Su padre le enseñó a ser libre y no rendir cuentas a nadie. Ella confía en su propio esfuerzo y dedicación para llevar adelante su negocio.

Para aquellos que están comenzando un emprendimiento, Rosita les aconseja hacer las cosas con amor y perseverancia. No rendirse ante las dificultades y recordar que cada centavo es un granito de arena para construir un buen futuro. En cuanto a sus metas y sueños para su emprendimiento, ella simplemente desea seguir llevando sus tortillas mientras tenga vida. Además, espera que su hija continúe con el legado y no permita que su labor muera.

Rosita Navarrete, con su amor por las tortillas de tiesto y la dedicación a su trabajo, se ha convertido en una figura emblemática en el mercado Amazonas. Su historia inspira a muchos emprendedores a seguir adelante, recordándoles que el éxito viene con pasión, perseverancia y amor por lo que se hace. (Redactor: John Paúl Casanova Araujo)

La producción de las tortillas de tiesto es la herencia de su abuelita.

Alicia Cajas

Una maestra de las tortillas de tiesto

El arte de elaborar las tortillas de tiesto se mantiene por generaciones.

La ciudad de Ibarra reconoce a esta valiente mujer como

la

embajadora

de su tradición culinaria y las largas filas de clientes ansiosos por probar su especialidad, eran una prueba irrefutable de su éxito.

El sol de la mañana se alza sobre la ciudad de Ibarra, iluminando las calles y despertando los aromas del sector. En medio del bullicio matutino, un rincón destaca por su encanto y exquisitez: la casetita de Alicia Cajas, la talentosa artesana de las tortillas de tiesto.

A sus 47 años, Alicia es una mujer de mirada vivaz y manos hábiles, moldeadas por la experiencia y la pasión por su oficio. Desde los ocho años, su madre le transmitió los secretos de la receta ancestral, basada en la fina harina de maíz y en una técnica de cocción única que sólo ella conocía. Con cada amanecer, Alicia revive ese legado, dando forma a las tortillas con una destreza que asombra a propios y extraños.

En su pequeño puesto, el tiempo parece detenerse. Los clientes, atraídos por el aroma inconfundible de las tortillas dorándose sobre el tiesto caliente, forman fila pacientemente. Algunos son habituales, vecinos que no conciben comenzar el día sin el sabor tradicional de las tortillas de Alicia. Otros son viajeros que, guiados por la curiosidad, descubren en cada bocado un pedazo de historia y cultura ibarreña.

Cada tortilla que sale de su casetita lleva impresa una historia, una tradición que se niega a desaparecer. En ese pequeño espacio donde todo cobra vida, los aromas se entrelazan en una sinfonía gastronómica y los sabores trascienden las barreras del tiempo.

Alicia Cajas no solo alimenta cuerpos, sino también almas, dejando en cada comensal el recuerdo imborrable de un manjar hecho con amor y maestría.

El negocio de Alicia se erige como un santuario sagrado de tortillas de tiesto, donde cada día acuden amantes de lo auténtico en busca de esa experiencia única y genuina. Acompañadas por deliciosos jugos y batidos, las tortillas se convierten en un festín para los sentidos, transportando a los clientes a un viaje en el tiempo, recordándoles los sabores que solo se encontraban en las cocinas de sus abuelos.

Con un equipo de trabajo conformado por su esposo y ocasionalmente por sus hijos, Alicia lleva adelante la tradición familiar. Cada uno de ellos aprendió la importancia de mantener viva la receta secreta que se transmite por generaciones.

Alicia elabora sus tortillas con mucho esmero.

Durante la visita, cada tortilla era un verdadero poema de sabores. El aroma tostado que emanaba de su cocción sobre el tiesto de barro confería un sabor inigualable, crocante por fuera y suave por dentro. El sabor se fusionaba con la historia de una familia que había dedicado su vida a honrar la herencia gastronómica, añadiendo amor y pasión a cada bocado.

La fama de Alicia y sus tortillas de tiesto se extendía como un susurro entre los clientes satisfechos. La ciudad de Ibarra reconocía a esta valiente mujer como la embajadora de su tradición culinaria, y las largas filas de clientes ansiosos por probar su especialidad eran una prueba irrefutable de su éxito.

Alicia, con su esfuerzo y talento, logró convertir un negocio familiar en un emprendimiento próspero. Pero más allá de los ingresos económicos, su verdadero logro radicaba en el legado que dejaba a sus hijos, una herencia que trascendería generaciones y mantendría viva la llama de su pasión.

Así, en medio del bullicio y la intensidad de la ciudad, Alicia Cajas se erigía como una auténtica maestra de la cocina, una artista que había sabido forjar un camino propio a través de las tortillas de tiesto. Su historia, adornada con amor, tradición y el toque especial de una receta secreta, sería recordada como un legado de sabor en la memoria de Ibarra. (Redactora: Ana Mishel Romero Quespaz)

El pequeño kiosko ubicado frente al parque Ciudad Blanca.

Marco

Diseños en mármol con manos de paz

El grabado de las imágenes santas requiere de manos hábiles.

Marco Chicaiza nos cuenta sentirse

orgulloso de hacer lo que hace porque le ha enseñado a valorar aún más la compañía de sus seres queridos, aprovechar cada momento de vida que tiene de quienes le rodean y acompañan.

Al caminar por la avenida de El Retorno, en el barrio Los Ceibos, uno se sumerge en un túnel de árboles que envuelven el paisaje en una atmósfera de paz y serenidad. Este rincón de la ciudad de Ibarra, con su aire fresco y su particular quietud, deslumbra a los forasteros y ofrece un respiro a los habitantes locales. Sin embargo, tras ese paisaje idílico se encuentra un lugar que, aunque silencioso, resguarda ecos de historias pasadas: el cementerio San Miguel de Ibarra.

Ubicado frente a la Unidad Educativa Víctor Manuel Guzmán, el cementerio se alza como un refugio de memoria para cientos de personas que alguna vez caminaron por estas mismas calles. Detrás de sus imponentes puertas metálicas, el tiempo parece haberse detenido. Allí, la vida y la muerte se entrelazan en un diálogo constante entre los vivos que visitan y los que han partido. Cada lápida es un testimonio de una existencia que dejó huella, de amores que persisten más allá de recuerdos que aún habitan en los corazones de sus seres queridos.

El cementerio San Miguel no es solo un lugar de despedida, sino también un espacio de encuentro con la memoria, donde el pasado y el presente convergen. Entre las sombras de los ceibos y el murmullo del viento, resuena la certeza de que la vida es efímera, pero el recuerdo, inmortal.

A unos cuantos metros de la entrada principal del cementerio, encontramos el taller de Marco Chicaiza, un joven artesano de la ciudad de Ibarra, que tiene como objetivo en la vida, dar un último manto de calma y paz para aquel que partió de nuestro lado.

Al entrar a su lugar de trabajo nos encontramos con sus paredes cubiertas de lápidas de mármol, en donde las

imágenes religiosas están plasmadas en la fina roca con múltiples estilos, colores y formas, siempre brindándonos una idea positiva sobre la muerte. Aquí el arte y respeto dan forma al trabajo de Marco, que con delicadeza y sencillez abren la puerta a un buen servicio.

Él lleva más de ocho años de experiencia en su labor artística, aunque en realidad siempre su pasión está con él. Alcanzó su título de bachiller en la Unidad Educativa de Artes Daniel Reyes, en donde adquirió las bases de su trabajo y perfeccionó su dominio con las manos, los cinceles y el suave golpeteo del martillo que dan lentamente forma a las letras e imágenes que se plasman en el mármol.

Con el pasar de los años, Marco nos relata múltiples anécdotas y experiencias que adquiere a lo largo de su contacto directo con la sociedad que le ha vuelto mucho más empático porque personas de diferentes clases sociales, edad y género, acuden a él con la esperanza de despedir de una forma adecuada a sus seres queridos.

Marco afirma que siempre tiene que ser delicado con sus clientes porque su trabajo topa muy de cerca los sentimientos y emociones de familias enteras que acuden a él de muchas formas; gente muy triste debido al deceso de sus parientes, padres atormentados por la muerte de sus descendientes, hijos ya tranquilos al ver terminado el sufrimiento de sus padres, familias incomodas por la herencia de sus antecesores; en fin, él mismo relata que es espectador de varios pleitos que nacen debido al fallecido.

A lo largo de estos años, afirma que se siente orgulloso hacer lo que hace porque le enseña a valorar aún más la compañía de sus seres queridos, aprovechar cada momento

de vida que tiene de quienes le rodean y acompañan. Él ha comprendido que la muerte no distingue a nadie y que nuestro destino está marcado por los últimos soplos de vitalidad que tendremos.

Su trabajo es totalmente manual y en su estudio se puede ver cómo las herramientas se dispersan en la mesa de trabajo de forma aleatoria y desordenada. A él nunca le importa ensuciarse las manos y coloca e instala cada uno de los trabajos que le han encargado y nos cuenta que no posee ningún convenio con el cementerio y que labora de forma individual, ayudado en ocasiones por su joven esposa.

Tras el avance tecnológico, Marco se ha ayudado de máquinas de impresión que optimizan el grabado y los estilos que se pueden realizar en el mármol. Él se siente contento al mejorar su forma de trabajo, pero no ha renunciado a las herramientas manuales porque el grabado de las imágenes santas, requiere de preparadas manos humanas. Al conversar con Marco es fácil darse cuenta la sencillez y la pasividad con que trata a las personas.

De contextura pequeña y gruesa, sus manos grandes manchadas de pintura, reflejan el trabajo honesto de un artesano que abre todos los días su local de ocho a cinco de la tarde, esperando siempre -con calma- que las angustiadas familias de personas que fallecen día tras día, lleguen a su taller, en donde son atendidas con amabilidad, amor y comprensión.

Al dejar su local, reflexioné sobre la vida y la muerte, sobre los artesanos como Marco que son el vínculo esencial en el profundo ritual de morir.

Me fui pensando que su trabajo siempre será necesario porque las personas fallecen y una extraña sensación de paz invadió mi camino de regreso a casa, sabiendo que cada minuto de vida debe vivirse con plenitud porque nuestro camino a la paz eterna estará ahí siempre esperando pacientemente. Nuestra huella en el mundo dependerá de que tan profundo la marquemos y nuestro nombre estará siempre escrito en mármol por manos de paz. (Redactor: Nelson Francisco Muñoz Revelo)

Robalino

Historias entre telas y tijeras

Héctor Robalino representa la trayectoria de un sastre que se mantiene por décadas.

A todos

los jóvenes emprendedores les sugiero que sigan su pasión y trabajen con amor en lo que hacen. No tengan miedo de pedir ayuda y rodearse de personas que les apoyen porque la colaboración es clave para alcanzar el éxito.

En un pequeño rincón de la ciudad de Ibarra, Ecuador, se encuentra un taller donde el tiempo parece detenerse y la tradición cobra vida en cada puntada. Es aquí donde trabaja incansablemente Héctor Robalino Llerena, un artesano de 71 años cuyo nombre resuena en el mundo de la moda masculina como sinónimo de maestría y dedicación.

Desde temprana edad, Héctor descubrió su pasión por la confección, un arte que con los años perfeccionó hasta convertirlo en su legado. Su taller es un refugio de creatividad, donde las telas de colores vibrantes y los patrones elegantes se transforman en piezas exclusivas de alta calidad. Con manos firmes y mirada atenta, cada prenda que elabora es un reflejo de su destreza y amor por el oficio.

Pero su talento no solo reside en la confección. Como padre y esposo, Héctor ha sabido transmitir su pasión a su familia. Su esposa, sus dos hijos y su nuera forman parte esencial de su equipo de trabajo, convirtiendo el taller en un espacio donde el amor y la confianza se entrelazan con la disciplina y el esfuerzo. Juntos, no solo crean prendas excepcionales, sino también una tradición familiar que perdura en el tiempo.

Para Héctor, la confección no es solo un trabajo, sino una expresión de respeto y dedicación. Cada traje que sale de su taller es, según sus propias palabras, su mejor obra. Y así, con aguja en mano y pasión inquebrantable, sigue dejando su huella en la historia de la moda ecuatoriana.

Su trayectoria está marcada por innumerables recuerdos y experiencias gratificantes y es testigo de cómo sus creaciones han realzado la confianza y la elegancia de

hombres que portan sus trajes en momentos significativos de sus vidas, como bodas y eventos especiales. Cada vez que ve a uno de sus clientes lucir con orgullo una de sus creaciones, siente una satisfacción incomparable.

Su habilidad y dedicación le convierten en una figura querida y respetada por la ciudadanía. En Ibarra, su nombre evoca el reconocimiento y la preferencia de la colectividad. Es común escuchar historias de personas que confiaron en su talento y fueron recompensadas con prendas de alta calidad y diseño único. Héctor se enorgullece de la confianza depositada en él y trabaja arduamente para mantener su reputación impecable.

A pesar de su amor por la artesanía, Héctor decidió no combinar su oficio con ninguna otra actividad para generar recursos.

Para él, la confección de trajes de caballero es su verdadera pasión y su fuente de sustento. Su dedicación exclusiva a su oficio ha contribuido a que perfeccione sus habilidades y se mantenga fiel a su estilo único.

En el pasado, Héctor tuvo el honor de servir como dirigente artesanal en el Gremio de Maestros Sastres y Modistas de Ibarra. Durante su tiempo como líder, trabajó incansablemente para promover el arte de la confección y brindar apoyo a sus colegas. Su compromiso y liderazgo dejaron una huella indeleble en la comunidad artesanal ibarreña.

Si bien el artesano recibió ayuda gubernamental con la exoneración del IVA debido a su calificación artesanal, actualmente no cuenta con ese beneficio. Sin embargo,

esto no ha disminuido su pasión ni dedicación y Héctor sigue trabajando con esmero y ofrece sus productos únicamente desde su local, el único punto de venta de sus valiosas creaciones.

La historia de Héctor Robalino Llerena es un testimonio inspirador de perseverancia y amor por el arte. Sus trajes de caballero no solo son prendas de vestir, sino también portadores de historias, sueños y confianza. Su habilidad innata y dedicación inquebrantable dejan una marca en la industria de la moda masculina, y su legado perdurará en la memoria de aquellos que tuvieron la suerte de cruzarse en su camino y apreciar su destreza.

A todos los jóvenes emprendedores les sugiere que sigan su pasión y trabajen con amor en lo que hacen porque esa dedicación les llevará lejos y diferenciará. Además, que no tengan miedo de pedir ayuda y rodearse de personas que les apoyen porque la colaboración es clave para alcanzar el éxito. (Redactor: Edwin Daniel Toaquiza Vargas)

Los diseños mantienen la sobriedad del traje formal.

Paquita Oviedo

Puntada a puntada, confeccionando sueños

Dedicación y compromiso demuestra Paquita en cada uno de sus trabajos.

A pesar de los desafíos y obstáculos que enfrenta en su camino, se mantiene firme en su pasión. Cada día entra a su taller con alegría y gratitud por la oportunidad que tiene, de hacer lo que ama.

En un rincón de la ciudad de Ibarra, entre las calles Jorge Dávila Mesa 3-35 y Abelardo Morán, se encuentra el hogar de Paquita Oviedo, una artesana costurera de 50 años. Su casa, más que un simple techo, es un taller de costura donde los colores y texturas cobran vida, creando un universo de creatividad y dedicación.

Cada día, desde muy temprano, el sonido del pedal de la máquina de coser marca el ritmo de la jornada de Paquita. Los hilos y las telas danzan en perfecta armonía, componiendo una sinfonía de creatividad en cada rincón de su hogar. Entre retazos de tela y cintas de colores, sus manos se deslizan con precisión, hilvanando sueños y confeccionando realidades.

Desde hace más de 20 años, Paquita ha hecho de la costura su vocación y sustento. Aprendió este noble oficio en un colegio especializado, donde sus manos fueron moldeadas con habilidad y paciencia. Cada puntada que da es el reflejo de su experiencia y amor por la profesión. No hay prenda que no pueda transformar, no hay diseño que no pueda materializar.

Uno de sus mayores logros fue la confección de un vestido de novia, una pieza en la que su destreza se desplegó como una sinfonía de puntadas y patrones. Para ella, no se trataba solo de una prenda, sino de un sueño hecho realidad para quien lo vistió.

En un mundo donde la moda rápida amenaza con borrar la esencia de la artesanía, Paquita sigue resistiendo con aguja en mano, demostrando que cada prenda tiene una historia y que, con paciencia y dedicación, se pueden tejer sueños que perduren en el tiempo.

Paquita es una tejedora de sueños, hilvana con maestría cada hilo, transformando las telas en verdaderas joyas de la moda. Su aguja es como un pincel mágico que, con cada puntada, esculpe una historia de elegancia y distinción. Su pequeño taller en casa se convierte en un escenario de creaciones únicas y personalizadas.

La mayor hazaña de Paquita fue la realización de un vestido de novia. Como una pluma en el aire, el vestido cobró vida bajo sus expertas manos. Cada puntada era una caricia de amor hacia la futura novia, un sueño hecho realidad. El vestido se convirtió en una obra maestra, capturando la esencia del amor y la belleza en cada hilo entrelazado.

Hoy en día, Paquita no solo es una artesana consumada, sino también una tía orgullosa. Con el aprendizaje de Paquita, su sobrina ha seguido sus pasos y se ha convertido en una parte integral del negocio familiar. Juntas, han llevado el legado de Paquita a nuevas alturas, expandiendo su alcance y llegando a un público más amplio.

A pesar de los desafíos y obstáculos que ha enfrentado en su camino, se mantiene firme en su pasión. Cada día, entra en su taller con alegría y gratitud por la oportunidad de hacer lo que ama. Con su espíritu emprendedor y su amor por la costura, Paquita continúa escribiendo su propia historia a través de sus creaciones únicas.

Para los artesanos, su profesión es un regalo divino, una bendición que Dios ha puesto en sus manos. Paquita Oviedo comparte esta convicción y tiene una firme creencia en que deben utilizar sus habilidades de manera excepcional, creando obras únicas y especiales que transmitan amor y dedicación. Cada prenda que Paquita crea es una

manifestación de su profunda conexión con el arte y su compromiso inquebrantable de llevar moda y alegría a la vida de las personas.

En su trayectoria, ha demostrado que la adversidad puede abrir puertas hacia nuevas oportunidades. Su historia es un testimonio vivo de la fuerza y la perseverancia que pueden emerger de momentos difíciles. Como cabeza de familia y viviendo con sus padres, Paquita ha enfrentado desafíos, pero ha sabido transformarlos en motores de crecimiento.

A través de su talento y dedicación como artesana costurera, Paquita labró un camino lleno de esperanza y determinación, inspirando a otros a superar las dificultades y perseguir sus propias pasiones.

Ella sostiene firmemente la idea que los artesanos merecen un mayor apoyo por parte del gobierno. En su propia experiencia, ha enfrentado obstáculos financieros al tratar de hacer crecer su negocio y acceder a créditos en cooperativas y bancos. Opina que el gobierno debería facilitar el acceso a préstamos para los artesanos para invertir en materiales, herramientas y capacitación con el fin mejorar sus habilidades y expandir sus emprendimientos.

Paquita está convencida de que el arte y la artesanía son componentes esenciales de la cultura y la identidad de una nación, y considera que brindar un mayor respaldo financiero a los artesanos contribuiría a preservar y promover este valioso legado para las generaciones futuras.

En cada puntada, en cada creación, Paquita deja un legado imborrable en el mundo de la artesanía y la costura. Su historia es de una mujer valiente y apasionada que, a través

de su habilidad y dedicación, ha tejido sueños y convertido telas en obras de arte. Con su pequeño taller en casa y su espíritu emprendedor, ha dejado una huella profunda en su comunidad y en quienes tienen el privilegio de apreciar su talento.

Paquita Oviedo, la artesana costurera, es un faro de inspiración para todos aquellos que sueñan con convertir su pasión en una profesión, recordándonos que con determinación y amor por lo que hacemos, podemos lograr grandes cosas. Su historia es un testimonio de que los hilos de la vida se entrelazan con esfuerzo y pasión, y que cada puntada cuenta en el tejido de nuestro propio destino. (Redactora: Danna Yurani Cazar Chávez).

El taller es un lienzo de colores de hilos y telas.

La costurera que lucha en el día a día

Su pequeño taller en el interior del Mercado Amazonas.

Los clientes van y vienen y aunque su corazón quisiera que todos utilicen sus servicios, piensa que el trabajo se gana haciendo lo mejor posible para que los usuarios queden satisfechos y vuelvan.

En el centro del Mercado Amazonas, en la ciudad de Ibarra, se encuentra el puesto número 317, un pequeño rincón donde el arte de la costura cobra vida a manos de Katy Margot Terán Vinuesa. Con 43 años de edad, esta modista ha dedicado su vida a perfeccionar su oficio, combinando talento, esfuerzo y dedicación.

Desde muy joven, Katy supo que la modistería sería su camino. Culminó sus estudios en el instituto Señora de la Merced y, con el tiempo, consolidó su emprendimiento en el bullicioso mercado, donde cada puntada que da es un reflejo de su pasión y compromiso. Su familia, compuesta por su esposo y dos hijos, es el motor que la impulsa a seguir adelante día tras día.

Su rutina comienza a las cinco de la mañana, cuando el amanecer apenas asoma en el horizonte. Entre el aroma del café recién hecho y el calor de la cocina, Katy se encarga de preparar los alimentos para sus hijos antes de salir al trabajo. A las siete en punto, sale de su hogar en el barrio El Priorato y emprende el trayecto de una hora en autobús hasta su puesto en el mercado. “Es lo más cansado”, admite, pero nunca ha sido un obstáculo para ella. En los días más ajetreados, su hijo pequeño la visita en el puesto para compartir juntos el almuerzo, un momento que, aunque breve, se convierte en un respiro de amor y compañía.

Pero más allá de la costura, en su taller habita un recuerdo invaluable: sus máquinas de coser, aquellas que su padre le obsequió antes de fallecer. Son más que herramientas de trabajo; representan un legado, una conexión inquebrantable con aquel hombre que creyó en su talento.

Tiene mucha competencia en confección y arreglo de ropa de todo tipo y muchas de las veces no logra conseguir para el pasaje de regreso. Los clientes van y vienen y aunque su corazón quisiera que todos utilicen sus servicios, considera que el trabajo se gana haciendo lo mejor posible para que el cliente quede satisfecho y vuelva.

Nos cuenta que su mejor obra ha sido para un señor militar que le confeccionó un traje de hombre selva, en el cual tardó 30 días y el cliente quedó satisfecho. Tiene muy bonitos recuerdos de todo su trabajo y resalta el vestido de bautizo que hizo para su sobrina.

Tras superar una grave enfermedad, dice estar agradecida con Dios por permitirle volver a formar parte de su familia, con lágrimas en los ojos, dice que ahora cada día valora más cada cosa que sucede a su alrededor e insiste que Dios es nuestra única guía y el dueño de nuestra vida.

Lo que ella piensa de los artesanos es que es un trabajo muy hermoso, que no quienquiera puede hacer al tener ciertas habilidades con las manos, pero al mismo tiempo, dice que es un trabajo no es muy bien pagado, a pesar de estar todo el día trabajado. Ya sea de pie o sentada muchas veces, han llegado clientes que no aceptan pagar un dólar por el trabajo que brinda Katy.

Pide que el Gobierno les ayude a los artesanos con créditos para que puedan emprender con mayor facilidad; sin embargo, ella se siente muy contenta con su oficio y nos motiva a valorar cada trabajo que suponemos es fácil pero que en realidad requiere mucha habilidad y sobre todo amor a lo que hace. (Redactora: Estefanía Deyaneira Morillo Nazate)

Uniformes que inspiran a ser mejores

Su taller le proporciona grandes satisfacciones al confeccionar una prenda.

Mientras continúa confeccionando

uniformes impecables en su modesto taller,

su historia nos recuerda la importancia de valorar y apoyar a los talentos

locales.

En el centro de Ibarra, en un pequeño taller lleno de sonidos de máquinas de coser y de telas recién cortadas, encontramos a Clara Martínez, una mujer cuyo talento y esfuerzo han dejado una huella indeleble en la comunidad. Con 63 años de edad y una vida dedicada a la confección, Clarita, como la llaman con cariño, es reconocida por su destreza en la elaboración de uniformes para instituciones educativas, un oficio que ha perfeccionado con el paso de los años.

Nacida en la localidad de La Merced de Buenos Aires, en el cantón Urcuquí, Clara descubrió desde muy pequeña su pasión por la costura. Con paciencia y empeño, fue desarrollando su talento hasta convertirlo en su modo de vida. Hace 13 años, decidió establecer su propio taller en Ibarra, un espacio que se ha convertido en símbolo de

dedicación y calidad, donde cada prenda que sale de sus manos refleja su compromiso con la excelencia.

Sin embargo, el camino de Clara no ha estado exento de dificultades. A pesar del reconocimiento y la demanda por su trabajo, la falta de capital ha sido un obstáculo recurrente. La adquisición de maquinaria moderna y materiales de alta calidad representa un reto constante que limita el crecimiento de su negocio. No obstante, su creatividad y determinación han sido sus mayores aliados, permitiéndole innovar con los recursos a su alcance y mantenerse firme en su labor.

Ella es conocida por su dedicación incansable y meticulosa atención al detalle. Cada uniforme que sale de su taller es una obra maestra única, confeccionada con amor y

La falta de capital semilla le impide comprar materia prima a gran volumen.

cuidado. Su pasión por el oficio se refleja en cada puntada y dobladillo, lo que ha generado una clientela leal que confía plenamente en su trabajo.

Una de las épocas más prósperas para el negocio es el inicio del año escolar. Durante esta temporada, los pedidos se multiplican y su taller se convierte en un hervidero de actividad. A pesar de las largas horas de trabajo y la presión constante, se mantiene enérgica y entusiasta, siempre lista para cumplir con los plazos y superar las expectativas de sus clientes

Clara es una figura inspiradora para muchos jóvenes en Ibarra. Su historia de éxito y perseverancia demuestra que la edad no es un obstáculo para alcanzar los sueños. Además de su trabajo en la confección, ofrece talleres gratuitos para enseñar a otros los secretos de su oficio, y brinda oportunidades a aquellos que desean aprender y emprender en el mundo de la moda.

En una sociedad que a menudo pasa por alto las contribuciones de los artesanos locales, Clara Martínez se destaca como un símbolo de resiliencia y excelencia. Su dedicación a la confección de prendas de ropa ha dejado una huella imborrable en la industria local, y su legado perdurará mucho tiempo después de que haya dejado de coser.

Mientras Clara continúa confeccionando uniformes impecables en su modesto taller, su historia nos recuerda la importancia de valorar y apoyar a los talentos locales. Su pasión, habilidad y espíritu emprendedor demuestran que no hay límites cuando se trata de perseguir los sueños y marcar la diferencia en la comunidad.

A medida que el negocio sigue creciendo, sus sueños también se expanden. Tiene la ilusión de ampliar su taller y contratar a más personas de la comunidad para brindar empleo y oportunidades a aquellos que necesitan. Su visión es convertir su pequeño negocio en una fábrica de renombre, que genere un impacto positivo en la economía local.

Clara Martínez, la confeccionista de uniformes que ha cautivado a Ibarra con su talento y dedicación, es un testimonio viviente de que la pasión y el esfuerzo pueden romper barreras. Su historia trasciende las fronteras del taller de costura e inspira a todos a perseguir sus sueños y dejar su marca en el mundo. (Redactor: Juan Francisco Venegas Anrango)

Luz Dary Cardona

Paciencia y habilidad en el arte de la costura

Sus

diseños buscan hacer felices a los clientes.

Los artesanos somos personas que aportamos al desarrollo de la ciudad con el trabajo y nuestra cultura reflejada en cada una de las confecciones que hacemos con paciencia, habilidad y buen gusto a fin de crear algo bonito y original.

En el sector del parque La Merced, en la ciudad de Ibarra, una mujer ha encontrado en la costura no solo un medio de sustento, sino una pasión que la conecta con su historia familiar. Luz Dary Cardona, de 52 años, lleva ocho años dedicándose a este oficio, una herencia que recibió de su madre y que le ha permitido forjar un futuro para ella y su hija.

Su hogar, ubicado en la intersección de Olmedo 4-73 y Grijalva, se ha convertido en un taller de creatividad y dedicación. Allí, entre rollos de tela, hilos de colores y agujas afiladas, Luz Dary da vida a cada prenda que confecciona. Su labor abarca desde ajustes sencillos hasta vestidos de novia y disfraces personalizados, cada uno elaborado con el esmero de quien ama su trabajo.

Para Luz Dary, la costura va más allá de la técnica; es una forma de expresión que le permite transmitir emociones a través de sus diseños. La satisfacción de sus clientes es su mayor recompensa, pues sabe que cada puntada lleva consigo un pedazo de su esfuerzo y dedicación. Mientras su hija de 19 años cursa estudios de administración de empresas en la universidad, ella sigue hilvanando sueños con aguja y dedal.

“La costura es un arte porque hay que tener paciencia, habilidad y buen gusto para crear algo bonito y original. Siempre trato de innovar y de adaptarme a los gustos y necesidades de cada cliente. Me siento orgullosa cuando veo que mis prendas quedan bien y la gente me recomienda”, afirma.

Ella es una mujer trabajadora, optimista y solidaria. Dice que le gusta ayudar a los demás, especialmente a

los artesanos, que son sus colegas y amigos. Pertenece a una asociación de costureras que busca mejorar las condiciones laborales y promover el reconocimiento de su oficio. También colabora con otras organizaciones sociales y culturales de su barrio, donde participa en actividades como talleres, ferias, festivales y campañas solidarias.

“Los artesanos somos personas que aportamos al desarrollo de la ciudad con nuestro trabajo y nuestra cultura. Creo que merecemos más apoyo y respeto por parte de las autoridades y la sociedad. Nosotros no solo hacemos cosas bonitas, sino que también transmitimos valores, tradiciones e identidad”, señaló.

Entre sus mejores obras, destaca un vestido de novia que hizo para una joven que se casó en el extranjero. También recuerda con cariño un disfraz de princesa que le hizo a su hija cuando era pequeña y que ganó un concurso en el colegio. Y no se olvida de un traje típico que le encargó una señora que quería lucirlo en una fiesta de su comunidad.

También disfruta cuando puede compartir sus conocimientos con otras personas, especialmente con los jóvenes, a quienes les enseña técnicas de costura y les da consejos para emprender. Sus mejores recuerdos de vida están relacionados con su familia, especialmente con su madre, que fue su maestra e inspiración. También con su hija, que es su razón de vivir y su mayor orgullo. Y con su esposo que le acompaña y apoya en toda esta labor.

Luz Dary combina la costura con otra actividad para generar recursos. Se trata de la venta de productos naturales por catálogo que le permite cuidar su salud y de sus clientes, además de ganar un dinero extra. Una anécdota que cuenta

al respecto es que una vez le tocó venderle unos productos a una señora muy exigente, que le hizo muchas preguntas y le pidió algunas muestras. Al final, la señora resultó ser una inspectora de la empresa, que quedó muy satisfecha con su atención y le felicitó por su forma de vender.

Le encanta el arte en todas sus manifestaciones, escuchar música, especialmente la salsa y el bolero porque le relaja y alegra. También disfruta de leer libros, sobretodo novelas históricas o románticas porque le transportan a otros mundos y le hacen soñar. Además, pinta cuadros al óleo, una afición que descubrió hace poco y le apasiona, y sueña exponer sus obras algún día. A pesar de su gusto por la literatura no ha escrito nada, pero dice que podría hacerlo. Tiene muchas historias que contar, sobre su vida, trabajo y de su barrio y le gustaría dejar un testimonio de su paso por este mundo y de lo que ha aprendido. Además, inspirar a otras personas con sus vivencias.

Luz Dary no fue dirigente, pero dice que le hubiera gustado serlo. Nos cuenta que tiene muchas ideas y propuestas para mejorar la situación de los artesanos, que le gustaría tener más voz y más participación en las decisiones que les afectan. En definitiva, quiere liderar alguna organización. A pesar de los años de servicio y trabajo no ha recibido mucha ayuda, pero que tampoco se queja. Ha sabido salir adelante con su esfuerzo y su trabajo y que lo único que pide es que le paguen bien y a tiempo por sus servicios. Además, espera que le den oportunidades y facilidades para crecer y progresar.

También tiene sus frustraciones, como todo el mundo. Que le duele ver la pobreza, la violencia y la injusticia que hay en la sociedad. Y le preocupa el futuro de su hija y de las

nuevas generaciones. Además, que le angustia el deterioro del medio ambiente y el cambio climático. Dice que le gustaría vivir en un mundo mejor.

Luz Dary vende sus productos en su casa, donde tiene un pequeño escaparate. También ofrece a domicilio, cuando le hacen pedidos por teléfono o por redes sociales y les lleva a ferias o mercados, cuando hay alguna ocasión especial. Dice que le gustaría tener un local propio, donde pudiera exhibir mejor sus creaciones y atender mejor a sus clientes.

El tipo de ayuda que le gustaría del Gobierno es el acceso a créditos blandos, capacitación, asesoría, seguridad social, incentivos fiscales y promoción de su trabajo porque con eso podría mejorar su calidad de vida y de su familia.

Estos son algunos datos e información sobre Luz Dary Cardona, una costurera que ilumina la ciudad con su arte y su alegría, una mujer que representa el valor y la dignidad de los artesanos ecuatorianos, y que merece ser conocida y reconocida por su labor. (Redactor: Daniel Alexander Ríos Troya)

Edgar Gallegos

Helados con sabor a experiencia y tradición

La materia prima de calidad es la clave en su negocio.

A

pesar de su dedicación y talento para la heladería, el artesano enfrenta desafíos que amenazan la continuidad de su negocio.

La

falta de apoyo de las autoridades pertinentes, quienes han mostrado poco interés en promover los negocios locales.

En los cálidos días de verano, cuando el sol se alza brillante en el cielo y el calor abraza con su intensidad cada rincón, pocos placeres son tan refrescantes como disfrutar de un buen helado. Sin embargo, entre las múltiples opciones que encontramos en el mundo de los postres congelados, hay una joya culinaria que destaca por su historia y sabor: el helado de paila.

Este manjar, que ha conquistado los corazones y paladares a lo largo de los años, no solo es un deleite para los sentidos, sino también un tesoro que se ha transmitido de generación en generación. Su origen remonta a 140 años atrás, en un rincón cálido y lleno de historias, la ciudad de Ibarra, en Ecuador, donde una mujer visionaria comenzó lo que hoy se conoce como la tradición del helado de paila.

En el siglo XIX, Rosalía Suárez, una mujer con una profunda conexión con su tierra natal, comenzó a experimentar con los ingredientes más frescos y naturales de su entorno, buscando dar vida a algo único, algo que reflejara la esencia misma de Ibarra y sus alrededores. La pasión por su gente, por sus paisajes y por la naturaleza que la rodeaba se convirtió en la chispa que encendió la llama de la creación de estos helados especiales. Con el tiempo, Rosalía fue perfeccionando su técnica y, a medida que sus helados ganaban popularidad, comenzó a crear una tradición que aún hoy persiste en las calles de Ibarra y más allá.

Al dejar este legado a su hija Rubí Paredes y su esposo Edgar Gallegos, deciden hacer realidad su sueño y abrir una heladería en el centro de la ciudad. A sus 58 años, este emprendedor, con una amplia experiencia en el mundo de la gastronomía, estaba decidido a brindar a los habitantes de la localidad y turistas, una experiencia única y refrescante.

La heladería, bautizada como La Bermejita, se convirtió rápidamente en un lugar de encuentro para jóvenes y adultos por igual. Su ubicación estratégica en las calles Olmedo y Flores, atrajo a una gran cantidad de clientes curiosos que deseaban probar las exquisitas creaciones heladas de Edgar.

Al cruzar la puerta de la heladería, los clientes se ven envueltos en una atmósfera acogedora y llena de dulzura. El aroma embriagador de los helados recién hechos inunda el aire, despertando los sentidos y creando una irresistible tentación. Los clientes son recibidos con una cálida sonrisa por parte de Edgar, quien siempre está dispuesto a compartir su conocimiento sobre los diferentes sabores y recomendaciones del día.

El amplio mostrador exhibe una gran variedad de sabores, desde los clásicos como vainilla y chocolate, hasta opciones más exóticas. Cada helado está hecho con ingredientes frescos y de alta calidad, cuidadosamente seleccionados.

Su dedicación a la excelencia se refleja en la textura suave y cremosa de cada bocado.

Edgar no solo se preocupa por la calidad de sus productos, sino también por el impacto ambiental de su negocio. Utiliza materia prima lo más natural posible y evita los aditivos artificiales o los conservantes. Además, fomenta el uso de envases biodegradables y promueve el reciclaje entre sus clientes.

Además de la calidad de sus productos, el servicio al cliente en La Bermejita es excepcional. El personal está siempre dispuesto a atender con una sonrisa y ayudar a los clientes a elegir el helado perfecto o el postre que más se adapte a sus gustos. La atmósfera amigable y acogedora hace que

los visitantes se sientan como en casa y deseen regresar una y otra vez.

A pesar de su dedicación y talento para la heladería, Edgar se enfrenta a una serie de desafíos que amenazan la continuidad de su negocio. Uno de ellos es la falta de apoyo de las autoridades pertinentes, quienes han mostrado poco interés en promover los negocios locales. Además, la heladería experimenta una baja en la clientela en los últimos tiempos, específicamente desde la pandemia por covid-19. Los clientes habituales, que antes inundaban el local en busca de los helados artesanales más deliciosos de la ciudad, han ido desapareciendo poco a poco.

Sin embargo, Edgar nunca perdió su humildad ni su conexión con la comunidad. Participaba activamente en eventos benéficos y apoyaba a organizaciones locales. Además, siempre mantiene una actitud abierta y receptiva a los comentarios y sugerencias de sus clientes, buscando constantemente mejorar y adaptarse a sus necesidades y deseos.

A pesar de las dificultades, Edgar no pierde la esperanza. Confía en que, con el tiempo, su heladería volverá a ser un lugar de referencia en la ciudad. Sueña con el día en que sus hijas tomen las riendas del negocio y continúen su legado, manteniendo viva la tradición familiar y deleitando a nuevas generaciones con sus exquisitos helados.

La heladería La Bermejita sigue siendo un referente en la industria de los helados. Edgar Gallegos ha deja un legado duradero, no solo como un exitoso empresario, sino también como un apasionado de los helados que logró

convertir su sueño en realidad y llevar felicidad a las vidas de muchas personas a través de sus deliciosas creaciones. (Redactora: Mayerli Estefanía Guerrero Viscarra)

La paila, la fuente de inspiración en el diseño de nuevos sabores naturales.

Carla Antonella Yépez

La heladería y cafetería con sabores tradicionales

Variedad de productos tradicionales se concentran en un solo lugar.

No solo se trata de vender helados, colada morada, champús o pan de leche, sino de brindar una experiencia completa, donde la satisfacción de los clientes sea su máxima prioridad.

Ibarra, la ciudad de los lagos y los paisajes que cautivan, es hogar de muchos secretos bien guardados, pero ninguno tan dulce como el de Carla Antonella Yépez Revelo. A sus 38 años, esta ibarreña ha logrado fusionar su amor por la tradición familiar con la modernidad de un emprendimiento único, llevando la gastronomía local a nuevos niveles con su heladería y cafetería ubicada frente al encantador parque de Caranqui.

Desde que abrió sus puertas, Carla ha convertido su negocio en un verdadero refugio para quienes buscan no solo un postre, sino una experiencia sensorial que combina historia, pasión y sabor. Los habitantes de Ibarra, turistas y visitantes han encontrado en su heladería un punto de encuentro ideal para disfrutar de los más exquisitos helados, elaborados con una receta familiar que ha sido transmitida de generación en generación. Un homenaje al legado de su familia, pero también un deleite para el paladar.

“Lo que ofrezco aquí no es solo un producto, es un pedazo de historia”, dice Carla mientras observa las vitrinas llenas de helados que, sin lugar a dudas, destacan por su autenticidad. En total, su heladería ofrece una variedad de 32 sabores de helados, entre cremosos y de hielo, que no solo celebran la tradición de su familia, sino también la diversidad de gustos y preferencias de cada cliente que cruza su puerta.

Pero el verdadero tesoro de la heladería y cafetería de Carla es su colada morada artesanal. Esta deliciosa bebida, preparada con la receta secreta de su abuelita, se ha convertido en un auténtico símbolo de tradición. Cada sorbo transporta a sus clientes a tiempos pasados, provocando la

nostalgia de las celebraciones familiares y las reuniones alrededor de la mesa.

También elabora otra bebida tradicional y refrescante -con base en maíz cocido- denominada el champús. Y, con un toque especial del pan de leche, conquista los paladares más exigentes y se convierten en un verdadero éxito entre los visitantes. La combinación de sabores y texturas, sumada a la dedicación con la que Carla prepara cada vaso, hacen del champús una experiencia inigualable.

La historia de la heladería y cafetería es un ejemplo de perseverancia y trabajo en equipo. Su suegro es uno de los pioneros en la elaboración de helados de crema en la ciudad, quien hizo posible la apertura de este encantador local. La unión de fuerzas con la familia, llevó a construir el sueño de ambos y abrir las puertas de su negocio familiar.

Desde muy joven, la emprendedora, descubrió su pasión por atender a las personas y hacerlas sentir bienvenidas. Su preocupación por ofrecer una atención de calidad y amable, ha dejado huella en cada uno de sus clientes. No solo se trata de vender helados, colada morada, champús o pan de leche, sino brindar una experiencia completa, donde la satisfacción de los clientes sea su máxima prioridad.

Con una sonrisa sincera y un trato atento, Carla ha conquistado el corazón de los habitantes de Caranqui. Su habilidad para hacer sentir a cada persona especial y su pasión por hacer probar los sabores más exquisitos, han convertido su heladería en un lugar de encuentro para la comunidad. Cada visita se convierte en un momento para disfrutar, relajarse y ser feliz.

Además de la atención excepcional, la heladería y cafetería de Carla mantiene altos estándares de calidad en sus productos. El cuidado que ponen, en cada paso del proceso de elaboración, se reflejan en la frescura y el sabor de sus helados y demás productos. Cada ingrediente es seleccionado minuciosamente para asegurar la excelencia en cada bocado.

La heladería y cafetería es mucho más que un simple negocio. Es una tradición familiar, una historia de amor que muestra cómo la pasión y el esfuerzo pueden dar lugar a grandes proyectos. Ella ha logrado crear un espacio donde la autenticidad, calidez y el sabor, se fusionan para ofrecer a sus clientes una experiencia inigualable.

Así, con grandes muestras de hospitalidad y dedicación, Carla continúa su camino en el mundo de la gastronomía, llevando consigo el legado familiar y el deseo de brindar momentos únicos a todos aquellos que llegan en su acogedor local. La heladería y cafetería Los auténticos helados de Caranqui, es mucho más que una parada para disfrutar de deliciosos helados, es un verdadero sitio de sabor y amor en el corazón de la parroquia de Caranqui. (Redactora: María Isabel Vásquez Quilca)

Los helados se caracterizan por su presentación de alta calidad.

Bertha Arciniega

Nogadas y arrope de mora tradicionales

Su pequeño puesto se encuentra en el Parque La Merced.

Con una destreza adquirida a lo largo de los años, selecciona cuidadosamente las mejores moras y nueces, asegurándose de utilizar solo ingredientes frescos y de calidad. Luego, con manos expertas, preparan las nogadas y el arrope de mora siguiendo las recetas que han pasado por generaciones.

En una de las calles coloniales de la hermosa ciudad de Ibarra, en el parque La Merced, se encuentra un rincón lleno de tradición y sabor. Allí, entre el bullicio de los transeúntes y el aroma a frutas frescas, se alza un pequeño local que resiste el paso del tiempo y se ha convertido en un ícono de la gastronomía local. Este lugar es conocido como Doña Bertha, en donde se ofertan las típicas nogadas y arrope de mora que han deleitado los paladares de lugareños y visitantes durante más de medio siglo.

Para entender la importancia de este emprendimiento que tiene como nombre La herencia de mi Abuela, es necesario conocer a la mujer detrás del negocio. Bertha Arciniega es una señora de 75 años de edad que ha dedicado gran parte de su vida a preservar las recetas y técnicas tradicionales de la región. Su historia comienza hace aproximadamente 60 años, cuando recibió este negocio en herencia por parte de su suegra. Desde entonces, ella y su esposo son los encargados de mantener vivo este legado culinario, transmitiendo su amor por la cocina a generaciones posteriores.

El taller es modesto, pequeño pero acogedor. Al entrar, nos recibe el aroma embriagador de las moras recién cosechadas y la dulce fragancia de las especias que se utilizan para crear las famosas nogadas y el arrope de mora.

Las nogadas, un plato típico de la zona, consisten en nueces trituradas mezcladas con leche, azúcar y especias, creando una salsa cremosa y llena de sabor que se sirve generosamente sobre rodajas de pan, que se impregnan de su textura suave y su delicioso gusto a nuez. Cada bocado es una explosión de sabores, combinando lo dulce y lo salado en perfecta armonía.

El arrope de mora, por su parte, es un dulce tradicional que se obtiene al cocinar moras frescas con azúcar y agua, hasta obtener una consistencia espesa y brillante. Este jarabe de mora se sirve caliente o frío y se acompaña con queso fresco, proporcionando un contraste entre la dulzura de la fruta y la ligera acidez del queso.

Cada día, desde las primeras horas de la mañana, Bertha y su esposo comienzan su labor en la cocina. Con una destreza adquirida a lo largo de los años, seleccionan cuidadosamente las mejores moras y nueces, asegurándose de utilizar solo ingredientes frescos y de calidad. Luego, con manos expertas, preparan las nogadas y el arrope de mora siguiendo las recetas que han pasado por generaciones.

El éxito no radica solo en la calidad de sus productos, sino también en el amor y la pasión que dedica a su labor. Cada nogada y jarabe de mora son elaborados con esmero y dedicación, buscando mantener vivas las tradiciones culinarias de su tierra. A pesar de los cambios y las modas gastronómicas que han llegado a la ciudad, ella se mantiene fiel a sus raíces, resistiendo la tentación de adaptarse a las exigencias del mundo moderno.

Bertha ha visto pasar décadas frente a su local y ha sido testigo de los cambios y transformaciones que ha experimentado Ibarra a lo largo del tiempo. Sin embargo, su compromiso con su negocio y su comunidad nunca ha disminuido. A través de su cocina, logra preservar la esencia de la gastronomía local y transmite un legado de sabores y técnicas a las generaciones venideras.

La historia de Bertha y su emprendimiento perdurará en la memoria colectiva de Ibarra, como un ejemplo de amor por la cocina, de respeto por las tradiciones y de la importancia de preservar el legado cultural de una comunidad.

En una conversación con Bertha, manifestó que recibió apoyo por parte del municipio de Ibarra para mantener su negocio en funcionamiento. Esta ayuda ha sido fundamental para garantizar la continuidad de La Herencia de mi Abuela a lo largo de los años. La comunidad y las autoridades locales reconocen el valor cultural y tradicional de este emprendimiento y han brindado su respaldo, tanto en términos económicos como en promoción y difusión.

La colaboración del municipio no solo ha sido un alivio para ella y su esposo, sino que también ha sido una muestra de reconocimiento y valoración de la importancia de preservar las tradiciones gastronómicas de la región. El apoyo institucional ha permitido que Doña Bertha continúe ofreciendo sus deliciosas nogadas y arrope de mora, compartiendo así un pedazo de la historia y la cultura de Ibarra con los visitantes y los habitantes locales.

La historia de doña Bertha nos enseña la importancia de valorar y apoyar a los emprendedores locales, especialmente aquellos que se dedican a preservar las tradiciones y la cultura de sus comunidades. Su caso es un ejemplo inspirador de cómo el esfuerzo personal, la pasión y el apoyo institucional pueden combinarse para mantener vivo un legado y proporcionar un sustento para un hogar.

(Redactora: Alisson Santacruz León)

Los dulces artesanales nunca pasan desapercibidos por turistas nacionales y extranjeros.

Roberto Mauricio Revelo

Excelencia en reparación de calzado

Los zapatos son restaurados a satisfacción de los clientes.

Sus manos expertas y su ojo para el detalle, le permiten restaurar zapatos dañados y desgastados, devolviéndoles su antigua gloria. La calidad de su trabajo y su dedicación al oficio, le hicieron ganarse el respeto y la confianza de sus clientes.

En Atuntaqui, una ciudad conocida por su belleza natural en la provincia de Imbabura, Ecuador, nació un hombre cuyo talento ha revolucionado el oficio de la zapatería. Roberto Mauricio Revelo Rosero, un zapatero de 34 años, ha logrado hacer de su pasión una obra de arte.

Nacido el 15 de octubre de 1987, Roberto desde pequeño mostró una fascinación por los zapatos. No era un simple interés; era una curiosidad que le impulsaba a desarmar, estudiar y comprender el funcionamiento de cada par que encontraba. Su mirada atenta no solo se dirigía a los zapatos de la tienda, sino también a los rincones de los talleres locales, donde pasaba horas observando a los maestros zapateros en acción.

Su viaje como zapatero no fue instantáneo, pero sí inevitable. Desde que era un niño, la idea de reparar calzado lo cautivó, y con el paso de los años, esa curiosidad se convirtió en una verdadera vocación.

La zapatería de Roberto es un lugar sorprendente, donde las paredes están adornadas con herramientas antiguas, cueros de todos los colores y texturas, y una pequeña vitrina llena de los trabajos más impresionantes que ha logrado. Allí, las horas pasan rápidamente, entre el sonido del martillo, las agujas de coser y el suave murmullo de las manos que transforman cada par de zapatos en una pieza única.

A pesar de las limitaciones económicas de su familia, Roberto, en el transcurso de su aprendizaje, tuvo un accidente con una de las máquinas, pero nunca dejó que eso le detuviera en su búsqueda de conocimiento y habilidades. Trabajó arduamente y ahorró cada centavo que pudo para asistir a cursos de capacitación y talleres especializados en reparación de calzado.

Con el tiempo, Roberto se ganó una reputación en su comunidad como el zapatero más talentoso y confiable de Atuntaqui e Ibarra. Sus manos expertas y su ojo para el detalle le permitieron restaurar zapatos dañados y desgastados, devolviéndoles su antigua gloria. La calidad de su trabajo y su dedicación al oficio le hicieron ganarse el respeto y la confianza de los lugareños, quienes acuden a él en busca de soluciones para sus zapatos favoritos.

A pesar de su éxito profesional, Roberto siempre mantuvo su humildad y gratitud. Como soltero con dos hijas, sabe que su trabajo constante y su dedicación son fundamentales para proporcionarles una buena educación y un futuro prometedor. Sus hijas, inspiradas por la pasión y el talento de su padre, a menudo visitan su taller y sueñan con seguir sus pasos algún día.

En su taller modesto pero acogedor, Roberto pasa largas horas trabajando en su oficio. Desde pegar suelas desgastadas hasta remendar delicadamente costuras desgarradas. Su destreza y meticulosidad son evidentes en cada par de zapatos que pasa por sus manos. No solo restaura calzado, sino que también les da una segunda vida, permitiendo a sus clientes seguir usándolos y disfrutándolos durante años.

Durante sus 10 años de experiencia como zapatero, Roberto Mauricio Revelo Rosero descubrió que sus mejores obras surgen cuando las cosas salen bien y se dedica arduamente a su labor. Su trayectoria en la reparación de calzado le enseñó la importancia de la paciencia, la atención al detalle y el compromiso constante con la excelencia.

A medida que perfeccionaba sus habilidades a lo largo de los años, Roberto aprendió que cada par de zapatos cuenta una historia y merece ser tratado con el mayor cuidado y respeto. Sus clientes confían en él para revitalizar sus calzados favoritos, y él se enorgullece de entregar resultados que superan sus expectativas. Su lema personal es: “trabaja con pasión y los resultados hablarán por sí mismos”.

y respeto. Sus clientes confían en él para revitalizar sus calzados favoritos, y él se enorgullece de entregar resultados que superan sus expectativas. Su lema personal es: “trabaja con pasión y los resultados hablarán por sí mismos”.

Roberto aprendió que el proceso de reparación de calzado va más allá de simplemente solucionar problemas visibles. Observa cada detalle minuciosamente, desde las costuras hasta los materiales utilizados, asegurándose de que cada zapato esté completamente restaurado y listo para enfrentar los desafíos diarios. Él entiende que cada calzado tiene un valor emocional para su dueño y se esfuerza por preservar su forma original y su encanto único.

La dedicación ardua de Roberto se manifiesta en su meticulosa atención a los acabados. Él no solo se conforma con hacer el trabajo, sino que busca la perfección en cada puntada y en cada detalle. Su objetivo es superar las expectativas de sus clientes y entregar un producto final impecable. Para él, cada par de zapatos es una oportunidad de crear una obra maestra que destaque y resista el paso del tiempo.

A lo largo de su carrera, Roberto comprendió que la excelencia solo se logra a través de la perseverancia y la constante búsqueda de la mejora. Su compromiso con su

oficio le permitió ganarse el respeto y admiración de sus clientes, quienes valoran su habilidad para transformar los zapatos desgastados en tesoros renovados.

La experiencia de Roberto Mauricio Revelo Rosero como zapatero durante una década demuestra que la calidad y la dedicación son los ingredientes esenciales para crear obras maestras duraderas. Su pasión y búsqueda de la perfección han establecido un estándar elevado en su oficio, convirtiéndolo en un referente para los zapateros de

Cada zapato tiene su historia y son tratados con cuidado y respeto.

Juan Morales

Un arte que genera elegancia al caminar

El taller donde diseña zapatos a satisfacción de los clientes.

Sus máquinas y herramientas de trabajo no son muchas, ni más ni menos de las necesarias, solo las precisas para cada zapato que construye en su día a día.

Se despertaba cada mañana para ir a su colegio, entraba y respiraba el aire de cuero y calzado, el cual se volvía, a veces, extravagante. Estos fueron los compañeros inseparables en la vida de Juan Morales durante su paso por el Instituto del Cuero de Cotacachi.

Desde joven, sus orientaciones no estaban claras. La moda, aunque en tendencia, no figuraba en sus aspiraciones a futuro. Sin embargo, el destino tenía otros planes para él. Lo que inició como una simple rutina escolar se transformó, con el paso del tiempo, en su verdadera vocación.

Durante tres años de estudios secundarios, Juan fue adquiriendo conocimientos que más tarde le abrirían las puertas en el mundo del calzado. Fue precisamente en este período cuando decidió participar en un concurso de diseño, un desafío que cambiaría su vida. Su propuesta, elaborada con esmero y creatividad, lo llevó a obtener el primer lugar y, con ello, una chompa de cuero como premio. Este reconocimiento no solo representó un logro, sino que también encendió en él la chispa de la pasión por la confección.

Impulsado por este éxito, comenzó a experimentar con sus propias creaciones en la comunidad. Con destreza y determinación, sus manos moldeaban piezas de calzado que pronto llamaron la atención de quienes buscaban calidad y originalidad.

Con muchas expectativas, abrió un local de cuero y compostura en su parroquia de Imantag, localidad muy conocida por fabricar buenos productos de cuero. Ahí aprendió a diseñar sus zapatos que le llevó a vender, muy frecuentemente, a habitantes locales e incluso

internacionales, con una productividad mayor a la esperada, que sobrepasó sus metas.

Ante las dudas y preocupaciones a largo plazo, optó por mudarse junto a su taller, a la ciudad de Ibarra, capital de Imbabura, con el sueño de llevar sus diseños hacia un nuevo lugar. Las preguntas sobre los sitios y sectores donde podría producir igual que en su pueblo eran los más comunes, incluso se repetían a cada momento, sin imaginar que más abajo del centro de la ciudad estaría su nuevo taller.

Por fin, abrió y miró su nuevo local y comenzó trayendo las máquinas que requería desde su casa. Estaba todo completo y a su gusto, y como en cualquier trabajo, los primeros días fueron difíciles hasta hacer publicidad, y con sus recurrentes diseños, fue despertando el interés de varias personas que comenzaron a asistir a su local, para solicitar sus distintas composturas de calzado.

Duró algunas semanas o meses para conseguir la clientela, y sin la necesidad de usar alguna red social, fueron llegando clientes a realizar diferentes trabajos. Enseguida notó un alza de ventas que le llenaba de satisfacción, y se puso a pensar todo lo que pasó en sus estudios, los esfuerzos realizados para llegar a su sitio donde está ubicado actuablemente y que estaba dando sus frutos. Muchos de sus clientes les daban buenas reseñas a personas cercanas a ellos sobre sus diseños.

Mientras pasaban los meses, un día llegó a su local, un policía quien le mencionó que venía por unos buenos comentarios que escuchó de su taller, quien le solicitó un par de zapatos, y sin decir más se retiró. Le confeccionó los botines con su estilo único y días después de retirar

su producto, el policía regresó para decirle que su calzado era lo mejor que había encontrado, le pidió su número de contacto para solicitar cuando requiera nuevos detalles. Era originario de la comunidad de Mascarilla y desde entonces, le han llegado familiares y personas cercanas a comprar sus productos, por los buenos comentarios que ha dado en su sector.

Hoy en día, su local lleva el nombre de Tu Zapatería que se caracteriza por no tener mucha publicidad, pero ha conseguido una popularidad donde su mejor propaganda son las recomendaciones. Cada cliente que entra, sale impresionado con sus ideas creativas, a pesar que realiza un proceso largo en toda su fabricación y según él, el mejor regalo es la satisfacción de sus clientes.

Durante 10 años viene realizando destacados diseños, enfocando sobre ellos su origen y esencia, materializando sus zapatos como una manera de vida. Aprendió que sus manos no solo están para hacer zapatos, sino que es un arte. La compostura significa una parte importante en su vida, porque diseñar o innovar en distintos tipos de calzados ha convertido su manera de trabajar de un negocio a un pasatiempo de gusto muy elevado. Desde muy temprana edad entendió que la compostura de zapatos era su triunfo de vida, él es don Juan Morales, un artesano que produce arte en un zapato. (Redactor: David Alejandro Villegas Pérez)

La nueva maquinaria le permite mejorar la producción de su calzado.

Segundo Medina

La dedicación de un honorable zapatero

El artesano restaura zapatos y brinda alegría a sus clientes.
La artesanía es una forma de preservar la cultura y tradiciones. Considero que es importante valorar y apoyar a los artesanos que mantienen vivas estas técnicas ancestrales.

En una esquina discreta de la ciudad de Ibarra, donde el bullicio de las calles parece atenuarse, se encuentra un pequeño taller de zapatería. No tiene un letrero llamativo ni una fachada ostentosa, pero quienes transitan por allí saben que dentro de esas cuatro paredes habita un hombre cuya destreza ha devuelto la vida a miles de zapatos. Su nombre es Segundo Medina, un artesano zapatero cuya pasión por su oficio ha resistido el paso del tiempo.

Con el tintineo del metal y el sonido rítmico de una antigua máquina de coser, el taller de Segundo es un universo propio. En cada rincón hay pilas de zapatos: algunos relucientes tras ser restaurados, otros esperando su turno para ser reparados con el mismo esmero con el que se trataría una reliquia familiar. La atmósfera está impregnada con el aroma del cuero y el pegamento, un perfume que para él simboliza años de esfuerzo y dedicación.

A sus clientes, Segundo les recibe con una sonrisa sincera y un saludo cálido. Conoce a muchos por su nombre y, con el tiempo, ha aprendido las historias que cada par de zapatos trae consigo. Hay aquellos que llevan botas gastadas por largas caminatas de trabajo, tacones que han sido testigos de grandes celebraciones y zapatillas que han acompañado innumerables carreras de infancia.

Pero a medida que pasaba el tiempo, Segundo comenzó a darse cuenta de la importancia de su trabajo. Sus reparaciones no sólo devolvían la funcionalidad a los zapatos, sino que también permitían a las personas conservar sus recuerdos y continuar haciendo las cosas que amaban. Fue parte de la dirigencia y era vocal del gremio de artesanos de la localidad.

Su experiencia en la organización le permitió conocer a otros artesanos y aprender de sus técnicas tradicionales. Aunque ya no ocupa ese cargo, recuerda con cariño las reuniones y el compañerismo que existía en el gremio.

En sus reflexiones, Segundo evoca con nostalgia cómo era el trabajo en el pasado. Recuerda los días en los que los artesanos trabajaban en estrecha colaboración, compartiendo conocimientos y técnicas ancestrales. Para él, era un tiempo en que la artesanía tenía un valor especial y se apreciaba el trabajo manual y dedicación.

En sus largos 80 años de vida, Segundo ha marcado el alma de muchas personas, con experiencias muy positivas, reparando no solo el calzado, sino también el corazón de la gente. Con un gran amor por las artesanías, se dedicó exclusivamente al arreglo del calzado, y este es su único sustento, pero esta exclusividad en su trabajo hizo que perfeccione sus habilidades y sea uno de los mejores.

Cuenta con una gran familia que le apoya en su labor. Está casado y tiene tres hijos, a quienes transmite su pasión por la artesanía. Sin embargo, a pesar de su satisfacción con su trabajo, Segundo no está de acuerdo con la dirección que ha tomado la artesanía en la actualidad.

Observa con preocupación cómo la maquinaria reemplaza, en gran medida, la mano de obra artesanal. Él cree que esta transformación afecta la calidad y el valor de los productos artesanales.Segundo teme que la artesanía tradicional se esté acabando. Ve cómo cada vez más personas optan por productos fabricados en serie, sin apreciar el tiempo y la dedicación que conlleva crear algo a mano.

Nuestro artesano, siempre ha sido un hombre lleno de perseverancia y dedicación, con un gran amor por su trabajo y su familia, plasmando sueños en su calzado y llevando una confianza inquebrantable junto a sus clientes, siendo la destreza al momento de las reparaciones, que le hacen único entre los artesanos.

Para él, la artesanía es una forma de preservar la cultura y tradiciones, y considera que es importante valorar y apoyar a los artesanos que mantienen vivas estas técnicas ancestrales, quienes, con su arduo trabajo, pueden llevar una sonrisa a sus clientes y esa pequeña muestra de agradecimiento les hace seguir adelante y no decaer ante las grandes fábricas que les opacan. (Redactor: Christopher William Velasco Andramunio)

La zapatería Tungurahua es un referente de la artesanía local.

Un maestro de la carpintería en muebles

El pequeño taller es el centro de inspiración para crear grandes muebles.

Con cada golpe de martillo y cada trazo de suavidad en la madera, Marcelo da vida a muebles y objetos que trascienden la simple utilidad. Sus creaciones son obras de arte, donde la belleza y la funcionalidad se unen en perfecta armonía.

En la palpitante ciudad de Ibarra, donde la tradición y la modernidad convergen en sus calles adoquinadas, se encuentra un verdadero guardián del arte en madera: Marcelo Montenegro. A sus 50 años, este virtuoso carpintero ha logrado tallar no solo muebles y objetos decorativos, sino también un legado invaluable en el patrimonio cultural de su ciudad.

El taller de Marcelo, ubicado en el corazón de la Ciudad Blanca, es un santuario de creatividad. Entre sierras, gurbias y barnices, trabaja con paciencia y maestría, esculpiendo cada pieza con un sello distintivo que lo ha hecho reconocido dentro y fuera de la ciudad. Su estilo fusiona lo tradicional con lo contemporáneo, dando vida a muebles que no solo cumplen una función utilitaria, sino que cuentan historias a través de sus formas y texturas.

Cada día, al amanecer, Marcelo abre las puertas de su taller con la misma emoción de cuando era niño. Sabe que en cada pieza que crea deja una parte de su esencia, un pedazo de historia que perdurará en el tiempo.

Con cada golpe de martillo y cada trazo de suavidad en la madera, el artesano da vida a muebles y objetos que trascienden la simple utilidad. Sus creaciones son obras de arte, donde la belleza y la funcionalidad se unen en perfecta armonía. Desde majestuosas mesas de comedor hasta exquisitos gabinetes tallados a mano, cada pieza es testimonio de la habilidad excepcional y la atención meticulosa a los detalles.

Marcelo es un hombre apasionado por su ciudad y su cultura, testigo del auge y la transformación de Ibarra a lo largo de los años, y ha buscado preservar y enriquecer su

patrimonio a través de su trabajo artesanal. En cada pieza que crea, incorpora elementos tradicionales y detalles que reflejan la rica historia y la identidad de la Ciudad Blanca.

La fama como carpintero maestro se extendió más allá de las fronteras de Ibarra. Sus creaciones únicas han encontrado un lugar en hogares y galerías de todo el país, donde son apreciadas por su belleza y calidad artesanal. Su habilidad para fusionar la estética y la funcionalidad en cada uno de sus muebles y objetos decorativos cautiva a clientes y cada uno de sus muebles y objetos decorativos cautiva a clientes y expertos por igual.

Pero él no solo es un hábil artesano, sino también un apasionado defensor del patrimonio cultural de Ibarra. A través de su trabajo, busca preservar las tradiciones y la identidad de la región. Sus creaciones incorporan elementos tradicionales y detalles que reflejan la rica historia de la ciudad, en un esfuerzo por mantener viva la herencia cultural de Ibarra.

Las exposiciones y ferias artesanales son lugares donde comparte su talento con la comunidad y el mundo exterior. Allí, sus creaciones se convierten en el centro de atención que atraen miradas y dejan una impresión duradera en quienes las contemplan. A través de su arte, contribuye al enriquecimiento cultural de Ibarra y promueve el valor de la artesanía tradicional.

La pasión por su oficio es palpable en cada proyecto que emprende. Su dedicación y entrega a su arte se reflejan en cada línea tallada, en cada superficie pulida y en cada detalle meticulosamente elaborado. Cada mueble u objeto que sale de su taller, lleva consigo una parte de su corazón

y alma, y eso es lo que se convierten en piezas únicas y especiales.

A pesar de los desafíos que enfrenta en su carrera, demuestra una resiliencia inquebrantable. La competencia de los muebles producidos en serie y los altibajos del mercado artesanal no han logrado mermar su espíritu y su pasión. Por el contrario, cada obstáculo es una oportunidad para crecer y superarse, de consolidar aún más su posición como uno de los mejores carpinteros de Ibarra.

La ciudad de Ibarra se enorgullece de tener a Marcelo Montenegro como uno de sus tesoros más preciados.

A través de su arte, embellece Ibarra y comparte con el mundo entero el legado de la carpintería tradicional. Su historia es un testimonio inspirador del poder del talento y la dedicación en el mundo del arte y la artesanía. (Redactor: Juan David Martínez Acero)

El artesano da vida a muebles y objetos que trascienden la simple utilidad.

El arte de dar forma a la madera

La materia prima es cuidadamente seleccionada para ofrecer productos de calidad.

Cada pieza que sale de sus manos no es solo un simple mueble, es una expresión de su habilidad, creatividad y amor por la madera. La elección de tela y el detalle de diseño, llevaba consigo un pedacito de su historia y su esencia como artesano.

Son las 6:00 de la mañana y el señor Carlos Burbano se levanta a abrir su taller, en donde, con ayuda de toda su familia, practican el arte de tapizar muebles, camas, sillones, dando un terminado perfecto a los objetos que decorarán los hogares.

Desde tempranas horas, el aroma de los materiales y el sonido de las herramientas crean una atmósfera de creatividad y compromiso. En este espacio, no solo se tapizan sillones, camas y muebles con esmero y perfección, sino que también se forja un legado familiar. Junto a su esposa y sus tres hijos, Carlos ha convertido su taller en un verdadero emblema del esfuerzo colectivo y la armonía.

“El trabajo se hace mejor cuando hay alegría”, afirma Carlos con una sonrisa, convencido de que un ambiente positivo influye en la calidad de sus creaciones. Sus hijos, dos niñas y un niño, han crecido entre telas, esponjas y grapas, aprendiendo el valor del esfuerzo y el amor por el oficio que les ha dado sustento.

San Antonio de Ibarra no solo es un testigo del talento de esta familia, sino también de cientos de artesanos que han hecho de este lugar un referente turístico en la provincia de Imbabura. Conocido por su riqueza artesanal en madera, bronce y piedra, este “pueblo mágico” del Ecuador es hogar de emprendedores que, con manos diestras y corazones apasionados, dan vida a piezas únicas que adornan hogares dentro y fuera del país.

En su taller elaboran camas, muebles y mesitas de todo tamaño combinados con el arte del tapizado. “La verdad es que el producto se diseña mentalmente en primer lugar, se crea y luego se confecciona; es muy bonito hacer estas

cosas y vivir de lo que me gusta” expresó Don Carlos al tiempo que señala que este trabajo no puede hacer quienquiera. Los detalles que caracterizan a sus trabajos es porque utiliza los mejores materiales a su disposición y brinda la mejor calidad en cada tapizada.

Su amor a la creación de muebles inició desde su corta edad, a los ocho años. Nos cuenta que un señor en la ciudad de Natabuela, le enseñó y en sus inicios empezó lijando en el taller de su maestro donde le apasionó convertir un trozo de madera en algo único para cada cliente. Luego subió de rango y le enseñaron el terminado de los muebles donde su mejor instrumento era la laca. Gracias a lo que el señor le enseñó, hoy en día, se dedica a todo lo relacionado con la mueblería, aunque lo que más me gusta es el tapizado.

El aprendizaje que recibió, trasmite a nuevas generaciones para que este arte no muera o mucho menos pase desapercibido; y, dentro de su taller, muchos jóvenes ajenos a su círculo familiar, llega y aprende. Para él, es satisfactorio ahora ser el maestro. Los recuerdos se hacen presentes con cada ayudante que llega al taller, con la mejor predisposición de sacar los mejores muebles de la zona. Es fabuloso ver un día de trabajo de Carlos.

Para un artesano, lo más satisfactorio es que su trabajo sea reconocido en cualquier parte. La creatividad y habilidad que pone Carlos vuelve únicos sus muebles y una de sus mejores experiencias en su vida laboral fue hace 15 años que tuvo la oportunidad de trabajar con las embajadas de España, Brasil y Chile. Sus trabajos están fuera del país porque confiaron en lo que él sabía hacer. Además, altos mandos le han encargado que cree algún tipo de mueble o tapice las salas y reconocen su esfuerzo.

Aunque en la mayoría de los campos, los artesanos no son valorados con la importancia que se merecen, ellos tratan de salir adelante y luchar por los suyos. En la humilde casa de la familia Burbano, cada integrante aporta dentro del taller. El más pequeño de los hijos, a su corta edad, muestra un gran interés por seguir la profesión de su padre y las dos hijas mayores admiran mucho la creatividad y esfuerzo que le permite contar con una estabilidad e independencia económica.

Carlos nos cuenta que no siempre las cosas fueron fáciles, muchas veces no contaron con el apoyo del gobierno para que respalde su trabajo y en el camino se encontraron con personas que muchas veces no valoran e incluso llegan a engañar con tal de no pagar, pero eso está dentro de ser un emprendedor y más aún de un artesano, porque en cada situación no todo es color de rosa, pero eso no es impedimento alguno para rendirse.

Al estar en su taller y convivir un poco con su arte, es evidente observar que cada pieza que salía de sus manos era más que un simple mueble; era una expresión de su habilidad, creatividad y amor por la madera. Cada elección de tela, cada detalle de diseño, llevaba consigo un pedacito de su historia y su esencia como artesano.

Y así, en un pequeño rincón de su taller, iluminado por la calidad luz del atardecer, se encontraba Carlos Burbano, rodeado de sus creaciones. Cada mueble, meticulosamente elaborado y cuidadosamente tapizado, emanaba la esencia de su dedicación y la satisfacción de un deber cumplido. Cada una de sus obras es testimonio tangible de su habilidad y destreza dentro de su oficio que es el arte de dar forma a la madera. (Redactora: Jennifer Jobana Arcos Guzmán)

Don Carlos y Jennifer, autora de la historia.

Marco Vinicio Guayasamín

Un maestro de orfebrería, arte religioso y policromía

El pequeño taller es el centro de combinación de colores y destrezas.

Su taller es donde todas las ideas fluyen y se hacen

realidad hermosas obras de arte apreciadas por nacionales y extranjeros.

Al entrar al taller de Marco Vinicio Guayasamín Sosa, se puede percibir el aroma a madera y pintura y apreciar en las estanterías decenas de figuras religiosas decoradas y pintadas. El maestro artesano trabaja en silencio, con una concentración absoluta porque cada detalle en sus figuras debe ser perfecto.

Sus manos, tan delicadas como hábiles, transforman la madera en obras maestras que deslumbran a quienes las contemplan. El taller está lleno de herramientas especializadas para darle vida a sus creaciones inspiradas en sus fantasías, o como nos dijo, trata de conectar su imaginación con la naturaleza y de ahí proviene todas sus obras.

El señor Mario Vinicio está casado, tiene tres hijos, vive en San Antonio de Ibarra y es ahí mismo donde tiene su lugar de trabajo. Lleva aproximadamente 30 años como artesano y maestro en orfebrería, arte religioso y policromía. Esta profesión fue heredada de su padre, quién fue la persona que le orientó a seguir con el negocio familiar.

Desde joven, aprendió los secretos y técnicas, y ahora ha perfeccionado su propia destreza, agregando un toque de innovación y creatividad a cada una de sus creaciones. Nos cuenta que debió innovar para llamar la atención de las personas.

Todo lo que realiza lo hace con mucha paciencia y dedicación, y trata de plasmar con mucho esmero, los detalles que sus clientes quieren de una artesanía. Su fuerte en este trabajo como artesano es realizar figuras religiosas que es lo que más le apasiona.

Para Vinicio, ser un artesano es un don que Dios le brindó para salir adelante porque, aunque su padre le heredó, el taller y ciertos clientes se mantuvieron fieles a sus creaciones. Nos cuenta que sentía miedo de empezar un camino sin su padre, pero viéndose en la obligación de prosperar y no desaprovechar ese don y enseñanza, optó por vencer aquel recelo y empezó a crear maravillas.

Su creatividad le ha permitido ser reconocido nacionalmente y vende sus mejores obras a España, Estados Unidos, Australia y Alemania. Esas han sido sus mejores experiencias como artesano en donde muestra todo su potencial que ha dejado en alto a su país Ecuador.

Y mientras nos comentaba sus anécdotas en el desarrollo de su trabajo, recordó sus mejores experiencias como artesano cuando realizó trabajos importantes en la catedral de Guayaquil y otro en Colombia, en donde creó unas justicias –imágenes iconográficas que representan la justicia, encarnada en la figura femenina que simbolizan la moral, rectitud y equidad- y varias campanas, pero lo que más le agrada, son las personas que compran sus creaciones y valoran el trabajo realizado.

Marco Vinicio admira cómo otros artesanos sacan a flote su negocio y aprenden desde cero, y le gustaría seguir con la tradición, pero por este momento, su único aprendiz es un oficial que le enseña a que sus creaciones causen armonía y paz al admirarlos. Aunque es difícil que las personas aprecien el arduo trabajo que realiza, sigue motivado a seguir adelante porque en la mayoría de los casos, son extranjeros quienes valoran y le animan a no rendirse y seguir.

Nos cuenta que inició su profesión sin recibir ninguna ayuda del Gobierno, pero sí le gustaría recibir apoyo con la materia prima porque conseguir madera de cedro es complicado y costoso, y a veces se logra de manera ilegal, y si hubiera colaboración de las instancias gubernamentales, podría trabajar cómodamente sin preocupaciones.

Vinicio junto con su oficial laboran arduamente para conseguir la posición que actualmente tienen, debido al gran esfuerzo que dedican a su trabajo. Es admirable ver cómo los artesanos, día con día, imaginan y sueñan en grande para ilustrar sus creaciones. Su lugar de trabajo se encuentra en la calle 27 de noviembre, San Antonio de Ibarra; es ahí donde todas las ideas fluyen y se hacen realidad. (Redactora: Darla Mayeli Varela Carlosama)

La religiosidad está presente en cada una de las imágenes que confecciona.

El arte de los arreglos florales y la naturaleza

Los arreglos son inspirados en la propia naturaleza y tendencias.
Cada

artesano debe seguir adelante, confiar en su talento y encontrar su propia voz en el vasto mundo de la artesanía floral.

Su

medio

de

expresión

favorito es a través

de hermosos arreglos que cautivan a propios y extraños.

En la ciudad de Ibarra, donde la tradición y la creatividad convergen, florece el talento de Rosa Obdulia Cuascota Quiroz, una artesana cuya pasión y destreza han dado vida a innumerables arreglos florales.

Desde su infancia, Rosa sintió una atracción especial por la naturaleza y el arte. Su madre, quien siempre la alentó a explorar su creatividad, fue su primera maestra. Bajo su guía, Rosa aprendió a valorar el detalle y la armonía en cada composición.

Su camino en el emprendimiento no estuvo exento de dificultades. En sus inicios, Rosa enfrentó la incertidumbre y la frustración de no poder vivir plenamente de su pasión. La falta de ventas y el desconocimiento del mercado representaron desafíos que pusieron a prueba su determinación. Sin embargo, su amor por la artesanía floral y su perseverancia la impulsaron a continuar. Con el tiempo, perfeccionó su técnica, adquirió experiencia y ganó el reconocimiento de quienes valoran la belleza y dedicación reflejada en cada uno de sus arreglos.

Hoy en día, su negocio es un emblema de esfuerzo y creatividad. Sus ramos, que adornan bodas, aniversarios y celebraciones, han conquistado a un público cada vez más amplio. Rosa Obdulia Cuascota Quiroz es un testimonio vivo de que el talento, acompañado de esfuerzo y pasión, puede florecer incluso en los terrenos más difíciles. Su historia es una inspiración para quienes buscan convertir su arte en un legado, demostrando que, con paciencia y dedicación, todo sueño puede convertirse en realidad.

Rosa aprendió que para mantener su negocio en crecimiento y satisfacer las necesidades de sus clientes, debía estar

constantemente innovando y adaptándose a las tendencias del mercado. Con dedicación incansable, se mantuvo al tanto de las últimas tendencias en diseño floral, experimentando con nuevas combinaciones de colores y estilos, que le permitió crear arreglos únicos y personalizados.

A lo largo de los años, experimentó momentos de triunfo y alegría en su camino como artesana. Sus mejores recuerdos están ligados a la oportunidad de compartir su amor por el arte floral con su familia más preciada, especialmente

con su madre, quien no solo le brindó los fundamentos necesarios en su formación como persona, sino también la inspiración para seguir adelante en su camino artístico.

Las épocas especiales como San Valentín, Navidad y el Día de Difuntos, se convierten en momentos destacados en la vida de Rosa. Durante estas fechas, su creatividad florece y sus manos se mueven con gracia mientras da vida a hermosos arreglos que transmiten amor, esperanza y recuerdos conmovedores.

Hoy en día, sus productos se venden en toda la ciudad de Ibarra. Su reputación se ha extendido más allá de las fronteras locales, y ahora también realiza envíos al por mayor en todo el país. Cada pedido que sale de su taller lleva consigo la apasionante dedicación de esta talentosa artesana, plasmadas en cada pétalo y cada detalle cuidadosamente colocado.

La artesana es un ejemplo inspirador para otros porque demuestra que, a través de la perseverancia y el amor por su arte, es posible superar los obstáculos y alcanzar el éxito. Su mensaje es claro: cada artesano debe seguir adelante, confiar en su talento y encontrar su propia voz en el vasto mundo de la artesanía.

La historia de Rosa Obdulia Cuascota Quiroz es un testimonio de la belleza que puede surgir cuando se combina el talento artístico con la perseverancia y la pasión. Sus ramos de flores, llenos de vida y emoción, se configurarán en símbolos de alegría y amor en cada ocasión porque a través de su arte, encontró su propósito de seguir inspirando a otros a seguir sus sueños y mantener vivas las tradiciones artesanales. (Redactor: Marlon Ariel Yalamá Días)

Darwin Paúl Obando

Tejiendo historias con cuero

En su pequeño taller se elaboran variedad de productos en cuero.

A pesar que la competencia puede ser feroz, cree firmemente en la importancia de preservar las raíces culturales y el arte de la talabartería.

En las estrechas calles emprendedoras de la pintoresca ciudad de Ibarra, se encuentra el taller de Paúl, un artesano dedicado a la talabartería. Desde hace décadas, sus manos habilidosas y su amor por el oficio dan vida a piezas únicas y hermosas que cautivan a turistas y visitantes.

A medida que me acerco al taller, el aroma del cuero fresco y los tintes naturales impregnan el aire, dando la bienvenida a los curiosos y a aquellos que buscan apreciar el arte de la talabartería. Al entrar, me encuentro con un espacio lleno de herramientas antiguas, estanterías repletas de obras elaboradas en cuero de diferentes colores y texturas, y el suave sonido de las manos del artesano mientras trabaja en una nueva creación.

Con su cabello negro aún y su mirada serena, Paúl Obando me invita a conocer más sobre el oficio y su pasión por la talabartería. Con una sonrisa en su rostro, empieza a contarme la historia de su amor por el cuero y cómo aprendió los secretos de este arte ancestral.

Nos cuenta que, desde muy niño, su padre le inculcó el amor al cuero, mientras muestra una vieja fotografía de sí mismo junto a su progenitor, quien también fue talabartero. Su padre Juan fue su maestro y mentor, y gracias a él, aprendió los fundamentos de este oficio, aunque mejoró sus conocimientos gracias a su carrera, porque él es licenciado en Artes Plásticas y fue estudiante de la Universidad Técnica del Norte.

A medida que la conversación avanza, Paúl me muestra una amplia variedad de productos que creó a lo largo de los años, como cinturones finamente decorados, bolsos de cuero con detalles intrincados, monturas (sillas de montar)

hechas a mano y riendas cuidadosamente trenzadas. Cada pieza parece tener una historia propia y el artesano se enorgullece de contar cómo cada una de ellas fue diseñada y elaborada con dedicación y destreza.

La talabartería no solo es un oficio para él, es una forma de vida. Nos cuenta con entusiasmo que cada vez que toca el cuero, siente una conexión profunda con las tradiciones de sus antepasados. Se llena de alegría saber que sus creaciones serán apreciadas y transmitirán belleza de nuestro legado cultural.

Mientras Paúl continúa trabajando en su último proyecto, le pregunto sobre los desafíos que enfrentó a lo largo de los años. Con humildad, comparte que la artesanía tradicional lucha por mantenerse relevante en un mundo dominado por la producción en serie y la tecnología.

La calidad de sus productos se evidencia a simple vista.

El joven artesano nos cuenta que tuvo la posibilidad de asistir a ferias nacionales en otras provincias y en ciudades como Riobamba y Cuenca donde la gente apreció y admiró su trabajo. Dijo que en esos lugares sintió el respeto a la artesanía y que, al regresar, volvió con más inspiración y amor a su trabajo. También hizo un par de amigos con los que aún mantiene comunicación.

Las monturas son una pieza de arte, es el trabajo que más tiempo le lleva realizar, dependiendo si tiene los materiales a tiempo o no y le puede tomar de 15 días a un mes. Esta pieza puede ser personalizada y por este motivo cada accesorio que le sume, tendrá un precio adicional. Los costos van desde 550 dólares a mil dólares o más, pero el precio vale totalmente la pena para los amantes de las cabalgatas.

A pesar que la competencia puede ser feroz, cree firmemente en la importancia de preservar nuestras raíces culturales y el arte de la talabartería. Cada pieza que hace es una declaración de amor por nuestra herencia, y eso es algo que no se puede replicar en una cadena de producción.

Al despedirme, siento una profunda admiración por Paúl y su dedicación incansable a la talabartería. Su trabajo es un testimonio de la perseverancia y el amor por el arte que trasciende generaciones. Mientras salgo del taller, me llevo conmigo la certeza de que la tradición seguirá viva en manos de artesanos como él, quienes continúan tejiendo historias de cuero con pasión y maestría. (Redactora: Ana Elizabeth Flores Hidalgo)

El negocio artesanal se encuentra en el centro de la ciudad.

El arte de crear manillas y pulseras

Piezas únicas y personalizadas son la especialidad de la joven artesana.

Cookie Bear renace después de ver la gran acogida que le dieron sus vecinos y amigos a su emprendimiento de collares y manillas.
Ahora incorporó anillos fluorescentes que se venden por docenas.

Durante la pandemia, Zharick Villarreal, quien ahora es dueña de Cookie Bear, empezó a crear manillas y pulseras como un hobby, desde casa, en su tiempo libre. Al compartir momentos con ella en su taller puedo describir un ambiente acogedor donde hace sentir a sus clientes como amigos más no como compradores.

Ella es muy amable y risueña, disfruta de la atención al cliente. En sus comienzos no cobraba por su trabajo sino más bien obsequiaba con mensajes de aliento a las personas que sabía que pasaban por malas rachas.

La joven artesana es una chica que se encuentra cursando el segundo año de Bachillerato en el colegio Teodoro Gómez de la Torre, vive a las orillas de la ciudad de Ibarra, junto con sus hermanas y padre, quien dice haber sido la primera persona en apoyar su proyecto y ayudarle con el dinero inicial para la materia prima.

Cookie Bear renace después de ver la gran acogida que le dieron sus vecinos y amigos a su emprendimiento y ahora sus anillos fluorescentes son los más vendidos por docenas. A pesar de no ser la única persona que se dedica a las artesanías en bisutería aquí en la ciudad de Ibarra, ella les ve como colegas, más no como rivales. “Siempre he sido de la idea que el sol sale para todos¨ acotó la artesana.

Pulseras, collares y anillos son algunos de los accesorios que Cookie Bear ofrece; sin embargo, una de sus mejores obras es un collar de perlas blancas que hizo junto con su abuela materna, horas antes que falleciera. Considera que esta obra, como ella le llama, no podría ponerle un precio físico sino más bien algo sentimental.

La joven emprendedora está orgullosa de hasta a donde ha llegado con sus creaciones y nos comparte que una experiencia inolvidable para ella fue cuando participó en una casa abierta en la ciudad de Ibarra, en el Antiguo experiencia inolvidable para ella fue cuando participó en una casa abierta en la ciudad de Ibarra, en el Antiguo Cuartel, y fue ahí fue cuando su emprendimiento estalló y se dio a conocer más extensamente, creciendo tanto en sus redes sociales como en ventas.

Su emprendimiento va en grande, pero considera que no es lo necesario para poder vivir de él; por eso, combina con trabajos como mesera o manicurista en las tardes, luego de terminar con sus tareas y pedidos que estén pendientes.

Tras conversar sobre puntos importantes de su pequeño negocio como proyecto individual, le compartimos información sobre el gremio de artesanos del que ella desconoce; sin embargo, estuvo entusiasmada y de acuerdo en pertenecer a una asociación, por todos los beneficios que pueda percibir conjuntamente con emprendedores similares a ella.

Zharick exhibe sus creaciones en una pequeña habitación de su casa que da a la calla y llamar la atención de sus clientes. Por eso le gustaría contar con la ayuda del gobierno para tener un local propio con todas las comodidades que sean necesarias. (Redactora: Damaris Judith Farinango Perugachi)

Ángel Orden El pan que cruza fronteras

El artesano con Tamia, autora de la historia.

Ángel no pertenece a ningún grupo de artesanos de Ibarra porque piensa que la mayoría de las autoridades solo manejan a estos grupos para conseguir sus intereses personales y no piensan en la necesidad de las personas.

Ángel Orden, conjuntamente con su hermana Anita, se dedican a elaborar pan artesanal en Ibarra. Su rutina diaria es levantase a las 4:00 para encender el horno e iniciar la preparación de la masa, que es sumamente fácil. Los panes que realizan son totalmente de trigo y con algunos ingredientes dentro de una receta especial que le hace único a su producto y que viene por generaciones. Ellos viven en San Antonio de Ibarra, pero tienen un local en el Mercado Amazonas, donde venden los panes todos los días. También sus padres van a ofrecer los productos en Atuntaqui, durante los fines de semana.

El proceso de la elaboración es muy artesanal y sin poner muchos condimentos. Generalmente elaboran los panes dulces porque son los más consumidos por los ibarreños. Para lograr un buen producto, primero cocinan el azúcar con panela y luego agregan la levadura que no va cocinada. Mesclan con la masa, más la receta especial, y le dejan reposar de 20 a 25 minutos. Por lo general, al día hornean cinco veces, 300 panes aproximadamente en cada jornada. Cuesta 25 centavos cada unidad, pero vende seis unidades por un dólar y se vende mejor.

Llegar al local del señor Ángel, no es tan complicado porque en el Mercado Amazonas es muy conocido y su puesto se encuentra casi a la salida de este centro comercial popular y a cuatro cuadras de la Terminal Terrestre de Ibarra.

El artesano del pan nos contó que aprendió desde muy temprana edad todo lo relacionado a su emprendimiento y que le encanta este oficio porque ama su trabajo sobre todo porque permite llevar el alimento a muchos hogares y obtiene experiencias inolvidables. Sus productos son solicitados para enviar a otros lugares e incluso tiene un

cliente que lleva cada dos meses para enviar a España, porque a sus hijas les encanta el pan de trigo. Entrega pedidos fuera de la provincia y le gusta mucho salir a vender en las ferias de San Gabriel, Pimampiro, Cuenca y Otavalo. Su amor por el trabajo le permitió vivir todas esas experiencias.

Ángel nos dijo que no pertenece a ningún grupo de artesanos de Ibarra porque piensa que la mayoría de las autoridades manejan a estos grupos solo para conseguir un lucro personal y no el bien común, y que estaba pensando en formar un grupo de artesanos de la panadería. (Redactora: Irma Tamia Lanchimba Chiquimba)

El apicultor que se reinventó en la pandemia

Su pequeña oficina, fuente de inspiración para crear nuevos productos.

El sueño de Patricio es ampliar el negocio y crear una cooperativa de apicultores que pudieran beneficiarse de su experiencia y marca. También, educar a la población sobre la importancia de las abejas para el medio ambiente y la biodiversidad.

Hace unas semanas, acepté una invitación para conocer el taller de Edison Patricio Ríos Daza, un apicultor que se dedica a elaborar miel artesanal y otros productos derivados de las abejas, como polen, propóleo, jalea real y caramelos a los que les adhiere el jengibre. Su marca se llama Salud y vida y nació como una forma de adaptarse a la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del covid-19. Acepté la invitación con curiosidad y ganas de saber más sobre su historia y trabajo.

Me recibió en su taller, ubicado en una zona urbana en el centro de Ibarra. Me saludó con un abrazo y un tapabocas, y me ofreció un vaso de agua con miel y limón, mientras me contaba cómo empezó su aventura de apicultor.

Tiene 52 años y es padre de dos hijos. Trabajaba como docente en Otavalo, pero cuando el virus llegó al país en el 2020, decidió recurrir a otra fuente de ingresos para cuidar de paso, con sus productos, a la gente que desee consumir. El piensa que ser artesano es un arte y se siente muy orgulloso de serlo. Y fue así cuando decidió emprender en este mundo de la apicultura y empezó vendiendo inicialmente miel y luego sus derivados, además de otros productos.

Patricio invirtió sus ahorros en comprar colmenas y equipos básicos para la apicultura. También se capacitó con cursos online y contó con la ayuda de otros apicultores experimentados. Así fue como empezó a producir miel artesanal, que luego filtraba, envasaba y etiquetaba con su propia marca, con ayuda de su esposa.

Pero la miel no era el único producto que ofrece Patricio. También aprovecha el polen que recoge en la entrada de las colmenas. Este producto es un alimento muy nutritivo

y energético que recomienda tomar en ayunas o mezclado con yogur o agua porque es bueno para el sistema inmunológico, la piel, el cabello e incluso para el ánimo.

Otro producto que obtiene de las abejas es el propóleo, una sustancia resinosa que usan para sellar las grietas y proteger la colmena de las infecciones. Patricio raspaba de los panales con cuidado y disolvía en alcohol para obtener una tintura que sirve como antiséptico y antinflamatorio natural y es ideal para las heridas, quemaduras, picaduras y los dolores de garganta.

La jalea real es otro tesoro que extrae de las colmenas. Se trata del alimento exclusivo de la abeja reina, que le permite vivir más tiempo y ser más fértil que el resto. Recolecta con una jeringuilla y conserva en frascos pequeños porque se deteriora fácilmente. La jalea real es un potente revitalizante y regenerador celular, que el artesano aconseja tomar en épocas de estrés o cansancio porque es como un elixir de la juventud.

Por último, Patricio me mostró sus caramelos de miel con jengibre, que él mismo prepara con una receta casera. Los dulces eran suaves y sabrosos, tenían un efecto balsámico y expectorante que son perfectos para el invierno o cuando hace frío.

Los productos los vende en un local de su casa ubicada en la calle Olmedo 4-73 y hace entregas a domicilio. Me comentó que le gustaría más ayuda del gobierno para impulsar negocios pequeños como el suyo y de muchas personas más. Su clientela es fiel y satisfecha, valora la calidad y autenticidad de sus productos porque la gente busca lo natural, artesanal, lo que sabe a lo de antes.

El artesano confesó que su sueño era ampliar el negocio y crear una cooperativa de apicultores que pudieran beneficiarse de su experiencia y su marca. También quiere educar a la población sobre la importancia de las abejas para el medio ambiente y la biodiversidad.

Antes de despedirme, me regaló un tarro de miel y un frasco de propóleo. Me dijo que les probara y que le contara qué tal me sentaban. Le agradecí su generosidad y hospitalidad, y le deseé mucha suerte con su proyecto. Me fui con la sensación de haber conocido a una persona que tuvo que reinventarse en la adversidad y que comparte su salud y su vida con los demás. Para más información de los productos llamar al 0985610514. (Redactor: Daniel Alexander Ríos Troya)

El negocio de miel de abeja tiene su propia marca y busca ampliar su mercado.

El arte en aluminio y vidrio

taller es el acopio de materia prima lista para usarla.

Su
Los

artesanos son personas luchadoras, emprendedoras, pero con pocos beneficios que no ayuda al progreso en sus negocios.

En la intersección de la calle José Mejía Lequerica y Rocafuerte, se encuentra el taller de Wilber Arturo Yépez Padilla, un artesano cuya vida ha estado moldeada por el aluminio y el vidrio. Desde hace casi cuatro décadas, este hombre ha dedicado su talento y esfuerzo a transformar materiales en ventanas, puertas, divisiones y espejos que dan vida a hogares y edificios.

Wilber no conoce de horarios fijos. Su oficio demanda disponibilidad inmediata y una adaptabilidad constante a los requerimientos de sus clientes. Cada día es un nuevo desafío, un nuevo aprendizaje que le permite perfeccionar su técnica y ampliar su oferta en un mercado cada vez más competitivo. Sin embargo, lejos de desanimarse, ha sabido mantenerse vigente y consolidar su taller, pese a las dificultades propias del sector artesanal.

Padre de familia, Wilber comparte su hogar con su esposa y sus dos hijos, a quienes ha podido brindar estabilidad económica gracias a su esfuerzo constante. Con el fruto de su trabajo, logró construir su casa y adquirir un vehículo, herramienta esencial para el desempeño de su profesión. A pesar de las limitaciones y los escasos beneficios que tienen los artesanos en el país, Wilber se considera un emprendedor, un luchador que ha logrado salir adelante en una profesión que demanda entrega y dedicación absoluta.

El camino de este artesano ha estado marcado por experiencias enriquecedoras. Su trabajo le ha permitido participar en grandes proyectos, desde la construcción de edificios hasta conjuntos habitacionales, lo que lo ha llevado a recorrer distintos rincones del país. En estos viajes ha conocido a personas valiosas, aliados que han contribuido a su crecimiento profesional y con quienes mantiene una relación de mutuo apoyo.

Los productos y servicios son enfocados a las construcciones, por lo que le toca buscar las obras para casas o edificios, y esperar que le llamen para realizar su trabajo. Muchas veces, los mismos vecinos del sector le piden ayuda para ciertas actividades. (Redactora: Mishel Camilia Loyo Calderón)

Capítulo 2 La Entrevista

2.1 Introducción

Uno de los géneros periodísticos que permite indagar más a fondo sobre diferentes situaciones o temáticas de interés colectivo es la entrevista, entendiéndose como la planificación de un diálogo entre el periodista y el personaje, sobre temas de actualidad o de interés para un colectivo. En este caso, la entrevista se propone lograr la atención de autoridades del Gobierno y seccionales para que direccionen su mirada y apoyo a los artesanos, a un importante sector de la población que contribuye al quehacer productivo del cantón Ibarra, provincia y país.

Vivaldi (2020) sostiene que la misión de la entrevista es decir al lector quién es una persona, lo que piensa y hace sobre un tema o problema determinado. La entrevista es uno de los géneros que se utilizó para construir el libro: Crónicas y entrevistas de artesanos, en donde se eleva a nivel de personaje a aquellos pequeños productores anónimos, en sus distintas actividades, que son el eje de la economía en cada una de las regiones, y que a pesar de las condiciones rudimentarias en que desarrollan su emprendimiento, siguen adelante, optimistas y visionarios, porque su oficio contribuye a la economía de sus familias.

El desarrollo de una entrevista implica planificar con antelación porque es necesario investigar al entrevistado, su vida, antecedentes relacionados con el tema y una serie de datos que faciliten construir una especie de cuestionario y el proceso sea exitoso. El género periodístico entrevista permite informar cómo se encuentran los personajes, socializar realidades, investigar sus aspiraciones, poner en evidencia sus demandas, que no son muchas, tal vez imposibles.

Según el dirigente artesanal Hipólito Sánchez, en Imbabura, se registran más de tres mil artesanos calificados y consideramos que, con este aporte comunicacional, podemos llegar a la sensibilidad de las autoridades y población usuaria de los artesanos para que valoren su trabajo manual y se gestionen acciones encaminadas a mejorar sus condiciones de trabajo. (Sánchez, 2023)

Para la Universidad Técnica del Norte, la carrera de Comunicación, sus docentes y estudiantes, es un gran desafío proponer esta obra de contenidos comunicacionales en género crónica y entrevista, porque también tenemos sueños, de lograr una sociedad más justa y equitativa, en donde los promotores de la producción local sean los más atendidos en sus acuciantes necesidades.

2.2 Sustentación teórica

2.2.1 Conceptos de entrevista

La entrevista periodística es un género que consiste en un diálogo entre el entrevistador y entrevistado y se usa para indagar detalles con respecto a un hecho, acontecimiento o fenómeno que sea motivo de difusión por los diferentes canales de comunicación; es decir, que sea de interés colectivo. Hay eventos que se prestan para hacer noticias, pero, cuando existen muchos datos que informar que se derivan del mismo, es recomendable hacer una entrevista porque se puede abordar diferentes puntos relacionados con el acontecimiento.

Gomis (2013) asegura que la primera entrevista la hizo James Gordon Bennett, director del New York Herald en 1836. Desde aquellos tiempos, ha ido evolucionando la estructura de la entrevista para dar la oportunidad al periodista de presentar de diferentes maneras, con su propio estilo. De ahí que poco a poco se fueron definiendo aspectos importantes como su estructura, para dar facilidad a los periodistas que inician en la tarea de entrevistadores.

Bonilla (2020) señala que el periodista dibujó con palabras la personalidad del entrevistado, de tal forma que el lector tenga una idea de cómo es el personaje. La entrevista, por tanto, pretende que las audiencias o lectores imaginen una obra de arte contada con palabras, lo que demanda en sí es el buen manejo del idioma para recurrir incluso a figuras literarias como la metáfora.

Murillo (2006) expresa que la entrevista permite un acercamiento directo a los propios protagonistas. Y para el periodista representa un cúmulo de satisfacción el poder plasmar, a través de los diferentes

canales de comunicación, toda una historia de un personaje que brinda la oportunidad de conocer experiencias vividas a lo largo de su trayectoria profesional.

Bugueño (2013) manifiesta que la entrevista en un género delicado, incluso polémico, porque permite que la mayor carga literaria diseñe el entrevistado y se demande una mayor elaboración sobre el pronunciamiento del protagonista de la historia. De su parte, Liñán E. (2006) asegura que la entrevista requiere de habilidades especiales por parte del entrevistador. Por lo tanto, el entrevistador novel puede recurrir a los Manuales de Estilo Periodístico que publican los diferentes medios de comunicación en sus plataformas digitales.

Moreno (2006) sostiene que la entrevista es el género mediante el cual un profesional de la información, el periodista, entra en contacto con un personaje público que está en capacidad de brindar información de interés para una comunidad en sus declaraciones, según su experiencia en las diferentes temáticas.

La entrevista debe despertar interés en la colectividad por la información que emite porque puede contribuir al conocimiento, educación o sensibilización sobre diferentes temas. De hecho, también es la difusión de las respuestas a través de medios digitales. Pero, la entrevista no solo es eso, reproducir lo que dice el entrevistado, implica investigación sobre el personaje, sus datos, trayectoria, trascendencia en el mundo de la ciencia o la cultura.

De acuerdo al Manual de Estilo de Diario La Hora, la finalidad de la entrevista es informar acerca de ideas, opiniones e informaciones del personaje seleccionado y recomienda dejarlo hablar porque las respuestas demasiado largas se pueden editar o condensar para dar paso a otro tipo de géneros periodísticos, como el caso de una noticia, crónica o reportaje. (Diario La Hora, 2012)

En consecuencia, la entrevista también se usa para buscar información y aportar al desarrollo de otros géneros periodísticos como el reportaje, crónica, documental, testimonial o biografía. En este caso, se puede indagar sobre el hecho, a testigos del mismo, pero no siempre serán personajes destacados, sino personas que presenciaron un evento y que pueden dar fe del desarrollo de los acontecimientos.

José Luis Rosales, (2023) ex redactor de Diario El Comercio de Imbabura, manifiesta que: hay medios de comunicación que, en su código deontológico, incluyen un manual de estilo para el trabajo del periodista. En el documento, por ejemplo, Grupo El Comercio establece acepciones para diferentes tipos de género. En el caso de la entrevista refiere a que “es un diálogo directo y planeado con una persona de quien el periódico quiere saber sus puntos de vista sobre temas de interés general para el país (y no para el entrevistado).

Antes de la entrevista hay que reportear, investigar y hacer trabajo de campo. La presentación de la entrevista siempre depende de la coyuntura, pero de manera general es aconsejable reconstruir un poco del personaje y del marco en que se desarrolla.

En el periodismo, la entrevista nutre a otros géneros como la noticia y el reportaje. Hay escritores que clasifican a la entrevista periodística de diferentes formas: la entrevista informativa o noticiosa con la que consigue solamente información; entrevista de opinión que incluye a personajes públicos o expertos y entrevista de semblanza en la que resalta aspectos personales del entrevistado.

La entrevista periodística requiere de cuatro fases: la preparación, realización, análisis de datos y redacción. El periodista, al preparar la entrevista, podrá escoger a la persona idónea para generar información u opinión sobre un tema elegido. Por lo tanto, para la realización de la entrevista se debe tomar en cuenta detalles como día y hora de la cita, material necesario y hasta una presentación adecuada. Desde la realización de la entrevista hasta la redacción, debe transcurrir el menor tiempo posible con el fin de contar con detalles importantes relacionados al ambiente o que surgen durante la misma.

La entrevista, sea oral o escrita, necesita de una estructura determinada. Generalmente en la introducción se plantea el tema a presentar, luego se desarrolla las preguntas y sus respuestas y, durante el cierre, se puede realizar aclaraciones o un resumen de lo tratado en una entrevista. Por consiguiente, el entrevistador debe tener la capacidad de cambiar sus preguntas de acuerdo a los objetivos de la entrevista, mientras que el entrevistado está en posición de responder, aunque se debe estar atentos porque no siempre lo hará con la veracidad requerida. (Rosales, Periodista, 2023)

2.2.2 La investigación es importante

En el ejercicio de la profesión, durante la cobertura periodística del día a día, el redactor se encuentra con situaciones en que aparece de improviso un funcionario público o un personaje que amerita informar sobre su gestión. En estos casos se recomienda, con cautela, indagar quién es el personaje y algo de su trayectoria para entablar un diálogo que despierte interés a su entrevistado. Resulta poco profesional preguntarle en ese momento cómo se llama y qué labor realiza. Siempre hay alguien que puede proporcionar la información necesaria y lo importante en este contexto, es identificar quien provea de los datos que se requiera.

Pero la investigación para el desarrollo de una entrevista puede ir más allá y depende de quién es el entrevistado. Si el personaje es una celebridad en el campo de la música, un político prominente, una autoridad seccional, un científico o alguien que desenvuelve su actividad en el ámbito productivo, es importante indagar la trayectoria, un poco de su historia, biografía, lo más destacado de cada personaje. El desafío es despertar el interés en el lector, oyente o consumidor de redes sociales.

Con seguridad, a un entrevistado en el campo musical, el lector querrá conocer más sobre su producción musical, cuántas canciones ha compuesto, con qué música tuvo éxito y trascendió en el tiempo. De los personajes que se desenvuelven en la política, es importante investigar su plan de gobierno, el plan de desarrollo parroquial, sus proyectos u ordenanzas presentadas y que están en vigencia, su trayectoria política y las responsabilidades que ha asumido en la función pública. De un científico, el lector querrá conocer sobre sus investigaciones más importantes y cuál es su beneficio en los diferentes campos de la ciencia.

Hay temas que surgen de las investigaciones universitarias, de los artículos científicos o libros, en donde se pone en evidencia muchas realidades y problemas, dependiendo de la especialización, que son motivo para generar entrevistas, conocer a profundidad y con lenguaje estándar, para que el público pueda comprender las dimensiones de las mismas.

2.2.3 Clasificación de la entrevista

Gargurevich (2000) propone la siguiente clasificación de la entrevista:

1. De retrato y/o personalidad: Aquellas redactadas como narración intercalando respuestas con datos sobre el entrevistado, describiendo actitudes, la parte física.

2. Biográfica: Es la que combina el retrato con amplios detalles de la vida y obra del entrevistado.

3. De Opinión General: Con información anterior sobre el personaje muy conocido, lo que evita una introducción y sin información anterior de un personaje poco conocido, que obliga a hacer una introducción más amplia.

4. De Actualidad. En las entrevistas de actualidad, se pueden hacer de los siguientes tipos:

a) Conferencia de prensa, que puede ser organizada o improvisada.

b) Encuesta, a través de un cuestionario a varias personas y sobre un mismo tema.

c) De opinión, que recoge opiniones de una personalidad relevante sin necesidad de introducción sobre un solo tema de actualidad.

d) Grupal, a varias personas que no son identificadas y cuyas respuestas son citadas como opinión de grupo.

e) De noticia, con detalles de un hecho noticiable.

Gutiérrez (2012), por su parte, sugiere los siguientes tipos de entrevista:

a) Informativa.

b) De opinión.

c) De personalidad.

d) Interpretativa, en donde se expresa la opinión de un personaje sobre un tema o hecho de actualidad.

e) Emotiva, que se usa generalmente en celebraciones, premiaciones o tragedias con el fin de conocer el estado de ánimo y los sentimientos del entrevistado frente a un determinado hecho o situación.

f) Cuando se realizan emisiones de radio, a veces corresponde improvisar a los entrevistados; sin embargo, es importante planificar con antelación lo que sea necesario a fin de evitar malas respuestas o que el personaje le responda con un sí o no.

La cobertura periodística

En el inicio del proceso de cobertura, el periodista se puede enfrentar al gran desafío de conseguir declaraciones de altos funcionarios o autoridades nacionales o provinciales. Es preferible, en estos casos, ante la inundación de preguntas por la decena o treintena de reporteros, solo grabar las declaraciones y no lanzarse a hacer preguntas. Así va adquiriendo mayor confianza y podrá con el tiempo hacer las preguntas pertinentes.

En una rueda de prensa o conferencia de prensa, la autoridad o vocero oficial expondrá su informe o puntos de vista sobre el hecho o acontecimiento suscitado, motivo de la convocatoria. Generalmente, el organizador da la oportunidad de realizar una pregunta a cada representación periodística y para ello, es importante estar atento a las declaraciones y de ahí emitir alguna pregunta de un tema de interés que no se expuso lo suficiente.

El titular de la entrevista

Generalmente, en los distintos géneros periodísticos, especialmente para prensa, dejamos el titular para el último, por la serie de ideas que pueden surgir y de último momento. No se debe olvidar que el titular debe ser llamativo y debe usarse las palabras más adecuadas para el mismo.

2.2.4 Desde la experiencia en el campo periodístico

El experimentado periodista otavaleño, Marcelo Campos Encalada, actualmente director de Radio Luna y OMCE medios, contribuye al

presente trabajo con las siguientes sugerencias, producto de su labor diaria en los diferentes medios de comunicación, en el uso del género periodístico de la entrevista. Durante más de 30 años en el ejercicio profesional, cuenta que, al principio de toda entrevista, dedica un tiempo para aclarar la razón de la misma, pese a que ya hubo una invitación o notificación previa con el fin de enfatizar la importancia o el conocimiento que tiene el entrevistado, así como su cooperación en el desarrollo de la misma:

De acuerdo al tema, realiza un rápido curriculum vitae y formula preguntas de carácter general, cuyas respuestas permiten una visión global del tema a tratar y así logra plantear el área o la actividad en la cual se siente más implicado el personaje. Las preguntas pueden prepararse de acuerdo a una investigación previa del entrevistado, conocer quién es y saber qué hace y que ha hecho. Le da confianza para que la entrevista sea más fluida y creíble. Debe conocer de antemano la terminología, modismos y temas que domina el entrevistado.

Durante la entrevista

Hay que tener en cuenta que el entrevistado reaccionará tanto a la personalidad del entrevistador, como al asunto que se discuta. Él sabe quién le va a entrevistar y el entrevistador debe conocer qué quiere lograr con la entrevista. El personaje debe sentir que se le comprende y que no se le está juzgando, ni criticando, para mantener su motivación durante el proceso.

Las entrevistas deben centrarse en él o los temas previstos a tratar y reducirse al mínimo los comentarios y conversaciones ajenas al mismo. Dirija la entrevista atrayendo al entrevistado al tema principal que se está tratando, sin perderse del tema. “No pregunto y contesto yo mismo. No apuro la respuesta”. A veces es deseable y necesario darle un tiemporazonable al entrevistado para que piense en cómo va a responder.

Es conveniente limitar al máximo las interrupciones o distracciones, tanto externas como internas, para no interferir en la concentración. No se recomienda realizar entrevistas de última hora, siempre es necesario planificar de acuerdo al tema o el evento, con tres días de anticipación en el noticiero, para realizar la promoción correspondiente al personaje y lograr una mayor colaboración y participación del entrevistado.

Diferencie si trata de la descripción de un hecho o de una opinión personal del entrevistado. Nunca contradiga al entrevistado; por el contrario, si no se está de acuerdo, utilice métodos que conviertan el desacuerdo en un intercambio de ideas. No pelee ni discuta, solo informe y pregunte. La toma de notas durante la entrevista ayuda a mantener la atención sobre los temas tratados y permite recordar hechos específicos, pero también, si se invierte mucho tiempo en eso, se puede perder el control de la entrevista.

Al finalizar la entrevista

Brinde al entrevistado la oportunidad de hacer comentarios adicionales sobre los temas tratados que le permitan agregar alguna otra idea no expresada y concluir su intervención. Solicite y comprometa la disposición y consentimiento del personaje para entrevistas posteriores, ya sea con él o que facilite nuevas con funcionarios a su cargo, de acuerdo al tema.

Es necesario agradecer al entrevistado por su tiempo y la información aportada, que es lo más importante. Además, recordarle de ser el caso, el suministro o envío posterior de documentos o soportes adicionales que complementen la información obtenida durante la entrevista.

(Encalada, 2023)

2.2.5 La preparación de la entrevista

La entrevista tiene un antes, un proceso y un después, y en cada uno de los pasos es importante y necesario tomar en cuenta algunos aspectos que son relevantes en el desarrollo de la misma.

Antes

La entrevista inicia con la selección del personaje y luego hacer los contactos pertinentes, explicando los objetivos. Cuando la entrevista es para un medio de comunicación, generalmente partimos de un hecho o acontecimiento del día y que amerita indagar más para proveer al lector, oyente o usuario de redes sociales, contenidos amplios sobre el evento. Es decir, si hay una noticia que se manifiesta como tendencia, es importante informar sobre los actores involucrados que se relacionan con la misma.

En consecuencia, debemos analizar el contexto en que se desenvuelve el hecho, quiénes pueden ser los actores involucrados y qué pueden informar al respecto. Por ejemplo, si hay una noticia sobre cómo se han asociado los artistas populares de Imbabura, es ideal conocer cuáles son sus ventajas o proyecciones como tal.

Pero, también se puede hacer una entrevista al dirigente del gremio sobre su plan de trabajo; al presidente de la Casa de la Cultura, cómo ve el fortalecimiento de la organización; a los directores de los departamentos de cultura de los diferentes gobiernos autónomos descentralizados, sobre su opinión y aporte al gremio. De pronto, corresponderá hacerle una entrevista al Ministro o Subsecretario de Cultura, en fin. Por lo expuesto se hace necesario lo siguiente:

1. Elegir al candidato idóneo para la entrevista

2. Contactar por vía telefónica o redes sociales sobre la intención de hacerle una entrevista o un oficio formal donde exponga los objetivos de la misma, si amerita el caso.

3. Habrá entrevistados que le solicitarán las preguntas base de cómo se desenvolverá la misma y en ese caso, es mejor proporcionárselos, con el fin de que pueda prepararse con argumentos y la entrevista no resulte de respuestas de Sí o No.

4. Solicite una hoja de vida o perfil profesional y su trayectoria relacionada con el tema de la entrevista.

5. Investigue a profundidad al entrevistado, su trayectoria, proyectos, aspiraciones, sueños, logros en su campo de trabajo.

6. Establezca un guion de la misma en donde conste una presentación del entrevistado.

En el proceso

Generalmente, al iniciar una entrevista, se puede experimentar cierta inquietud, pero como se va desenvolviendo, de a poco se va disipando. Con el tiempo se adquiriere experiencia y el nerviosismo va desapareciendo. En el proceso de la entrevista, tomar en cuenta los siguientes pasos pueden contribuir al éxito de la misma.

1. Ayúdese del guion para presentar al entrevistado, de tal forma que genere expectativa en el lector u oyente y satisfacción en el entrevistado.

2. Demuestre respeto al entrevistado a sí tenga cierta cercanía con el mismo. No le tutee.

3. Genere confianza en el entrevistador, salúdele y haga su presentación.

4. Guíese del listado de las preguntas base.

5. No comente en la entrevista. Es preferible escuchar los argumentos del personaje y hacer nuevas preguntas si amerita la situación.

6. Es preferible escuchar atentamente para hacer las repreguntas.

Después de la entrevista

1. Haga una síntesis de la información relevante expuesta en la entrevista. Formule un análisis suyo de la misma o del entrevistado.

2. Es importante agradecer su presencia del entrevistado e invitarle a que forme parte de su lista de proveedores de información.

3. Si el entrevistador comete errores debe hacerle notar al entrevistado sin que se note, pero hay otros que son evidentes y que pueden ser utilizados en otra noticia; sin embargo, es recomendable no hacer juicios propios que pueden restar objetividad a la misma.

4. En una entrevista escrita, radial o visual, es importante los detalles que le permitan caracterizar al entrevistado; cómo está vestido, cómo se presenta a la entrevista; hizo bromas sobre algún tema específico, sus gestos, con el fin de darle cierta ambientación o caracterización del personaje.

2.3 La entrevista como emprendimiento

La entrevista es un género periodístico que se presta para indagar detalles minuciosos de un personaje y todo depende de cómo el entrevistador lleve el proceso de la misma. Utilizar el género periodístico entrevista para compilar una serie de las mismas sobre temas determinados y que sobretodo no pasen de tendencia, puede ser un reto y al mismo tiempo un tesoro periodístico digno de mantenerse en el tiempo, hoy más que nunca a través de las diferentes plataformas digitales.

Crear una plataforma informativa online a través de las diferentes redes sociales, dependiendo del público, solo de entrevistas en temas especializados como la ética, democracia, participación ciudadana, valores familiares, la convivencia en equipo, crianza de los hijos, emprendimiento juvenil, gastronomía y dietas u otras, debe ser un reto para el periodista que hoy que, gracias a la transformación digital, puede acceder a monetizar con Google.

Tanto para medios impresos como digitales, la entrevista se puede adaptar a los diferentes formatos de los diversos canales online y generar contenido, en función de sus habilidades, experiencias, fortalezas. Es muy importante gestionar la página para lograr una mayor promoción y pueda conseguir que compartan su contenido o un like que aporta a que sus entrevistas puedan ser valoradas.

Hay experiencias en el mundo hispano de la plataforma Ethos, con franquicias en algunos países de Latinoamérica, que expone la manera ética cómo gestionan algunos ejemplos de personajes de la función pública, mujeres destacadas en la política, de artistas que trabajan con el bien común en fundaciones y apoyo solidario. La especialización en un solo tema y género es muy importante en el mundo digital.

La creación de contenidos no solo puede hacerse con el género entrevista sino con otros, como las reseñas, para el ámbito cultural y entretenimiento, entendiéndose como tal, a lo que tenga que ver con presentaciones teatrales y sus semejanzas, agrupaciones musicales,

danza o mimo. Lanzamientos de libros, poemarios o exposiciones de artistas plásticos, perfomances, producciones cinematográficas.

2.4

Procesos

El proceso de elaboración de las entrevistas a los artesanos

Dentro del proyecto de investigación denominado Estudio sobre la incidencia de la comunicación organizacional en las microempresas de los artesanos calificados del cantón Ibarra, contemplaba la elaboración de un libro denominado Crónicas y entrevistas de artesanos, con la finalidad de socializar la situación en que desarrollan su trabajo, aspiraciones y sueños y sobretodo, la demanda del Gobierno Central y de organismos seccionales para fortalecer sus microempresas.

Con el apoyo de los estudiantes de Segundo Nivel de la carrera de Comunicación de la Universidad Técnica del Norte, en la asignatura de Géneros Periodísticos I, se logró concretar este objetivo. Primero se expuso el proyecto, los alcances y metas del mismo de tal forma que el conocimiento de las aulas universitarias se vea reflejado en un aporte al sector productivo más grande que tiene la provincia y el país.

Como primera etapa, en el desarrollo de las entrevistas, fueron las clases teórico prácticas sobre la entrevista, tipos de entrevista, la estructura de la misma y la preparación en sus diferentes fases. Y, la segunda etapa fue la elección de los entrevistados, que eran artesanos calificados cercanos al lugar donde viven los estudiantes, conocidos y parientes del cantón Ibarra, con el fin de facilitar el proceso de recoger la información con preguntas abiertas y cerradas. Los artesanos seleccionados pasaron por el proceso de selección y aceptación de la docente de la asignatura de Géneros Periodísticos I a fin de no duplicar esfuerzos entre ellos.

El trabajo de cada entrevista fue producto del Examen de la I Parcial de la Asignatura de Géneros Periodísticos I, según consta en el sílabus, en la segunda unidad, relacionado con los Géneros Informativos.

El Examen consistió en lo siguiente:

Instrucción: Realice las siguientes actividades relacionadas con la planificación de una entrevista.

1. Elija el personaje artesano o artesana de su barrio o ciudad (que tengan un taller al público).

2. Realice las preguntas base que se exponen y otras de su interés.

3. Redacte en una hoja tipo portada, los datos del entrevistado: Nombre, edad, dirección, teléfono, tipo de artesanía y una foto de portada.

4. Construya la presentación del personaje en dos párrafos o tres.

5. Transcriba la entrevista en formato periodístico.

6. Redacte un cierre de la entrevista.

7. Presente cinco fotografías en formato JPG. Una de ellas el artesano (a) con usted.

8. Suba en documento en PDF a la plataforma SIIU y en formato Word, letra Times New Roman o Arial, presente personalmente con las fotografías en formato JPG.

Anexo: Preguntas Base

Preguntas Base para realizar a un artesano o artesana que tenga un taller de atención al público. (Se pueden adaptar a la situación)

1. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

2. ¿Desde hace cuántos años se dedica a este trabajo? y ¿Quién le enseñó?

3. ¿Usted le enseña a alguien más hacer estos tipos de artesanías?

4. ¿De qué material están hechas sus artesanías?

5. ¿Cómo es el proceso del producto?

6. ¿Trabaja solo o acompañado? ¿Cuánto se demora?

7. ¿Cuánto gana por mes? ¿Cuánto invierte para hacer el producto?

8. ¿El producto lo hace totalmente mano o usa algún tipo de maquinaria?

9. ¿Qué es lo más difícil de realizar el producto?

10. ¿Cuál es el precio de cada una de las artesanías?

11. Aparte de vender su producto en este lugar ¿los vende en algún almacén, mercado u otros?

12. ¿Cuáles son sus mejores obras?

13. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

14. ¿Cuáles son sus mejores experiencias como artesano?

15. ¿Considera que su trabajo tiene valor artístico?

16. ¿Qué piensa de los artesanos?

17. ¿El sustento económico principal en su hogar, proviene de las artesanías que usted elabora o combina con otra actividad para generar recursos?

18. ¿Pertenece algún gremio u asociación y ha sido líder?

19. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de vida?

20. ¿Cuáles son las frustraciones que ha tenido en su vida?

21. ¿Siente usted que el oficio del artesano se valora lo suficiente?

22. ¿Cree usted que se puede mantener el legado de realizar cualquier tipo de artesanía?

23. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

Una vez logrado la entrevista grabada, se procedió a la transcripción de la misma por parte de cada uno de los estudiantes, en consideración a las diferentes técnicas, al momento de presentar de manera escrita, la introducción, el cuerpo de la entrevista y cierre.

Luego de la presentación del Examen de la I Parcial, hubo un proceso de revisión con cada uno de los estudiantes, para corregir algunos pequeños errores u omisiones en la presentación de la entrevista.

2.5 Resultados

Entrevistas basadasenexperiencias sobre la vida de los artesanos en sus diferentes profesiones

David Marmol

Sabores artesanales al horno

Sus panes son el resultado de mucha creatividad en el momento de su elaboración.

David considera que el trabajo del artesano tiene un gran valor artístico porque implica habilidad, creatividad y dedicación para lograr productos únicos y de calidad.

En una soleada mañana, tuvimos el placer de sentarnos con un renombrado panadero artesanal. David Mármol es un talentoso joven que dedica su vida a la noble y deliciosa tarea de crear productos de panadería de sabores únicos y excepcionales. Es un apasionado en la elaboración de infinidad de variedades, con una experiencia de varios años en el campo. Para perfeccionar su arte, una maestría en la creación de productos de panadería hechos a mano y el uso de ingredientes naturales de alta calidad.

Con una larga trayectoria en el mundo de la panadería y una reputación bien ganada, nos sumergimos en una conversación apasionante sobre su oficio y su amor por el arte del pan.

P. Buenos días, cuéntenos, ¿cómo comenzó su fascinación por la panadería artesanal?

R. Buenos días. Mi fascinación por la panadería comenzó desde muy joven. Crecí en un entorno donde el pan casero era una parte esencial de la vida diaria. Me cautivó la magia de mezclar ingredientes simples y transformarlos en un manjar delicioso y reconfortante. Ese fue el punto de partida de mi pasión por la panadería artesanal.

P. Es maravilloso ver cómo una tradición familiar puede inspirar una carrera. ¿Cuántos años lleva dedicado a este oficio?

R. Estoy entregado a la panadería artesanal hace diez años. Comencé desde temprana edad, aprendiendo de maestros panaderos en pequeños negocios locales y he perfeccionado mis habilidades y conocimientos, experimentando con diferentes técnicas y desarrollando mi propio estilo.

P. ¿Quiénes fueron sus maestros en este viaje de descubrimiento panadero?

R. Tuve la suerte de aprender de varios mentores talentosos a lo largo de mi carrera. Uno de ellos fue mi abuelo, quien me transmitió los secretos de las recetas familiares y enseñó la importancia de la paciencia y el amor en cada proceso de elaboración. Además, tuve la oportunidad de trabajar con reconocidos panaderos artesanales, quienes compartieron conmigo sus conocimientos y técnicas, enriqueciendo mi aprendizaje y evolución como panadero.

P. ¡Qué privilegio poder aprender de varias fuentes! Ahora, sabemos que además de crear panes exquisitos, usted tiene la generosidad de enseñar a otros. ¿Tiene o tuvo la oportunidad de transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones de panaderos?

R. Sí, enseñar y compartir mi pasión con otros es una parte fundamental de mi misión como panadero. A lo largo de los años, impartí clases y talleres para quienes desean aprender el arte de la panadería artesanal. Es gratificante ver cómo los estudiantes se entusiasman y desarrollan sus propias habilidades en este hermoso oficio. Creo firmemente en preservar y compartir el conocimiento para mantener viva la tradición del pan artesanal.

P. ¿Con qué tipo de materiales trabaja usted?

R. Mis artesanías están hechas principalmente de harina, levadura, agua y otros ingredientes naturales necesarios para la elaboración de pan.

P. ¿Cómo es el proceso del producto?

R. Se comienza con la mezcla de los ingredientes, el amasado, reposo, fermentación y, finalmente, la cocción en un horno.

P. ¿Trabaja solo o acompañado y cuánto se demora?

R. Laboro tanto en solitario como en equipo, dependiendo de la demanda y cantidad de productos que necesitemos elaborar. El tiempo que lleva varía según el tipo de pan, pero en general, puede llevar varias horas desde el inicio hasta el producto terminado.

P. ¿El producto está hecho totalmente mano o usa algún tipo de máquinas?

R. Mis panes son elaborados de forma artesanal, lo que implica que cada uno es hecho a mano, sin utilizar métodos de producción en serie.

P. ¿Qué es lo más difícil de realizar el producto?

R. Lo más difícil –piensa- es lograr la consistencia perfecta en la masa y controlar la cocción para obtener la textura y sabor deseados.

P. Aparte de vender su producto en este lugar ¿comercializa en algún mercado u otros?

R. Sí, en tiendas o mercados locales y a través de encargos personalizados.

P. ¿Cuáles son sus mejores obras?

R. Son aquellos panes que han recibido elogios por su sabor, textura y presentación, así como los que experimento con ingredientes y técnicas creativas.

P. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

R. Sí, me encanta. Es una pasión que me permite crear productos deliciosos y ver la satisfacción en los rostros de quienes los disfrutan.

P. ¿Cuáles son sus mejores experiencias como artesano?

R. Bueno, recibir comentarios positivos de mis clientes, participar en eventos y ferias gastronómicas, y transmitir mi conocimiento a otros interesados en la panadería artesanal.

P. ¿Considera que su trabajo tiene valor artístico?

R. Sí, porque implica habilidad, creatividad y dedicación en el diseño de productos únicos y de calidad.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Como lo que soy, valoro y admiro a otros artesanos por su habilidad y la preservación de tradiciones y técnicas artesanales.

P. ¿El sustento económico principal en su hogar proviene de las artesanías que usted elabora o combina con otra actividad para generar recursos?

R. Mi fuente de ingresos principal para mi hogar proviene de los panes que elaboro y no tengo otra actividad paralela.

P. ¿Pertenece algún gremio u asociación, ha sido líder?

R. Personalmente siempre me manejo por mi cuenta y gracias al sustento que mi negocio me aporta durante estos años, me he mantenido. Diría que me considero un líder para las personas que toman como ejemplo mi desempeño en la artesanía.

P. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de vida?

R. Considero y sin duda, los de mi infancia, en donde poco a poco aprendí el arte de la panadería junto con mis seres queridos porque heredé de ellos este grandioso trabajo.

P. ¿Cuáles son las frustraciones que ha tenido en su vida?

R. Pensar en algún momento de mi vida que, lo que más me fascina, no serviría como sustento para mí y para mi familia.

P. ¿Piensa usted que el oficio del artesano se valora lo suficiente?

R. Siento que muchas personas lo valoran, pero como todo artesano, creo que no lo suficiente, porque nadie ve el trabajo que hay detrás de todo el producto; por lo tanto, percibo un poco de menosprecio hacia algunos artesanos, por parte de los demás.

P. ¿Cree usted que se puede mantener el legado de realizar cualquier tipo de artesanía?

R. Por supuesto que sí, un gran ejemplo es la herencia que me dejó mi familia al adquirir el talento y la experiencia, y con el paso de los años, a lo mejor estaré viendo trabajar a mis hijos.

P: ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

R: Me encantaría que nos ayude con ciertas facilidades para fomentar y mejorar la calidad de nuestro negocio y así llegar a más gente para consolidar nuestro arte y generar más calidad para los consumidores.

David es un artista de la panadería que cautiva a través de su dedicación y habilidad para crear panes excepcionales. Su amor por el oficio y su compromiso con la calidad son evidentes en cada una de sus creaciones, dejando un sabor y una experiencia inolvidables en aquellos que tienen la suerte de probar su pan. Sin duda, la pasión que deposita en su trabajo se refleja en cada bocado.

Fue un verdadero honor conversar con David y conocer más de cerca su historia y dedicación al arte del pan. Le agradecemos sinceramente por su tiempo y le deseamos todo el éxito en su continuo camino como panadero artesanal.

El placer ha sido mío, dijo. “Agradezco la oportunidad de compartir mi historia con ustedes. Espero que todos sigamos disfrutando del pan artesanal y apreciando el arte que hay detrás de cada deliciosa rebanada”. (Redactor: Luigi Alexis Calvachi Caviedes)

Una habilidad que cautiva en cada puntada

Su taller es una fuente de inspiración y creatividad en la alta costura.
Me apasiona la costura y encuentro satisfacción en cada trabajo que realizo. La posibilidad de crear algo único y hermoso - con mis propias manos- es una fuente de alegría y gratificación para mí.

Jacqueline Elizabeth Tapia Chamorro es una talentosa costurera que, desde sus comienzos, cuando descubrió su amor por la costura y el diseño, recorrió un camino de aprendizaje y crecimiento, con dedicación y perseverancia, que le permitió ir perfeccionando sus habilidades, trabajando arduamente en la creación y el arreglo de hermosas prendas que reflejan su talento y visión artística.

Su arte y habilidad con la aguja dejan una marca en cada una de las prendas que arregla y confecciona. Su pasión por la costura encanta a las personas por su inigualable habilidad y destreza. Donde la tradición y la creatividad se unen, descubriremos el corazón de Jaquita, así como las historias detrás de sus creaciones y los secretos de su don.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Trabajo en la costura, elaboro y arreglo una variedad de artesanías textiles como prendas de vestir, accesorios, bolsitas para recuerdos y decoraciones para el hogar.

P. ¿Desde cuándo trabaja en este lindo oficio creativo y quién le enseñó?

R. Llevo dedicándome a la costura durante 10 años. Aprendí las bases de este oficio de forma independiente y perfeccioné mis habilidades a través de cursos y práctica constante.

P. ¿Usted le enseña a alguien más el arte de la costura?

R. Sí, tengo el gusto de instruir a personas cercanas o amigas interesadas en costura y en artesanías textiles. Doy clases y talleres donde cmparto mis conocimientos y técnicas.

P. ¿De qué material están hechas sus artesanías?

R. Principalmente de telas como algodón, lino, seda y

tejidos sintéticos. También utilizo elementos decorativos como botones, encajes y bordados para arreglar prendas de vestir; siempre uso hilo y aguja, y todo eso depende de la adaptación que desea el cliente a su prenda de vestir.

P. ¿Cómo es el proceso de elaboración de sus productos y servicios?

R. Comienzo con la selección de los materiales y el diseño, tomo medidas y luego procedo a cortar y coser las piezas utilizando técnicas de costura especializadas, según el tipo de prenda. Finalmente, realizo los acabados y detalles para obtener un producto de calidad y que el cliente quede satisfecho.

P. ¿Trabaja solo o acompañado y cuánto se demora?

R. Laboro de forma independiente, pero en ocasiones colaboro con otros artesanos o con amigas que saben sobre el arte de la costura. El tiempo que me toma completar un encargo varía dependiendo de su complejidad y tamaño, pero generalmente puedo completar un proyecto en algunas horas o días.

P. ¿Cuánto invierte en hacer sus productos?

R. Los ingresos mensuales pueden variar, dependiendo de la demanda y ventas. En cuanto a los gastos, incluyen el costo de los materiales, los equipos y los egresos generales relacionados con la producción y promoción de mis productos y servicios.

P. ¿El producto está hecho totalmente mano o usa algún tipo de maquinaria?

R. Son elaborados principalmente de forma artesanal, con técnicas y herramientas tradicionales de costura. Sin embargo, en ocasiones puedo emplear la máquina de coser,

pero todo depende del tipo de prenda que vaya a realizar o a acomodar.

P. ¿Qué es lo más difícil de realizar en su producto o servicio?

R. Una de las partes más desafiantes es que cada pieza quede perfectamente confeccionada y cumpla con los estándares de calidad que pide el cliente. Además, la selección de los materiales adecuados y la combinación de colores y texturas, pueden requerir una atención especial. El tiempo es una parte difícil porque también debo hacerme cargo de las labores del hogar y de mi familWzia.

P. ¿Cuál es el precio de cada una de las artesanías?

R. Los valores de mis productos o prendas varían según el tipo, tamaño, materiales y el tiempo dedicado a su elaboración y la dificultad. Cada una tiene un precio que refleja tanto el valor del trabajo artesanal como el costo de los materiales utilizados.

P. ¿Aparte de vender su producto en este lugar, expende en algún almacén, mercado u otros?

R. No, las prendas que confecciono o cualquier tipo de trabajo que hago o arregle, se hacen en mi taller.

P. ¿Cuáles son sus mejores obras?

R. Cada una de mis creaciones es especial para mí, porque representan mi dedicación y creatividad.

P. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

R. Absolutamente, me apasiona la costura y encuentro satisfacción en cada trabajo que realizo. La posibilidad de crear algo único y hermoso con mis propias manos es una fuente de alegría y gratificación para mí.

P. ¿Cuáles son sus mejores experiencias como artesana?

R. Recibir el reconocimiento de mis clientes satisfechos y la oportunidad de compartir mi conocimiento y ayudar a otros a descubrir su pasión por la costura.

P. ¿Considera que su trabajo tiene valor artístico?

R. Definitivamente. Cada pieza que hago es única y refleja mi estilo personal y visión artística. La costura es un arte y hay que tener buen gusto.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Tengo un profundo respeto por los artesanos y su dedicación que le ponen a la conservación de tradiciones y técnicas artesanales. Admiro su habilidad para crear belleza con sus manos y su pasión por mantener vivas las artes y oficios tradicionales.

P. ¿Combina sus actividades artesanales con otras como fuentes para generar recursos?

R. Las prendas que confecciono o arreglo son una fuente importante de ingresos en mi hogar y contribuyen al sustento económico de mi familia.

P. ¿Pertenece algún gremio u asociación?

R. No, lamentablemente no pertenezco a ningún gremio o asociación.

P. ¿Cuáles son los mejores recuerdos de su vida?

R. Algunos están relacionados con los logros que he alcanzado, las amistades que he hecho con algunos clientes que son como mi familia, recibir felicitaciones por mi trabajo y los momentos en los que compartí mi pasión por la costura con otros.

P. ¿Cuáles son las frustraciones que ha tenido en su vida?

R. Como cualquier artesana, enfrento desafíos y frustraciones en mi camino, algunos de ellos son la dificultad para encontrar ciertos materiales o enfrentar competencia. Hay días que hay trabajo y otros que no. Sin embargo, estos malogrados días me han impulsado a ser más creativa y persistente en mi trabajo.

P. ¿Siente usted que el oficio del artesano se valora lo suficiente?

R. Aunque el oficio del artesano ha ganado reconocimiento y aprecio en los últimos años, aún hay un camino por recorrer en términos de valoración completa. Muchas veces minimizan nuestro trabajo o quieren pagar menos. Con el tiempo creo que cada vez más personas irán reconociendo el valor y la autenticidad de los productos hechos a mano y estarán dispuestas a apoyar a los artesanos locales.

P. ¿Cree usted que se puede mantener el legado de realizar cualquier tipo de artesanía?

R. Definitivamente, creo que es posible mantener la herencia de cualquier tipo de artesanía. El reto está en la transmisión del conocimiento a las nuevas generaciones. También es importante fomentar la apreciación y el apoyo de las diferentes instancias para garantizar su continuidad.

P. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

R. Como artesana, apreciaría un mayor apoyo y reconocimiento del Gobierno hacia la artesanía local. Esto podría incluir programas de capacitación, acceso a espacios de exhibición y venta, y políticas que promuevan la valoración y protección de las artesanías como parte del patrimonio cultural de nuestro país.

P. ¿Algún consejo o mensaje que desee compartir con aquellos que aspiran a seguir sus pasos en el mundo de la costura?

R. Claro, mi sugerencia principal es que nunca dejen de aprender y experimentar porque la costura es un oficio en constante cambio y siempre hay nuevas técnicas y estilos por descubrir.

Dediquen tiempo a practicar y perfeccionar sus habilidades, pero también mantengan la mente abierta para explorar y probar cosas nuevas. Además, les animo a tener paciencia y perseverancia porque el camino del artesano puede tener desafíos, pero con dedicación y esmero, podrá alcanzar sus metas.

Fue un verdadero privilegio tener la oportunidad de conocer más sobre su increíble trayectoria como costurera. Su dedicación, habilidad y pasión son evidentes en cada palabra que hemos compartido. Desde la calidad en sus arreglos y diseños únicos hasta la capacidad de transformar telas en obras maestras.

Definitivamente, quedó claro que es extraordinaria por su talento para la costura más que cualquier técnica; sus creaciones son el claro ejemplo de su habilidad y de la forma en que les da vida a las prendas que crea y arregla.

Jaqueline Tapia demuestra que coser es más que arreglar ropa. A través de su arte, nos invita a todos a apreciar el valor de las creaciones artesanales y a que siga inspirando a las generaciones futuras. ¡Gracias por su creatividad y gran corazón! (Redactora: María Isabel Vásquez Quilca)

Creaciones entre hilos y sueños

En su pequeño taller combina la creatividad e innovación en cada una de sus obras.

Considero que mi trabajo es un arte que nació conmigo y fue evolucionando, porque puedo poner toda la imaginación en representación física, en las prendas de vestir creadas y restauradas.

Adentrarnos en la vida y trayectoria de María Elena Navarrete Vaca, una artesana costurera con 30 años de experiencia laboral, implica explorar los aspectos más relevantes de su trabajo, así como anécdotas y vivencias a lo largo de la creación y evolución de su emprendimiento.

Nuestro objetivo principal es descubrir los logros, desafíos y lecciones aprendidas en su camino profesional, así como revelar los secretos detrás de su éxito y cómo ha logrado destacarse en su campo. No cabe duda que ella, ha dejado una marca significativa en su familia por su lucha constante y perseverancia. Ahora comparte con nosotros su visión única y su sabiduría acumulada a lo largo de los años y lo que hay detrás de la vida de esta gran artesana.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Realizo actividades relacionadas con la sastrería y me desempeño en el ámbito del modismo y la confección, así también al arreglo de prendas de vestir.

P. ¿Desde cuándo se dedica a este trabajo y quién le enseñó?

R. A los 28 años empecé mi trabajo, después de las enseñanzas de la señora Yolanda Gudiño, artesana con experiencia, que me acogió en su negocio, con el fin de enseñarme este hermoso trabajo y luego continué sola en este desafío.

P. ¿Usted le enseña a alguien más hacer sus destrezas en la costura?

R. Sí, principalmente a mi hija desde pequeña, también a mis obreras.

P. ¿De qué material están hechas sus artesanías?

R. Trabajo con telas, hilos, cierres, botones, elásticos, encajes y tres máquinas de costura que cumplen diferentes las funciones de bordadora, cortadora y pulidora.

P. ¿Cómo es el proceso del producto o servicio?

R. Reviso si la prenda tiene alguna falla o si el cliente trae referencias de algún ajuste o arreglo y posteriormente paso a tomar medidas y procedo a arreglar.

P. ¿Trabaja sola o acompañada y cuánto se demora?

R. Laboro con una ayudante de costura y dependiendo la temporada, pueden llegar a ser hasta tres. Mi trabajo consta de nueve horas diarias, pero también puede variar a más si la cantidad de prendas se deben entregar en el día.

P. ¿Cuánto gana por mes y cuánto invierte para ofrecer sus servicios?

R. En el mes, la base de ganancia redondea los 600 dólares mensuales y en cuestión de gastos, en material y mantenimiento de mi local, se invierte alrededor de 400 dólares.

P. ¿Qué es lo más difícil de realizar el producto o servicio?

R. Las prendas de vestir que necesitan un arreglo son más difíciles que confeccionar una nueva porque requieren un ajuste de medidas, aumento o recorte de tela.

P. ¿Cuál es el precio de cada una de las artesanías?

R. Según la prenda de vestir y el arreglo que requiera, va desde uno hasta 15 dólares.

P. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

R. Me encanta mi oficio y me alegra de que mi sustento económico dependa de lo que me gusta hacer.

P. ¿Cuáles son sus mejores experiencias como artesano?

R. Tengo varias, pero el estar siempre acompañada de mis clientes es la más grata porque nunca paso sola y han surgido grandes amistades a lo largo de mi trabajo.

P. ¿Considera que su trabajo tiene valor artístico?

R. Creo que es un arte que nació de mí y fue evolucionando porque puedo poner mi imaginación en representación física con mi trabajo y en las prendas creadas y restauradas.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Para mí, el artesano es una persona que tiene la capacidad de crecer en muchos ámbitos de la vida a través de lo que le gusta hacer y que se desempeña en diferentes oficios. Es un ser independiente que no está al mando de alguien superior a él. Yo escogí este trabajo por el tiempo que tengo para compartir con mi familia sin rendirle cuentas a nadie.

P. ¿El sustento económico principal en su hogar proviene de los servicios que ofrece?

R. Sí, es de mi trabajo totalmente.

P. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de vida?

R. Para mí, el poder abrir mi propio negocio después de ser empleada por algunos años.

P. ¿Siente usted que el oficio del artesano se valora lo suficiente?

R. Siento que no, a medida que voy trabajando llegan clientes que piden rebaja o juzgan los precios de mis

labores sin saber el tiempo que se emplea y el material del producto.

P. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

R. Me gustaría que los préstamos sean más accesibles, sin tanto trámite legal, y que el interés no sea tan alto para poder acceder a uno.

A lo largo de nuestra conversación, fuimos testigos de la dedicación que la señora María demuestra en su campo. Sus ideas y perspectivas nos han inspirado y desafiado a pensar de manera diferente. Deseamos que hayan encontrado valor y motivación en las palabras de nuestra invitada y que puedan aplicar estas lecciones en sus propias vidas y trayectorias profesionales. Recuerden que el conocimiento y la inspiración están en todas partes, solo debemos estar dispuestos a buscarlos y aprender de ellos. Sigan persiguiendo sus pasiones y, sobre todo, nunca dejen de aprender y crecer. (Redactor: John Paúl Casanova Araujo)

Manos que inspiran en cada puntada

En su pequeño taller combina la creatividad e innovación en cada una de sus obras.

Las costureras somos personas muy creativas que necesitamos constantemente innovar en modelos, procesos y maquinaria.

Sara Pabón, es una artesana de la parroquia de Salinas, dedicada a la costura, que emigró a la ciudad ibarreña para aprender el oficio y así ejercerlo en su localidad de origen. Sus mentoras y profesoras fueron las monjitas salesianas, donde acogieron a más de 50 estudiantes con muchas capacidades y con ganas de aprender el arte de la costura y moda.

Sarita, como le llaman en su parroquia de Salinas, en la actualidad tiene 44 años de edad, de los cuales, se dedica 24 años de su vida a ejercer, con mucha dedicación, trabajos de alta costura y arreglos de ropa, en su propio taller, donde sus clientes le visitan diariamente. Ella nos cuenta que luchó intensamente para tener su negocio propio y que empezó su oficio haciendo las prendas a mano. Con el pasar del tiempo, sus padres le obsequiaron una máquina y gracias a su esfuerzo, pudo ampliarse con la adquisición de máquinas más modernas.

A parte de la costura, Sarita busca otras fuentes para sustentar su hogar, porque es una mujer soltera y desde muy pequeña, se dedica al trabajo duro con sus padres y tres hermanos. Ella es la menor de su familia y sus progenitores siempre desean verle triunfar y hoy por hoy, está logrando en memoria de ellos.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Trabajo en el oficio de corte y confección elaborando prendas de vestir para señoras, caballeros y niños. Servicios de arreglo de ropa de todos los tamaños y telas.

P. ¿Qué tipo de material utiliza para la elaboración?

R. Cierres, botones, variedades de tela que el cliente requiera, elásticos y algunos materiales más. Con ellos doy

forma a bonitas prendas de vestir que son del agrado de quienes las adquieren.

P. ¿Cuál es el precio más regular de las prendas que realiza?

R. Siempre depende del modelo que se requiera. los precios varían desde 10 dólares en adelante y lo que más he cobrado es 50 dólares. Los arreglos cuestan desde uno a varios dólares.

P. ¿Le gusta su trabajo?

R. Sí, me encanta porque puedo reflejar mis inspiraciones en cada uno de los trabajos que desarrollo.

P. ¿Qué piensa usted sobre los artesanos?

R. Mi opinión es que somos unas personas muy creativas y que necesitamos constantemente innovar en modelos, procesos y maquinaria.

P. ¿Cree usted que el oficio de ser artesano es valorado?

R. No siempre es valorado porque desconocen el tiempo que le dedicamos a cada prenda y el gusto, paciencia, conocimiento y experiencia.

P. ¿Cree usted que su trabajo tiene un gran valor?

R. Sí, siempre, porque embellecemos a las personas con nuestros trabajos.

P. ¿Trabaja sola o acompañada?

R. Sola, porque no me da muchos recursos como para pagar una empleada.

P. ¿Qué tiempo le tomó montar su taller?

R. Dos años que fueron duros hasta que me conozcan.

P. ¿Cree usted que con el tiempo se mantendrá el legado de seguir realizando cualquier tipo de artesanías?

R. Creo que siempre depende del tipo de artesanías que se realice, unas sí se mantendrán y otras desaparecerán, dependiendo de las tendencias de la moda.

P. ¿Sus mejores experiencias al realizar su trabajo?

R. Me encanta ver la satisfacción de los clientes cuando reciben su pedido, se van contentos y agradecidos.

P. ¿Le gustaría obtener algún tipo de ayuda del gobierno?

R. Por supuesto que sí. Sería interesante contar con el apoyo en capacitaciones, materia prima y préstamos para maquinaria moderna.

P. ¿Piensa usted ampliarse para realizar más trabajos?

R. Sí, en un futuro próximo.

P. ¿Su trabajo es diario o por días?

R. Es solamente por días cuando hay clientes que buscan el servicio de arreglo o confección de una prenda de vestir.

P. ¿El sustento diario de su hogar sale de su taller de confección o las combina con otras actividades?

R. Convino con otras actividades porque no sale solo del taller.

Agradecido con usted Sarita por darme este espacio en su taller y hogar, por acogerme y contarme sus experiencias de vida y agradecerle por esa disposición y por la buena voluntad al contarnos un poco de sus proyectos y trabajos.

A lo largo de nuestra conversación, hemos visto y palpado la gran dedicación que Sarita Pabón le pone a su trabajo. Su dedicación, forma de emprender y dar lo mejor a sus clientes, nos inspira a que todos demos lo mejor de nosotros mismo para lograr los objetivos y metas propuestas. Fue un honor inmenso conocer un poco de tiempo de su vida y por las enseñanzas que nos da al observar el compromiso que le pone a su arte. Le deseamos todos los éxitos en sus nuevas metas y proyectos futuros. (Redactor: Giovanny Javier Arce Pabón)

Maribel Villegas

Creación de diseños únicos con pasión

En el taller se crean piezas únicas de alta costura.

Mis creaciones son inspiradas en las tendencias de la moda y los videos de internet que me ayudan a estar al día en innovaciones que pongo en práctica en todos los productos que confecciono.

Maribel Villegas es una confeccionista de ropa, tiene 41 años y vive en el barrio Los Ceibos de la ciudad de Ibarra. Desde los 12 años, Maribel es apasionada por la creación de diseños únicos y hermosos con sus propias manos. Cuenta con 39 años de experiencia y actualmente, tiene un taller al público donde crea, confecciona y arregla prendas de vestir.

Ella ama su trabajo y realiza con mucho entusiasmo porque siente que nació con la destreza de ser modista y no cree que exista mejor trabajo para ella en este mundo.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de trabajos elabora?

R. Confecciono prendas de vestir, soy modista y elaboro bordados y arreglos de ropa de todo tipo.

P. ¿Usted le enseña a alguien más hacer estos tipos de trabajos?

R. Sí, imparto mis conocimientos a mi hermana y a una trabajadora, aunque en realidad enseño a muchas personas más, sobre la elaboración de mis productos.

P. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

R. Que nos apoye con el acceso a créditos a bajo interés para crecer nuestros negocios y una organización productiva para nosotros los sastres y modistas.

P. ¿Qué tipo de prendas prefiere confeccionar?

R. No tengo preferencias, me gustan de todo tipo, pero si me gusta más confeccionar las prendas que son elaboradas con telas suaves.

P. ¿Trabaja sola o acompañada y cuánto se demora?

R. Tengo varios trabajadores que me ayudan en mi taller

y el tiempo siempre depende de qué tipo de prenda sea. Por ejemplo, una camiseta me puede tomar tres minutos en hacer, pero un pantalón me toma una hora entera.

P. ¿Cómo se mantiene actualizada en las últimas tendencias y técnicas de modistería?

R. Con videos de internet y poniéndoles en práctica en mi oficio y trabajos.

P. ¿Tiene alguna experiencia con clientes difíciles y cómo manejó la situación?

R. Sí, llegué a tener clientes complicados, pero soy una persona muy tranquila y en esas situaciones, siempre opto por el diálogo con la persona.

P. ¿Qué es lo más difícil de realizar en su trabajo?

R. La verdad siempre será la elaboración de chompas que tiene un proceso mucho más complicado.

P. ¿Siente usted que el oficio de modista se valora lo suficiente?

R. En verdad siento que nuestro oficio no es valorado en la actualidad.

P. ¿Qué tipo de herramientas y maquinarias utiliza en su trabajo?

R. Principalmente son las tijeras, tizas, reglas, cintas métricas, agujas, hilos, máquinas de coser y la plancha.

P. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

R. Yo amo y me encanta mi trabajo, por eso mismo es que llevo ya décadas de mi vida ejerciendo la profesión.

P. ¿Cuál es el proceso creativo al diseñar una prenda?

R. Me fijo mucho en otras prendas para obtener una base de inspiración.

P. ¿Cómo maneja los errores o problemas que surgen durante el proceso de confección?

R. Siempre cuando se presenten fallas, opto por tener mucha paciencia y agilidad.

P. ¿Con qué tipo de telas prefiere trabajar?

R. Me gustan las telas licras porque son suaves y es más placentero trabajar con ese tipo de material.

P. ¿Qué habilidades cree que son necesarias para ser una buena modista?

R. Primeramente, el amor por su trabajo y tener la habilidad con el manejo de máquinas y herramientas que se necesita y ponerlas en práctica en las obras solicitadas por los clientes.

P. ¿Qué consejos le daría a alguien que quiere convertirse en modista?

R. Mi consejo es que, si en verdad le gusta el oficio, ejerzan y que siempre pongan corazón y cariño a sus trabajos.

P. ¿Cómo maneja los plazos de entrega de sus prendas?

R. Realmente no tenemos una organización exacta, pero nos manejamos por orden de pedidos, aunque en ocasiones nos solicitan trabajos de urgencia para ese mismo día y, por ayudar, accedemos. De igual forma, si en ocasiones no llegamos a terminar el trabajo para la fecha establecida, llamamos al cliente a comunicar que la prenda no está lista aún, siempre con el respeto debido.

P. ¿Cuáles son los trabajos que más le gusta confeccionar?

R. Los vestidos, porque al tener a la clienta aquí, siempre se admira de cómo hago un vestido en solo dos horas y amo la carita de satisfacción que se lleva al terminar el trabajo.

Muchas gracias a la señora Maribel, quisiera expresar mi más sincero agradecimiento por compartir conmigo su historia y su pasión por la moda. Su trabajo es verdaderamente inspirador y nos recuerda la importancia de valorar y apoyar a los artesanos locales.

Es admirable cómo logra plasmar su creatividad y habilidades en cada una de sus creaciones, lo que demuestra su dedicación y compromiso con su arte. Espero que siga cosechando éxitos en su carrera como modista y que continúe siendo una fuente de inspiración para otros artesanos y diseñadores. ¡Le deseo todo lo mejor en sus futuros proyectos! (Redactor: Edwin Daniel Toaquiza Vargas)

La magia de la costura en cada prenda

La artesana Silvia Chávez en su pequeño taller.
Su habilidad para materializar ideas y crear prendas únicas, le ha permitido trabajar en diversos proyectos por cuenta propia o en colaboración con varias marcas.

Silvia Chávez es una talentosa costurera con una pasión incansable por el mundo de la moda. Ella es una mujer de 32 años cuyo amor por la costura se remonta a su infancia. A pesar de enfrentar dificultades, perseveró y siguió su sueño de convertirse en una destacada profesional en el campo de la confección.

Desde muy temprana edad, Silvia descubrió su fascinación por la modistería. Cosía ropa para sus muñecas y, a medida que crecía, su interés por este arte no hacía más que aumentar. Durante su tiempo en el colegio Monseñor Leónidas Proaño, aprovechó la oportunidad para continuar su formación en corte y confección. Fue en esta etapa donde comenzó a perfeccionar sus habilidades y a desarrollar su visión creativa. Aunque el camino no fue fácil, ella demostró una determinación inquebrantable para superar los obstáculos.

La experiencia de Silvia no se limita únicamente a su formación académica. Durante los últimos años, tuvo la oportunidad de trabajar en diversos proyectos, por cuenta propia o en colaboración con otras marcas. Su habilidad para materializar ideas y crear prendas únicas, le valió el reconocimiento de clientes satisfechos y de colegas de la industria.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Soy costurera, me encargo de la fabricación de todo tipo de ropa para mujer, hombre, niños, niñas, sea deportiva, casual o vestidos y lo que los clientes soliciten. Pero mis prendas favoritas son la ropa casual porque es más cómoda y hay gran variedad de diseños, modelos y telas.

P. ¿Desde cuándo trabaja en la costura y quién le enseñó?

R. Me dedico a la costura ocho años aproximadamente, desde que era niña experimentaba creando ropa para mis muñecas, pero en el colegio Monseñor Leónidas Proaño, fue donde aprendí el arte de la costura y después seguí en varios cursos.

P. ¿Usted le enseña su arte a alguien más?

R. Sí, yo comparto el conocimiento a mis hijas, a las mujeres que vienen a trabajar conmigo y estoy abierta a enseñarle a todos los que quieran aprender.

P. ¿De qué material están hechas sus prendas?

R. Depende mucho del tipo de ropa que se va a confeccionar, por ejemplo, cuando hacemos ropa deportiva, la tela que más usamos es poliéster y licra.

P. ¿Cómo es el proceso del producto?

R. Lo primero que se debe tener en cuenta al realizar una prenda es tener la idea de lo que se quiere crear, después se escoge el diseño y se empieza a cortar y unir mediante un patrón específico.

P. ¿Qué tipo de máquinas usa?

R. Las tres máquinas básicas que se necesitan para coser son la recta, recubridora y overlock, pero también usamos elasticadoras, para ojales, entre otras.

P. ¿Trabaja sola o acompañada y cuánto se demora?

R. Laboro con siete mujeres emprendedoras y trabajadoras. Entre todas podemos tardar varios días en realizar un pedido grande porque depende de la complejidad y cantidad de prendas que estén en el pedido.

P. ¿Cuánto gana por mes y cuánto invierte para desarrollar sus productos o servicios?

R. Mis ingresos totales son de 2.500 dólares mensuales, pero esto se divide en las remuneraciones a las trabajadoras, compra de producto y pago de servicios básicos.

P. ¿Qué es lo más difícil al realizar sus productos?

R. Considero que lo más complejo es llegar a tener la costura perfecta, para que la prenda tenga calidad y conseguir un buen resultado final.

P. ¿Trabaja para alguna empresa?

R. Sí, para varias empresas, entre ellas están Anitex, Mony, Ángel Baby. Nos contactamos vía telefónica y coordinamos la entrega del producto ya finalizado.

P. ¿Cuál es el precio de cada una de las prendas?

R. El precio varía dependiendo de la complejidad, el tiempo que lleve hacerla. Aproximadamente en algunas camisas el costo final es de 0.50 centavos.

El humilde taller donde las ideas innovadoras surgen y las plasma en sus confecciones.

P. Aparte de realizar trabajos para estas empresas ¿realiza otras actividades de la modistería?

R. Sí, hago arreglos de ropa particular o confecciono vestuario específicamente para mí y mis hijas.

P. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

R. Sí, lo que más me encanta es tener el poder de vestir a la gente, transformando una simple tela en una hermosa prenda.

P. ¿Considera que su trabajo tiene valor artístico?

R. Sí, el simple hecho de transformar telas es un arte.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Muchas veces somos la base de las grandes empresas porque tenemos el poder de generar emoción y alegría a las personas por medio de nuestras creaciones.

P. ¿El sustento económico principal en su hogar proviene de las artesanías que usted elabora o combina con otra actividad para generar recursos?

R. No, todos los ingresos que hay en mi hogar, provienen de mi trabajo como costurera.

P. ¿Cuál es su mayor sueño?

R. Hacer de mi taller una empresa, tener mi propia marca y generar empleo para otras mujeres que necesiten un ingreso y que sean madres fuertes y luchadoras que quieran salir adelante.

P. ¿Cuáles son las habilidades o técnicas que considera más importantes en su trabajo como costurera?

R. Creo que tener la disponibilidad de aprender a hacer las cosas bien, porque de esta manera, se puede realizar el trabajo más rápido y efectivo, sin perder su calidad.

P. Cuéntenos una anécdota o desafío que haya tenido y cómo lo superó?

R. Le comento que, en una ocasión, los productos salieron con muchas fallas; en este caso, perdí mi credibilidad y su confianza. Hay que recordar que a veces un pequeño error genera grandes pérdidas tanto económicas como personales. Superé esto realizando una carta vía WhatsApp, pidiendo disculpas y explicando lo sucedido. Varios días después, recibí una respuesta y me brindaron la oportunidad de continuar trabajando con ellos.

Silvia nos enseña la importancia de perseverar y nunca renunciar a nuestros sueños. A pesar de las dificultades y la falta de apoyo, ella sigue adelante, alimentando su pasión por la costura y construyendo una carrera exitosa.

Le deseamos a Silvia todo el éxito en su carrera y en la consecución de sus sueños. ¡Recuerden siempre soñar, caminar y crecer! ¡Nada puede detenerlos si mantienen viva la chispa de su pasión y siguen adelante con valentía y perseverancia! (Redactora: Ana Mishel Romero Quespaz)

La historia y el arte afro que revelan las máscaras

Variedad de artesanías afro ecuatorianas se proyectan hacia el mundo.

Prácticamente lo que nosotros contamos en nuestras máscaras de arcilla es la historia misma de nuestro pueblo afro ecuatoriano y cómo vivimos nosotras las mujeres.

Anita Lucía Lara, es una mujer afro ecuatoriana, oriunda de la comunidad de Mascarilla, en el límite provincial con la provincia de Imbabura. Madre de cuatro hijos que luego de 16 años de casada y recibir maltrato de género, decidió poner un alto, decir basta y separarse de su esposo. Ese tipo de violencia hizo que ella sea ahora una gran persona, que defiende los derechos de las mujeres por medio del Sindicato Unión Nacional de Trabajadoras Remuneradas del Hogar y Afines (UNTHA), en donde actualmente es parte de la directiva nacional y coordinadora provincial del Carchi.

Es miembro y líder del Grupo Artesanal Esperanza Negra (GAEN), tiene la experiencia de viajar a varios países del mundo a compartir y socializar su cultura y así mismo conocer de otras. Gran parte de su vida se dedica al arte de crear rostros de mujeres en máscaras de arcilla y al servicio de la comunidad, mediante ayudas a las familias locales, a jóvenes para que realicen campamentos vacacionales con el apoyo del GAD Mira, entre otros aspectos positivos en la vida de ella.

En una tarde nos encontramos con Ana Lucía Lara para conocer un poco de su trayectoria en su trabajo de elaboración de máscaras y sobre su vida.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Muy buenas tardes, soy Anita Lara, artesana de profesión y elaboro a mano todo tipo de máscaras con arcilla que tenemos en la misma comunidad.

P. ¿Desde cuándo se dedica a este trabajo y quién le enseñó?

R. Son casi 30 años que estamos en la elaboración de máscaras. La verdad aprendí desde muy temprano,

prácticamente vino acá a nuestra comunidad un voluntario de Bélgica, antropólogo, que conocía el sitio donde hay la arcilla y nos mostró la posibilidad de diseñar máscaras en base a nuestra historia y también a los conocimientos que nos han transmitido nuestros abuelitos.

P. ¿Usted le enseña a alguien más hacer este tipo de artesanías?

R. Desde que yo vengo haciendo las máscaras, a mí me gusta enseñar a los niños, jóvenes y adolescentes también, para que este legado no se quede solamente en nosotros, sino que también trascienda dentro de la comunidad. Les iniciamos desde niños porque hay que ir creando conciencia del porqué hacemos y que también esto nos sirva para presentar y socializar nuestra historia y se apoyen en la economía de nuestros hogares.

P. ¿Cómo es el proceso de elaboración del producto?

R. Tenemos que ir a las montañas cercanas llevando sacos de yute, agua, palas y picos para seleccionar la arcilla adecuada. Cuando le encontramos se presenta un poco chiclosa, le vemos que no tenga sal y grumos, recogemos en los recipientes y traemos a casa porque tenemos que pisarlo para que se vuelva polvo. Acto seguido, tamizamos o cernimos y hacemos la mezcla con agua para hacer una masa similar a la del pan, dejamos reposar de uno a dos días y luego realizamos las máscaras. Dejamos secar bajo la sombra y posteriormente quemamos en hornos de leña o gas durante seis horas para que quede la consistencia tipo ladrillo. Sacamos al otro día cuando ya están frías para pintarlas y hacer los acabados.

P. ¿Trabaja sola o acompañada y cuánto tiempo se demora?

R. Somos una asociación de mayoría mujeres. Empezamos más de 50 señoras, pero al final terminamos siendo 11, conjuntamente con niños que hoy ya son jóvenes y que empezaron desde los cinco años. Un adulto mayor, pero somos nueve quienes elaboramos las artesanías.

El tiempo que le dedico es una o dos veces a la semana en la actualidad. Antes hacía todos los días, pero el interés de realizar las máscaras no solamente nos llevó a tener una fuente de economía para nuestros hogares, sino también nos dio la oportunidad de irnos capacitando más, estudiar y sacar adelante a nuestras familias; obtener nuestros títulos, porque fue parte del proceso de reivindicación cultural y porque no nos vamos a quedar solo en conocer nuestra historia, sino también en ir adquiriendo más conocimientos para brindar a la sociedad.

P. Para realizar las artesanías, ¿se requiere de alguna inversión?

R. Prácticamente el tiempo para ir a traer la arcilla y recoger la leña. El dinero que tenemos que invertir en transporte y un rubro para un ayudante que contribuya a cargar los sacos de arcilla porque son pesados. Tenemos que comprar pinturas, cepillos y todos los implementos para realizar las máscaras. Pero también debemos tener en cuenta los materiales que tenemos en casa; por ejemplo, un pedazo de tubo PVC que nos sirve como base, una tela, un cuchillo, una funda plástica y una botella que usamos como rodillo.

P. ¿Cuál es el mensaje de sus artesanías al mundo?

R. Todas las piezas son elaboradas a mano y por eso cada máscara es única; ninguna se repite porque son

creaciones del momento. Lo que nosotros hacemos es plasmar en las máscaras lo que estamos sintiendo, lo que vivimos, la cotidianidad, lo que vemos en nuestro pueblo. Prácticamente lo que nosotros contamos en nuestras piezas es la historia misma de nuestro pueblo afro ecuatoriano y también cómo vivimos nosotras las mujeres. En una pieza expresamos todo un sentimiento, un bagaje cultural de nuestros antepasados y por ende, de nuestra sociedad actual.

P. ¿Existe alguna complicación al realizar el producto?

R. Sí, a veces no tenemos todos los implementos adecuados; por ejemplo, al momento de quemar o cuando no está bien mezclada la arcilla se nos rompen. Si es un poco complicado, pero todo con paciencia, haciéndolo con amor, se puede hacer de mejor manera y vamos buscando estrategias también para que cada creación salga y no se nos malogre. Otra de las situaciones difíciles es cuando viene la comercialización. En tiempo de pandemia se cerró todo y también el local donde se exponían todas nuestras piezas, pero no es un impedimento para dejar ahí, más bien nos da más fuerzas para seguir haciendo, continuar trabajando y seguir demostrando la vida afro ecuatoriana mediante las máscaras.

P. ¿Cuál es el precio de cada una de sus artesanías?

R. Los llaveritos a tres dólares y piezas mucho más grandes que pueden costar hasta los 150 dólares.

P. A parte de vender su producto por cuenta propia, ¿comercializa en algún almacén, mercado u otro lugar?

R. Nosotros participamos en las ferias nacionales y cabe mencionar que hemos participado en eventos internacionales representando al Ecuador. También

sacamos nuestro producto a Canadá, en donde un grupo de jóvenes nos ayudaba en el comercio justo. Además, hemos llevado a Italia, a donde viajamos durante todo el proceso de revitalización cultural que duró cinco años. En la actualidad participamos, por ejemplo, en la feria del CIDAP - Centro Interamericanos de Artes, en Ecuador, que es un evento de excelencia donde se unen artesanos de todo el mundo.

P. ¿Cuáles son sus mejores experiencias como artesana?

R. Son muchas y gracias al trabajo que hago, he sido reconocida como artesana no sólo dentro del país sino también fuera, por gente de otros países; he podido viajar y visibilizar lo que hago, no solamente a través de las artesanías sino también por medio de la música y baile, porque eso es lo que expreso en los movimientos, la dualidad, todo el bagaje de mi gente y esas experiencias son únicas.

Además, el hecho de haberme dado la oportunidad de formarme, ser una buena madre y sacar adelante a mis hijos gracias a mi trabajo.

P. ¿Considera que su trabajo tiene valor artístico?

R. Demasiado, porque estamos plasmando nuestro interior en arte y expresando la cultura misma del pueblo afro ecuatoriano.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Que somos muy valiosos y que damos a conocer la vida de un pueblo, porque un pueblo sin historia no es nada, entonces estamos dando a conocer nuestra cultura propia mediante el trabajo que hacemos.

P. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de vida?

R.Viajar a Italia, conocer Venecia, expresar a otras culturas mi trabajo, mi labor, y estar inmersa con otros artesanos que han demostrado también su talento mediante el arte.

P. ¿Cree usted que se puede mantener el legado de realizar cualquier tipo de artesanía?

R. Claro que se puede mantener, enseñando a otros porque la vida es efímera y en cualquier momento nos vamos; por eso debemos instruir a alguien más que pueda seguir con este conocimiento.

P. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría recibir del Gobierno?

R. Primeramente, que nos apoyen a posicionar nuestra marca, que nuestro producto sea más visible y que se conozca a nivel nacional e internacional; que nos permitan participar en todas las ferias de Ecuador y también en el extranjero, para demostrar que el afro ecuatoriano también existe y capaz de hacer muchas cosas con las manos. Además, que al artesano se valore, que dispongamos de fondos para la materia prima. El paternalismo también nos hace daño, pero es un modo de darnos un empujón para salir del anonimato en donde estamos.

Le agradecemos a Ana Lucía Lara por haber compartido una parte de su tiempo en donde nos contó un poco de su trayectoria y experiencia con el fin de que los artesanos afro ecuatorianos tengan su reconocimiento y se apoye su trabajo porque ellos también luchan para vivir día a día. (Redactora: Mayerli Estefanía Guerrero Viscarra)

Tallado en madera con pasión y dedicación

La artesanía en madera se mantiene por generaciones.

Los artesanos somos personas trabajadoras que día a día luchamos por mantener a nuestras familias con algo tan único como nuestro trabajo elaborado a mano, aunque es un trabajo poco valorado por las personas.

Muebles Andrade es un taller que se encuentra ubicado en la Panamericana Norte, cerca de Los Olivos. Ofrece una gran variedad de muebles y entre sus trabajos más representativos, están el tallado de juego de salas y camas.

Lidia Castillo es la propietaria del negocio, trabaja con dos empleados, además de su padre que fue el dueño original, quien nació en San Antonio de Ibarra y desde los 15 años ya trabajaba en el oficio. Ella, al igual que su padre, aman tallar. Por esta razón, a pesar de las dificultades económicas que se presentan, no cierran porque para ellos es parte de su ser. Además, son felices al ver la cara de satisfacción de cada uno de sus clientes que se van con sus muebles.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Tallado de muebles, juegos de sala, aparadores, veladores, espaldares de las camas.

P. ¿Usted le enseña a alguien más hacer estos tipos de artesanías?

R. Sí, a mis trabajadores con el fin de seguir manteniendo la tradición de elaborar este tipo de artesanías.

P. ¿De qué material están hechas sus artesanías?

R. De madera de diferentes tipos.

P. ¿Cómo es el proceso del producto?

R. Primero es necesario comprar las tablas y después ir cortando, tallando parte por parte, hasta logar tener las piezas perfectas, unir y crear el mueble.

P. ¿Trabaja sola o acompañada y cuánto se demora?

R. Trabajo con dos ayudantes y depende mucho del pedido. Si se trata de algo pequeño no más de dos días y si es grande, entre cinco días o una semana.

P. ¿El producto se hace totalmente mano o usa algún tipo de maquinaria?

R. Me ayudo de máquinas en gran parte, pero los detalles se hacen a mano.

P. ¿Qué es lo más difícil de realizar el producto?

R. Que todo quede al mismo nivel, tener las medidas exactas y que los diseños queden agradables para el público.

P. ¿Cuál es el precio de cada una de las artesanías?

R. No tienen un costo fijo porque varían dependiendo de la madera que se utilizó y también de tamaño del mueble.

P. Aparte de vender su producto en este lugar ¿comercializa en algún almacén, mercado u otros?

R. Sí, tengo unas entregas a tiendas pequeñas en otro lugar.

P. ¿Cuáles son sus mejores obras?

R. Juego de salas que se venden y se van a diferentes ciudades del país.

P. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

R. Sí, disfruto hacer mi trabajo porque, a más de mantener la herencia de seguir tallando los muebles, sigo enseñando a las nuevas generaciones.

P. ¿Cuáles son sus mejores experiencias como artesano?

R. Conocer gente y tener la satisfacción de hacer mi trabajo con amor y ver cómo la gente le gusta y me felicita por eso.

P. ¿Considera que su trabajo tiene valor artístico?

R. Sí, porque depende de la creatividad tanto de mis trabajadores como mía para elaborar cada una de las piezas, ya sean auténticas o una réplica pedida por el cliente.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Que somos personas trabajadoras que día a día luchamos por mantener a nuestras familias con algo tan único como la artesanía, aunque es un trabajo poco valorado.

P. ¿El sustento económico principal en su hogar proviene de las artesanías que usted elabora o lo combina con otra actividad para generar recursos?

R. Es 100% dependiente de este negocio.

P. ¿Pertenece algún gremio u asociación y ha sido líder?

R. No.

P. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de vida?

R. Crecer con mi familia unida y que juntos trabajamos para salir en adelante. El recuerdo más lindo es que mi padre me enseñó el arte del tallado.

P. ¿Siente usted que el oficio del artesano se valora lo suficiente?

R. No, a veces es un trabajo mal pagado porque la gente no le considera importante.

P. ¿Cree usted que se puede mantener el legado de realizar cualquier tipo de artesanía?

R. Creo que las artesanías son esenciales en la vida de las personas, por este motivo siempre se mantendrán.

P. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

R. Tener una asociación donde todos los artesanos nos apoyemos mutuamente y que el gobierno nos ayude con eventos donde podamos mostrar nuestro trabajo.

Gracias a artesanos como Lidia, que día a día se levantan y con sus manos elaboran obras de arte a través del tallado de muebles, es que disponemos infinidad de artículos de esta naturaleza. Felicitamos y agradecemos a Lidia por su trabajo, porque en cada una de sus piezas, resalta el amor que le pone a su trabajo. (Redactora: Ana Elizabeth Flores Hidalgo)

Alex Fernando Coral Pillajo

Todo experto fue principiante

Los muebles para casas y edificios son su especialidad.

Una de

mis

mejores

obras son los closets, pero también me contratan para amoblar casas en construcción, con muebles de cocina, puertas, marcos de ventana y pisos flotantes.

En la ciudad de Ibarra se mantiene grandes tradiciones artesanales y una de ellas es la carpintería de Alex Fernando Coral Pillajo. Su vida y experiencias no se comparan con las de otras profesiones, siempre existen detalles que les diferencian y aquí conoceremos sobre su arte y oficio, anécdotas y el trabajo que desempeña, al ser el artista de tablas y virutas.

Alex es de origen humilde y a sus 44 años de edad, desempeña su labor profesional en distintos sectores ibarreños. Durante su trayectoria como aprendiz de carpintería desde los 15 años, ejerció su profesión a pesar de las distintas dificultades, mismas que no fueron impedimento para adquirir su propio negocio. Él nos expresa cómo fue su vida, anécdotas y su trabajo en la carpintería.

P. ¿A qué se dedica en su taller?

R. Soy maestro carpintero hace 29 años, cuento con un negocio propio en donde uso mis habilidades en la madera. Realizo cualquier tipo de trabajo, ya sea muebles de cocina, armarios, comedores, marcos de espejos, puertas, sillas y mesas para niños, camas y todo tipo de arreglo de muebles viejos o dañados. Me dedico completamente al diseño y venta de muebles. Esto es lo que me gusta y lo que he aprendido durante toda mi vida.

P. ¿Recurre a realizar otras actividades para solventar sus gastos familiares?

R. Sí, también, trabajo en ocasiones como contratista, gracias a la amistad que he ganado con algunas personas que laboran en distintos proyectos de construcción. Realizo trabajos en todo lo referente a madera e inmobiliaria. Vivo como jornalero; es decir trabajo al día. Me dedico a completar cualquier obra que me pida el cliente de acuerdo

a un presupuesto establecido antes. Vivo en mi pequeña casa con mi mamá, hijos y mis dos hermanas. Contamos con los recursos básicos para vivir. No es una millonada, pero se vive establemente, y aunque a veces es difícil sustentar los gastos, se hace lo posible por salir adelante y sostener el hogar.

P. ¿Qué piensa usted de los artesanos?

R. Los artesanos como yo, tratan de sobresalir en este mundo más competitivo y por lo que visto, hay nuevas tecnologías que quitan el trabajo manual de las personas. Cada uno busca sacar para el pan del día. Soy amigo de personas que laboran en la misma profesión; sin embargo, hay carencias y pienso que, aunque sea duro, cada uno hace lo posible por sacar adelante a su hogar.

P. ¿Recibe alguna ayuda al momento de trabajar en alguna obra?

R. Por lo general, trabajo solo. Hace algunos años laboraba con mi primo en carpintería. Pero gracias a Dios, pude ponerme mi propio taller y aquí trabajo siempre de 8:00 a 20:00, de lunes a sábado. Casi nunca tengo ayudantes, pero si hay un contrato grande, mi hijo mayor colabora en el proceso de lijar, lacar la madera y otros.

P. ¿Cuáles consideraría sus mejores trabajos?

R. Una de mis mejores obras y por las que me buscan la mayoría de clientes, son los closets. Pero también me contratan para amoblar casas en construcción con muebles de cocina, puertas, marcos de ventana, pisos flotantes. Además, estas obras, me permiten generar un cierto reconocimiento entre los clientes que ya me conocen por el diseño y calidad que ofrezco.

P. ¿Nos podría contar sus mejores experiencias?

R. La que puedo llamar mi favorita, fue cuando viajé a la Base Naval en el puerto de Guayaquil. Ahí mi trabajo consistió en poner las puertas en las oficinas. Esa obra le hicimos junto con mi primo y amigos. Fue una vivencia muy buena porque jamás había visitado Guayaquil y se hizo posible por medio de mi profesión. También recuerdo la vez que viajé a Ipiales-Colombia para un contrato de poner muebles en un centro comercial.

P. ¿Cuáles serían los mejores recuerdos de su vida?

R. Cuando era apenas un aprendiz en el taller de Don Pablo. En ese lugar sentí por primera vez el amor por el trabajo duro. don Pablo me enseñó desde las bases de la carpintería que me servirían para convertirme en maestro consolidado. Siempre repetía: “todo experto fue alguna vez un principiante”. Esas palabras siempre las recuerdo cada vez que tengo un mal día.

P. ¿Pertenece a algún gremio de artesanos?

R. No, en realidad soy un poco más independiente, por esa razón me puse mi taller de carpintería para trabar para mí.

P. ¿Recibió algún tipo de ayuda económica o social?

R. Sí. De mis familiares para arrendar el local donde puse mi taller. También el apoyo de amigos e hijos que fueron mi motivación.

P. ¿Qué frustraciones ha experimentado durante toda su trayectoria profesional?

R. Como en todo trabajo, es la falta de clientes porque se labora al día. Hay veces que no hay tanto movimiento y no se gana nada. También, las deudas que siempre nos molestan y eso frustra porque se tiene la intención de

pagarlas, pero los ingresos son escasos y no nos permite solventarlas. La frustración más grande fue eso, el no tener para comer y cubrir los gastos de la casa.

P. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

R. Que se generara más plazas de empleo para carpinteros como yo. Aunque me he mantenido solo pero nunca cae mal una ayuda en trabajo.

P. ¿Le hubiera gustado trabajar en algo más?

R. En realidad, no, estoy bien con lo que hago, me gusta y elaboro a conciencia mi trabajo. Si bien las ganancias no son algo fijo, siempre se saca algo y hay días en los que si hay algún contrato grande con mayores ingresos.

Así es la vida de un gran carpintero que tiene que sobrevivir a veces, debido a que las obras no siempre cubren sus necesidades económicas. Pero el optimismo sigue y le deseamos el mejor de los éxitos en su trabajo. (Redactora: Justyne Milena Coral Lanchimba)

El arte del tallado y la decoración en madera

El taller es un centro de exposición permanente del arte en tallado de madera.

Sorprender al cliente con un trabajo de calidad llena de bienestar el alma. Pienso que esa es la mejor experiencia que llevo de ser artista y artesana.

Al dirigirnos al sector de San Antonio de Ibarra, nos encontramos con Graciela Montesdeoca, nativa del lugar. Ella es una artesana calificada que desciende de una larga tradición familiar de artes plásticas y su taller Multiarte se enfoca en el trabajo de tallado en madera. Ella y su esposo son parte de este proyecto, que abre sus puertas al servicio de los clientes todos los días del año.

Su trabajo se enfoca en la elaboración manual o dirigiendo proyectos en diferentes ámbitos, especialmente, de arte religioso. Tras largos años de experiencia, Gabriela se siente profundamente orgullosa y feliz de seguir con el legado que perdurará en el tiempo y espacio, reflejando todos los años de estudio y labor en sus preciadas obras de arte.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R.Soy una artesana calificada en decorado y tallado de madera, siempre en mis creaciones, intento innovar y construir diferentes productos.

P. ¿Desde hace cuántos años se dedica a este trabajo? Y ¿Quién le enseñó?

R. Llevo casi 30 años elaborando artesanías, mi experiencia y aprendizaje se lo debo a mi querido padre, que en paz descanse.

P. ¿Le enseña a alguien más a hacer estos tipos de artesanías?

R. En diferentes trabajos en conjunto se transfieren diferentes conocimientos, aquí en San Antonio de Ibarra se vive del arte y siempre se comparte nuestros aprendizajes con las siguientes generaciones de artesanos.

P. ¿De qué material están hechas sus artesanías?

R. De diversos tipos de madera, pero prevalece el cedro, que es la mejor materia prima para trabajar. También el nogal es muy usado en este entorno porque esta madera es oscura, tiene su rasgo característico porque no se necesita usar pintura, al igual el laurel y otras más.

P. ¿Cómo es el proceso del producto?

R. Cada artesanía tiene sus diferentes procesos, como el forjado, tallado, pulido, y de acuerdo con lo que se realice, dependerá el precio final; también del acabado, al igual que el material usado.

P. ¿Trabaja sola o acompañado?

R. Mi esposo ayuda en algunos de los procesos, aunque él también es un artesano y elabora diferentes objetos, les estiliza y prepara, pero en los trabajos de Gabriela el mayor porcentaje realiza ella.

P. ¿Cuánto gana por mes y cuánto invierte para hacer el producto?

R. Esto depende de la demanda que existe por cada temporada, al igual que el material que se use para elaborar los diferentes objetos que se destine a vender, y aunque los últimos años las ventas de artesanías decayó, sigo viviendo de mi trabajo porque es rentable para mí.

P. ¿El producto lo hace totalmente mano o usa algún tipo de maquinaria?

R. Todo es hecho a mano, el trabajo se enfoca en nuestra creatividad, imaginación y habilidad que juegan un papel importante en la construcción de las obras y es aquí donde creo que se distingue el papel del artesano. Cada proceso de elaboración de la artesanía tiene su dificultad, dependerá

mucho de la construcción del producto y el resultado que se desee obtener porque trasmitir las ideas a la madera siempre será un trabajo algo complejo.

P. Aparte de vender su producto en este lugar ¿comercializa en algún almacén, mercado u otros?

R. Muchas veces hay personas que llegan de diferentes partes del Ecuador, hacen compras de pequeños detalles que se regalan en reuniones formales o simplemente como regalos familiares, aunque tengo que resaltar que también mis obras y las de mi padre llegaron a ser reconocidas internacionalmente.

P. ¿Cuáles son sus mejores obras?

R. No podría definir con exactitud, cada una de las composiciones que hago son totalmente únicas e irrepetibles, aunque podrían variar el tamaño, cada pieza es especial para mí.

P. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

R. Estoy muy contenta con mi trabajo. Aquí en mi taller me siento muy a gusto de trabajar junto a mi esposo y me llena de orgullo seguir con la gran obra que heredé de mi padre.

P. ¿Cuáles son sus mejores experiencias como artesano?

R. La satisfacción más grande en todos estos años de experiencia es realizar las obras con todo el amor y el cariño. Sorprender al cliente con un trabajo de calidad, llena de bienestar mi alma y considero que esa es la mejor experiencia que llevo de ser artista y artesana.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Como nativa de San Antonio de Ibarra, llevamos un renombre al ser artesanos. Aquí existe el colegio

Diseño en miniatura de carácter religioso.

especializado en artes y desde muy pequeños adquirimos esa afición al arte. Existe mucha competencia aquí a nivel laboral, pero me da mucha alegría saber que no se pierde estas hermosas tradiciones. Creo que siempre se necesitará de artesanos que plasmen diferentes ideas de los clientes, y con los años, debemos innovar nuevas maneras de expresión.

P. ¿El sustento económico principal en su hogar proviene de las artesanías que usted elabora o combina con otra actividad para generar recursos?

R. Siempre fue mi fuente principal de ingresos.

P. ¿Pertenece algún gremio u asociación y ha sido líder?

R. Junta de Defensa del Artesano Claro, a la y a la Asociación de Artesanos de San Antonio de Ibarra; y además de eso, soy artesana calificada.

P. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de vida?

R. Trabajar y aprender de mi papá es la mayor satisfacción que tengo en mi vida. Me llevo grandes recuerdos de su labor porque fueron reconocidos internacionalmente y hablan por sí mismo del gran legado que dejó en este mundo.

P. ¿Cuáles son las mayores frustraciones que tuvo en su vida?

R. La falta el apoyo gubernamental o del Ministerio de Turismo, para promocionar nuestro querido San Antonio, cuna del arte.

P. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

R. Que explote este sector turístico, que impulse estas manifestaciones artísticas y muestre el trabajo que existe

detrás de cada obra o escultura. Con los años parece que olvidamos esta gran cultura que tenemos y es algo que atenta no solo con nuestra economía sino también con nuestra identidad.

Gabriela agradeció infinitamente el tiempo brindado para indagar y conocer su historia, el hermoso arte que hace maravillar los sentidos a todo aquel que se acerca a su taller. Nos invitó a conocer y honrar el arte que emana de sus manos y de sus antepasados.

Sus creaciones, además de tener un valor monetario, tienen una gran importancia simbólica. El trabajo artesanal en madera, en San Antonio de Ibarra, tiene un reconocimiento internacional y cala muy fuerte en nuestra identidad como ecuatorianos. (Redactor: Nelson Francisco Muñoz Revelo)

Manuel Mesías Morocho

Devoción plasmada en el arte del tallado

El arte religioso ha trascendido fronteras.

A un extranjero le gustó mucho mi trabajo y enseguida me compró un Cristo, pidió que ponga mi nombre y firma. Poco después, me dice que es el Canciller de Alemania radicado aquí en el Ecuador.

Manuel Mesías Morocho Recalde es un reconocido escultor oriundo de San Antonio de Ibarra. Un artesano que hace sus obras religiosas a mano y que se ganó el reconocimiento internacional. Sus trabajos están en varios países y está feliz y contento de haber trascendido en lo que le gusta hacer.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Desde que me acuerdo, mi padre dedicó toda su vida a la artesanía, siempre le gustó el arte, y por eso decidí continuar en honor a él. Son más de 40 años que me dedico al tallado en madera, y con el pasar del tiempo, me fue gustando más, porque para realizar este tipo de trabajo, se necesita tener mucha paciencia y amor por las obras de arte, especialmente religiosas.

P. ¿Cuántas personas trabajan con usted?

R. Siempre laboro solo desde que mi papá no está. Un tiempo me ayudaba mi hijo, pero mejor le mandé a estudiar y ahora es militar, porque como artesano, desde que se dolarizó, cambió todo y ganamos muy poco; es decir, no valoran nuestro trabajo.

Ya no se puede tener oficiales desde que la ley obliga a afiliarles al Seguro Social. Entonces, automáticamente los talleres quebraron, pero dando gracias a Dios y en mi caso, no necesito gente, puedo hacer mis obras sin ayuda de nadie debido a que es un trabajo muy minucioso.

P. ¿Cuáles fueron sus mejores obras?

R. En general todas han sido muy bien hechas, incluso les gusta mis acabados porque ya casi nadie hace todo a mano. Ahora existe una máquina replicadora que saca varias copias iguales, sin la necesidad de comenzar de cero. Y, lo

único que se hace, es darle los últimos retoques y listo. En cambio, yo si realizo todo a mano y eso les gusta mucho a mis clientes. Todo esto – nos muestra- lo he ido haciendo poco a poco.

Me hubiese encantado ir a alguna escuela de artesanos, pero ya no existen, se han ido perdiendo porque ahora a los jóvenes no les interesa mucho el arte.

P. ¿Cuáles han sido sus mejores experiencias como artesano?

R. Mis trabajos son muy reconocidos en el extranjero, lo cual me hizo muy famoso y se podría decir, que entre más se acerque a la realidad, más se diferencia de los otros. Hay muchos que hacen obras repetidas y ahí queda. Entonces, a un extranjero le gustó mucho mis obras y enseguida me compró un Cristo, me hizo poner mi nombre y firma. Poco después, este señor me dice que es el Canciller de Alemania radicado aquí en el Ecuador.

En otra ocasión tuve el gusto de conocer a un empresario y político muy famoso, que al principio no sabía ni quien era, porque cuando uno se concentra en su trabajo no se tiene tiempo para nada, ni para ver las noticias. Me acuerdo que llegó a mi casa y se paran cuatro carros ahumados, se baja de un auto en donde había varios hombres con metralletas y me dice que le dé haciendo una obra. Me dio mucho miedo, pero antes logré hacer lo que me pidió y le gustó. Me pagó en ese mismo momento y eso para mí fue grandioso.

P. ¿Combina la artesanía con otras actividades para generar recursos?

R. No, la verdad, a mis años ya es muy complicado que me den trabajo en algún lugar. Además, no tengo mis estudios completos, entonces es aún más difícil que me contraten. Es por eso que me dedico todo mi tiempo a la escultura porque esto de verdad me encanta y amo el arte.

P. ¿Ha tenido alguna frustración en su trabajo?

R. Cuando estuve, por ejemplo, en una reunión y nos dijeron que teníamos apoyo con créditos del Banco del Fomento. Fuimos a ver los préstamos y ha sido pura mentira, entonces eso fue para mí una frustración, al darnos cuenta que todo

fue un engaño y sobretodo, darnos cuenta, que un artesano nunca tendrá apoyo del Gobierno.

Don Manuel Mecías Morocho se muestra feliz y con calma reanuda su trabajo de darle forma a la madera en hermosas obras de arte. Nos despedimos y le deseamos el mejor de los éxitos en sus labores cotidianas. (Redactora: Andrea Guadalupe Picuasi Yacelga)

Gloria Esperanza Chano

El arte de los bordados a mano

Los bordados a mano vienen por herencia de sus antepasados.

Mis mejores recuerdos son cuando nos sentábamos con mi mamita y abuelita a bordar en vereda de la casa. Me ayudaban mucho a mejorar la técnica o a adquirir un poco más de experiencia.

Es una gran emprendedora que mantiene el don de tejer con sus manos, una variedad de bordados que llaman mucho la atención por su belleza y calidad artesanal. Es el legado que por generaciones trasciende en su familia y ahora será transmitido a sus hijas que se iniciaron en el arte. Ella como madre, dice sentir ese orgullo porque la tradición nunca se perderá durante muchos años.

Gloria Esperanza Chano utiliza hilos de colores vibrantes para bordar a mano sobre telas de algodón o lana, que se transforman en mantas, chales, manteles, almohadas, bolsos y prendas de vestir. Para realizar este proceso del bordado, según nuestra entrevistada, se requiere de mucha paciencia y destreza, porque debe realizar puntadas precisas y muy elaboradas, con el fin de crear los magníficos diseños coloridos y atractivos a simple vista.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Muy buenos días joven, realizo bordados a mano en manteles, tapetes, toallas, blusas, vestidos, camisas, entre otros.

P. ¿Desde cuándo se dedica a este trabajo y quién le enseñó?

R. Yo bordo desde los ocho años porque tuve el privilegio de trabajar en la hacienda del señor Galo Plaza, en donde aprendí y me perfeccioné.

P. ¿Enseña a alguien a hacer estos tipos de artesanías?

R. Así es, a mis hijas y me siento orgullosa porque quieren seguir con esta tradición del bordado con hilo a mano que viene desde generaciones anteriores.

P. ¿De qué material están hechas sus artesanías?

R. Las telas deben ser de lana de algodón en donde se borda con hilos de diferentes colores, plasmando dibujos de diferentes motivos, en las diversas prendas de vestir.

P. ¿Cómo es el proceso de elaboración del producto?

R. Primero se dibuja con lápiz negro la figura que se va a bordar. Luego, puntada tras puntada, con hilos de diferentes colores, vamos dando forma a los diseños solicitados por los clientes.

P. ¿Trabaja sola o acompañada y cuánto se demora?

R. Por el momento trabajo sola y me demoro alrededor de una semana por cada bordado y un total de cinco prendas.

P. ¿Cuánto gana por mes y cuánto invierte para hacer el producto?

R. Diría que menos de un salario básico porque la compra de mis bordados es bajo pedido y sobre lo que gasto, un total de 20 dólares en todo el material que necesito.

P. ¿Qué es lo más difícil de realizar el producto?

R. No hay nada complejo, solo es el tiempo que tengo que poner en práctica al realizar mis bordados.

P. ¿Cuál es el precio de cada una de las artesanías?

R. De 25 a 75 dólares.

P. Aparte de vender su producto en este lugar ¿comercializa en algún almacén, mercado u otros?

R. Sí, vendo mis bordados también en Centro Cultural y Deportivo Zuleta.

P. ¿Cuáles son sus mejores obras?

R. Una blusa que bordé un gran paisaje donde estaba el volcán Imbabura, unas flores y aves.

P. ¿Le gusta y satisface su trabajo?

R. Me encanta, soy dichosa de tener este don y plasmar mis bordados en las diferentes prendas.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Que somos unas personas capaces de llegar a diferentes partes del país y del mundo con el bordado a mano y nos sacrificamos a diario para tener el pan de cada día y nunca nos rendimos.

P. ¿El sustento económico para su hogar proviene de las artesanías o combina con otra actividad para generar recursos?

R. La mayoría de mi platita proviene de los bordados que realizo y también de la agricultura para sustentar económicamente a mi familia.

P. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de vida?

R. Cuando con mi mamita y abuelita nos sentábamos en las afueras de la casa a bordar. Me ayudaba mucho a mejorar la técnica o a adquirir un poco más de experiencia.

P. ¿Siente usted que el oficio del artesano se valora lo suficiente?

R. Hasta el momento sí, pero va decayendo ese valor por las nuevas máquinas que hacen los bordados computarizados y son producidos más rápido y al instante. Eso hace que los clientes compren bordados industrializados antes que los hechos a mano.

Muchas gracias a la señora Gloria Esperanza Chano, por su valioso tiempo que me dedicó en este día. Le deseamos suerte en su laborioso trabajo. (Redactor: Jerson Javier Díaz Coral)

Paco Ortega

Experiencia y calidad en sus productos de zapatería

En el taller y almacén se exhiben hermosas obras de calzado.

Es muy bueno tener ambiciones en la vida, pero no todo es dinero. Vale más trabajar en algo que te haga feliz, aunque no tengas riqueza, a tener dinero haciendo todos los días en algo que no te agrada.

El señor Paco Romeo Ortega Ayala es un carismático artesano de la ciudad de Ibarra, dedicado a la elaboración y confección de calzado 100% de cuero por más de 51 años. Un hombre con un magnífico sentido del humor y optimismo que le lleva a crear muchos vínculos con su clientela. Nos recibió muy amablemente, con una sonrisa que transmitía mucha bondad, al tiempo que nos habló de su trabajo y toda su trayectoria.

P. Cuéntenos, ¿a qué se dedica?

R. Buenos días, primero quiero agradecer por hacerme esta entrevista. Soy Paco Romeo Ortega Ayala, nací en Ibarra el 20 de mayo de 1959, tengo 66 años de edad, soy artesano calificado de la ciudad de Ibarra por más de 40 años. Me dedico a la elaboración y confección de calzado de todo tipo de cuero y soy dueño de mi propio negocio.

P. ¿Nos podría hablar de su entorno familiar y el estilo de vida que lleva?

R. Estoy casado con el amor de mi vida, mi esposa Sonia Parra, con quien tengo dos hijos varones a los que pude educar gracias a mi negocio. Siempre quise enseñarles y transmitirles los conocimientos de este oficio, pero nunca estuvieron interesados y optaron por una carrera universitaria que de todas formas siempre respeté.

Mi estilo de vida lo llevo con optimismo y felicidad, a pesar de no tener los ingresos económicos que me gustaría con mi negocio, no puedo quejarme, me alcanza para vivir y hago lo que más me gusta.

P. ¿Qué opina sobre los artesanos?

R. Creo que la mayoría de los artesanos, debido a la gran experiencia que tenemos, siempre buscamos dar la

mejor calidad de nuestros productos a los clientes, no lo hemos tenido nada fácil ni nadie nos ha regalado nada, pero conozco a muchos colegas que con esfuerzo hemos salido adelante. Desafortunadamente ya no existen muchos artesanos porque ahora los jóvenes prefieren seguir una carrera universitaria y la tradición del oficio se está perdiendo.

La experticia se refleja en un buen acabado del producto.

P. ¿Recibió algún tipo de ayuda para potencializar o expandir su negocio?

R. No ha existido apoyo alguno. Toda la vida hemos luchado por obtener nuestras cosas. Hemos solicitado a las autoridades que se generen proyectos para potenciar el turismo en Ibarra o a su vez que nos ayuden con canales de distribución nacionales, pero no hemos tenido ninguna respuesta. La propuesta del señor Presidente de darnos créditos al 1% de interés nunca se cumplió y hasta el día de hoy, muchos artesanos no hemos podido ser acreedores a un préstamo.

P. ¿Cuál ha sido la mejor experiencia que vivió ejerciendo su oficio?

R. Considero que algo nunca podré olvidar fue cuando la Fundación Sonríe Más, me contactó para ayudar a una escuela rural de la parroquia de Julio Andrade, provincia del Carchi. Por las fechas de Navidad, me pidieron elaborar calzado para el uniforme del diario, que fuese cómodo y duradero. Tuve que hacer una gran producción ayudado por varios artesanos más y la entrega le hicimos con las personas de la fundación. El ver la cara de felicidad de los niños, cuando recibían sus zapatos, fue algo que me llevo en el corazón.

P. ¿Cuáles fueron sus inicios como artesano?

R. Empecé desde muy joven. Con mi familia, mi padre, madre y tres hijos, teníamos un taller de confección de zapatos, que era con lo que sustentaba el hogar. Vivimos momentos difíciles, pero nunca nos faltó el pan de cada día. Yo veía a mi progenitor dedicándole muchas horas al día y me interesaba mucho en ver cada paso que hacía en la elaboración del zapato. Entonces, desde niño, llegaba de

la escuela y me sentaba a ayudar a mi papá. Recuerdo que una vez me dijo: “toma, haz el zapato” y yo le contesté: ¿Y si daño? Me respondió: “dañando se aprende”, y con el tiempo y los años me convertí en experto en la artesanía del calzado.

P. ¿En dónde y a quienes vende sus productos?

R. Todos mis zapatos les vendo únicamente en este sitio que es mi taller y mi punto de venta a la vez. Mi calzado es adquirido en su mayoría por personas adultas y de la tercera edad, quienes valoran la calidad y comodidad que les brinda un buen producto.

P. ¿Pertenece a algún gremio?

R. Sí, actualmente soy presidente de la Federación de Artesanos profesionales de Imbabura, en donde siempre con mis colegas buscamos potenciar de alguna forma nuestras ventas y promocionar nuestros productos.

P. Finalmente ¿algún mensaje que quiera dar a los jóvenes de nuestra sociedad?

R. Simplemente que busquen la felicidad, es muy bueno tener ambiciones en la vida, pero no todo es el dinero, vale más trabajar en algo que te haga feliz, aunque no tengas riqueza, a tener dinero haciendo todos los días con algo que te vuelve infeliz.

Mi respeto a todos los jóvenes quienes optan por estudiar una carrera universitaria, pero es importante que apoyemos a los pequeños artesanos y no dejemos morir estas tradiciones de tantos años. (Redactor: Jaider Mateo Reina Flores)

Un lugar de encuentro con el arte de las manillas

Todos los días se generan nuevas creaciones innovadoras.

Mis mejores experiencias son cuando mis clientes se van satisfechos al escoger alguno de mis productos. Eso me incentiva a seguir creando piezas únicas.

La señora Silvia Acosta es dueña del local La casa de las manillas. Muy gentilmente nos abrió las puertas de su negocio para conocer sus artesanías, cómo elabora, y su trayectoria por más de 20 años. Ella es una mujer luchadora que, a pesar de no tener un sueldo fijo, vive del día a día y sale adelante. Lo que más le gusta es la satisfacción de la gente que le agradece por el buen trabajo realizado y se siente muy halagada con eso.

En su taller se pueden encontrar pulseras y collares al gusto de las personas. Además, personaliza si alguien le trae algún diseño. Trabaja sola y a veces su hija le ayuda y a la vez le enseña a elaborar sus artesanías. A lo largo de los años, adquirió mucha experiencia en este ámbito y desea que le reconozcan por su trabajo y esmero.

P. ¿A qué se dedica y qué tipo de artesanías elabora?

R. Hago pulseras para niños y adultos, al gusto del cliente. Hay veces que me traen algún modelo y les realizo de acuerdo a sus necesidades.

P. ¿Desde cuándo produce manillas y quién le enseñó?

R. En este trabajo estoy ya casi 25 años, me enseñó mi esposo porque él trabajaba en Colombia y aprendió allá.

P. ¿Le enseña a alguien más a hacer estos tipos de artesanías?

R. A mi hija porque quería aprender, pero a personas ajenas no.

P. ¿De qué material están hechas sus artesanías?

R. La mayoría en hilo, pero si alguien quiere que le haga personalizado y trae otro tipo de materiales como piedras u otra variedad de hilos, le hacemos hasta con sus propios nombres.

P. ¿Cómo es el proceso de desarrollo del producto?

R. Primero tiene que cortar una base, donde entra primero la letra, se corta un hilo de un metro y después se arma y procede al templado. Luego se sigue tejiendo, se cierra la manilla y queda con un nudo corredizo, según el grosor de la muñeca de la persona.

P. ¿Trabaja sola o acompañada y cuánto se demora?

R. La mayoría del tiempo realizo sola porque mi hija estudia. Me demoro de 40 a 50 minutos, según el modelo.

P. ¿Cuál es su ingreso por mes y cuánto invierte para hacer las manillas?

R. No existe nada fijo. Como hay días buenos y otros más o menos, no hay una cifra exacta porque este trabajo depende del volumen más que de la ganancia. La materia prima se trae de Colombia, especialmente las piedras, hilo, y también se gasta en viáticos. Por lo tanto, no se puede tener un balance de ingresos porque depende de la cotización del peso con relación al dólar.

P. ¿Cuál es el valor de cada una de las artesanías?

R. Van desde 50 centavos hasta 15 dólares, depende el material y la calidad.

P. ¿Vende sus productos en otros lugares?

R. No, solo aquí. Antes comercializábamos como personas ambulantes, pero gracias a Dios, ya tenemos este local.

P. ¿Cuáles son sus mejores obras?

R. Todas las manillas que laboro porque mi trabajo es realizado a mano.

P. ¿Cuáles son sus mejores experiencias como artesana?

R. Cuando mis clientes se van satisfechos al escoger alguno de mis productos. Eso me incentiva a seguir creando piezas y mirar las emociones de las personas cuando aprecian la calidad y variedad de su negocio.

P. ¿Qué piensa de los artesanos?

R. Que son una bendición de Dios, para que las personas puedan ver el arte que ellos hacen.

P. ¿El sustento económico de su hogar proviene de las artesanías o combina con otra actividad para generar recursos?

R. Con el paso del tiempo hemos ganado trayectoria y experiencia, lo que ayuda a que algunas personas conozcan mis artesanías y sean clientes fijos, que contribuye, en gran parte, con el sustento económico familiar.

P. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de vida?

R. Cuando estuve por Colombia conocí a mi esposo y él me enseñó a elaborar las manillas que me permite vivir de este arte tan hermoso. A veces vienen personas amables y halagan mi trabajo que es único y eso me llena de orgullo al saber que estoy haciendo bien mi trabajo y con mucho esfuerzo.

P. ¿Siente usted que el oficio del artesano se valora lo suficiente?

R. No mucho, poca gente reconoce el trabajo artesanal.

P. ¿Cree usted que se puede mantener el legado de realizar cualquier tipo de artesanía?

R. Si se puede seguir manteniendo, si les gusta a las nuevas generaciones.

P. ¿Qué tipo de ayuda le gustaría del Gobierno?

R. Sería bueno que nos apoye a incentivar más a la compra de las artesanías, a que valoren el tipo de trabajo que realizamos porque es una labor que todo se hace a mano.

Agradezco a la señora Silvia por tu tiempo y porque nos permitió conocer un poco más sobre la elaboración de sus manillas. Ella es una mujer ejemplar y se siente orgullosa porque es el sustento económico de su familia que es reconocido por la gente. Esperemos que su legado continúe y no se pierda. De todo corazón, le deseamos el mejor de los éxitos y que siga adelante en sus nuevos proyectos, muchas gracias. (Redactor: Mateo Sebastián Mejía Jácome)

La variedad de diseños en manillas les hace únicas y muy requeridas en el mercado.

El encantador arte en madera decorativa

La creatividad e innovación están presentes en cada una de sus productos.

Decoro aulas escolares, murales e iglesias, escenarios, carros alegóricos y lámparas. Además, detalles para la casa, como individuales para comedor y apliques decorativos de pared.

Adentrarnos en el mundo de Nandy Moreno es traspasar la imaginación de lo que en arte y decoración para niños se puede hacer. Sus creaciones, dan vida a personajes de la televisión infantil y a hermosos accesorios en madera.

P. ¿Cuándo considera que nació su pasión por el arte?

R. Mi padre me inculcó el cariño por el arte y luego, a lo largo de mi juventud, estudié en el colegio Daniel Reyes, donde seguí arte gráfico. Fue una experiencia muy linda porque aprendí de manera profesional lo que me apasionaba. Después de ello, estudié una licenciatura en artes plásticas y psicología educativa para trabajar como docente e impartir mi amor por el arte y conocimientos.

P. ¿Qué servicios ofrece su emprendimiento?

R. Trabajo con varios productos especialmente con madera y completamente personalizado; sin embargo, si me solicitan otro material también realizo. Muchas mujeres embarazadas me contratan para pintar sus vientres con el fin de participar en sesión de fotos o fiestas. Diseñamos material didáctico, porque muchas escuelas nos contratan. Decoro aulas escolares, murales e iglesias, escenarios, carros alegóricos y lámparas. Además, detalles para la casa, como individuales para comedor y apliques decorativos de pared. También distribuimos a emprendedores.

P. ¿Cuáles son los precios o como les establece?

R. El costo varía dependiendo al diseño, tamaño, material. Al ser un negocio personalizado, en el momento de cotizar un valor, considero el tiempo que me demoro, material y esfuerzo que pongo en cada pieza.

P. ¿Cuándo surgió MINIspazios?

R. Estamos próximos a cumplir los 10 años desde que me propuse empezar y comencé rentando un local con la ayuda

de mis familiares. Las primeras personas que creyeron en mí siempre fueron mi familia. Al ser docente, logré que se me abran muchas puertas y poco a poco, conocí más personas que apreciaron mi talento y ahora son fieles clientes. Tuve una buena acogida y a la gente le gusta mucho mi trabajo.

P. ¿Por qué se llama su negocio MINIspazios?

R. Cuando buscaba un nombre para mi emprendimiento me puse a pensar, y me di cuenta que, en ese entonces, trabajaba con decoraciones para espacios pequeños. Por eso decidí nombrarlo así, porque mi labor daba alegría y decoraba lugares reducidos, y ahora ya realizo cosas mucho más grandes, como letreros para instituciones y restaurantes, entre otros.

P. ¿Qué sueños tiene a futuro para su emprendimiento?

R. Anhelo crecer más para darle oportunidad a otra gente que trabaje del arte. Me gustaría expandirme, contratar personal que trabaje conmigo, tener más maquinaria para brindar más servicios porque deseo que más gente conozca mis artesanías.

P. ¿Trabaja con alguien más y qué piensa de los artesanos?

R. Trabajo junto a mi esposo, aprendió cómo utilizar la maquinaria. Él es un hombre muy hábil y ahora es creador de varios diseños que disponemos, como las cajitas para regalar o decoraciones de madera que se arman como juguetes o reliquias. Creo que los artesanos son personas que trabajan y viven del día a día, por lo que tenemos que valorar su esfuerzo.

P. ¿Otras actividades artísticas que practique?

R. Me gusta mucho cantar, la música me ayuda a encontrar armonía, laboro escuchando mis canciones favoritas porque además creo un espacio divertido, por lo que no le considero un trabajo, amo lo que hago y eso hace que todos los días entregue lo mejor de mí en todas mis obras.

(Redactora: Tiffany Arleen Armas Salas)

Desde material didáctico para escuelas hasta diseños en paredes es su vocación.

2.6 Bibliografía

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