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PESOS

Madres reclaman al fiscal su indiferencia frente a los más de 3 mil desaparecidos en Oaxaca

/ pedro Matías

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“¿Fiscal dónde estás? ¡Te seguiremos buscando!”, es la frase de las madres que buscan a sus hijos e hijas desaparecidos en Oaxaca, ante la indiferencia e indolencia del fiscal general Arturo Peimbert Calvo.

Mientras que las madres se alistaban para realizar la marcha espejo de la dignidad buscando a sus hijos e hijas, verdad y justicia que se realizó hoy del Parque El Llano al Zócalo capitalino, porque en Oaxaca hay más de tres mil 297 personas desaparecidas, el fiscal Peimbert Calvo, citó a la presidenta del Colectivo oaxaqueño buscando a los nuestros, Martha Pablo Cruz, donde reconoció que “no le informan los procesos que llevan los casos”.

Antes de partir a los Estados Unidos, Peimbert Calvo “se disculpó de mil maneras porque no sabía que lo andábamos buscando para tener una audiencia”, al tiempo que se comprometió a recibirlos la próxima semana en la fiscalía, mientras su secretario particular los recibiría mañana.

Lo lamentable, manifestó Martha Pablo Cruz es que las desapariciones forzadas son un asunto preocupante porque está creciendo en los estados como Oaxaca y los está rebasando el crimen organizado.

Sin embargo, lo más lamentable es que el gobernador Alejandro Murat Hinojosa “no sabe que hay desaparecidos, solo le interesa el turismo porque le interesa visibilizar a Oaxaca como negocio y el fiscal no lo encontraban para darles audiencia”.

Ahora que el fiscal se comprometió a recibirlas dijo que “esperemos que sí nos cumpla porque sino estaría jugando. Espero que cumpla su palabra y no juegue con el dolor de una madre. A mi me hace falta un hijo y le pido que no se burle de nosotros, pero si no lo hace, no se la acaba Arturo Peimbert”.

En pleno 10 de mayo, las madres con las fotografías de sus hijos e hijas marcharon por el centro histórico donde lanzaron consignas: “¿Dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están?” e “Hijo escucha, tu madre está en la lucha”.

Se quejaron que “Oaxaca es un desmadre porque en cada región hay una vicefiscalía y no pasa el reporte a la fiscalía general y se quedan allá, no le dan seguimiento. Aunado a que hay funcionarios públicos vinculados al crimen”.

De acuerdo con las cifras oficiales de la comisión estatal de búsqueda de personas desaparecidas del estado de Oaxaca del 1 de enero de 1994 al 30 de diciembre del 2021 se han reportado la desaparición de 3 mil 297 personas.

La señora Luz María Leticia Noyola López sigue buscando a su hija Zayra Leticia, quien desapareció el 23 de octubre de 2020 en Huajuapan de León, en la región Mixteca.

“La sigo buscando desde el primer día hasta hoy 10 de mayo. No tenemos descanso y lo que pedimos es que volteen a vernos porque nosotros no festejamos ningún 10 de mayo hasta que volteen a vernos y nos hagan justicia”.

En el mitin, resaltaron que las Madres de familia de Oaxaca marchamos para denunciar y demandar respuesta de autoridades locales y nacionales en búsqueda de justicia, verdad y reparación.

Advirtieron que en este 2022 tomaremos las calles para que seamos escuchadas y que el estado tiene la obligación de dar con su paradero, de sancionar a los responsables y reparar el daño de manera íntegra, al tiempo que exigen garantías para que no ocurran más desapariciones forzadas en el estado”.

Finalmente destacaron que “en Oaxaca seguimos sin contar con cifras actualizadas sobre el número de desaparecidos. Oaxaca ha sido un estado olvidado por el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa y un estado olvidado por el fiscal Arturo Peimbert”.

Madres marchan en la CDMX por sus hijos desaparecidos

/ Gloria leticia díaz

Ayudada por un bastón, doña María Natividad Rodríguez, originaria de Jalisco, caminó lenta pero persistentemente al frente de la marcha de madres que buscan a sus hijos desaparecidos en México, que recorrió del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia.

Natividad busca a su hijo, Álvaro Ramírez Rodríguez, desaparecido el 9 de mayo de 2016, en Zapopan, Jalisco, por estar “en un lugar equivocado en el momento equivocado”, dice, pues su hijo, que en el momento de la desaparición tenía 31 años, fue privado de la libertad junto con otras personas por miembros del crimen organizado.

“Mi hijo era chef de Olegario Vázquez Aldir, trabajaba en el hotel Quinta Real en Zapopan y, cuando hacía reuniones, el señor lo traía a la Ciudad de México para que cocinara para él y sus invitados; cuando ocurrió la desaparición, lo busqué para que me ayudara y me dijo que no podía hacer nada porque Álvaro no había desaparecido en su área de trabajo”, contó doña Natividad, quien tiene tatuada la fecha de nacimiento de su hijo en el antebrazo izquierdo, 4 de diciembre de 1985, y que desde 2017 ha participado en las movilizaciones en la Ciudad de México.

Como ella, miles de mujeres, algunas en sillas de ruedas, llegaron al Ángel de la Independencia para visibilizar la crisis humanitaria que vive el país desde hace décadas, acentuada desde 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón declaró la “guerra contra el narcotráfico”.

La de este martes fue la onceava ocasión en que madres de desaparecidos recorren las calles de la Ciudad de México para protestar por la imparable desaparición de personas y que, al día de hoy, suman 99 mil 821, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).

Previo a la marcha, desde muy temprano un grupo de madres se apostaron frente a Palacio Nacional en espera de ser recibidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero en su lugar fueron atendidos en la calle por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, y la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, a quienes una comisión de madres entregó una carta solicitando una audiencia con López Obrador.

Glorieta de las y los desaparecidos

Antes de llegar al Ángel de la Independencia, en el espacio donde estaba La Palma, familiares de personas desaparecidas colocaron cuencos con tierra y esferas de acrílico con fotografías de familiares de desaparecidos, como una muestra de la insistencia de convertir ese lugar en la “Glorieta de las y los desaparecidos”.

En voz de Lourdes Herrera, mamá de Brandon Esteban Acosta Herrera, quien tenía 8 años cuando fue desaparecido el 29 de agosto de 2009, reprobó “la acción del gobierno de la Ciudad de México de retirar las fotografías de este espacio, pedimos que respeten el espacio en memoria de los desaparecidos de México, no ofendemos a nadie”.

Brando Esteban fue desaparecido junto con su papá y dos tíos, Estaban, Gilberto y Gerardo, en Ramos Arizpe, Coahuila,

Al llegar al Ángel de la Independencia, las madres de personas desaparecidas emitieron un duro pronunciamiento, en el que cuestionaron al presidente Andrés Manuel López Obrador, a miembros de su gabinete, al fiscal Alejandro Gertz Manero, a gobernadores, a la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, y a los miembros del Congreso de la Unión.

“¿Cuántas madres, padres, abuelitas, abuelitos, hermanas, hermanos y demás familiares han fallecido en la exigencia de localizar a un familiar y lograr llegar a la verdad, a la justicia y a la reparación del daño? ¿Acaso el Estado mexicano le apuesta a que nosotras ya no estemos para que nadie más les busque? ¿Qué maquiavélico plan tienen en la cabeza que sólo piensan en administrar nuestro dolor, cansarnos, desgastarnos y no hacer nada para tener de regreso a nuestros seres queridos desaparecidos?”, reprocharon las madres.

Con cifras oficiales que rondan en los 100 mil desaparecidos, las madres que se movilizaron una vez más por la avenida Reforma reclamaron a las autoridades electas: “Nos han fallado después de que pusimos nuestra confianza al elegirlos”.

Recordaron que, en su reciente informe de visita al país, el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU (CED) dio recomendaciones específicas al Estado mexicano “y no las han cumplido”, por lo que cuestionaron a las autoridades responsables qué esperan para acatar las indicaciones.

“Se obra con total impunidad cubriéndose las espaldas unos con otros mientras el pueblo se muere en la exigencia”, acusaron las madres.

De acuerdo con el pronunciamiento de la marcha, las autoridades federales y estatales han faltado a su deber de “proteger y garantizar los derechos fundamentales de las personas”, al permitir las desapariciones de sus familiares y que, al igual que sus antecesores, “son cómplices de permitir que siga habiendo desapariciones y, sobre todo, al seguir permitiendo que esta tragedia humanitaria envuelva a todo el país”.

Tras recordar que, en su primera marcha en mayo de 2011, alertaban de la tragedia humanitaria que ocurría en el norte del país, hoy ya no hay estado donde no ocurran desapariciones y más aún, hay más de 52 mil cuerpos sin identificar resguardados por fiscalías estatales.

Las madres de personas desaparecidas reprocharon a gobernantes, servidores públicos y a instancias de procuración de justicia por no hacer su trabajo, por lo que urgieron a “actuar con acciones que den resultados efectivos”.

Acusaron a los gobernantes de haber creado “un infierno y las consecuencias ya las vivimos en todo el país; existen desapariciones en todos los estados y la violencia se apodera sin sentido en cada rincón de este nuestro amado México. Ustedes son los únicos culpables por no haber actuado a tiempo”.

En el evento participó, como desde hace 11 años, el obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera, y el representante de la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidos para los Derechos Humanos (ONU-DH), Guillermo Fernández Maldonado, quienes en sus discursos reconocieron la labor de las madres de personas desaparecidas por visibilizar el problema y por haber trascendido su lucha al impulsar reformas legislativas para la búsqueda e identificación de personas desaparecidas.

En el evento, madres de distintas partes del país, así como de Centroamérica, expusieron los obstáculos a que se siguen enfrentando en la búsqueda de sus familiares.

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