JUEVES 2 DE DICIEMBRE DE 2021
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“Al carajo con ese cuento”, dice AMLO sobre favorecer primero “a los de arriba” / Ezequiel Flores “Pueden darle marcha atrás a lo material, pero no van a poder cambiar la conciencia que ha tomado en este tiempo el pueblo de México”, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador en el mensaje que dirigió desde el Zócalo capitalino por los tres años de su gobierno. En su discurso de una hora, el mandatario hizo un repaso por los temas que aborda diariamente en la conferencia mañanera: defendió a las Fuerzas Armadas, rechazó que el país se esté militarizando ante las tareas que desempeña el Ejército y la Marina, y volvió a reconocer que no ha cumplido su promesa de esclarecer la masacre y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, quien portaba un huipil (telar indígena) estilizado, el titular del Ejecutivo federal –enfundado en un traje azul marino, camisa blanca y corbata roja–, lanzó un mensaje político frente a su gabinete y ante miles de simpatizantes que se congregaron en el Zócalo, procedentes de distintas regiones del país, acompañados y dirigidos por mandatarios, legisladores y dirigentes de Morena. “En tres años ha cambiado como nunca la mentalidad del pueblo, que eso es lo más importante de todo, la revolución de las conciencias, el cambio de mentalidad, eso es lo más cercano a lo esencial, a lo mero principal y eso es lo más cercano a lo irreversible”, expresó AMLO. “Que se vayan al carajo con ese cuento” El presidente insistió en que la pandemia no desembocó en una crisis de consumo gracias a las remesas y a los programas sociales, “que se aplican de abajo hacia arriba, no como antes, que primero eran los de arriba porque decían que si llovía fuerte arriba, goteaba abajo, como si la riqueza fuera permeable o contagiosa. Que se vayan al carajo con ese cuento”, expresó el mandatario. “No se censura a nadie” Luego, afirmó que en su administración se respeta la Constitución, hay legalidad y democracia, se garantizan las libertades y el derecho a disentir.
| Foto Gobierno de México “Hay transparencia plena y derecho a la información, no se censura a nadie; desde el gobierno federal no se organizan fraudes electorales como era antes; el gobierno no representa a una minoría sino a todos los mexicanos, se gobierna con austeridad y con autoridad moral”, dijo y agregó: “No se tolera la corrupción, ni se permite la impunidad, en la práctica no hay fueros, ni privilegios; se atiende a todos, se respeta a todos, pero se le da preferencia a los pobres: Por el bien de todos, primero los pobres”, indicó. También, aseguró que su gobierno protege la naturaleza y se auspicia la igualdad de género; se repudia la discriminación, el racismo y el clasismo. Luego, abordó el tema de la aprobación del presupuesto de Egresos para el siguiente año y agradeció a nombre del pueblo de México, a los legisladores de su movimiento que se impusieron a los opositores en la votación.
Bajo presión
Directo al corazón Edilberto Aldán
L
o que ocurrió ayer en el Zócalo de la Ciudad de México fue una gran celebración, una fiesta para festejar que Andrés Manuel López Obrador lleva tres años como presidente, quien quiera ver otra cosa, quien analice el discurso presidencial demandando un informe peca de ingenuo, se llama a engaño o busca motivos para oponerse. La Cuarta Transformación organizó un fiestón loco para que su líder saliera de su palacio y, como en campaña, se dirigiera a los suyos, mirándolos a los ojos, y les diera un mensaje que llegara al corazón. López Obrador sabe a quién le debe hablar, a quién le quiere hablar, cómo y para qué. El presidente no sabe ni quiere realizar un balance de su administración, tampoco va a destacar ni uno solo de sus errores, porque con-
“Tendremos recursos para atender por convicción y humanismo a los más desposeídos y necesitados de México. Ayudar a los pobres, no lo olvidemos, alivia el alma, mantiene tranquila la conciencia y alegra el corazón”, señaló el mandatario. Luego, agregó que “este fraterno proceder” implica también algo adicional, no poco importante: “Atender a los más pobres es ir a la segura para contar con el apoyo de muchos, de millones, cuando se busca transformar una realidad de opresión y alcanzar el ideal de vivir en una sociedad mejor. Nada bueno se puede esperar en cambio de políticos corruptos, de la prensa que se vende o se alquila, de intelectuales convenencieros y de potentados dominados por la codicia”, expresó. Un error, recorrerse al centro Dijo que la clave del buen proceder frente a los pobres se reduce a la frase del ex-
sidera que no los tiene, sólo tiene una cosa que informar y es cómo va en su camino hacia el futuro, ese que mide a partir de su índice de popularidad y que le permite adivinar cómo quedará en la historia. No le importa hacer un balance sobre el presente, sólo quiere asegurar cómo hablarán de él mañana. El gran logro de López Obrador es que sabe hablar directo al corazón de sus fieles, con el tono adecuado para endulzar la imagen que de él tienen, para encandilar a grado tal que no importen las mentiras, las medias verdades o los otros datos. El presidente sabe abrazar con el discurso de tal manera que no importe a sus seguidores la inflación, la militarización, la inseguridad, el agravamiento de las desigualdades… eso qué, eso es el corto plazo, lo único que importa es el mañana. Su mensaje sentimentaloide es preciso, asegura que gracias a su gobierno ha cambiado la mentalidad del pueblo, de hecho, López Obrador insistió en que eso era “lo mero principal, lo más cercano a lo irreversible, pueden darle marcha atrás a lo material, pero no a la conciencia que ha tomado el pueblo de México”… la revolución de las conciencias, duro, directo al corazón, hoy el pueblo somos otros, somos distintos, somos mejores, nos lo dijo nuestro padre severo pero bondadoso.
presidente Benito Juárez: “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. Incluso, este mensaje se lo dedicó a los jóvenes de su movimiento que vitoreaban cada una de las expresiones y frases del presidente López Obrador. “Y esto aplica en México y en todo el mundo, nada se logra con las medias tintas. Los publicistas del periodo neoliberal que ya se fue y está terminando esta pesadilla, además de la risa fingida, el peinado engominado y la falsedad de la imagen siempre recomiendan a los candidatos y gobernantes correrse al centro, es decir, quedar bien con todos, pues no, eso es un error”, reprochó. Por ello, señaló que el noble oficio de la política exige “autenticidad" y “definiciones”, y lanzó un mensaje a los dirigentes, autoridades civiles y legisladores de su movimiento: “Ser de izquierda es anclarnos en nuestros ideales y principios, no desdibujarnos, no zigzaguear. Si somos auténticos, si hablamos con la verdad y nos pronunciamos por los pobres y por la justicia, mantendremos identidad y ello puede significar simpatía no solo de los de abajo, sino también de la gente lúcida y humana de la clase media y alta, y con eso basta para enfrentar a las fuerzas conservadoras a los reaccionarios”, aseguró. Promueve la revocación de mandato También hizo un llamado a la sociedad para participar en la consulta de revocación de mandato proyectada para marzo próximo, argumentando que se trata de poner en práctica “hasta convertirlo en un hábito democrático, tengamos fe en el pueblo y sigamos haciendo historia”, exhortó López Obrador. “El pueblo tiene que mantener todo el poder en sus manos, si un gobernante no está a la altura de las circunstancias y no manda obedeciendo al pueblo: revocación del mandato y para afuera”. “Por lo pronto, en estos tres años hemos demostrado que somos una gran nación, libre y soberana. Respetuosa y respetable para el resto del mundo que lucha por la paz y que se encamina a ser una República justa, igualitaria, democrática y fraterna”, señaló para concluir su mensaje político al cumplirse tres años de asumir su mandato.
Sólo los que no son del pueblo, los que añoran a los engominados en el poder, los que están del otro lado pueden demandar balances, exigir pruebas, exigir un discurso basado en datos, quienes se quieran colocar de ese lado cuestionarán al presidente, allá ellos. “Jamás hay que creerle a quien asegure algo con una mano en el corazón”, escribió Lichtenberg, que no sabía del alma mexicana que se enamora cuando Pedro Páramo te mira a los ojos y con dulce voz te dice que todo va a estar bien, que todo está bien, porque así lo dice él. Coda. No, el discurso presidencial no tocó mi corazón, lo lamento por mí, por más que lo intenté, mientras escuchaba a López Obrador, de fondo sonaba una canción de Fito Páez: Me gusta estar al lado del camino Fumando el humo mientras todo pasa Me gusta abrir los ojos y estar vivo Tener que vérmelas con la resaca Entonces navegar se hace preciso En barcos que se estrellen en la nada Vivir atormentado de sentido Creo que esta sí es la parte más pesada @aldan