Este cuento presenta a Rita, una liebre apresurada, y Flora, una tortuga tranquila que disfruta cada instante. Cuando sus caminos se cruzan, Rita se enfada al sentir que Flora la retrasa en su carrera hacia la meta. Sin embargo, al final del día, descubre que no siempre lo importante es llegar rápido, sino compartir con los amigos momentos especiales que, sin esperarlo, se transforman en el verdadero destino de nuestra vida.