7 minute read

22 y

descentralizado que se ha dedicado en los últimos seis años a generar eventos e infraestructura cultural para justificar los ejercicios presupuestales y cumplir con lo mínimo posible.

Por otro lado, la mayor parte de quienes conforman las comunidades culturales se han convertido en receptores pasivos del presupuesto, privilegiando los beneficios particulares de una élite. A nivel municipal, son pocos los ayuntamientos que otorgan un valor importante a la cultura: la gran mayoría apenas si destinan el mínimo de presupuesto. A pesar del derecho a la cultura expresado en la Constitución federal, local y a la Ley General de Cultura, falta mucho camino por recorrer para garantizar la participación de la población en la vida cultural en el estado.

Advertisement

Sonora

Tonatiuh Castro Silva, sociólogo especialista en cultura, recuerda que la cultura se relaciona con tres ámbitos de gobierno: federal, estatal y municipal vinculados entre sí, y salvo por la acción del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en Sonora los otros organismos federales padecen indefinición e inestabilidad legal, material, financiera y operativa, “pues funcionan con base en convenios de descentralización irresueltos y a partir de acuerdos tácitos que delegan a la autoridad estatal responsabilidades que incumbirían a la federación”. 1.- La restricción presupuestal del estado afecta tanto a instituciones como a grupos ciudadanos. Los recortes han alcanzado desde la época de Peña Nieto incluso a la dependencia rectora de la cultura en el estado, el Instituto Sonorense de Cultura (ISC). En su primera asignación (ver recuadro), el gobierno federal le aportó una cantidad menor (10 millones 397 mil 359.20 pesos) pero similar a la del último año de Peña Nieto (13 millones 189 mil 801 pesos). Sin embargo, se debe contextualizar que la reducción en ese año final del anterior sexenio había sido de 265 por ciento respecto a 2017 (34 millones 985 mil 950.28 pesos). Se ha verificado una tendencia que hermana a ambos sexenios y que parece haberse asumido como regla: el aporte federal en 2021, claramente aminorado, fue de un millón 237 mil 810 pesos, que se sumó a una asignación de 192 millones 945 mil 521 pesos del gobierno estatal de Claudia Pavlovich. Así pues, es notorio que la minusvaloración neoliberal de la cultura le vino bien a la “austeridad republicana”, pues prácticamente la decretó. 2.- Sonora vive la época más crítica de su historia contemporánea en el rubro de la cultura, exhibiendo una contradicción con el supuesto de que a través de la cultura es posible regenerar el tejido social rezagado. Durante el sexenio de Peña Nieto se pretendió atajar la criminalidad en las 100 localidades más violentas del país, mediante el programa México. Cultura para la armonía, signado entre la Secretaría de Gobernación -encabezada por Miguel Ángel Osorio Chong- y la DGCPIU (Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas) dirigida entonces por Alejandra Frausto Guerrero.

Pero la crisis de la violencia se ha acrecentado en México así como en Sonora. Ni los programas y disposiciones de la anterior administración federal ni los actuales han dado indicios de que, a partir de la cultura, se haya trazado o estemos andando por la ruta apropiada para llegar a tal destino de regeneración. El municipio de Cajeme se ubica actualmente como el cuarto más violento en el país, lo cual afecta tanto a la ciudadanía urbana y mestiza como al pueblo yaqui. La sinergia que ha definido la imbricación entre los niveles federal y estatal habrá de continuar con la próxima administración estatal, no sólo por motivos operativos, sino además ideológicos.

Veracruz

Lourdes Hernández Quiñones, comunicóloga y especialista en políticas culturales: 1.- Si bien en el discurso de la administración de López Obrador se privilegian las acciones destinadas a los sectores marginados, hasta el momento no se ha reflejado en acciones puntuales en Veracruz en lo cultural. Por ejemplo, en el Pacmyc 2019-2020 se recibieron 300 proyectos, de los cuales resultaron beneficiados 65, con un monto de 2.4 millones de pesos. Ello equivaldría a 36 mil 923 pesos para cada uno de los proyectos. Sin embargo, para el Programa de Estímulos a la Creación y el Desarrollo Artístico de Veracruz (Pecda) se benefició en el mismo periodo a 48 ganadores con un monto de 2.9 millones de pesos, lo que equivaldría a 60 mil 416 por proyecto, 27 de ellos en la ciudad de Xalapa. Hay una disparidad muy grande entre uno y otro programa. Definitivamente se requieren desarrollar acciones que propicien la ecología y el diálogo de saberes para valorar en su justa dimensión lo comunitario (gobierno del estado de Veracruz. Segundo informe de gobierno 2019-2020, tomo I, p. 384, 2020). 2.- El ámbito cultural en Veracruz ha sido vulnerado durante varias administraciones estatales desde hace por lo menos 15 años, por lo que su recuperación y reactivación es muy compleja y requiere de acciones resultantes de políticas culturales que consideren la diversidad cultural y regional, y que involucren a los múltiples agentes teniendo en perspectiva la cultura como un derecho humano y la sustentabilidad para beneficio de las comunidades. El Instituto Veracruzano de la Cultura (Ivec), organismo responsable en la materia, se encuentra en una situación de incertidumbre entre ser o no ser secretaría; la Universidad Veracruzana (UV) tuvo que disminuir su acción cultural hasta cubrir su adeudo con la Secretaría de Hacienda, y si bien la actual administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez lo solventó, ya no dio tiempo a Sara Ladrón de Guevara, rectora de la UV, de continuar con la labor que por años ha hecho destacar a esta casa de estudios; la Secretaría de Educación estatal ha dirigido sus acciones a la educación artística, también con algunos tropiezos derivados de administraciones anteriores.

Yucatán

Daniel Rivas Urcelay, especialista en mercadotecnia y responsable del área de formación cultural de la Universidad Autónoma de Yucatán. 1.- No cabe duda de que las decisiones tomadas hasta ahora por la administración federal han tenido y seguirán teniendo un impacto en el entorno cultural de Yucatán. El simple anuncio de la construcción del Tren Maya, cuya ruta está trazada por varios estados del sureste del país con la promesa de generación de empleos y bienestar, encendió las alarmas en las comunidades indígenas del interior del estado, las cuales serán afectadas no sólo por el paso de las vías férreas, sino que algunas tendrán que ser reubicadas. La falta de consenso y el aparente desinterés por integrar a representantes de todas las poblaciones indígenas afectadas en las mesas de diálogo, ha provocado el rechazo de gran parte de la sociedad yucateca al proyecto del Tren Maya.

Lo anterior, sumado al recorte presupuestal en materia de cultura a nivel nacional, pone en riesgo el avance de políticas y acciones concretas para seguir impulsando las manifestaciones culturales, provocando el cierre de espacios importantes, como el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán (Macay) por falta de presupuesto para su operación. La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, tendrá que ser más consciente de su papel como custodia de la gran riqueza cultural en todos y cada uno de los estados de la República. 2.- La cultura en Yucatán tiene vida propia. Si bien se necesita la intervención del estado para asegurar el uso del espacio público y de la infraestructura cultural existente, ante la falta de apoyos y de presupuesto, artistas, colectivos, emprendedores y agrupaciones artísticas independientes han procurado mantener el dinamismo a pesar de la escasa difusión de sus actividades. La gran variedad de manifestaciones culturales, como la trova yucateca, la jarana, las artes plásticas, el teatro regional, entre otras, hacen uso de las tecnologías de la información para hacerse más visibles y llegar a más públicos. Esta percepción de carencia en el sector cultural contrasta con el impulso económico y mediático que se ha dado en Yucatán a sectores como el turístico, destinando grandes presupuestos a la modernización de centros de convenciones, tianguis turísticos y publicidad. Se tendrá que revisar y actualizar la política estatal en materia de cultura como un eje transversal que guíe a la vez las políticas de igualdad de género, derechos humanos, patrimonio y comunidades indígenas mayas.

Elefante verde, así califican diversos sectores al Gran Museo del Mundo Maya. La inversión millonaria que es deuda pública, así como negocio para quienes financiaron la obra, es objeto de negociaciones por parte del Gobierno del Estado. | Foto reporteyucatan.mx

Vista del Centro Roberto Garza Sada de Arte, Arquitectura y Diseño, obra del arquitecto japonés Tadao Ando, inaugurado en 2013, un patrimonio de la Universidad de Monterrey ubicado en el municipio de San Pedro Garza García | Foto iluminet

Vista de un día antes de la pandemia, en el Museo de la amistad México-Cuba, ubicado en Tuxpan, Veracruz. | Foto Museo de la amistad México-Cuba

This article is from: