Higiene y reeducación postural en la mujer e introducción a la defensa personal
Ponente: L.R.T.F Efredhit Ibañez Ibañez
TELEAULA DEL COMPLEJO METROPOLITANO LUGAR: EN PUNTO DE LAS 6:00 P.M.
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MAGNÍFICA, Número 4, segunda quincena de febrero de 2025. Revista quincenal de Circulación Controlada y Pagada. Editada, publicada y distribuida por 3A VIA EDICION PRODUCCION IMPRESION, SA de CV. Ignacio Zaragoza 411. Zona Centro. Aguascalientes, Aguascalientes. C.P. 20000. Editor Responsable: GABRIEL RAMÍREZ PASILLAS. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo: En Trámite. Certificado de Licitud de Título y Contenido: En Trámite. Registro en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación: Pendiente. Impresa por, C Gráfico RGA. Filemón Alonso Muñoz 210, Ciudad Industrial, Aguascalientes, Aguascalientes, C.P. 20290.
Elizabeth Rodríguez
En marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Es justo el día 8 de este mes cuando se celebran los derechos conquistados por las mujeres en todos los ámbitos y se reconoce una larga historia de luchas y sacrificios para conseguirlos. Además, este día nos recuerda que aún falta mucho por hacer, pues para hablar de igualdad de género aún falta avanzar en el acceso a la justicia, los derechos laborales y la erradicación de la violencia hacia las mujeres.
Este día 8 de marzo las mujeres de todo el mundo salimos a las calles para denunciar que todavía falta mucho camino por recorrer para llegar a la tan anhelada igualdad entre hombres y mujeres, a fin de tener un mundo más justo y equitativo.
Basta recordar que esta lucha por la igualdad inició por mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York, quienes salieron a la calle a protestar por las duras condiciones de trabajo. Si bien es cierto que en ese momento las condiciones laborales de todas y todos los trabajadores eran muy duras, la precariedad era especialmente dura para las mujeres, cuyos salarios podían llegar a ser menos de la mitad que los de los hombres, solo por el hecho de ser mujeres.
Es importante recordar que gracias a la lucha de estas mujeres y de muchas más a lo largo de la historia, se han logrado importantes avances, pues ahora nosotras hemos ocupado espacios antes inimaginables; la función de la mujer ya no solo se limita al núcleo familiar o a estar a cargo de un hogar. Ahora nos preparamos para desarrollar nuestros talentos y trabajar en lo que nos gusta; ahora es posible ser profesionistas y acceder a un mundo laboral cada vez más competitivo.
En esta edición de Magnífica, queremos destacar la labor fundamental que nosotras, como mujeres, desarrollamos en la sociedad, con entrevistas a mujeres destacadas en distintos ámbitos, como el cine, el emprendedurismo, la ciencia y la salud, además de temas de gran importancia como la maternidad, el feminismo y la libertad.
En este número, compartimos una valiosa entrevista que la gobernadora Tere Jiménez concedió de manera exclusiva a esta Casa Editorial. En ella, nos abrió las puertas de su vida, para revelar su experiencia como mujer, las dificultades y barreras que ha superado para alcanzar sus metas, y los sueños que busca hacer realidad. De igual modo, incluimos historias como la de Valentina Ramírez, una heroína olvidada de la Revolución, así como la historia de Karen Vanessa Vázquez, la primera piloto de la Fuerza Aérea.
En esta ocasión, Magnífica rinde tributo a las mujeres, a todas ellas, a quienes estamos, a quienes nos antecedieron y a las mujeres que día a día luchan para hacer de México un país mejor.
Es de reconocer que nosotras hemos sido creadoras de un mejor lugar para vivir, ya que hemos aportado al crecimiento de la sociedad desde todos los ámbitos: el económico, el político, el empresarial, el familiar, por mencionar algunos, pues no se puede hablar de los logros que como sociedad hemos tenido sin mencionar la participación de las mujeres.
Hoy por hoy, desde el ámbito político, se puede hablar de equidad de género en los congresos, en las dependencias públicas, las gubernaturas e incluso al frente de toda una nación.
No basta ir muy lejos, Aguascalientes se puede sentir honrada de tener en la figura de Teresa Jiménez Esquivel a la primera gobernadora del Estado, y México, a pesar de ser considerado un país en donde se sigue pugnando por los derechos de las mujeres, tiene en la figura de Claudia Sheinbaum Pardo a la primera presidenta del país.
De igual modo, es importante mencionar a las mujeres que no ocupan puestos profesionales, pero que sostienen un hogar, pues, en nuestra entidad, de acuerdo con el INEGI, uno de cada cuatro hogares están encabezados por una mujer.
En este mes no se puede hablar de un festejo, sino de la conmemoración de una lucha de muchos años y de recordar que aun cuando hemos avanzado en muchos ámbitos, a nivel mundial hay una urgente asignatura por resolver: la violencia hacia la mujer y la falta de políticas públicas para erradicarla.
BARRA &
·Quijote: Héroe de Nacozari Sur #500 ·Bosques: Sierra de la Canela #104
·Centro: Museo Nacional de la Muerte ·Hotel IBIS: Salida a Zacatecas Km 6.6
·Plaza Meridiam Park: Salida a México (Frente a Planta 1 NISSAN)
Amalia Reyes: Llamas de valentía
Más allá de la pantalla: Isaura Márquez y su misión artística
De emprendedora a líder empresarial: El camino de Nora Cardona
No basta con abrir camino, hay que asegurarnos de que más mujeres lo transiten
Mujeres en el cine de terror: de víctimas a creadoras del miedo
“Me cuidan mis amigas, no la policía”: criminalización y estigmatización de las protestas feministas
Subcampeona mundial o cómo el mar se convirtió en mi mejor maestro
¡Siéntete orgullosa! Tú eres fuerte
Entre cunas y caminos propios: maternidad, feminismo y libertad
Del fuego a la ceniza: el viaje hacia un feminismo sin etiquetas
Heroínas entre los escombros: el papel crucial de las mujeres rescatistas
Valentina Ramírez, una heroína olvidada de la Revolución
Karen Vanessa Velázquez Ruiz, la primer teniente piloto de la Fuerza Aérea Mexicana Eva Ramón Gallegos: la científica mexicana que curó el
AMALIA REYES: LLAMAS DE VALENTÍA
> Ser bombera en un mundo de fuego y desafíos
Desde niña, Amalia Reyes sentía un llamado hacia el servicio y la adrenalina, aunque nunca imaginó que su destino la llevaría a convertirse en bombera. Hoy, forma parte del Departamento de Bomberos de Aguascalientes, donde ha encontrado su pasión, su vocación y su fortaleza. Su historia es un testimonio de valentía, disciplina y determinación en un entorno que, por mucho tiempo, fue considerado exclusivamente masculino.
> Del interés por las emergencias al descubrimiento de su vocación
“Siempre me interesó el sector de emergencias, pero nunca pensé en la posibilidad de ser bombera”, recuerda Amalia. Fue cuando asistió a las convocatorias para ingresar al cuerpo de bomberos que descubrió su verdadera pasión. “Desde el momento en que entré, supe que este era mi lugar. Me encanta el ambiente, el compañerismo y, sobre todo, el servicio que damos a la gente”.
Pero ingresar a esta profesión no fue fácil. A pesar de que en la estación las mujeres y los hombres son tratados por igual, enfrentó desafíos físicos importantes. “Lo más difícil fue igualar la resistencia física que nos exigen a todos. La herramienta que usamos es pesada y el equipo de respiración requiere un control preciso. Aprender a modular mi respiración con el tanque fue uno de mis mayores retos”.
> Un día en la vida de una bombera
El día comienza con la formación matutina, seguida de la revisión y limpieza de las unidades. Después de esto, el equipo desayuna y se mantiene en alerta ante cualquier emergencia. Las llamadas más frecuentes incluyen fugas de gas, incendios en casas o vehículos, accidentes y rescates de animales.
Por las tardes, el entrenamiento continúa con prácticas y capacitaciones, además de actividad física y deportes que fortalecen la condición y la convivencia entre compañeros. Durante la noche, los bomberos se turnan en las guardias y se preparan para cualquier eventualidad. Al amanecer, el equipo realiza el izamiento de la bandera, el aseo general de la estación y la reactivación de las unidades antes de cerrar el turno.
Su primera emergencia sigue vívida en su memoria: “Recuerdo que ese mismo día me habían entregado mi equipo. Salió la llamada de un incendio en casa con una persona atrapada. Fue mi primer contacto real con la adrenalina. Aunque traíamos equipo, la visibilidad era nula. Afortunadamente, logramos sacar al señor y pasarlo al equipo médico”.
> Rompiendo estereotipos, apagando prejuicios
Aunque dentro del cuerpo de bomberos sus compañeros la tratan como una igual, en la calle sigue enfrentando prejuicios externos. “Todavía hay gente que nos ve llegar a una emergencia y se sorprende al ver mujeres. Nos dicen ‘¡Ah, es mujer, no va a poder!’, pero aquí hemos demostrado que estamos capacitadas para hacer el mismo trabajo que cualquier bombero”.
A pesar de esto, reconoce que la percepción está cambiando. “Cada vez hay más mujeres en cuerpos de emergencia. Poco a poco nos van aceptando más. En algunos servicios, la calidez y la empatía que aportamos las mujeres hacen una gran diferencia para quienes están en crisis”.
> Ser mujer y ser bombera: valentía en acción
Cuando se le pregunta cómo definiría lo que significa ser mujer en su profesión, Amalia responde sin dudarlo: valentía. “Ser bombera es enfrentarse a situaciones extremas, es desafiar los límites físicos y emocionales, es aprender a mantener la cabeza fría en el momento más crítico”.
Su mayor deseo es ser recordada como una bombera capaz, valiente y alegre. “Quiero que mi esfuerzo y mi agradecimiento por estar aquí sean evidentes. Quiero que mi trayectoria inspire a más mujeres a atreverse”.
> Un mensaje para las futuras bomberas
A aquellas niñas y jóvenes que sueñan con formar parte de esta profesión, Amalia les deja un mensaje poderoso: “No se rindan. Que su corazón sea más fuerte que los comentarios negativos o los estereotipos. Si este es su sueño, síganlo. Aquí las esperamos con los brazos abiertos, listas para compartir el servicio y demostrar que el fuego no distingue género: solo valentía”.
Karla Lisseth Avalos García / @somoslja
MÁS ALLÁ DE LA PANTALLA
Karla Lisseth Avalos García / @somoslja
El cine no solo es una pasión para Isaura Márquez, sino un destino inevitable. Desde su infancia, el arte la acompañó en distintas formas: actuación, pintura, narrativa. Pero fue en Guanajuato, en una etapa complicada de su vida, donde el cine la encontró y le mostró el rumbo.
“Vivía en Guanajuato y tenía una relación complicada. Para alejarme de eso, me refugié en los teatritos donde proyectaban películas. La primera que vi fue El discreto encanto de la burguesía, de Luis Buñuel, y me cambió la vida. Me enamoré del cine”, recuerda.
Desde entonces, su búsqueda artística tomó un nuevo rumbo. Regresó a Aguascalientes y se inscribió en la Licenciatura en Artes Cinematográficas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). Ahí comenzó su formación como cineasta, explorando la actuación, la dirección y la producción.
> Un viaje entre la vida y el arte
El arte siempre fue parte de su vida. Desde los 11 años, encontró en el teatro un refugio y una forma de expresión, ganando premios estatales y nacionales. Pero a los 16 años, dejó los escenarios para explorar el mundo.
“A los 20 años decidí viajar por México. Ahí empecé a escribir mis primeras narrativas. Vi de cerca la vida en comunidades y cómo estaban siendo asediadas por grupos delictivos. Mi abuela, a quien dedico mi cortometraje Mamá Juana, creció en una comunidad en Zacatecas. Su historia y todo lo que vi en mis viajes me inspiraron a contar historias con una mirada más realista y humana”.
Su abuelo, un apasionado del óleo, le transmitió a su familia el amor por la pintura. Isaura creció en un entorno donde el arte fluía de manera natural. “Toda mi familia dibuja y pinta. Con los años, pasé por todas las artes y terminé en el cine, que para mí es la suma de todas ellas”.
> Cine con identidad y resistencia
Isaura se ha enfocado en contar historias que representen a Aguascalientes y su gente. Su primer cortometraje, Centinelas y Granaderos: un 8M diferente, abordó la violencia y la represión en las manifestaciones feministas. Censurado en Aguascalientes, pero aclamado en festivales nacionales como la Cineteca Nacional y la Cineteca de Guadalajara, el cortometraje marcó el inicio de su camino en el cine de resistencia. Su nuevo proyecto, Mamá Juana , surgió de una pérdida personal.
“Perdí a mi abuela en 2023 y, lo más curioso, es que el día de su funeral llovió a la misma hora que en la historia del cortometraje. Fue como un presagio. Sentí que este proyecto estaba bendecido”.
La producción de Mamá Juana representó un reto enorme. La postproducción se realizó en 4K, un estándar poco común en la región debido a los altos costos. Gracias a la colaboración de un postproductor de Ciudad de México, que ha trabajado en la industria de los videojuegos con títulos como Halo, lograron finalizar el proyecto sin que los costos fueran una barrera.
> Aguascalientes: tierra de talento sin oportunidades
Isaura ha trabajado en diferentes áreas del cine. Recientemente participó como fotógrafa fija en el largometraje El arte es oscuro y está lleno de horrores, dirigido por Artemio Narro.
“Trabajar en Ciudad de México me hizo ver todo lo que aún falta por construir en Aguascalientes. Pero también me motivó a regresar y aportar a la escena local”.
A pesar de que muchos artistas abandonan Aguascalientes en busca de oportunidades, Isaura tiene un compromiso con su ciudad.
“En Ciudad de México, el talento de los artistas locales se desperdicia porque se convierten en mano de obra. Aquí, en cambio, aún puedes ser creador. Hay tanto talento en la calle: pintores, grabadores, músicos, todos buscando su espacio. Mi meta es descentralizar el arte y demostrar que aquí también se puede hacer cine de calidad”.
Inspirada por figuras como Guillermo del Toro y el esfuerzo que se ha hecho en Guadalajara para descentralizar el cine, Isaura tiene claro su propósito: formarse, regresar y contribuir a la comunidad artística.
“Si me voy, será para regresar con más herramientas y conocimientos. No quiero que las nuevas generaciones sientan que deben irse para triunfar. Quiero que en Aguascalientes haya oportunidades reales para los artistas”.
> Cine independiente: entre la pasión y el sacrificio
Para la realización de Mamá Juana, Isaura recibió el apoyo del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC), que facilitó el transporte del equipo de producción.
“El IMAC nos dio lo más costoso: el transporte. Nos prestaron una camioneta con chofer durante cuatro días, lo que nos permitió llevar a cabo el rodaje en una comunidad a dos horas de la ciudad. Fue un alivio enorme porque alquilar una miniván nos habría costado $10,000 por día. Afortunadamente, siempre han estado abiertos a apoyar mis proyectos cuando lo he solicitado”.
A pesar del esfuerzo colectivo, la producción de Mamá Juana implicó una inversión de más de $400,000 pesos, logrados a través de donaciones, préstamos de equipo y sacrificios personales.
“Empeñé mi cámara para pagar a las actrices, mi pareja vendió fotografías para cubrir gastos. Sin el apoyo de amigos y colaboradores, esto no habría sido posible”.
> Tres consejos para los artistas emergentes
Para quienes buscan abrirse camino en el arte, Isaura tiene tres consejos fundamentales:
• Resiliencia y disciplina
“El arte es un camino difícil. Se necesita perseverancia y mucha fuerza emocional para enfrentar los retos que vienen con él”.
• Preparación y formación
“El arte no es solo inspiración, también es conocimiento. Hay que estudiar, conocer técnicas, historia y referencias. El artista es un todólogo”.
• Vivir la vida y salir al mundo
“Las mejores historias nacen de la experiencia. Viajar, conocer, observar. El cine no se hace desde la burbuja de un solo lugar”.
• Construyendo el futuro del cine en Aguascalientes
Isaura Márquez no solo busca hacer cine, sino generar un impacto real en la comunidad artística de Aguascalientes.
“Mi sueño es ver a Aguascalientes convertido en un referente del arte y el cine en México. Me voy para aprender, pero volveré para construir algo grande. Porque el arte no solo se trata de crear, sino de compartir y hacer historia juntos”.
ISAURA MÁRQUEZ Y SU MISIÓN ARTÍSTICA
“No quiero que las nuevas generaciones sientan que deben irse para triunfar. Quiero que en Aguascalientes haya oportunidades reales para los artistas”
EVA RAMÓN GALLEGOS:
LA CIENTÍFICA MEXICANA QUE CURÓ EL VIRUS DE PAPILOMA HUMANO
Karen Romo Ramírez / @somoslja
Eva Ramón Gallegos, originaria de San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, es una de las científicas más destacadas de México, cuyo trabajo ha dejado una huella imborrable en la medicina mundial. En 2018, esta investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN) alcanzó un logro histórico: curó al 100% a 29 mujeres infectadas por el virus de papiloma humano (VPH), un avance que ha puesto a la ciencia mexicana en el centro de la atención global.
Egresada como Química Farmacéutica Bióloga de la Universidad Veracruzana (UV), y con una maestría y doctorado en Ciencias Químico-Biológicas del IPN, Eva Ramón ha dedicado su vida a la investigación y la ciencia. A lo largo de su carrera, ha liderado 18 proyectos de investigación básica y tres de innovación tecnológica, además de ser responsable de diversos estudios financiados por instituciones como el CONAHCyT y el Gobierno de la Ciudad de México. Además, ha registrado seis patentes, dos de las cuales ya han sido otorgadas.
>Un tratamiento innovador contra el VPH
El VPH es un grupo de virus relacionados que pueden provocar graves problemas de salud, incluido el cáncer cervical. Si bien existen más de 200 tipos de VPH, los tipos 16 y 18 son los más peligrosos y se encuentran entre las principales causas de cáncer cervical. Estos virus se propagan a través del contacto sexual y pueden afectar a ambos géneros, aunque su impacto más grave es en las mujeres.
En 2012, Eva Ramón desarrolló un tratamiento revolucionario para eliminar el VPH de manera efectiva. La técnica utilizada es la terapia fotodinámica, un tratamiento que emplea compuestos químicos y radiación láser para erradicar las células infectadas por el virus. El procedimiento comienza con la aplicación de ácido delta aminolevulínico en el cuello uterino, que se convierte en bioluminiscente al entrar en contacto con las células afectadas. Luego, un rayo láser se utiliza para destruir las células infectadas, en un tratamiento que se realiza en tres sesiones con un intervalo de 48 horas entre cada una.
>Resultados prometedores
Los primeros resultados de este tratamiento, obtenidos a partir de un estudio realizado en Veracruz, fueron sorprendentes. En mujeres infectadas únicamente con los tipos 16 y 18 del VPH, sin lesiones cervicales, el virus fue erradicado en el 80% de los casos. En aquellas que presentaban tanto el virus como lesiones cervicales, la eliminación del VPH alcanzó el 83%, mientras que en mujeres con lesiones cervicales sin la presencia del virus, el éxito fue del 42%.
En 2018, con un total de 990 mujeres analizadas, 480 fueron seleccionadas para recibir el tratamiento, y 29 mujeres fueron completamente curadas del VPH. Este impresionante resultado marcó un antes y un después en la investigación científica, demostrando que es posible erradicar el virus con una eficacia del 100%.
>Un reconocimiento mundial
El trabajo de Eva Ramón Gallegos ha sido reconocido en numerosas ocasiones. En 2011, recibió el Premio Nacional en Ciencia y Tecnología de Alimentos, y al año siguiente la Medalla al Mérito en Ciencias y Tecnología. En 2017, fue galardonada con el Premio a la Investigación Básica CANIFARMA. Además, fue distinguida con la Medalla Hermila Galindo en 2018 y la Medalla Juana Catalina Romero en 2019, por su contribución al desarrollo científico en México.
En 2019, la prestigiosa revista Forbes México la incluyó entre las “100 mujeres más poderosas de México”, reconociéndola como una de las figuras más influyentes del país en el ámbito de la salud y la ciencia.
>Un futuro prometedor para las pacientes con VPH
La cura que Eva Ramón Gallegos logró desarrollar es una esperanza real para millones de mujeres que viven con el VPH, especialmente aquellas que tienen los tipos de mayor riesgo. El tratamiento no solo ha demostrado ser efectivo en la erradicación del virus, sino que también ha mostrado resultados en la prevención de futuras complicaciones, como el cáncer cervical.
El trabajo de Gallegos no solo ha puesto en evidencia el talento científico de México, sino que también ha abierto nuevas puertas para el tratamiento y la prevención del VPH a nivel global. Su investigación ha sentado las bases para nuevas estrategias de cura en otras enfermedades virales, consolidándose como una de las científicas más importantes del país. Eva Ramón Gallegos es, sin duda, una de las grandes pioneras de la medicina moderna, y su legado está cambiando el curso de la salud femenina. Hoy, más que nunca, su nombre resuena como un símbolo de esperanza y de innovación en la lucha contra el VPH.
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DE EMPRENDEDORA A LÍDER
EMPRESARIAL:
EL CAMINO DE NORA CARDONA
Nora Cardona, presidenta de MEMAC (Mujeres Empresarias Mexicanas A.C.) en Aguascalientes y fundadora de D’Paupa Gourmet, ha construido una trayectoria empresarial que inició hace más de dos décadas con una cocina económica y que hoy en día abarca eventos masivos para empresas, gobierno y particulares. Su experiencia y liderazgo han sido clave para fortalecer la presencia de las mujeres en el sector empresarial.
> Del emprendimiento a la consolidación empresarial
Cardona, egresada de la Licenciatura en Administración de Empresas por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), comenzó su negocio hace 23 años con una cocina económica, en un contexto donde este tipo de servicios apenas se desarrollaban en la región. Con el tiempo, su clientela le fue solicitando más servicios, lo que la llevó a evolucionar hacia el catering y la organización de eventos.
Actualmente, D’Paupa Gourmet atiende eventos empresariales y sociales, con clientes como Nissan, Flex y el gobierno estatal, llegando a ofrecer servicios para más de 14,000 personas en una sola ocasión. “El negocio fue creciendo de forma natural. No sabía que llegaría hasta donde estoy, pero siempre tuve claro que quería ser una buena empresaria”, comenta Cardona.
> MEMAC: una plataforma para el desarrollo de las mujeres empresarias
Su participación en MEMAC comenzó hace cuatro años, motivada por la idea de fortalecer el crecimiento de otras empresarias. Como presidenta, ha trabajado en generar espacios de vinculación y capacitación, con el objetivo de que las mujeres no solo emprendan, sino que también consoliden sus negocios y accedan a mayores oportunidades dentro del ecosistema empresarial.
Para Cardona, uno de los principales retos para las mujeres al emprender es la confianza en sí mismas y la preparación para ocupar posiciones de liderazgo. “Es importante motivar a las socias a dejar de lado la cuestión misógina y enfocarse en su capacidad para alcanzar el éxito. Creer en sí mismas, estructurar adecuadamente sus empresas, mantenerse en constante aprendizaje y apostar por la innovación son claves para que las mujeres sigan fortaleciendo su papel en el desarrollo económico del estado”, señala.
MEMAC, con más de 23 años de existencia en Aguascalientes, fue fundada por María Luisa Medrano con el propósito de fortalecer el papel de la mujer en el desarrollo económico. Para Cardona, el enfoque de la asociación no busca desplazar a los hombres, sino impulsar una colaboración equitativa. “No se trata de hacer a un lado a los hombres, sino de demostrar que las mujeres también podemos generar economía, pagar impuestos, emplear y liderar”, afirma.
> Consejos para las mujeres que buscan emprender
Con su experiencia en el sector, Cardona considera que uno de los mayores desafíos es la resiliencia. “El emprendimiento es difícil, pero no hacerlo también lo es. Lo importante es elegir en qué lado de la dificultad quieres estar”, explica. Asimismo, destaca la importancia de aprovechar los recursos disponibles, desde mentorías hasta apoyos gubernamentales, y rodearse de personas que impulsen el crecimiento personal y profesional. “Antes creíamos que para emprender teníamos que empezar desde cero sin ayuda. Hoy en día, hay muchas herramientas que facilitan el camino. Es clave saber aprovecharlas”.
> Un legado de liderazgo empresarial
En su papel como presidenta de MEMAC, Cardona busca dejar una institución fortalecida y bien estructurada para las futuras generaciones. “No se trata solo de mi presidencia, sino de hacer que MEMAC sea cada vez más sólida y que facilite el camino a las nuevas generaciones de mujeres empresarias”.
Con una visión clara sobre la importancia de la colaboración y el crecimiento conjunto, Cardona enfatiza que el éxito empresarial no solo se mide en cifras, sino en el impacto que se genera en la comunidad. “Las empresarias de Aguascalientes podemos ser facilitadoras, compartir conocimiento y construir redes de apoyo para las que vienen detrás de nosotras”.
Para quienes están considerando emprender, su mensaje es claro: “Déjense ayudar, busquen oportunidades y mantengan la constancia. El camino no es fácil, pero con perseverancia y aprendizaje continuo, es posible alcanzar el éxito empresarial”.
MEMAC sigue abriendo puertas para el crecimiento de las mujeres en el ámbito empresarial, demostrando que Aguascalientes es un lugar donde las mujeres pueden emprender, consolidar y liderar con éxito.
Karla Lisseth Avalos García / @somoslja
NO BASTA CON ABRIR CAMINO, HAY QUE ASEGURARNOS DE QUE MÁS
MUJERES
LO
TRANSITEN
La lucha por la igualdad debe comenzar en casa y en las escuelas, solo así construiremos una sociedad más justa y humana” “ “
Ely
Rodríguez / @somoslja
Aguascalientes ha marcado un hito en su historia política con María Teresa Jiménez Esquivel al frente del Gobierno del Estado. Como la primera mujer en ocupar este cargo, la mandataria ha consolidado su liderazgo con una visión clara: transformar la política con equidad, oportunidades y un compromiso firme con el bienestar social.
La gobernadora Tere Jiménez compartió su trayectoria, desafíos y metas, dejando claro que la perseverancia y la preparación han sido pilares fundamentales en su camino: “Soy una mujer tenaz, trabajadora y comprometida con mi estado. Suelo ser muy perfeccionista, me gusta cuidar cada detalle y depositar todo mi compromiso en las responsabilidades que asumo. Amo a Aguascalientes y me siento muy orgullosa al ser la primera gobernadora que tiene nuestro estado”.
> Un legado de esfuerzo y valores
La gobernadora recuerda su infancia en un hogar donde la educación y el trabajo duro fueron principios inquebrantables: “Mis padres me enseñaron que con esfuerzo y convicción se puede salir adelante. Me inculcaron la confianza en mí misma y el valor de luchar por mis ideales”, señala.
Su incursión en la política inició desde la adolescencia, cuando identificó en las Ciencias Políticas su verdadera vocación. Desde entonces, su ascenso ha estado marcado por la disciplina y la convicción de que el servicio público es una herramienta para el cambio social: “Estudié Ciencias Políticas porque vi en esta carrera la oportunidad de trabajar en favor de mi comunidad y de dedicarme a lo que siempre ha sido mi vocación: el servicio público. He seguido preparándome en otras áreas de la administración pública y más recientemente en Derecho, que es otra especialidad que siempre me interesó y que me permite complementar mi formación académica y brindar una mejor atención a la ciudadanía”, comparte la gobernadora Tere Jiménez.
> Ser mujer en la política: avances y retos
Si bien reconoce que las mujeres han ganado espacios en la política y demostrado su capacidad para gobernar, la gobernadora Tere Jiménez advierte que aún persisten obstáculos: “Seguimos enfrentando discriminación y acoso. La equidad no es un objetivo alcanzado, sino una lucha constante. Como mujer me siento muy orgullosa de participar en la vida política de mi estado y de mi país; he depositado todo mi esfuerzo por alcanzar cada meta y estoy convencida de que esa tenacidad, vocación y preparación han permitido abrir nuevas brechas para las niñas y jóvenes que buscan salir adelante en lo personal y en lo profesional”, reflexiona. Desde su perspectiva, la alternancia y la mayor representación de las mujeres en los espacios de poder han sido avances significativos, pero aún falta mucho por avanzar: “Mi participación en la política inició cuando era adolescente. Desde entonces, han ocurrido cambios importantes en la vida política de nuestro país; ahora la alternancia es un tema común y la participación de las mujeres en los cargos públicos es una constante. Además de ganar espacios, hemos demostrado que sabemos gobernar. Sin duda, falta mucho por hacer, pero afortunadamente han sucedido muchos cambios que han contribuido a fortalecer la equidad, la democracia y la transparencia. No basta con abrir camino, hay que asegurarnos de que más mujeres lo transiten”, enfatiza.
En ese sentido, Tere Jiménez considera que la clave está en la preparación constante y la determinación: “Vivimos en un entorno altamente competitivo donde el principal reto es la superación constante. Desde el inicio de mi carrera supe que no podía esperar a que las oportunidades llegaran, tenía que salir a buscarlas y demostrar que tengo la capacidad y el valor para ocupar cargos de representación pública”, sostiene.
>Políticas públicas con enfoque de género
Aguascalientes ha dado pasos firmes en la construcción de un Estado más equitativo con iniciativas diseñadas para fortalecer la autonomía de las mujeres: “El año pasado, por ejemplo, fuimos sede del Women Economic Forum 2024, una organización internacional con presencia en 100 países, que reúne a mujeres líderes, empresarias y agentes de cambio”, señala la gobernadora.
Por otro lado, el programa Poder Mujer e Igualdad, por ejemplo, ha sido fundamental para impulsar el emprendimiento femenino mediante apoyos económicos y capacitación. Asimismo, el programa Mujer Rural otorga incentivos económicos a trabajadoras del campo y se han implementado seguros de protección para hijos de madres jefas de familia, asegurando su bienestar.
En el ámbito de la salud, la gobernadora destaca que el 100% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama o cervicouterino han recibido tratamiento gratuito, una medida que ha cambiado vidas. Para alcanzar a más mujeres, se han desplegado mastógrafos móviles en comunidades alejadas. Otro eje clave de su administración ha sido la seguridad con perspectiva de género. La Policía Rosa, única en el país, está especializada en la atención y prevención de la violencia contra las mujeres y las infancias. Además, las Agentes Rosas han sido capacitadas para brindar apoyo inmediato a víctimas de violencia: “El papel de las mujeres en el desarrollo de Aguascalientes es trascendental. Nuestra labor es garantizar que cuenten con las herramientas necesarias para salir adelante”, subraya.
“ La preparación constante y la determinación son la clave para abrir nuevas brechas para las niñas y jóvenes ”
> Hacia una sociedad más equitativa
Para Tere Jiménez, la lucha por la igualdad debe comenzar en casa y en las escuelas: “Cada vez es más corta la brecha, pero debemos seguir impulsando la equidad desde la educación y la crianza. Solo así construiremos una sociedad más justa y humana, donde la equidad y la sororidad sean cada vez más palpables”, explica.
A propósito de las personas por las que siente alguna admiración, la gobernadora Tere Jiménez reconoce que hay muchos ejemplos a seguir, pues muchas mujeres y hombres que han dejado un importante legado y que con sus acciones marcaron un antes y un después en la vida de las naciones: “Margaret Thatcher fue la primera mujer en gobernar un país en Europa. Conocida como la Dama de Hierro, asumió el desafío de levantar a una nación que, tras décadas de posguerra, luchaba por recuperarse económicamente. Entre sus múltiples reformas, logró que millones de familias británicas dejaran de ser inquilinos en viviendas estatales para convertirse en propietarias”
Finalmente, Tere Jiménez compartió sus aspiraciones futuras: “En este momento, mi compromiso es con Aguascalientes. Para mí, cada amanecer significa asumir, pero sobre todo superar desafíos cruciales para que nuestro Estado permanezca como una tierra de oportunidades para cada uno de sus habitantes. Por eso, seguiré trabajando de manera constante y sin descanso para convertir a Aguascalientes en el lugar más agradable de nuestro país para vivir, soñar e invertir”, concluye la gobernadora.
DMUJERES EN EL CINE DE TERROR: DE VÍCTIMAS A CREADORAS DEL MIEDO
Sara Ayala / @estoesnucleo
esde siempre, lo oculto, llámese paranormal, misterioso o simplemente incomprensible, ha sido un imán para nuestra curiosidad. En el cine, este interés se ha manifestado de manera poderosa en el género de terror, un espacio donde nuestros miedos más profundos toman forma y donde las ansiedades sociales encuentran un reflejo escalofriante. Sin embargo, el cine de terror es un género construido principalmente bajo la mirada masculina. Esto ha dado lugar a una representación femenina basada en estereotipos rígidos que oscilan entre dos extremos: la mujer buena e inocente, destinada a ser salvada o sacrificada, y la mujer perversa, cuya transgresión merece un castigo brutal.
Esta construcción no es inocente ni casual. Responde a una lógica patriarcal que ha dominado el cine en general y el terror en particular. A lo largo de la historia, el género ha servido como una forma de explorar y proyectar los miedos de la sociedad, y en ese reflejo las mujeres han sido, con demasiada frecuencia, objetos de violencia y subordinación.
¿Qué pasa cuando esas mujeres dejan de ser solo víctimas y se convierten en heroínas, monstruos o incluso las creadoras del horror? ¿Cómo cambia el cine de terror cuando las mujeres toman el control de la narrativa?
> La mujer en el terror clásico: víctima y objeto de la mirada masculina
Si observamos los clásicos del cine de terror, es evidente que los hombres dominan los roles de poder: son los monstruos que aterrorizan, los científicos que experimentan con lo desconocido, los héroes que llegan a salvar el día. Las mujeres, en cambio, han sido tradicionalmente encasilladas en el papel de víctimas: la damisela en peligro que corre aterrada, la scream queen cuyo grito anuncia su destino fatal. Este patrón no es exclusivo del cine, sino que refleja una narrativa que se ha repetido en diversas expresiones culturales: la mujer como ser vulnerable, cuya virtud debe ser protegida o castigada según el caso.
Alien (1979)
King Kong (1933)
M.F.A. (2017)
Huesera (2022)
The Babadook (2014)
En las últimas décadas, el cine de terror ha dado un giro más radical: ya no solo muestra a mujeres sobreviviendo al horror, sino que las convierte en el horror mismo “ “
> Las final girls y el cine de venganza
Y aunque parezca increíble, aún persiste el mito de que el terror es un género exclusivo para el público masculino, quizá basado en la idea errónea de que las emociones intensas no “encajan” con la sensibilidad femenina; sin embargo, la realidad es que las mujeres siempre han sido grandes consumidoras del género.
Con el auge del feminismo en los años 70, surgió una demanda por una representación femenina más justa y compleja en el cine. Fue entonces cuando los personajes femeninos comenzaron a evolucionar: aunque seguían siendo perseguidos y atacados, dejaron de ser simples víctimas pasivas.
Así nació la figura de la Final Girl, un concepto acuñado por la teórica Carol J. Clover en Men, Women, and Chainsaws (1992). Estas mujeres ya no solo eran víctimas; ahora sobrevivían y se enfrentaban al monstruo o asesino. Laurie Strode (Halloween, 1978), Nancy Thompson (Pesadilla en Elm Street, 1984) y Ellen Ripley (Alien, 1979) se convirtieron en íconos de resistencia, pero su fortaleza tenía una condición: debían ser “puras”.
Las Final Girls solían ser jóvenes sin vida sexual activa, mientras que sus amigas más despreocupadas morían en las primeras escenas, perpetuando aún ciertos ideales conservadores.
Por otro lado, el subgénero del rape-revenge llevó esta transformación un paso más allá. En estas películas, la mujer ya no solo sobrevive, sino que se convierte en el agente de su propia venganza; sin embargo, este tipo de cine ha generado debates: ¿es realmente una subversión del tropo de la víctima o es solo una manera más de explotar el trauma femenino para generar espectáculo?
Esto último, pensando, sobre todo, en la forma en que la mirada masculina retrata la violencia hacia la mujer y en especifico, la violencia sexual. Ese trauma que muchas veces lo retrata de manera simplista, centrándose en el abuso explícito.
> Cuando la mujer es el monstruo:
El horror de la autonomía
En las últimas décadas, el cine de terror ha dado un giro más radical: ya no solo muestra a mujeres sobreviviendo al horror, sino que las convierte en el horror mismo. Y no en el sentido tradicional de la “bruja malvada” o la femme fatale, sino como figuras que encarnan los miedos de la sociedad hacia la independencia femenina
Películas como Carrie (1976) o Ginger Snaps (2000) usan el terror para hablar del cuerpo femenino como algo incontrolable y amenazante. En Raw (2016), de Julia Ducournau, el despertar de la sexualidad de la protagonista se convierte en un horror corporal donde el canibalismo es la metáfora central. Y en The Babadook (2014), de Jennifer Kent, el duelo materno se transforma en un monstruo literal que devora la cordura de su protagonista.
La feminidad también puede ser la fuente del miedo, porque una mujer con poder sigue siendo un concepto que asusta.
> Más allá de todo: las mujeres detrás de la cámara
Mientras las mujeres en pantalla han pasado de ser víctimas a sobrevivientes, heroínas y hasta monstruos, el verdadero cambio se ha dado cuando ellas han tomado el control detrás de la cámara. Durante mucho tiempo, el terror ha sido dominado por directores hombres, lo que ha limitado la diversidad de perspectivas y temáticas dentro del género.
La crítica Alison Butler señala que el cine de mujeres no se define únicamente por el género de sus creadoras, sino por su posición en la cultura y la manera en que abordan sus historias. Las directoras de terror han irrumpido en la narrativa establecida, para incluir nuevas temáticas y transformar la forma en que se cuentan.
En ese sentido, no se trata de incluir a personajes femeninos fuertes, sino de cambiar la narrativa misma, de abordar el miedo desde otro ángulo. Muchas directoras han utilizado el terror para hacer una crítica politizada a la violencia de género, al acoso y a la desigualdad, abordando estos horrores desde sus propias experiencias y no desde la fantasía masculina.
Un ejemplo claro es M.F.A. (2017) de Natalia Leite, que aborda la violencia sexual desde una perspectiva que se aleja del morbo o la cosificación con la que suele tratarse este tema en manos de directores hombres.
> México y el terror dirigido por mujeres
México tiene una relación profunda con el terror. Desde el cine inspirado en el folklore paranormal hasta el realismo brutal de historias de violencia y narcotráfico, el horror mexicano ha evolucionado con el tiempo. Pero, claro, no es sorpresa que las directoras mexicanas sean invisibilizadas.
Pese a todo, las directoras mexicanas han logrado lo que muchos no creían posible: hacer del miedo algo profundamente femenino y, al mismo tiempo, universal.
Issa López irrumpió en el género con Vuelven (2017), una obra que fusiona lo sobrenatural con el realismo de la violencia en México. Aquí, el terror no viene de un asesino con máscara ni de un espíritu vengativo, sino de la realidad: los cárteles, la infancia perdida, el miedo cotidiano de crecer en un país donde la muerte es una sombra constante.
Si Vuelven nos mostró el miedo desde la infancia, Huesera (2022) nos lleva a otro espacio aterrador: la maternidad. Michelle Garza Cervera usa el horror corporal para explorar el miedo a la pérdida de identidad que muchas mujeres enfrentan al convertirse en madres.
Gigi Saul Guerrero, también conocida como “La Muñeca del Terror”, ha demostrado que el cine de género puede ser ferozmente político. Con trabajos como Bingo Hell (2021) y su participación en México Bárbaro (2014), ha utilizado el terror para hablar de temas como la gentrificación, la opresión de las comunidades latinas y el choque cultural, demostrando que las mujeres también pueden hacer horror visceral, violento y sin concesiones.
> El futuro del cine de terror es femenino
La mujer en el cine de terror ha pasado de ser una víctima a una sobreviviente, de ser un símbolo de pureza a convertirse en el propio horror. Y ahora, más que nunca, está tomando el control de la historia.
Las directoras mexicanas están cambiando el género desde sus raíces, dándole nuevas perspectivas, nuevos monstruos y nuevas protagonistas. Su cine nos recuerda que el cine es un acto político.
Y en un mundo donde la autonomía femenina sigue siendo un tema de debate, el horror sigue siendo un espacio donde la mujer puede gritar, luchar y, finalmente, tomar el control de la narrativa. Porque, al final del día, en el cine de terror y en la vida real, las mujeres ya no están dispuestas a ser solo las víctimas.
“ME CUIDAN MIS AMIGAS, NO LA POLICÍA”: CRIMINALIZACIÓN
Y ESTIGMATIZACIÓN
DE LAS PROTESTAS FEMINISTAS
Sara Ayala / @estoesnucleo
Alo largo de la historia, el feminismo ha sido incómodo. Y cada 8 de marzo lo confirmamos. Año tras año, los medios y miles de usuarios en redes se apresuran a defender paredes y monumentos, a compartir historias de hombres supuestamente agredidos en las marchas y, por supuesto, a resucitar la famosa foto del perro con pintura morada. Como si el problema fueran las feministas y no la violencia que las obliga a salir a las calles.
Se indignan más por una pintada en piedra que por los nombres escritos en ella. Gritan que “esas no son formas”, pero callan ante los feminicidios, las violaciones, las desapariciones y la impunidad. Se preocupan más por limpiar una fachada que por limpiar un sistema podrido que deja a miles de mujeres sin justicia.
La criminalización de las marchas feministas no es accidental. Es una estrategia para desacreditarlas, para distraer del verdadero problema, para callar el dolor de miles de madres, hermanas, hijas y amigas que siguen buscando a sus desaparecidas, que siguen llorando a sus asesinadas.
> El Estado y su papel en la criminalización de la protesta
El Estado, en lugar de atender las exigencias de justicia, niega la existencia de la crisis de violencia de género y, peor aún, criminaliza a quienes alzan la voz.
A esto se suma la indiferencia de la sociedad, que en muchas ocasiones prefiere criticar la manera en la que las mujeres protestan en lugar de cuestionar por qué protestan. Las marchas son tachadas de violentas, desproporcionadas e innecesarias, mientras que la violencia que las provoca sigue siendo normalizada y, en muchos casos, ignorada.
La represión no solo se da en las calles con el uso de la fuerza pública contra manifestantes. También se ejerce desde el discurso oficial y los medios de comunicación. La narrativa gubernamental y mediática suele centrarse en desacreditar el movimiento, al presentar a las feministas como un grupo radical y peligroso, desviando la atención del verdadero problema: los feminicidios, las desapariciones y la impunidad.
La estrategia es clara: convertir a las mujeres que protestan en el enemigo, mientras el verdadero agresor -un sistema que permite y perpetúa la violencia de género- queda en la sombra.
Se indignan más por una pintada en piedra que por los nombres escritos en ella. Gritan que “esas no son formas”, pero callan ante los feminicidios, las violaciones, las desapariciones y la impunidad “ “
foto
Martín
Zetina
> La estigmatización de las protestas
En “Criminalización de la protesta feminista: el caso de las colectivas de jóvenes estudiantes en México (2021)”, Daniela Cerva-Cerna afirma que la protesta feminista incita a la “crítica, cuestionamiento, burla, menosprecio, e incluso más violencia. Quien protesta confronta, se atreve, reclama, y en el juego de los roles de género, estos comportamientos no son permitidos a las mujeres”.
Las marchas son tachadas de violentas, desproporcionadas e innecesarias, mientras que la violencia que las provoca sigue siendo normalizada y, en muchos casos, ignorada
“ “ foto Ángel Hernández
De ahí que las marchas, los performances, las pintas y las protestas resultan incómodas, por el hecho de que son mujeres quienes recurren a la violencia y la rabia, dos actitudes que, en los roles de género, son impensables para la figura femenina.
En consecuencia, como señala Cerva-Cerna, el movimiento feminista nace estigmatizado, y comúnmente se lo asocia con el uso de violencia, el desgaste emocional, agresiones y amenazas. A su vez, se desacreditan las denuncias, se minimizan los reclamos y se reprime a las activistas, con el objetivo de desincentivar la movilización
> No son formas vs. Nos están matando
Año tras año, el guion se repite: se condenan las pintas en los monumentos, pero no las cifras alarmantes de feminicidios; se ridiculiza la lucha con memes y titulares sensacionalistas, mientras que la violencia real -la que arrebata vidas- se sigue viendo con indiferencia.
La iconoclasia, es decir, la intervención de monumentos durante las protestas, es uno de los principales puntos de ataque contra el movimiento. Se le da un valor casi sagrado a estatuas y paredes, mientras que la vida de las mujeres sigue siendo tratada como un daño colateral
El discurso de “esas no son formas” se convierte en una herramienta para silenciar el enojo legítimo de quienes han perdido a una hija, una hermana, una amiga, ¿pero cómo exigir paciencia cuando la justicia nunca llega?, ¿cómo pedir calma cuando las mujeres son asesinadas todos los días?
Este tipo de discursos -creer que “no son formas”- provoca una división extrema en la sociedad, donde las feministas son presentadas como un peligro y sus acciones son descalificadas. En lugar de escuchar sus demandas, se construye una narrativa en la que ellas son “las malas”, mientras que quienes rechazan las protestas son “los buenos”. Esta distorsión de la realidad contribuye a que muchas personas duden de la gravedad de la violencia de género y prefieran ignorar las denuncias.
Como parte de este ataque, se utilizan insultos y estereotipos para ridiculizar el movimiento, al tachar a las feministas de locas, feminazis, mujeres amargadas o lesbianas frustradas. Estas etiquetas no solo buscan desacreditarlas, sino que reflejan el rechazo que genera ver a mujeres exigiendo justicia con fuerza y determinación.
Además, los medios de comunicación refuerzan esta imagen negativa al enfocarse en los actos de protesta más llamativos -como las pintas o la iconoclasia- en lugar de centrarse en las razones detrás de la movilización. De esta manera, se desvirtúa el movimiento y se le retrata como promotor de la violencia, desviando la atención de los verdaderos problemas que enfrentan las mujeres.
> La lucha sigue, la rabia también
El feminismo no busca generar caos, busca justicia. Y si la rabia incomoda, es porque por fin nos están escuchando Lo verdaderamente desproporcionado no son las marchas, es la violencia que las provoca. A todas las niñas, jóvenes, y mujeres adultas que marchan o resisten desde su trinchera, que sepan que no están solas, no están exagerando, y su lucha es legítima.
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Graciela
López
Herrera
SUBCAMPEONA MUNDIAL
O
CÓMO EL MAR SE CONVIRTIÓ EN MI
MEJOR MAESTRO
Claudia Ruvalcaba Mendiola / @eltacticoclub
Querido deportista, no deportista, si estás leyendo esto espero que te interese algo de lo que estoy escribiendo. El deporte más retador, demandante y gratificante que he practicado en mi vida, sin duda ha sido nadar en aguas abiertas, y hoy quiero compartir algo de mi historia, esperando que pueda llegar a la persona que sea y si lo encuentran inspirador, sin duda, ya habrá valido la pena compartirlo.
Deportivamente hablando siempre fui una niña inquieta y bastante competitiva, siempre me exigieron un deporte y el primero que me acuerdo fue la natación, después vinieron otros que practiqué con mucho empeño, pero nada como esto.
Siempre atraída por el agua, nunca dejaba de ver la alberca y sabía que algún día regresaría a nadar y entrenar en forma, quien me conoce bien sabe que el agua para mi es como un imán y que siempre tengo que meterme al mar o al menos tengo que tocar el agua, sea donde sea. Después batallan mucho para que salga.
Después de la pandemia es que decidí retomar este deporte como mi principal actividad física, y que los últimos años se ha convertido incluso en mi mejor terapia y antiestrés.
Gracias a un nado entre amigos veo que me sentí como pez en el agua y es cuando decido inscribirme a mis primeros 10 kms de distancia y así sigo compitiendo a nivel internacional, para sorpresa y asombro míos, colocándome en pódiums. Es en 2024 que decido competir en la competencia de Oceanman Cozumel ranqueado como uno de los lugares más preciosos para practicar este deporte, pero altamente demandante debido a las corrientes y oleaje que presenta la isla. Gracias a la calificación que obtengo en esta dura competencia, ¡oh sorpresa mía!, en los siguientes días recibo una cordial invitación y quiero hacer mención, ya que jamás se me olvidará lo que decía: “El esfuerzo y la pasión que le dedicaste a la natación, tiene una recompensa para ti, un lugar en el campeonato Mundial de aguas abiertas 2024 en Dubai”
Para mí esto ha sido una de las noticias más impactantes que he recibido, ¿cómo, yo a mi edad, a mis 41 estoy calificando a un mundial?, cuando apenas tengo 3 años practicando este deporte y les soy sincera, sigo medio incrédula.
Después de esto, y al darle vueltas de si ir o no ir, el trabajo, gastos y demás, un buen amigo me dijo: “inscríbete, lo demás llega, hazlo, oportunidades como éstas en la vida no a todos les llegan”, es cuando dije sí, sí voy y no sólo a competir si no a hacerlo lo mejor que se pueda.
Sé que la meta es importante, pero el proceso lo es todo y cuando entiendes y comprendes esto, es que estás en el camino correcto.
Una persona con voluntad llega más lejos que cualquiera, por eso decidí entrenar en forma, entrenar 7 días a la semana, dieta especial, podcast, sacrificios, cualquier cosa que me ayudara a enfocarme y a mentalizarme lo qué iba hacer y hacia dónde quería llegar.
Ahora más que nunca sé que el ejercicio transforma, pero más que el cuerpo. Cuando haces ejercicio, luchas contra todo tu cuerpo que te dice ahorita no, porque incomodas a tu cuerpo, te pones a ti mismo bajo dolor físico constante para terminar y no ver un cambio inmediato y al otro día lo mismo. Pero también el ejercicio transforma tu necesidad de inmediatez, de disciplina y la convierte en recompensa, trabaja nuestra mente y cambia nuestra vida.
Una de las enseñanzas de este bello deporte, es que a mí el mar sin duda me ha enseñado mucho para la vida cotidiana:
• Fluir con la corriente, capacidad de adaptación a lo inesperado
• Paciencia y constancia, las distancias no se cubren con velocidad, sino con paciencia
• Mantén el enfoque en la meta, buscar siempre el horizonte como una guía y me ayuda a no desviarme
Tú tienes que validar si lo has hecho bien, cómo va el proceso, no como salió al final, el resultado no es exigible, lo que es exigible es el esfuerzo, no es cuestión de suerte es cuestión de hacer.
Por eso es cuando decido ir, que no sólo voy a participar, si no que quiero dejar huella y hacerlo lo mejor posible por mí, porque lo he trabajado y estoy preparada.
Hoy te digo que después de 3 años de estar nadando, soy subcampeona mundial en esta disciplina, que enfrenté una competencia física y mentalmente retadora, con corrientes de agua fría y un oleaje inesperado a la mitad de la competencia, donde entendí que, si competía contra el mar, no lo iba a lograr nunca, era mejor que tomara su ritmo y lo entendiera, donde me repetí constantemente que estaba lista, entrenada y preparada para esto, que lo llevo en el ADN y que es lo que más disfruto hacer.
Al mar siempre le pido permiso, le muestro respeto y le agradezco por cada competencia en la que he participado y me ha cuidado.
¡No dejes que nadie te diga que no puedes hacerlo, hazlo, si tienes un sueño tienes que protégelo!
¡SIÉNTETE ORGULLOSA! TÚ ERES FUERTE
Ma. Fernanda Padilla / @eltacticoclub
Soy Ma. Fernanda Padilla, originaria de Gdl, Jalisco. Recientemente cumplí 37 años, soy mamá, esposa, ama de casa, emprendedora y deportista de corazón; entre muchas cosas que he descubierto a lo largo de mi vida hay algo que jamás olvidaré y es la sensación de libertad que experimenté a los 6 años al participar en una carrera en las miniolimpiadas escolares; fue ahí donde empezó mi transformación interna, en donde pude experimentar el poder que tengo para lograr mis retos y superar obstáculos
Actualmente soy entrenadora en Indoor Cycling, y a través de estas líneas quiero transmitirte lo que ha cambiado mi día a día; subirme a la bicicleta es más que eso, es el momento en dónde salen mis alas y me transportan a un momento que me ayuda a equilibrar mi cuerpo, mi mente y mi espíritu. Son 50 min en donde lo único que importa es escuchar y conectar con las maravillosas chicas que hacen posible el rodar de una manera que sana de dentro hacia afuera, en un espacio único que nutre y a través del ritmo, a través de la música fortalecemos nuestro cuerpo.
> “Claro que puedes”
El mundo está lleno de retos, nos cargamos de buenas y malas energías, es fácil que nos gane la rutina y el cansancio, justificamos el no darnos tiempo y nos vamos olvidando que lo más preciado que tenemos es la salud física y mental. Hoy te invito a cambiar de dirección y darte la oportunidad de entrenar, nunca es tarde para empezar. Date la oportunidad de estar en un espacio que te brinde un encuentro contigo misma a través del deporte, en donde podrás deshacer el estrés y lograrás que las endorfinas se liberen, quiten el dolor y te den bienestar, podrás equilibrar tu cuerpo por dentro y por fuera. “Sí puedes hacerlo, y estoy lista para acompañarte a rodar”.
DEL FUEGO A LA CENIZA: EL VIAJE HACIA UN FEMINISMO SIN ETIQUETAS
Mixtzín Alejandra / @terceraviamx
Cuando comencé en el feminismo, sentí que por fin estaba aprendiendo sobre mí, sobre mi historia y sobre mi identidad. La gente a mi alrededor empezó a identificarme como “la feminista” o, como en ese entonces solían decirlo, “feminazi”. Me preguntaban mi opinión sobre MUJERES controversiales, cuestionaban mi postura sobre el aborto y a menudo me buscaban para debatir sobre situaciones cotidianas. Al principio, no voy a negar que me emocionaba que me tomaran en cuenta, pero había una parte de mí que se rehusaba a hacer del feminismo toda mi identidad: “Seguro hay cosas más interesantes sobre mí”, me repetía, e intentaba convencerme de que yo era mucho más que una postura política.
Hice lo que toda mujer joven y politizada hubiera hecho: participé en manifestaciones y marchas organizadas por colectivas feministas locales, comencé a conocerlas mejor, me corté el cabello, usaba los colores morado y verde como símbolo, aprendí consignas feministas, participé en foros, conversatorios y entrevistas para hablar sobre mis conocimientos, principios y experiencias como feminista. Incluso cofundé mi propia colectiva, donde organizábamos círculos de mujeres. Me sentía como una feminista ejemplar. Spoiler: no lo era.
En mi vida personal existían muchas contradicciones: mis relaciones con otras mujeres eran complejas, discutía constantemente con mi familia hasta hacer llorar a una de mis hermanas por tener posturas diferentes a la mía, priorizaba mi relación amorosa sobre otros lazos afectivos, estaba todo el tiempo a la defensiva, pero también me veía a mí misma como una víctima, tanto de mis hormonas como de la sociedad. Sentía culpa por todos los privilegios que me atravesaban, entre muchas otras cosas más. Decir que el feminismo arruinó mi vida personal sería una exageración, pero decir que me hizo mejor persona tampoco sería lo correcto.
Como feminista, empecé a adoptar términos como patriarcado o sororidad para describir situaciones de vida a las que me enfrentaba, sin comprender realmente cómo me atravesaban. Exigía que ciertos espacios fueran separatistas sin entender bien su funcionamiento. Me apropiaba de dolores que no eran míos y los reclamaba como propios. Actuaba como se suponía que debía actuar, según el feministómetro (una especie de manual no escrito que dicta cómo ser una “buena feminista”).
Hace unos días escuché la frase “Si no somos feministas, ¿entonces qué somos?”, mientras reflexionábamos sobre lo que el feminismo representa para nosotras en la actualidad. Me encontraba en una reunión con Mon, Ale y Yeska. Todas manejan proyectos autogestivos dirigidos a mujeres y disidencias, mientras construyen un hogar lleno de amor, soporte y apoyo. Me descubrí a mí misma extrañando la sensación de crear en colectivo y de pertenecer a algo. Me puse a pensar
en los días previos al #8M, cuando me juntaba con amigas a hacer carteles o bordados para la marcha, cuando cargaba mi cámara para registrar toda la experiencia. He vivido el 8M en Aguascalientes, León y Ciudad de México, y cada uno me ha brindado emociones distintas. Sí, sentirte parte de una comunidad te hace sentir segura, pero las constantes agresiones de la policía, la abundancia de carteles con mensajes transfóbicos, la falta de diversidad y la necesidad de convertirlo en algo instagrameable me hacían sentir incómoda y fuera de lugar. Al conversar con amigas y compañeras de lucha, todas coincidíamos en algo: no nos sentimos identificadas. Mi amiga Sam, a quien conozco desde que tenía seis años y con quien recientemente reconecté, me dijo: “Sé que el feminismo es mucho más grande que mi experiencia y que no existe una sola manera de ser feminista, pero tampoco he encontrado el espacio para vivirlo a mi manera”. Su comentario me hizo pensar en dos aspectos:
Por supuesto que no existe una sola forma de ser feminista; siempre han existido y existirán diversos tipos de feminismos. La forma en la que vivimos el feminismo en México no es la misma que para las mujeres que viven en China. Reflexioné sobre mis primeros acercamientos al feminismo al leer Desde los zulos de Dahlia de la Cerda. Así como ella, empecé leyendo a Virginia Woolf, para luego darme cuenta de que el contexto en el que hablaba sobre feminismo era muy distinto a mi realidad. Sí, cada una toma lo que necesita de cada corriente. Y sí, cada quien se adapta a lo que mejor le funciona.
¿Pero nos estamos involucrando desde un interés individual o colectivo? ¿Hacia quién o qué va dirigida nuestra lucha? Porque si nuestra lucha consiste en juzgar desde una superioridad moral, excluir a nuestras hermanas trans, regresar a ideas conservadoras, justificar acciones violentas bajo el argumento de sororidad, esperar hasta el 8M para abrazarnos, gritar y exigir que lo quemen todo… entonces, no creo que esa sea mi lucha.
He de admitir que no todo ha sido malo, porque, como en todo, las cosas no son blanco y negro. No odio el feminismo ni lo que representa en la actualidad. Disfruto leer a autoras y referentes feministas de todas las épocas, formas y corrientes. Aún me interesa la lucha y sigo buscando formas de involucrarme, pero intento hacerlo desde un lugar de coherencia con mis principios y acciones. Es difícil; aún no logro descifrarlo del todo.
Intento perdonarme por todas las veces que actué como policía del feminismo y también por todas las veces que me lo aplicaron a mí. El camino es largo e incierto, pero siento que estoy en un mejor lugar para señalar mis propios errores, para entender mejor mi entorno y para darme el espacio de mejorar.
Sé que el feminismo es mucho más grande que mi experiencia y que no existe una sola manera de ser feminista, pero tampoco he encontrado el espacio para vivirlo a mi manera “ “
Me encuentro en una etapa en la que veo a mi alrededor a mujeres de mi edad (rondando los 25 años) embarazándose o casándose. Me sorprendo a mí misma cuestionando sus decisiones, juzgándolas desde un lugar de privilegio y con cierto aire de superioridad. Cuando hablamos de feminismo, a menudo olvidamos mencionar la maternidad deseada o las maternidades diversas. Dentro del feminismo blanco, existe la idea de que ser madre se contrapone al concepto de éxito profesional para una mujer. En este mismo contexto, se generan miedos e inseguridades en torno a la experiencia de la maternidad, temores que, hasta la fecha, sigo sintiendo.
Mientras en los últimos 20 años se ha exigido el acceso libre y seguro al aborto, muchas mujeres han vivido los estragos de políticas públicas implementadas en los años 80, cuando fueron obligadas a usar métodos anticonceptivos con el pretexto de reducir la mortalidad materna (o al menos eso era lo que les decían). Aunque en ese entonces no tenía un nombre específico, décadas después supieron que se trataba de anticoncepción forzada. Esta práctica tiene su origen en las campañas de salud pública relacionadas con la planificación familiar, el control de la natalidad y la eugenesia, una disciplina pseudocientífica que ganó popularidad a principios del siglo XX y cuyos efectos persisten hasta la actualidad.
ENTRE CUNAS Y CAMINOS PROPIOS: MATERNIDAD, FEMINISMO Y LIBERTAD*
La ideología eugenésica está profundamente arraigada en el racismo, pues sus seguidores promovían la reproducción exclusiva de personas blancas de clases altas, mientras castigaban la reproducción de personas racializadas y empobrecidas. Estas ideas influyeron en políticas públicas en Estados Unidos, donde los centros de atención médica llevaron a cabo campañas masivas de esterilización femenina, dirigidas especialmente a mujeres negras, nativoamericanas y migrantes. Este mismo modelo se replicó en América Latina y llegó a México entre las décadas de 1980 y 1990, cuando diversas mujeres fueron esterilizadas sin su consentimiento y sin acceso a información. Treinta años después, muchas de ellas relatan que, tras dar a luz en hospitales públicos, fueron obligadas a “elegir” un método anticonceptivo; a otras simplemente les informaron que ya les habían colocado un DIU. En este escenario, elegir ser madre es más que un deseo: es un derecho. No se trata de una idea aislada, sino de un punto clave que plantea Esther Vivas en Mamá desobediente, donde advierte que, si no entendemos la maternidad como un derecho, esta acaba por convertirse en un privilegio reservado para mujeres blancas de clase alta.
He intentado comprender las razones por las que una persona elige maternar o no, procurando ver más allá de lo obvio. Me interesa saber si su decisión responde a un posicionamiento político, social y/o económico. Por suerte, vivo de cerca ambas experiencias, tanto en mí misma como en amigas y hermanas.
Mixtzín Alejandra / @terceraviamx
Le pregunté a Sofía, de 26 años, ama de casa y madre de tiempo completo, sobre el proceso que la llevó a convertirse en madre y los desafíos a los que se ha enfrentado en el camino: “Yo no decidí ser mamá. Después de estar en una relación de cinco años, mi método anticonceptivo falló”, me dijo mientras compartía cómo sus planes se vieron interrumpidos por este suceso, aunque decidió continuar con el embarazo a pesar de los retos. “Al principio era algo temporal, pero cada vez se ha ido extendiendo”, comentó a propósito de su decisión de ser madre de tiempo completo y no perseguir una carrera profesional.
Le pregunté sobre los cambios en su vida desde la maternidad, los aspectos más difíciles de esta y si le gustaría dejar un mensaje sobre la realidad de las madres. Todo esto mientras cuidaba a su hijo, cuyos sollozos se entremezclaban de vez en cuando en el ambiente. Sofía finalizó: “Nunca vas a tomar una decisión 100 % correcta, ya sea tener hijxs joven o no. […] Y no creo que exista una felicidad absoluta en la maternidad ni en la no maternidad”.
También hablé con Astrid, de 29 años, profesionista y sin hijxs. Le hice la pregunta que muchas mujeres de su edad suelen escuchar: si desea ser madre. “Recuerdo que de niña crecí con esa ilusión y pensaba que el día que fuera mamá lo dejaría todo por ellxs, pero cuando empecé a trabajar, eso cambió completamente. Al día de hoy, todavía no tengo una respuesta sobre si quiero tener hijxs o no, pero al menos tengo la seguridad de que no es mi sueño”, afirmó Astrid.
No siento que ser mamá deba ser una obligación; creo que la maternidad debe ser una elección, y si lo es, debe ser planeada, incluyendo el estilo de vida que quieres darle “ “
Entre otras razones, compartió sus reflexiones sobre la maternidad desde la perspectiva familiar y mencionó que, tras años de soltería, tiene claro que no está en sus planes ser madre soltera. También reconoció que, desde su posición de privilegio, nunca ha sentido presión por convertirse en mamá. Señaló, además, que este cambio generacional la atraviesa, pues dentro de sus círculos es cada vez más común no tener hijxs y priorizar otras formas de cuidado, como el de las mascotas: “Hace apenas unos años que me independicé y me hace feliz haberme dado la oportunidad de disfrutarlo: elegir en qué gastar mi dinero, conocerme, desarrollar mis rutinas. No siento que ser mamá deba ser una obligación; creo que la maternidad debe ser una elección, y si lo es, debe ser planeada, incluyendo el estilo de vida que quieres darle”, concluyó Astrid.
Tal vez la cuestión no sea solo elegir cuándo y cómo ser madre, sino también contar con las condiciones necesarias para que la maternidad sea verdaderamente una elección libre, justa y deseable para mujeres y personas gestantes. Esto implica acceso a métodos anticonceptivos con información clara, educación sexual integral y derechos reproductivos. Asimismo, requiere el desarrollo de políticas públicas que permitan una maternidad sin precarización ni discriminación.
*El presente artículo recopila testimonios de mujeres que viven la maternidad o la no maternidad en distintos contextos. De igual manera, contiene información obtenida de GIRE, organización líder en justicia reproductiva, así como del “Capítulo 7.5. ¡MADRES!” del podcast AFROCHINGONAS
HEROÍNAS ENTRE LOS ESCOMBROS: EL PAPEL CRUCIAL DE LAS MUJERES RESCATISTAS
Sofía Galaviz /
@guardianesmxn
Las mujeres rescatistas han desempeñado un papel crucial en la atención de emergencias y desastres naturales en México y en el extranjero. Su labor no solo demuestra valentía y dedicación, sino que también desafía los prejuicios de género que históricamente han intentado limitar su participación en áreas tradicionalmente dominadas por hombres. Estas mujeres, con su entrega y profesionalismo, se han convertido en un pilar fundamental en la búsqueda y rescate de personas atrapadas entre los escombros, ofreciendo esperanza en medio del caos.
Un ejemplo significativo de su relevancia fue el sismo del 19 de septiembre de 2017, que sacudió a México con una magnitud de 7.1, dejando cientos de muertos y miles de personas afectadas en Ciudad de México, Morelos, Puebla y otras entidades. En esta tragedia, mujeres de todas las edades y profesiones se sumaron a las labores de rescate, algunas ingresando a edificios colapsados con equipo especializado y otras organizando la ayuda desde fuera.
Su participación fue clave para salvar vidas y brindar apoyo emocional a las víctimas y sus familias.
La historia de estas heroínas está llena de valentía, sacrificio y compromiso, como lo muestran los relatos de mujeres que han dedicado su vida a esta noble labor:
> Juanita Huitrón: pionera en el rescate
Ser mujer y rescatista en siniestros devastadores es considerado por algunos como una verdadera incongruencia, pues existe el prejuicio de que las mujeres carecen de la valentía y fuerza de un hombre. Sin embargo, para Juanita Huitrón esta vocación de ayudar se convirtió en su forma de vida, y ha demostrado que el género no tiene nada que ver.
En el terremoto de 1985, la heroína mexicana vivía sobre la avenida Reforma frente al edificio Nuevo León, que a la postre se derrumbaría. Al darse cuenta del acontecimiento, junto con su esposo y sus cuatro hijos acudieron a rescatar a
los sobrevivientes. Desde entonces, Juanita dedicó su vida a esta gran labor, se preparó y fue una de las fundadoras de la asociación civil Brigada de Rescate Topos.
Huitrón narró en entrevista para UNAM Global que pertenecer al género femenino en esta labor a veces puede ser duro, porque todavía existe un machismo reprobable en nuestra sociedad.
“Me costó mucho trabajo empezar porque había quienes con toda la educación me corrían de la zona, había quien me veía inclinada trabajando y con el perdón en la boca me daban un golpe con la cadera y me tiraban al suelo”, dijo.
La rescatista retirada señaló que un día en un siniestro, del cual no quiso dar el nombre ni la fecha, trabajaba bajo los escombros y alguien le aventó una gran piedra para lastimarla.
Me gritaron “Aguas Juana, quieren acabar contigo”. Relató que cuando oyó que las piedras caían, sólo se encomendó a Dios, “mientras me puse en posición dura y tomé fortaleza”.
> Pola Díaz Moffitt: tres décadas de servicio internacional
El papel que han desempeñado las mujeres en labores de rescate de personas atrapadas en estructuras derrumbadas ha sido esencial. Pola Díaz Moffitt ha participado desde los sismos de 1985 en el rescate de más de 500 cuerpos y unos 25 sobrevivientes entre escombros de edificios derrumbados por temblores o huracanes en México, Haití, El Salvador, Chile, Perú, Guatemala, Ecuador, Filipinas, Japón, Indonesia e incluso en las Torres Gemelas de Nueva York.
A sus 51 años, y con tres hijas y tres nietos, Pola señala que no se considera una heroína, sino únicamente pone su granito de arena y brinda amor a las personas que se encuentran en momentos difíciles. ‘‘Es un trabajo de equipo. Entre todos salvamos vidas y rescatamos esperanzas’’, comentó.
> Grisel Valencia: una vocación desde la adolescencia
“Soy mujer y estoy aquí porque estoy preparada para entrar a los escombros y rescatar a todas las personas atrapadas que estén en mi mano”, dijo Grisel Valencia, quien desde los 13 años soñó con ser bombera. Hoy, con más de 15 años de experiencia en el cuerpo de Baja California Sur, trabajó en zonas afectadas tras el sismo de 2017, incluyendo la fábrica textil que se desplomó en la calle Chimalpopoca y la unidad habitacional Tlalpan.
Grisel relató que muchas veces siente miedo al entrar a estructuras inestables, pero destaca que su profesión es por amor al prójimo y que cualquier mujer puede ser una buena bombera si tiene vocación y compromiso.
> Andrea Estévez y Daniela Basurto: flexibilidad y determinación
Andrea Estévez, madre de familia y exsobrecargo, aprovechó su figura estilizada para entrar a espacios reducidos en los escombros. Trabajó intensamente tras el sismo de 2017, en sitios como el colegio Rébsamen y la unidad multifamiliar Tlalpan.
‘‘Somos mujeres y no por eso somos menos valientes o arriesgadas que los hombres’’, afirmó.
Por su parte, Daniela Basurto, estudiante de Ingeniería Mecánica, ayudó a remover escombros con sus propias manos en el Tecnológico de Monterrey, campus Puebla, demostrando que el compromiso de las jóvenes también es fundamental en estas labores.
> Esteli Peñalosa: el cuidado de los perros rescatistas
No todas las rescatistas entran a las ruinas. Esteli Peñalosa, de 27 años, se encarga de cuidar la salud de perros rescatistas como Titán, vigilando su hidratación y bienestar emocional durante las operaciones.
‘‘Como mujer, como joven y como mexicana, no puedo ser indiferente ante una desgracia tan horrible como la que hoy estamos viviendo’’, concluyó.
La participación de estas mujeres en las labores de rescate demuestra que no existen limitantes para ayudar, y su trabajo no solo salva vidas, sino que inspira a nuevas generaciones a seguir sus pasos en la búsqueda de un mundo más solidario. Este ejemplo de unidad y fortaleza frente a la adversidad resalta el papel fundamental que pueden desempeñar las mujeres en cualquier ámbito, dejando claro que la empatía, la preparación y el compromiso no tienen género. Con su liderazgo y valor, han transformado tragedias en lecciones de esperanza y resiliencia que quedarán marcadas en la historia.
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VALENTINA RAMÍREZ UNA HEROÍNA OLVIDADA DE LA REVOLUCIÓN
Sofía Galaviz / @guardianesmxn
Valentina, Valentina, rendido estoy a tus pies, si me han de matar mañana, que me maten de una vez
El estribillo de la canción “La Valentina” inmortaliza la valentía de Valentina Ramírez Avitia, conocida como la “Mulán mexicana” y, con justa razón, como la “Leona de Norotal”. Nacida en San Antonio, Durango, en febrero de 1893, esta joven decidió desafiar las convenciones sociales de su época y tomar las armas para unirse a la lucha revolucionaria de 1910. A pesar de los obstáculos, su espíritu indomable la llevó a participar en combates decisivos, luchando codo a codo con los insurgentes que querían poner fin a la dictadura de Porfirio Díaz.
Valentina Ramírez Avitia nació en 1894 en San Antonio, Tamazula, Dgo., ingresó a la Revolución Mexicana el 12 de enero de 1911, en las fuerzas del general Ramón F. Iturbide, con el grado de soldado. Del 20 al 23 de mayo del mismo año, combatió en la toma de Topia y Tamazula, Dgo., así como en Culiacán, Sin. Se separó del movimiento revolucionario tras la toma de Hermosillo, Sonora. Vivió en Navolato, Sin.
> El nacimiento de una leyenda
A los 17 años, Valentina no podía quedarse al margen de la Revolución. Inspirada por su padre, quien también se unió a las filas revolucionarias, decidió que su género no sería una barrera. En una época donde las mujeres no eran bienvenidas en el campo de batalla, Valentina se disfrazó de hombre. Usando las ropas de su hermano y escondiendo sus trenzas bajo un sombrero, adoptó el nombre de “Juan Ramírez” y se integró a las tropas del general Ramón Iturbe.
Armada con una carabina 30-30 y cartucheras cruzadas sobre el pecho, Valentina participó en numerosos combates, destacándose en la batalla de Puente Pumarejo (Culiacán), donde ayudó a derrocar al gobernador Diego Redo. Su valentía no pasó desapercibida, y el oficial Harold Ramírez le otorgó el rango de teniente. Sin embargo, tras cinco meses de lucha, su verdadera identidad fue descubierta. Al darse cuenta de que “Juan” era, en realidad, Valentina, fue expulsada del ejército, cortando de golpe su carrera militar.
> El rechazo y la lucha por la supervivencia Regresar a su hogar no fue fácil. Sus hermanos, molestos porque Valentina no estuvo presente cuando falleció su madre, la rechazaron. Esa fue solo la primera de muchas batallas personales que enfrentaría en su vida. A pesar de haber
entregado su juventud a la Revolución, el Estado mexicano nunca la reconoció como veterana, lo que le impidió acceder a una pensión, sumiéndola en una vida de pobreza. Después de separarse de su esposo, Luis Célis, y tras haber enviudado de su primer marido, el coronel Federico Cárdenas, Valentina se vio obligada a ganarse la vida de cualquier manera posible. Durante un tiempo mendigó en las cercanías de la catedral de Sinaloa. Luego, trabajó como empleada doméstica y lavandera para subsistir.
> La trágica caída de una heroína
En 1969, la vida de Valentina sufrió un nuevo golpe. Fue atropellada por un vehículo, lo que la dejó lisiada. Su situación la llevó a vivir en un asilo de ancianos en Culiacán, pero, fiel a su espíritu indomable, escapó del lugar para continuar pidiendo limosna en la plaza y el mercado de Navolato, devota de la Virgen de Guadalupe hasta sus últimos días. Falleció en la más absoluta pobreza el 4 de abril de 1979, y sus restos fueron sepultados en una fosa común del Panteón Civil de Culiacán. Así se apagó la vida de una mujer cuya grandeza fue ignorada por el Estado y olvidada por muchos.
> Un legado en la cultura popular:
La salsa Valentina
Curiosamente, la figura de Valentina Ramírez Avitia ha dejado una huella en la cultura popular de manera inesperada: la salsa Valentina, esa que encuentras en cualquier mesa de México. Manuel Maciel Méndez, fundador del Grupo Tamazula, eligió el nombre en honor a “una mujer brava”, reconociendo el espíritu de lucha de Valentina. Este aderezo, elaborado a base de chiles puya y serranos, es un homenaje a su valentía, y su popularidad ha trascendido fronteras, llegando a Estados Unidos, Canadá, España y varios países de Sudamérica.
> El nombre que resuena en la historia
Valentina Ramírez Avitia no solo es recordada como una combatiente de la Revolución, sino como una mujer que desafiaba los límites impuestos por la sociedad. A pesar de haber sido olvidada por muchos, su legado de coraje y resistencia sigue vivo en la cultura mexicana. La “Mulán mexicana” es un ejemplo de cómo las mujeres han luchado por su lugar en la historia, aunque el reconocimiento no siempre haya llegado en vida.
Hoy, Valentina Ramírez vive en las canciones, las películas y en la salsa que lleva su nombre, recordándonos que la lucha por la justicia y la igualdad es un camino que muchas heroínas han recorrido, a pesar de los obstáculos y del olvido.
KAREN VANESSA VELÁZQUEZ RUIZ,
LA
PRIMER
TENIENTE PILOTO
DE LA FUERZA AÉREA MEXICANA
Sofía Galaviz / @guardianesmxn
Karen Vanessa Velázquez Ruiz es una teniente piloto aviador de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), reconocida por ser la primera mujer en pilotar un avión de combate F-5 durante un desfile militar en México. Originaria de la Ciudad de México, desde temprana edad mostró interés en la aviación militar, inspirada por los desfiles del 16 de septiembre. Tras completar sus estudios de bachillerato, ingresó al Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco, donde se formó como piloto aviador militar.
A lo largo de su carrera, ha acumulado más de 660 horas de vuelo en diversas aeronaves, incluyendo el Bonanza F-33E, Aermacchi SF-260, Pilatus PC-7 y el Casa 295-M. Su
foto
trayectoria la llevó a formar parte del Escuadrón Aéreo 401, unidad que opera los aviones supersónicos F-5E/F, convirtiéndose en la primera mujer en pilotar esta aeronave en un desfile militar el 16 de septiembre de 2019.
Posteriormente, se unió al Escuadrón 502, donde se convirtió en la primera mujer piloto de la FAM en operar un avión Boeing 737. Este escuadrón tiene entre sus funciones la aplicación del Plan DN-III-E, brindando apoyo a la población civil en casos de desastres naturales y transportando ayuda humanitaria a zonas de difícil acceso.
La teniente Velázquez Ruiz ha destacado por su dedicación y profesionalismo, abriendo camino para futuras generaciones de mujeres en la aviación militar mexicana.
Caminos del aire, Galo Cañas Rodríguez, Mario Jasso
> Cargo actual
• Rango: Teniente, Piloto Aviador de la Fuerza Aérea Mexicana.
• Escuadrón: Escuadrón Aéreo 401.
• Ubicación: Base Aérea Militar número 1, Santa Lucía, Estado de México.
> Formación y trayectoria
• Primera aspiración: Desde su infancia, Karen soñó con ser piloto aviador, inspirada por un desfile militar el 16 de septiembre, cuando estaba en quinto de primaria.
• Escuela militar de aviación: En 2008, fue parte de la segunda generación de mujeres que ingresaron a la Escuela Militar de Aviación. De las cuatro mujeres que comenzaron, tres concluyeron con éxito la formación.
• Primeras experiencias de vuelo: Inició volando aviones de transporte como el C-295, el King Air 350I y, más tarde, el F-5 Tigre, un avión supersónico de combate.
> Logros y reconocimientos
• Primera mujer en pilotar un F-5 Tigre: En 2023, Karen se convirtió en la primera mujer de la Fuerza Aérea Mexicana en pilotar un F-5 durante el desfile militar del 209 aniversario de la Independencia de México.
• Horas de vuelo: Ha acumulado 660 horas de vuelo a lo largo de su carrera.
• Operaciones humanitarias: Desde 2021, ha operado el Boeing 737-800 en misiones de apoyo humanitario, incluyendo el transporte de vacunas durante la pandemia de covid-19 y repatriación de mexicanos desde varios países.
> Destrezas y habilidades
• Versatilidad en aeronaves: Ha volado una variedad de aeronaves de la Fuerza Aérea, desde el C-295 hasta el F-5, y actualmente opera el Boeing 737-800.
• Trabajo en equipo: Ha desempeñado un rol clave en formaciones aéreas complejas, liderando aviones en misiones y asegurando la precisión de los tiempos y velocidades durante los vuelos.
• Entrenamiento y capacitación: Además de su experiencia práctica, Karen dedica su tiempo a seguir capacitándose y practicando deportes como el tiro, para mejorar sus habilidades.
> Impacto en la Fuerza Aérea:
• Mujer en un campo dominado por hombres: Karen es un ejemplo de perseverancia y superación en un entorno históricamente masculino, destacando por su profesionalismo y dedicación a la Fuerza Aérea Mexicana.
• Equidad de género: A lo largo de su carrera, ha trabajado por la inclusión de más mujeres en las fuerzas armadas, asegurando que haya un ambiente de equidad y compañerismo.
Reflexiones personales
• Motivación personal: Karen siempre ha sentido un profundo orgullo por pertenecer a la Fuerza Aérea Mexicana, una institución que le ha brindado muchas satisfacciones profesionales y personales. “Definitivamente, la mejor decisión que pude haber tomado”, afirma sobre su carrera.
• Desafíos y emociones: A pesar de los retos, como pilotar aeronaves de alta velocidad, Karen se siente motivada por la responsabilidad y satisfacción de demostrar lo que es capaz de lograr. “Cada insignia que porto tiene un significado”, comenta con orgullo.
foto | Caminos del aire, Galo Cañas Rodríguez, Mario Jasso
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