Ecología humana y comunidad
Jesus Antonio Torres Guerrero
Código: 1059601337
Edhy Yasmina Villamizar Mantilla
Código: 63338707
Erika Tatiana Salazar Quintero
Código: 37548115
Tutor:
Clara Gabriela Guzmán Maciel
Grupo:
403017_9
Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades
Programa de Psicología
Julio 2025
Palabras del Editor
Esta Unidad nos permite como psicólogos en formación comprender cómo las problemáticas ambientales de nuestro entorno impactan directamente la salud comunitaria y mental de las poblaciones. A través del análisis de tres ejes fundamentales - deforestación, contaminación del agua y gestión de residuos sólidos - hemos identificado que estos problemas no solo deterioran el ambiente físico, sino que también generan estrés, ansiedad, conflictos comunitarios y afectaciones en la calidad de vida de las personas.
Desde nuestra formación disciplinar como psicólogos, podemos implementar estrategias de intervención psicosocial que incluyan: educación ambiental comunitaria, fortalecimiento del tejido social para la participación ciudadana, acompañamiento psicológico a comunidades afectadas por problemáticas ambientales, y promoción de conductas proambientales que mejoren tanto la salud mental como la sostenibilidad de los territorios.
Es fundamental entender que el bienestar psicológico de las comunidades está íntimamente relacionado con la calidad de su ambiente, y que como futuros profesionales tenemos la responsabilidad de abordar estas problemáticas desde una perspectiva integral que considere tanto los aspectos ambientales como los psicosociales.
Textos Argumentativos
Texto argumentativo sobre Gestión de Residuos Sólidos
Todos los días cuando salimos de nuestras casas en Bucaramanga podemos ver la realidad del problema de las basuras que afecta a nuestra ciudad. Como estudiante del área de la salud y habitante de esta ciudad, me preocupa mucho cómo esta situación está perjudicando la salud de nuestras familias y comunidades. El relleno sanitario "El Carrasco" lleva más de una década funcionando ilegalmente, y ahora quieren trasladar el problema a la vereda Chocoa en Girón, pero esto no va a solucionar nada si no cambiamos nuestros hábitos.
La situación de las basuras en Bucaramanga es muy grave y afecta directamente nuestra salud. Según la información que maneja la Alcaldía, cada persona en nuestra ciudad produce casi un kilo de basura todos los días. Eso significa que entre todos generamos más de 16.000 toneladas de basura cada mes. Es una cantidad impresionante que demuestra que no estamos separando bien los residuos ni reciclando como deberíamos.
El relleno "El Carrasco" debía cerrarse desde el año 2011 por orden de un juez, pero hasta ahora sigue funcionando porque declaran "emergencia sanitaria" cada vez que se va a cerrar. Esto es muy peligroso porque está contaminando el aire que respiramos, atrayendo ratas, moscas y otros animales que pueden transmitir enfermedades, y filtrando líquidos tóxicos que contaminan las fuentes de agua.
Lo que más me preocupa es que cuando intentaron cerrar El Carrasco en agosto de 2021, las calles de nuestra ciudad se llenaron de basura. Esto nos mostró que dependemos completamente de ese lugar y que no tenemos un plan real para manejar nuestros residuos.
Ahora quieren hacer un nuevo relleno en la vereda Chocoa, pero este proyecto también tiene muchos problemas. Van a cortar 265 árboles, está cerca de quebradas
importantes y encima está ubicado sobre fallas geológicas, lo que significa que puede contaminar el agua subterránea.
Soluciones problemática Bucaramanga: Gestión de Residuos Sólidos
Lo que Podemos Hacer desde el Área de la Salud
Como futura profesional de la salud, creo que podemos hacer mucho para ayudar a solucionar este problema:
Educar a la Comunidad sobre los Riesgos: Necesitamos hablar con las familias de nuestros barrios sobre los peligros que representan las basuras mal manejadas. Muchas personas no saben que las moscas que salen de los basureros pueden transmitir enfermedades como diarrea, o que los malos olores pueden empeorar el asma de los niños. Podríamos hacer charlas en los colegios, en los centros de salud y en las juntas de acción comunal.
Enseñar Hábitos Saludables: Desde nuestra profesión podemos enseñar a las familias cómo separar correctamente las basuras en casa, cómo hacer compost con los residuos de comida y cómo evitar generar tantos desechos. También podemos explicar por qué es importante lavarse bien las manos después de manejar basuras y cómo mantener limpios los alrededores de nuestras casas.
Vigilar la Salud de las Comunidades: Podemos trabajar con los centros de salud para hacer seguimiento a las enfermedades que más se presentan en los barrios cercanos a los basureros. Si vemos que hay más casos de problemas respiratorios, diarreas o enfermedades de la piel, esto puede servir como prueba para exigir mejores condiciones ambientales.
Fortalecer la Organización Comunitaria: Los profesionales de la salud podemos ayudar a formar grupos de vecinos que estén pendientes de los problemas ambientales de sus barrios. Estos grupos pueden aprender a identificar situaciones peligrosas y saber a quién acudir cuando hay emergencias ambientales.
Apoyar Alternativas Sostenibles: Podemos promover proyectos como huertos comunitarios donde se aprovechen los residuos orgánicos, apoyar a los recicladores del barrio y ayudar a crear programas donde la comunidad pueda intercambiar materiales reciclables por beneficios para la salud.
El problema de las basuras en Bucaramanga no se va a solucionar solo construyendo otro relleno sanitario. Como futuros profesionales de la salud, tenemos la responsabilidad de trabajar con nuestras comunidades para cambiar los hábitos que están enfermando a nuestra gente. Si logramos que cada familia separe mejor sus basuras, recicle más y genere menos residuos, estaremos contribuyendo a tener una ciudad más sana. Además, debemos apoyar a las comunidades como la de Chocoa que están defendiendo su territorio, porque su lucha también es por la salud de todos nosotros. La solución está en nuestras manos, pero requiere que trabajemos juntos: gobierno, comunidades y profesionales de la salud.

(Fominaya, 2025)