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ciclónica 2022
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Los chimpancés tienen una capacidad excepcional para producir vocalizaciones complejas, con cerca de 400 secuencias distintas identificadas por un equipo de científicos en este primate.
PARA PENSAR
Mette Frederiksen,
Primera ministra danesa
Lo que debes saber sobre la temporada ciclónica 2022
Karina Jiménez
SANTO DOMINGO. Se acerca la temporada ciclónica. Aunque generalmente comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre es preciso conocer un poco sobre este ciclo de la naturaleza.
Históricamente en esos meses es más frecuente la formación de ciclones tropicales con fuertes vientos y tormentas e incluso huracanes. Aunque fuera de este período también se pueden desarrollar estos fenómenos.
Por esto, es importante estar atentos a los medios de comunicación para saber si algún fenómeno se dirige al país a los fines de tomar las medidas correspondientes y seguir las recomendaciones de los organismos de protección civil.
Para detectar esos fenómenos, la República Dominicana, al igual que los países de la región, se basa en el pronóstico de la Universidad de Colorado. El especialista Philip Klotzbach ge-
Nombres de huracanes 2022
1. Alex 2. Bonnie 3. Colin 4. Danielle 5. Earl 6. Fiona 7. Gaston 8. Hermine 9. Ian 10. Julia 11. Karl 12. Lisa 13. Martin 14. Nicole 15. Owen 16. Paula 17. Richard 18. Shary 19. Tobias y 20. Virginie
FUENTE EXTERNA

La temporada ciclónica se presenta cada vez más intensa.
nera el primer pronóstico en abril.
“Mayo es el período en que comienzan a aparecer las ondas tropicales, nubes de gran desarrollo, con tronadas y relámpagos, que luego se proyectan y se extienden con la temporada ciclónica”, explicó a Diario Libre Bolívar Ledesma, encargado del Departamento de Meteorología General.
Sin embargo, un ciclón se puede formar en cualquier período, basta con que se den las condiciones necesarias, es decir, que estén el agua y aire tibios, en áreas donde la temperatura es mayor a los 26° C, en regiones próximas al Ecuador, al norte de 4° de latitud sobre el océano Atlántico, mar Caribe y golfo de México. Generalmente los ciclones que llegan al país vienen del Atlántico y antes de llegar a las Antillas se empieza a emitir alerta meteorológica temprana.
Ojo del huracán vs. cola
Ledesma aclaró que dentro del ojo del huracán existe “una calma relativa” porque hasta puede salir el sol o verse las estrellas en caso de que sea de noche, pero a su alrededor se encuentran los vientos máximos. Además, está rodeado por una pared de nubes espesas cargadas de lluvia.
Cuando se habla de la cola, se trata de la segunda parte del sistema, única zona donde se encontrarán los vientos de la fuerza total del huracán. Los fuertes vientos en esta zona se hacen más débiles a medida que se aleja el ojo.
“El huracán tiene tres actividades, vientos fuertes, mareas de tempestad e inundaciones, un solo fenómeno en 24 horas puede generar hasta 400 milímetros de lluvias, suficiente para inundar cualquier zona”, resaltó el experto.
Cultura de prevención
Ledesma apeló por la creación de una cultura de prevención para concienciar a la población de que la basura no debe lanzarse a las calles debido a que cuando caen unos 300 milímetros de lluvia, el agua la arrastra, llega a los filtrantes y genera inundaciones.
“Un fenómeno de la magnitud de un ciclón tropical arropa la isla completa y se tiene que saber manejar la alerta de inundaciones”, llamó la atención Ledesma al lamentar que en el país se producen inundaciones hasta en los elevados. Cree que el país está retrasado en cuanto al tema de ordenamiento territorial.
Además, consideró que antes de salir a las calles, cada ciudadano debe conocer el informe del tiempo.
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Peligrosidad de los huracanes
Cada año se forman, de media, 84 ciclones tropicales con nombre en todo el mundo. En los últimos 50 años, han ocasionado una media diaria de 43 víctimas mortales y 78 millones de dólares en pérdidas, además de entrañar una tercera parte de las muertes y las pérdidas económicas causadas por desastres relacionados con el tiempo, el clima y el agua, según las estadísticas compiladas por la OMM correspondientes al período de 1970 a 2019.
¿Qué ocurrió en 2021?
En el año 2021 se formó un total de 21 fenómenos atmosféricos con nombres. De los cuales Ana se desarrolló entre los días 22 y 23 de mayo como tormenta tropical. En junio se formaron las tormentas Bill, Claudette y Danny. En julio el huracán Elsa. En agosto Fred, Grace y Henri. En agosto Ida, Kate, Julian y Larry. En septiembre Nicholas, Odette, Peter, Rose, Sam, Teresa y Víctor. En octubre se formó el huracán Wanda.
Diario de nutrición
Dra. Erika Pérez Lara Resistencia a la insulina, ¿de qué se trata?
La resistencia a la insulina se define como una respuesta anormal de la estimulación de la insulina a los tejidos, principalmente el hígado, músculo y tejido graso. Para ponerlos en contexto definamos a la insulina, ¿qué es? Es una hormona que produce el páncreas y permite que las células absorban y utilicen la glucosa (el combustible de nuestro cuerpo).
Las consecuencias de tener resistencia a la insulina incluyen elevación de la glicemia, hipertensión, dislipidemia (alteración en el colesterol), adiposidad visceral (grasa en los órganos), hiperuricemia (acido áurico elevado), marcadores inflamatorios elevados (ej. PCR, ferritina), hígado graso no alcohólico, síndrome metabólico y síndrome de ovario poliquístico y diabetes mellitus tipo 2, esta ultima es la consecuencia más predominante. (Freeman, 2021)
A pesar de que es la diabetes la principal consecuencia, en muchos casos la resistencia a la insulina no se presenta con alteración de la glicemia (azúcar en sangre). Por lo que, podría pasar inadvertida en muchos casos cuando no es identificada correctamente. Algunos modos de realizar el diagnóstico son medir la insulina en sangre, a través de una curva de tolerancia a la glucosa o medir los índices como el HOMA (un acrónimo que significa Modelo de Evaluación de la Homeostasis en inglés).
Resulta que el enfoque principal para resolver este problema es el cambio en el estilo de vida. Parecería sencillo que le informen que no necesitan fármacos, sino que debe realizar ejercicios y controlar su alimentación, principalmente evitar el exceso de azúcar en la dieta, alimentos procesados y priorizar alimentos altos en fibra y ricos en proteína. Sin embargo, tristemente sabemos que, ¡cambiar hábitos de forma sostenida es una tarea más difícil que tomar medicamentos!
Considerando la importancia de ajustar hábitos como parte de una estrategia de prevención de enfermedades, debemos comenzar abordando el sobrepeso, la obesidad y el manejo de la alimentación de una forma individual, una que atienda a las necesidades específicas, que pueda apegarse tanto desde el orden socioeconómico como desde el punto de vista práctico. Actualmente, existen fármacos que podrían contribuir a la prevención y al tratamiento de la resistencia a la insulina, pero se necesita evaluar la presencia de otras enfermedades como hipertensión, historia familiar, estadio de la obesidad y otros relevantes.
De esto podemos aprender tres cuestiones importantes: identificar, diagnosticar y tratar oportunamente hacen la diferencia en la resistencia a la insulina.
Para comunicarse con la Dra. Erika Pérez Lara, nutrióloga clínica, escriba a erikapereznutricion@gmail.com Instagram: @dra.erikaperezl
OPINIÓN
LA PREGUNTA DE AYER
¿Cree usted que los cambios para las ganancias de las AFP que proponen diputados favorecerán a los afiliados?
SI 19.6% NO 80.4%
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EDITORIAL
Senado apoya la censura
El Senado decidió aprobar de manera definitiva la “Ley Orgánica que Regula el Ejercicio del Derecho a la Intimidad, el Honor, el Buen Nombre y la Propia Imagen”, una peligrosa iniciativa que pondría en jaque a la libertad de expresión y, por ende, promovería el ejercicio de la censura.
La Cámara Alta decidió darle paso a la propuesta de la senadora oficialista Melania Salvador, de Bahoruco, a pesar de los reiterados llamados a posponerla por dejar abiertos a interpretación diversos conceptos que podrían estar en contraposición con el ejercicio de la libertad de expresión.
La senadora Salvador asegura que no está en juego el ejercicio libre del periodismo, pero su pieza legislativa expresa lo contrario en varios artículos.
La acción legislativa manda un mensaje peligroso de que el Senado apoya la censura, una realidad que no debería producirse en la democracia.
El proyecto pasa ahora a la Cámara de Diputados, donde se espera que este error de juicio sea corregido, por el bien de la sociedad dominicana, que ha luchado por décadas para garantizar la libertad de expresión plena.
En directo
Entre una yola y un pasaporte barato
Dos eventos desconectados martillaron esta semana mis sentidos. Y no hablo de noticias espectaculares, más para una sociedad “estructurada” en la tragedia. Fueron golpes de una rutina ya cansada.
El primero: la muerte de once náufragos dominicanos a diez millas náuticas de la costa de Puerto Rico; el otro: conocer el informe actualizado del Índice de Pasaportes elaborado cada año por la firma Henley & Partners, que sitúa a la República Dominicana en el puesto 17 de América Latina y 73 a nivel mundial con el pasaporte más débil.
Somos de los tres últimos países de la región latinoamericana cuyo pasaporte precisa de más visados para viajar por el mundo, solo por encima de Cuba y Haití.
Apenas 70 naciones del globo no nos requieren el visado, cifra deshonrosa si consideramos que existen 197 en el planeta. En contrapartida, encabezamos la lista de los países más abiertos del mundo. Ciudadanos de 145 naciones pueden ingresar a la República Dominicana con una simple tarjeta turística. Nuestra hospitalidad cultural no parece merecer un justo trato de reciprocidad.
Es posible que tales hechos provoquen poca sorpresa como para alentar alguna preocupación atendible. Intuyo que la respuesta de los que lean esto sea: “Pero eso siempre ha sido así. ¿Cuál es el asunto?”. Y es ahí donde precisamente se aloja mi encono. Es la inmutabilidad de un cuadro que ya impacienta y, peor aun, la indiferencia que apenas suscita. Me hace sentir un ciudadano de patio trasero. Es una percepción que se convierte en frustración cuando escuchas a un latinoamericano
José Luis Taveras
alabar los adelantos materiales de la República Dominicana en infraestructuras, conexiones viales, expansión inmobiliaria, redes de telecomunicaciones y desarrollo turístico, y, sin embargo, sus países son los primeros en exigirnos el visado.
Hace unos meses, un colega chileno me habló maravillas del país. Tuve que interrumpirlo para confirmar si ciertamente aludía a la República Dominicana. Y no lo hizo por complacencia, créanme, habló con la propiedad de quien aterrizó en Punta Cana, pernoctó en una de sus villas, jugó golf en Diente de Perro y se reunió con inversionistas en Casa de Campo.
El crecimiento económico de cinco décadas no deja de ser canción arjoniana al momento de un cónsul sellar un pasaporte dominicano. Pasar de la décima a la séptima economía de América Latina en apenas cuatro décadas no dice mucho cuando eres un paria bajo la sospecha de “quedarte” en el primer país visitado. Ser el tercer destino turístico de América Latina y el primero del Caribe no agrega más rangos para alcanzar accesos en mercados laborales extranjeros. Mientras en Miches una yola espere el próximo abordaje (clandestino o mafiosamente consentido), la macroeconomía seguirá siendo otro capítulo de “La rosa de Guadalupe”. Confieso que cuando viajo no pocas veces siento el apremio de esconder mi pasaporte. Y escribe una persona de presumido arraigo patriótico. Acepto los insultos.
Ese pasaporte pobre y barato resume una crónica estropeada de desatenciones. Compendia una nación zurcida a retazos con hilos de improvisación y despilfarros; que quedó atrapada en las sombras del tiempo buscando hendijas para respirar futuro. Pero, claro, hablar de esa manera molesta a quienes siempre han vivido en la superficie. Son los devotos del optimismo liberal, los que creen que siempre vamos bien y que lo que importa es el trabajo. Conozco a muchos que murieron trabajando sobre el mismo lecho de la miseria. Cada día somos una sociedad más concentrada y desconectada que reúne una coexistencia dividida entre ricos más ricos y pobres más pobres o, usando el lenguaje macroeconómico, con un índice Gini de un 0.405 en el 2020 (el Índice de Gini indica mayor desigualdad cuanto más se acerca a 1). La ruta no es la realización individual en una sociedad con serios problemas colectivos y fuertes estructuras de inequidad social. Es afrontar colectivamente retos y destino. No hay otra manera. El problema es que esa perspectiva se aleja de nuestras comprensiones con espantosas deficiencias en saber el cómo (savoir faire). Se presume que tales ingenierías debieran ser provistas por los centros de poder, formales y no, pero en nuestro caso no ha habido ese adeudo. Los gobiernos no trabajan con planes de futuro ni con sentido desarrollista. Lo hacen con ejecuciones materiales y atenciones casuísticas, reactivas y oportunistas, esas que generan réditos políticos compensables a corto término.
Cada Administración trae sus propias visiones, compromisos, gente y negocios. Al pasar cuatro o cinco gobiernos, lo que nos queda es un Estado más grande, una deuda pública más alta y los mismos problemas estructurales. A la postre, cambiamos gobiernos para mantener estabilidad macroeconómica, una paz social aparente y consolidar el crecimiento de los mismos sectores. Nos transamos por eso. Hasta ahí nos dejan.
Parece mentira, pero los gobiernos han eludido las grandes reformas, conscientes de que cualquier proyecto de futuro, que es el que precisa la nación, tiene sus riesgos políticos presentes. Así, es más fácil recurrir al financiamiento externo que reformar una estructura fiscal inicua para equilibrar el presupuesto, aumentar los ingresos y calificar el gasto. Un buen gobierno es el que tiene los cojones de marcar y asumir esa agenda. Lo sigo esperando. ¿Y qué decir de los núcleos no formales de poder? A esos les aterra la idea de que las cosas puedan descarrilarse y perder el control. Por eso califican cualquier inconformidad como derrotismo de presunta inspiración ideológica. Para esas instancias, los que criticamos las fracturas del sistema somos desadaptados. El libreto original es el progreso liberal como expectativa de un bienestar sustentado en la prevalencia de sus inmutables mandos. Aceptan cambios siempre que no alteren el cuadro de sus dominios. No ceden ni una pulgada. Para ellos, las cosas siempre estarán mejores sin hacer nada para cambiarlas.
Al parecer, unos seguirán portando un pasaporte barato y otros abordando una yola maltrecha al filo de la noche. Todos igualmente provocados por el apremio de dejar atrás un país de progreso sin visión de desarrollo. Una despedida más cierta que la promesa del regreso…
