ERICKA SUÁREZ WEISE
LA DISEÑADORA QUE
LLEVÓ A BOLIVIA AL
ESCENARIO GLOBAL

“BOLIVIA ES LA PATRIA QUE NUNCA NOS ABANDONA”





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LA DISEÑADORA QUE
LLEVÓ A BOLIVIA AL
ESCENARIO GLOBAL

“BOLIVIA ES LA PATRIA QUE NUNCA NOS ABANDONA”





El fotógrafo Patricio Crooker comparte con COSAS una crónica del día de la toma de mando del presidente Rodrigo Paz Pereira. Acompañada de una selección de fotografías de un gran equipo, complementa la narrativa de este importante día de la historia de Bolivia.
a Zona Sur de la ciudad de La Paz amanecía con sol el sábado 8 de noviembre, aunque el pronóstico anunciaba lluvia. Fuera del edificio donde vive el ahora presidente Paz, estaba con sol. Las motos de la escolta presidencial estaban estacionadas junto a muchos otros vehículos que trasladarían al nuevo presidente y su numerosa familia y algunos amigos íntimos. Su hermano Jaime Paz Pereira fue uno de los primeros en llegar, y algunos medios de comunicación realizaron entrevistas para comenzar con el relato de este día histórico para el país.
A las 9:29 a.m. se empezaba a mover la larga caravana de autos, y al llegar a la avenida Kantutani, que conecta las zonas de Obrajes con San Jorge de la ciudad de La Paz, empezaba la fuerte lluvia que caería esa mañana. La gente en la calle saludaba emocionada la caravana; banderas de Bolivia flameaban a lo largo del trayecto que duró aproximadamente 20 minutos hasta llegar al garaje del edificio de la Casa Grande del Pueblo.
En este oscuro y frío garaje, Paz Pereira se despidió de su familia y amigos con fuertes y emocionantes abrazos, para luego dirigirse al salón del gabinete en el Palacio Quemado. Aquí fue donde tomó los últimos apuntes de su discurso y practicó el mismo en un ambiente íntimo, acompañado solo por un par de sus más cercanos colaboradores. Un par de pantallas de televisión mostraban el inicio de los actos oficiales, algo retrasados por la fuerte lluvia que caía en el kilómetro cero del país. Imágenes de la llegada de los dignatarios de Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay y Uruguay, que acompañaron a Paz Pereira en tan importante día junto a más de 70 otras delegaciones, mostraban la importancia de la nueva etapa que comenzaba a vivir el país.
Luego del juramento del señor vicepresidente Edmand Lara, una muy diversa comisión de miembros del Parlamento se dirigió hasta el Palacio Quemado para acompañar al presidente electo hasta las instalaciones de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia. El hall del Palacio Quemado ya se encontraba lleno de invitados, y los

aplausos ante la primera aparición pública de Paz Pereira fueron muy fuertes, acompañados de gritos de apoyo.
La expectativa era muy grande afuera del Palacio Quemado: una elegante alfombra roja y la formación de los Colorados de Bolivia, junto a cientos de camarógrafos ubicados en dos tarimas, esperaban para acompañar la corta caminata hasta la puerta principal del antiguo edificio del Congreso de la Nación. En este día histórico, Paz Pereira sería el primer presidente en jurar en el nuevo hemiciclo de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Ambos edificios se encuentran conectados por una pequeña puerta, que, luego de atravesarla, el presidente electo fue recibido por la guardia de honor de la Policía Boliviana en una formación muy solemne. Subiendo muy rápidamente en un pequeño ascensor Paz Pereira se alistaba para hacer su entrada al hemiciclo y cumplir con el acto protocolar de juramento como presidente constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia ante la presencia de cientos de personas y las cámaras de Bolivia TV. El encargado de invitar al presidente electo fue el nuevo vicepresidente



del Estado, Edmand Lara, quien, luciendo un uniforme de gala de la Policía, procedió a tomar el juramento, que fue a las 11:16 a.m.; acto seguido se colocó la banda presidencial, al igual que la medalla presidencial que perteneció a Simón Bolívar. Un momento solemne que daba inicio a la presidencia de Rodrigo Paz Pereira como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
Luego de entonar las sagradas notas del Himno Nacional de Bolivia, un minuto de silencio en honor a los héroes y mártires de la democracia y del discurso del vicepresidente —el cual fue muy emotivo—, Paz Pereira fue invitado a dar su discurso inaugural. Fueron más de 30 minutos de palabras y frases que demostraron el espíritu de este nuevo ciclo de la política contemporánea del país. Terminando con la frase “Vamos a recuperar Bolivia, vamos a recuperar nuestra fe, vamos a recuperar nuestras familias, vamos a recuperar nuestra patria”, Paz se despidió. Los aplausos y gritos de apoyo fueron numerosos.

Minutos después, y en el mismo edificio, el flamante presidente saludaría al presidente de Chile, Gabriel Boric, con quien sostuvo una corta charla y un intercambio de regalos, para luego pasar a un salón VIP para su primera reunión bilateral con el presidente de Argentina, Javier Milei. En este encuentro, el presidente de Argentina, acompañado de su hermana, ofreció al presidente Paz sus felicitaciones y apoyo en este gran desafío, recordando que ambos países son hermanos. Minutos después, y antes de salir a la plaza Murillo, el presidente y vicepresidente, junto a sus familias, compartieron un momento en un salón del antiguo Congreso.
La lluvia ya había pasado, y algunos rayos del sol empezaban a salir por entre las nubes. La expectativa de la gente era grande para ver en vivo al nuevo presidente, quien, luego de salir por la puerta principal del ex Congreso que da a la plaza Murillo, recibió el bastón de mando por parte del comandante del Ejército, y luego se acercó a la bandera para rendirle sus respetos y besarla en señal de compromiso y responsabilidad con el país, marcando así el inicio también como capitán de las Fuerzas Armadas de Bolivia.
Ambos mandatarios, junto a sus familias, dieron la vuelta a la plaza Murillo saludando a la gente que se encontraba esperando en las tarimas que se instalaron para tan importante acto, recibiendo el cariño y apoyo de los mismos. En la esquina de la catedral, los Colorados de Bolivia, que también son parte de la guardia presidencial, rindieron su homenaje. Minutos después, y fiel a su fe

católica, el presidente subió las gradas de la Catedral Metropolitana para participar de una bendición por parte de monseñor Jesús Juárez, quien dijo: “El Señor bendice a su pueblo con la paz”.
En la misma esquina de la plaza Murillo, el comandante de la Policía Boliviana hizo entrega del bastón de mando al presidente, quien luego se dirigió al Palacio Quemado, donde, antes de hacer su ingreso, recibió también los saludos de dirigentes indígenas del país. Ya en el Palacio Quemado, con un hall, pasillos y salones llenos de gente, y desde las gradas, el presidente se dirigió a los asistentes para agradecerles por su presencia y luego brindar.
El tercer piso del Palacio Quemado estaba reservado para los más importantes visitantes, lugar también donde se instaló el comedor privado y el despacho presidencial. Ambos lugares fueron utilizados para los saludos protocolares y, posteriormente, para algunas reuniones bilaterales con los mandatarios de Ecuador y Paraguay, además de otras delegaciones de países vecinos y más lejanos, como Israel, Corea del Sur y Marruecos.
Alrededor de las cinco de la tarde, el presidente, acompañado de su familia, salía al balcón del palacio para saludar a la gente que se encontraba presente en la plaza Murillo, y luego de unas breves palabras, se escuchó una fuerte explosión que daba inicio a los fuegos artificiales que sorprendieron a todos los presentes con los colores de la tricolor boliviana: rojo, amarillo y verde. n











Donatella Versace
viñedo no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”
La era del actor que ya no necesita máscara
Desata
El Presidente Rodrigo Paz Pereira el sábado 8 de noviembre de 2025 después de la toma de mando a las afueras del Palacio de Gobierno. Fotografía por Patricio Cooker.


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átima Bosch, representante de México en el Miss Universo 2025, se ha convertido en una de las figuras más comentadas del certamen tras protagonizar un tenso enfrentamiento con Nawat Itsaragrisil, presidente de Miss Universo Tailandia. La modelo mexicana, de 25 años, mantuvo la calma y la firmeza durante una reunión en la que el empresario la increpó por no participar en una votación paralela no autorizada. “Tengo voz, y lo que ha hecho no es correcto”, respondió Bosch, antes de añadir con serenidad: “Usted no me está respetando como mujer”. Sus palabras resonaron entre las delegadas, que salieron en su defensa. Días después, Nawat ofreció disculpas públicas y aseguró que “jamás quiso faltar el respeto”, pero el episodio dejó abierto un debate sobre los límites del poder y la dignidad de las concursantes. Mientras tanto, Fátima continúa enfocada en su preparación y en representar a México con elegancia y carácter, recordando que la verdadera belleza también implica coraje y respeto.
OSALÍA vuelve a desafiar los límites del pop con LUX, su cuarto álbum de estudio y uno de los lanzamientos más ambiciosos de su carrera. Grabado junto a la London Symphony Orchestra y producido bajo la dirección de Daníel Bjarnason, el disco mezcla lo clásico y lo contemporáneo en una sinfonía donde lo divino y lo humano se entrelazan. Con colaboraciones de Björk,
FÁTIMA BOSCH, REPRESENTANTE DE MÉXICO EN EL MISS UNIVERSO 2025, SE HA CONVERTIDO EN UNA DE LAS FIGURAS MÁS COMENTADAS DEL CERTAMEN
TRAS PROTAGONIZAR UN TENSO ENFRENTAMIENTO
CON NAWAT ITSARAGRISIL, PRESIDENTE DE MISS UNIVERSO TAILANDIA.
y Yves Tumor, entre otros, LUX ha sido descrito por Rolling Stone como “su propuesta más asombrosa hasta la fecha”. Compuesto por cuatro movimientos que exploran la intensidad, la vulnerabilidad y la trascendencia, el álbum refleja la madurez artística de la catalana, que convierte cada nota en una experiencia sensorial y espiritual. Su primer sencillo, Berghain, con videoclip dirigido por Nicolás Méndez, simboliza la sanación a través de la fe y el arte, reafirmando la visión de una artista que encuentra en lo sagrado un nuevo territorio para el pop. Presentado en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, LUX consagra a ROSALÍA como una creadora total: una fuerza que ilumina el presente de la música y lo eleva hacia lo eterno.

illie Bobby Brown y David Harbour sorprendieron al público al mostrarse cercanos y sonrientes durante la premiere de la última temporada de Stranger Things en Los Ángeles, dejando atrás los rumores que señalaban un presunto conflicto entre ellos. La actriz británica, de 21 años, y su compañero de reparto, de 50, posaron juntos en la alfombra roja del TCL Chinese Theatre, intercambiando risas y gestos de complicidad frente a las cámaras, sin hacer referencia alguna a la supuesta denuncia por acoso laboral que había trascendido días antes en la prensa británica. Según The Daily Mail, Brown habría presentado una queja formal ante Netflix antes del rodaje, lo que habría derivado en una investigación interna. Sin embargo, durante el evento ambos optaron por centrarse en la despedida de la exitosa serie que marcó sus carreras. “Stranger Things ha sido una parte fundamental de mi vida profesional”, declaró Millie en una breve entrevista, mientras que Harbour, aunque evitó comentar sobre la polémica, reiteró en conversaciones previas su afecto por el elenco y su papel como figura de apoyo. A su vez, el productor Shawn Levy desmintió las versiones de la prensa, afirmando que el equipo “siempre ha funcionado como una familia”. La aparición conjunta de los protagonistas pareció sellar esa idea, mostrando que, al menos de cara al público, la unión del grupo permanece intacta hasta el final.


avid Beckham fue nombrado caballero por el rey Carlos III en una emotiva ceremonia celebrada en el Castillo de Windsor, marcando uno de los momentos más significativos de su vida. El exfutbolista británico, de 50 años, recibió el título de Sir por sus servicios al deporte y a la beneficencia, y aseguró que este reconocimiento “supera cualquier cosa que jamás pensé que recibiría”. Acompañado por su esposa, Victoria Beckham —quien confeccionó el elegante traje que lució para la ocasión—, el excapitán de la selección inglesa se mostró visiblemente emocionado. “Un joven del East End de Londres, nacido en Leytonstone, siendo honrado por su majestad el rey... es un momento muy especial”, declaró tras la investidura. Beckham, que ya había sido nombrado oficial de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II hace más de dos décadas, consolida así su estatus como uno de los íconos más admirados del Reino Unido. Retirado del fútbol desde 2013, el exjugador del Manchester United y actual copropietario del Inter Miami también destacó su estrecha relación con el monarca, con quien comparte una curiosa afición por la apicultura.
hiara Ferragni enfrentó por primera vez al tribunal de Milán en el marco del llamado Pandoro Gate, el escándalo que la acusa de estafa agravada por campañas
POR EL REY CARLOS III EN UNA EMOTIVA CEREMONIA
CELEBRADA EN EL CASTILLO DE WINDSOR, MARCANDO UNO DE LOS MOMENTOS MÁS
SIGNIFICATIVOS DE SU VIDA. EL EXFUTBOLISTA BRITÁNICO, DE 50 AÑOS, RECIBIÓ EL TÍTULO DE SIR POR SUS SERVICIOS AL DEPORTE Y A LA BENEFICENCIA.

promocionales supuestamente engañosas. La empresaria e influencer italiana, de 38 años, acudió este martes a declarar y optó por un procedimiento abreviado, que agiliza el proceso y contempla reducciones de pena en caso de condena. Vestida de negro y con gesto serio, Ferragni agradeció la presencia de los medios, pero evitó dar declaraciones más allá de una frase que refleja su situación: “Este es un momento difícil en mi vida”. La causa investiga la venta de dulces navideños y huevos de Pascua con fines presuntamente benéficos que, según los fiscales, generaron más de dos millones de euros en beneficios injustificados. Aunque varias partes
retiraron sus demandas tras acuerdos compensatorios, el juicio continúa con la posible participación de asociaciones de consumidores. El veredicto se conocerá en enero de 2026. En paralelo, Ferragni intenta reconstruir su reputación y el imperio digital que comenzó a tambalearse desde el estallido del caso, que no solo afectó sus negocios, sino también su vida personal y su matrimonio con Fedez.
amine Yamal confirmó el fin de su relación con la cantante argentina Nicki Nicole, poniendo punto final a las especulaciones que circulaban en los últimos días sobre una posible ruptura. El joven futbolista del Barcelona, de 18 años, aseguró que la separación se dio en buenos términos y negó cualquier tipo de conflicto o infidelidad. “No estamos juntos. Simplemente, nos hemos separado y ya. Todo lo que está saliendo no tiene nada que ver con nuestra relación”, declaró el jugador a Javi Hoyos. Su romance, que captó la atención del público desde sus primeras apariciones y publicaciones conjuntas en redes, se había convertido en una de las historias más comentadas entre el deporte y la música. Aunque la relación llega a su fin, ambos mantienen silencio en redes sociales, apostando por la discreción tras una etapa que, según sus allegados, estuvo marcada por la admiración y el respeto mutuo. n

“BOLIVIA ES LA PATRIA QUE NUNCA NOS ABANDONA”
La política corre por sus venas, mas Rodrigo Paz no llegó a la presidencia por herencia, sino por convicción. Asume el mando en pleno Bicentenario, con el reto de reconstruir un Estado —desgastado por dos décadas de un mismo modelo— y, reforzar la democracia como único camino posible. Para él, gobernar no es administrar el pasado, sino abrirle un horizonte nuevo a Bolivia. La Patria, insiste, no se proclama, se sirve.
Por Carla Tejerina/ Fotos Patricio Crooker
atria. Rodrigo Paz pronuncia la palabra con énfasis, como quien nombra algo amado. Para él, la Patria es la acumulacipon de años queriendo a Bolivia y, al mismo tiempo, los rostros, los valles, la Amazonía, la diversidad que lo conmueve. “No hay cosa más grande que Bolivia”, comenta. Al empezar nuestra entrevista recuerda el momento en que recibió la banda presidencial; asegura haberse sentido “más boliviano que nunca”. En ese instante hizo un compromiso íntimo y firme con aquella Patria: trabajar para que lleguen tiempos mejores y honrar, con esfuerzo y alma, los compromisos asumidos con el país.
Rodrigo Paz recuerda su infancia marcada por constantes desplazamientos. Cambios de destino, incertidumbre y un año en el que llegó a vivir en tres países distintos. En medio de ese escenario duro, fue su madre quién sostuvo el rumbo de la vida familiar. Ella, afirma el Presidente, sufrió profundamente esas mudanzas obligadas. Sin embargo, desarrolló una gran resiliencia, aunque en ese entonces nadie lo llamaba así. Supo adaptarse con inteligencia, con valor y, sobre todo, con un dolor silencioso que nunca la detuvo. Durante casi 16 años, hasta el retorno de la democracia en 1982, fue quien dio sentido a la vida de sus dos hijos, Rodrigo y Jaime. Cuando habla de los valores que le dejó su madre, Rodrigo resume una enseñanza esencial: todo lo que ocurre debe transformarse en algo positivo. Aprender a no alimentar el odio —dice— fue una lección indispensable para el alma.
De ella heredó principios firmes: compromiso con el prójimo, vocación democrática y la convicción de que el bien no se predica, sino que se practica.
Sobre su padre, Rodrigo destaca un don que lo acompaña en cualquier ámbito de la vida: la capacidad de ver lo que otros no ven. Así lo describe, no solo como político, sino como observador de la literatura, del arte, del paisajismo y, sobre todo, de las personas. Esa habilidad es una cualidad difícil de imitar, comparte.
Y ante la pregunta sobre qué no repetiría de la gestión política de su padre, responde con honestidad: más que copiarlo, prefiere caminar su propio camino. “Imitarlo sería imposible”, asegura.
En una entrevista realizada hace algunos años en COSAS, Rodrigo Paz recordó una regla familiar que marcó su relación con su hermano Jaime: “tú partes, yo escojo”. Era una filosofía simple, surgida en tiempos en los que el hogar no gozaba de abundancia. La norma obligaba a partir el sándwich en partes justas, uno de los dos lo partía y el otro elegía. Rodrigo sostiene que aquella dinámica no solo enseñó equidad, sino respeto mutuo. Sin embargo, cuando habla de la vida adulta, asegura que la política nunca fue la pieza central de esa relación. Con Jaime, dice, el vínculo no es de partir y escoger, sino de ser una sola cosa: hermanos. Lo que los une hoy no es una elección profesional, sino los hijos que cada uno formó, la amistad construida

con el tiempo y la paz que lograron después de haber compartido infancias difíciles. “La política es un camino —reflexiona—, pero el amor, el respeto y la convivencia son sagrados”.
Al preguntarle qué sintió cuando quedó claro que los resultados electorales eran irreversibles, Rodrigo vuelve a hablar de un sentimiento que ya había mencionado antes: sentirse “más boliviano que nunca”. No se trató de una alegría personal, afirma, sino de una emoción por el país. La democracia —con sus defectos y virtudes— había sido fortalecida con el voto popular.
Pero junto a esa felicidad, apareció una preocupación mayor: Bolivia se había atrevido a liberarse después de veinte años de un mismo modelo de poder. Haber tomado esa decisión colectiva, asegura, era asumir una enorme responsabilidad: reconstruir un Estado que durante dos décadas había sido controlado por un solo partido, un solo gobierno, un solo discurso.
Su inquietud inmediata no fue el triunfo, sino lo que venía después: cómo transformar el Estado. Para él, el desafío no es solo administrar, sino sanar. Algunas decisiones dolerán, advierte, pero serán necesarias para encaminar el destino de la Patria.
Sobre el apoyo de Samuel Doria Medina apenas confirmada la victoria, Rodrigo destaca algo simple, pero poco común en la política: el respeto por la palabra. Samuel, recuerda, había prometido que, si no encabezaba los resultados, apoyaría al primero, sin importar quién fuera. Ese cumplimiento fue un gesto que fortaleció la democracia, asevera.
Luego vino otro momento importante: la disposición a construir sin imponer. Rodrigo valora que Samuel no condicionó espacios ni nombres, sino que permitió que el Presidente eligiera “a los mejores hombres y mujeres para gobernar”. Para él, esa libertad fue un acto de responsabilidad con el país, no con un partido. Rodrigo también reconoce gestos posteriores que considera democráticos. Señala que el expresidente Tuto Quiroga entendió rápidamente el resultado electoral, lo aceptó y puso su liderazgo a disposición del país. Lo mismo resalta de Manfred Reyes Villa, cuyo apoyo desde el parlamento —junto a su bancada— contribuyó a decisiones claves.
Asumir la presidencia, reconoce Rodrigo Paz, no transformó solo su vida: impactó a toda su familia. Sus hijos y su esposa han puesto en pausa tiempos, espacios y hasta proyectos propios. Sin embargo, él insiste en algo que, junto a Bibi (María Elena Urquidi), han procurado cultivar en casa desde hace años: la autonomía.
Rodrigo lo sintetiza con una frase que repite con convicción: “el arte de vivir es tomar decisiones”. Por eso, asegura que el mayor esfuerzo como padres no ha sido proteger a sus hijos del peso público, sino formarlos para que decidan su camino aun con ese peso encima. Ser dueños de su destino, sostiene, es la verdadera independencia; la única que vale. Hoy, aunque el momento sea intenso para todos, su mayor orgullo es ver a sus hijos enfrentar la vida con criterio propio, sin esperar que el tiempo político del padre determine sus propios horizontes.
Rodrigo está ubicado en un cruce de caminos: el fin de un ciclo político y el inicio de otro. Y no en cualquier momento, sino en pleno Bicentenario de Bolivia. Lo que quiere dejar claro, dice, es que todo debe hacerse desde la democracia, nunca fuera de ella. Recuerda con dolor el 6 de Agosto en la Casa de la Libertad, cuando, siendo senador, ningún presidente de los países vecinos asistió al acto oficial. “Fue el fracaso más grande de 20 años”, reflexiona.
Su objetivo ahora es lo contrario: volver a abrir Bolivia al mundo y hacer que el mundo regrese a Bolivia. Para ello, plantea cinco ejes: terminar con el “estado tranca”, construir bases reales para una descentralización —que permita soñar con el federalismo en el futuro—, promover un capitalismo productivo, que libere la fuerza emprendedora de los bolivianos, y combatir la corrupción como un cáncer que frena el desarrollo del país. Todo ese proceso, insiste, necesita experiencia, pero también rostros nuevos: jóvenes, formados, meritocráticos. Asegura que su papel es ser un puente.
LA MIRADA PUESTA EN EL FUTURO
Cuando se le pregunta qué diferenciará su gestión de los gobiernos pasados, Rodrigo intenta responder con cuidado. Después de pensarlo un momento, elige no compararse con nadie. Prefiere afirmar una convicción que parece guiarlo: todo futuro debe ser mejor que el pasado.
Su deseo, es que Bolivia aprenda a mirar hacia adelante, a superarse, a conquistar victorias colectivas que no se midan con otras naciones, sino con sí misma. Si en cinco años el país logra convivir mejor, fortalecer sus instituciones, crecer como sociedad y mirar siempre hacia adelante con fe y esperanza, habrá valido la pena.
En esa visión, la Patria es un proyecto compartido. La fe, asegura, no es un refugio, sino un impulso para ser audaces. La familia, el motor que sostiene. Y la Patria, el objetivo mayor. Así lo resume con una frase que le dejó su abuelo y que hoy repite como guía de gestión y de vida: “Bolivia es la Patria que nunca nos abandona”. Y concluye con la certeza de quien asume un desafío histórico: “Ahora nos toca sacarla adelante. Ella siempre nos da una oportunidad”. n

La presidencia de Rodrigo Paz no solo marca un momento histórico para Bolivia, sino también un hito personal para quienes han compartido su vida y recorrido: su esposa e hijos. Desde la cercanía y la experiencia diaria, ellos nos cuentan cómo es vivir junto a un hombre que ama profundamente a su país, cómo han sido testigos de su esfuerzo incansable y qué significa, para cada uno, verlo asumir la máxima responsabilidad del Estado.
MARÍA ELENA “BIBI” URQUIDI
Desde que conocí a Rodrigo, siempre he visto en él a un hombre con una visión clara y un compromiso inquebrantable con Bolivia. No es algo que nació de un día para otro; es algo que creció con él desde niño, caminando por pueblos, escuchando historias y soñando con un país que pudiera abrazar a todos por igual. Su forma de liderar, su empatía y su capacidad de mirar a los ojos y entender al otro se reflejan en cada decisión que toma, grande o pequeña.
Hoy, al asumir la presidencia, sé que enfrenta un reto monumental, quizás uno de los más difíciles y hermosos de su vida. Pero también sé que lo hace con la fuerza que solo alguien que ama profundamente a Bolivia puede tener. Rodrigo nunca ha buscado protagonismo; siempre ha buscado propósito, y ese propósito siempre ha sido servir. Este momento es de esperanza, pero también de responsabilidad, para él, para mí y para toda nuestra familia.
He sido testigo silenciosa de su dedicación y sus sacrificios: las noches en vela revisando propuestas, los días de campaña lejos de casa, los momentos difíciles donde muchos habrían pensado en rendirse… y él nunca lo hizo. Nunca. Siempre se levantó, siempre volvió a empezar, siempre creyó. Su resiliencia, su convicción y su fe en Bolivia me conmueven profundamente.
Como esposa, no puedo estar más orgullosa. Rodrigo es un líder, sí, pero antes que todo, es un hombre bueno. Un hombre que ama a su familia, que escucha, acompaña y enseña. Un padre excepcional que vive sus valores cada día: la justicia, la responsabilidad, el trabajo en equipo. En nuestra casa, esos valores no son discursos; son práctica diaria.
Este nuevo momento para Bolivia también es un nuevo momento para nosotros. Sé que su liderazgo puede inspirar a miles a creer, a construir, a reconciliarse, a trabajar juntos por un futuro más justo e inclusivo. Lo he visto caer y levantarse con

una fuerza que no se aprende en ningún libro. Esa fuerza nace del amor: amor por su país, por su gente y por la familia que siempre ha sido su refugio y su motor.
PAULINO PAZ URQUIDI
Para mí, este momento significa mucho más que un logro político: es una emoción enorme que todavía no termino de asimilar. Ver a mi papá convertirse en Presidente de Bolivia después de veinte años de lucha y esfuerzo me sorprende… pero al mismo tiempo, no. Siempre supe que podía llegar hasta aquí. Lo vi en cada esfuerzo, en cada viaje, en cada pueblo que visitó, y también en su interior, en esas noches donde tomaba decisiones difíciles pero nunca se rendía.
Él siempre me dijo que “el arte de la vida es saber decidir” y que “si uno no lo intenta, se arrepiente”. Ahora entiendo esas palabras de verdad. Crecí viendo muchas facetas de él: cuando veíamos partidos de fútbol juntos, cuando iba a verme jugar, cuando hablábamos de música o escuchábamos buena música. Pero lo que más me marcó siempre fue su humanidad, su forma de tratar a la gente, su respeto, su cercanía y su corazón de servidor.
Verlo convertirse en Presidente no cambia quién es él; solo revela al mundo lo que yo siempre vi: un hombre que ama al pueblo y trabaja por él. Este momento marca un antes y un después en mi vida, porque ver su esfuerzo me inspira a tomar mis decisiones con valentía, a intentar siempre y a esforzarme por ser una buena persona antes que cualquier otra cosa. Y como decía mi abuelo: “La patria es la que nunca nos abandona. Bolivia, Bolivia, Bolivia. Siempre Bolivia”.
Creo que si hay algo en lo que los cuatro hermanos podemos estar de acuerdo es que esto no es solo un resultado político. Son meses de aguante, mientras inventaban historias, ponían nombres y fabricaban la personalidad de un hombre que nosotros no reconocíamos del todo. ¿Quién es el Presidente de Bolivia? La respuesta larga: un boliviano desesperado por darle una vida mejor a todos los bolivianos. Un político, sí, pero antes que eso, un patriota. La respuesta corta: mi papá. El que me entiende incluso cuando yo no puedo. Rodrigo, aunque no lo sabía, se fue preparando desde niño para este momento. Muy pocas veces en el mundo se ha visto un gobierno tan desmantelado como el que él recibió, y se necesita a alguien muy específico y preparado por sus vivencias para enfrentarlo. Su firmeza, combinada con su empatía, no se aprende en ninguna universidad. Ama la música, la lectura y
cree que las mejores decisiones se toman con información… y también con intuición. Ama el fútbol, y mientras disfruta de una carne a la parrilla o del Madrid en la tele, piensa en cómo mejorar la vida de más familias bolivianas, cómo dar oportunidades a los jóvenes y cómo construir un país mejor.
Mi papá vive y respira Bolivia. Desde pequeña me hacía escuchar “Patria” de Rubén Blades, y él es exactamente eso: alguien que entiende y comparte profundamente el sentimiento de amor por la patria. Es mi cheerleader, mi guía, mi mejor amigo y mi profesor en cómo ver la vida. Siempre nos repite: “El arte de la vida es saber decidir”. Y ahora, que es Presidente, siento que Bolivia, por fin, verá los frutos de tomar buenas decisiones. Papi, estoy orgullosa de ti, y te amamos toda la familia.
ELENA PAZ URQUIDI
Papi, verte ganar la presidencia todavía me cuesta creerlo, pero me llena de felicidad. Sé todo lo que trabajaste para llegar hasta aquí: las noches sin dormir, los días difíciles, las decisiones duras y todo lo que tuviste que dejar a un lado para seguir trabajando. Al principio no entendía por qué te esforzabas tanto, pero vivirlo de cerca me enseñó que no era solo trabajo, sino una pelea por algo que amas de verdad: Bolivia.
Tu esfuerzo me enseñó que los sueños grandes se construyen paso a paso, con fuerza, paciencia y mucha dedicación. Hoy te veo alcanzar este momento histórico y solo puedo pensar en cuánto diste y cuánto mereces estar aquí. Te admiro más de lo que puedo decir y me hace feliz saber que todo lo que viviste, todo lo que arriesgaste y todo lo que soñaste se convirtió en realidad. Te amo mucho, papá, y nunca olvides que tienes a cuatro hijos y a tu esposa siempre a tu lado.
Desde que éramos muy pequeños, papá nos ha enseñado valores como el respeto y el amor por Bolivia. Durante veinte años recorrió la patria, escuchando a la gente y entendiendo sus sueños y necesidades. Siempre nos mostró lo importante que es ser una familia unida, no solo nuestra familia pequeña, sino también ver a Bolivia como una familia grande.
Cuando muchos dudaban de su capacidad, nosotros nunca lo hicimos. Vimos cómo llegaba cansado, pero siempre estaba atento a nosotros, se hacía tiempo para compartir y nos recordaba que la familia es ese lugar al que uno siempre vuelve para recargarse. Verlo hoy como Presidente de Bolivia me llena de orgullo, porque detrás del cargo sigue estando el mismo papá de siempre, fiel a su esencia: Dios, familia y patria. n



Pianista virtuosa, intérprete magnética y emblema de libertad creativa, Yuja Wang encarna el espíritu del nuevo Oyster Perpetual Land-Dweller 36 de Rolex. Su dominio del tiempo y la intensidad de su presencia encuentran eco en un reloj concebido para quienes transforman cada instante en una oportunidad.
Fotos Copyright Rolex


de abeja” grabado con láser de femtosegundo— diez diamantes baguette marcan el compás del tiempo. Un detalle de orfebrería donde la artesanía se une a la más alta tecnología.
El reloj late con el calibre 7135, un movimiento de cuerda automática desarrollado por Rolex, cuya frecuencia de 5 hercios y precisión de –2/+2 segundos al día reflejan la búsqueda incesante de exactitud. Su escape Dynapulse y la espiral Syloxi de silicio garantizan estabilidad y fiabilidad; su reserva de marcha alcanza las 66 horas. Como todos los relojes de la casa, ostenta la certificación de Cronómetro Superlativo, símbolo de excelencia técnica y estética.
n cada presentación, Yuja Wang parece desafiar los límites entre disciplina y emoción. Sus manos se mueven con exactitud matemática, pero lo que emerge es pura expresión. Esa dualidad —precisión y audacia— define también al Land-Dweller, el nuevo capítulo en la historia de Rolex. Un reloj creado para mujeres y hombres que amplían horizontes, que encuentran en la exigencia una forma de belleza.
La pianista luce el Land-Dweller 36 en oro Everose de 18 quilates, una versión que resume la maestría relojera de la marca. La caja Oyster, con un diámetro de 36 mm, combina elegancia y solidez; su bisel engastado con 44 diamantes talla trapecio resplandece como una sinfonía de luz. En la esfera blanco intenso —de motivo “nido
El brazalete Flat Jubilee, concebido especialmente para este modelo, prolonga la armonía de la caja con una línea de luz continua. Sus eslabones planos alternan superficies pulidas y satinadas; el cierre Crownclasp invisible preserva la pureza del diseño. El conjunto se siente tan equilibrado como una composición musical: fuerza, ritmo, precisión y belleza.
En Yuja Wang, Rolex encuentra más que una embajadora: una artista que, como el Land-Dweller, domina su instrumento y reinventa la forma de medir el tiempo. Su relación con la marca no es de imagen, sino de afinidad. Ambos comparten una misma filosofía: el presente como escenario de perfección, la innovación como camino, el arte como lenguaje universal.
El Land-Dweller 36 Everose es, así, una pieza de relojería que traduce el pulso del virtuosismo en materia tangible. En la muñeca de Yuja Wang, cada acorde, cada silencio y cada segundo se transforman en una declaración de estilo: el tiempo como obra maestra en movimiento. n
Los Latin American Fashion Awards regresaron con una segunda edición que consolidó su carácter visionario. Bajo la presidencia de Donatella Versace y el tema “Hot by Heritage”, la ceremonia celebró la creatividad latinoamericana desde una perspectiva profundamente contemporánea: una herencia que no se exhibe como reliquia, sino como una fuerza activa capaz de transformar la moda global.


l gesto más potente de la noche surgió antes de que comenzara la ceremonia. La artista dominicana Raquel Paiewonsky convirtió el muro fotográfico de la alfombra roja en una instalación escultórica dedicada al origen: formas simbólicas de senos femeninos que reivindicaban a la mujer como génesis de cultura, identidad y legado. Una declaración estética que marcó el tono de una edición centrada en la feminidad como fuente de creación.
“Esta segunda edición es una celebración de la unidad, la identidad y de las mujeres que dan vida a nuestro legado”, afirmaron Silvia Argüello y Constanza Cavalli Etro, cofundadoras de los Latin American Fashion Awards. Con Donatella Versace al frente del jurado, el mensaje tomó un carácter global: la cultura latina como un lenguaje estético que trasciende fronteras y redefine la industria desde su esencia.
La ceremonia, conducida por Becky G y Luis Gerardo Méndez, tuvo lugar en el Anfiteatro Altos de Chavón, en Casa de Campo, República Dominicana. Allí se reunió una comunidad diversa de diseñadores, fotógrafos, modelos, editores y creativos que hoy impulsan la moda latinoamericana hacia una nueva relevancia internacional. La apertura de Luísa Sonza y el cierre de Elena Rose reforzaron el espíritu de la noche: potencia femenina, orgullo cultural y un sentido colectivo del futuro.
Uno de los momentos más simbólicos fue la presentación inaugural del Carmen Busquets Couture Prize, creado para revitalizar la artesanía de alta costura en la región. El galardón —que incluye una subvención de 50.000 dólares y una mentoría personalizada— fue otorgado a Raúl López, diseñador detrás de LUAR, cuya visión une sofisticación técnica y sensibilidad contemporánea.
Donatella Versace entregó el Premio al Diseñador del Año a Willy Chavarria, celebrando un trabajo que ha trascendido pasarelas para instalar conversaciones urgentes sobre identidad, comunidad y conciencia social. El Icono de la Moda del Año recayó en Maluma, una elección que reconoce no solo su influencia estética, sino su rol en llevar la herencia latina a audiencias globales desde la música, la moda y la narrativa cultural.


Entre los reconocimientos más destacados, Nina García otorgó el Premio a la Marca del Año a Agua by Agua Bendita por su trabajo basado en herencia y artesanía, mientras que Karla Martínez de Salas distinguió a Campillo como Diseñador Emergente del Año. Paloma Elsesser recibió el Premio a la Modelo del Año, entregado por Tokischa, en un cruce poderoso entre moda, representación y cultura caribeña. Renell Medrano, una de las narradoras visuales más influyentes de su generación, fue reconocida como Fotógrafa de Moda del Año.
El jurado internacional —presidido por Versace y compuesto por figuras como Steven Kolb, Carlo Capasa, Gabriela Hearst, Anna Dello Russo, Imran Ahmed y Alessia Glaviano— reafirmó el peso institucional que los premios han ganado en solo dos ediciones. Su presencia subraya una realidad: la moda latinoamericana se encuentra en un punto de madurez capaz de dialogar de igual a igual con las capitales tradicionales del sector.
La celebración culminó en Minitas Beach Club, donde los invitados prolongaron la noche con cócteles de Tequila Don Julio. La transmisión exclusiva por ViX permitirá que audiencias de Estados Unidos, México y América Latina revivan una edición que confirmó lo que “Hot by Heritage” proclamó desde el inicio: el futuro de la moda global está cada vez más marcado por la creatividad, el orgullo y la narrativa de una región que hoy ocupa un lugar central en la conversación mundial. n


Cuando Ericka Suárez Weise subió al escenario del Latin American Fashion Summit para recibir el premio RTW Latin Designer of the Year, no solo celebró un logro personal: marcó un antes y un después para la moda boliviana. Para ella, este reconocimiento es la síntesis de 14 años de trabajo y una historia familiar que comenzó mucho antes. “No estaría en esta situación si no fuera por el esfuerzo y la tenacidad de mi abuela y mi mamá”, afirma. Haber sido la primera diseñadora boliviana en obtener este galardón es algo que comparte con todo su equipo, consciente del trabajo silencioso que sostiene cada pieza.
Por Redacción COSAS/ Fotos LAFS

se logro también la coloca como una representante visible de Bolivia en una plataforma internacional altamente competitiva. Lo vive con felicidad, pero también con responsabilidad. Su deseo es convertirse en un punto de referencia para las nuevas generaciones que sueñan con que una marca boliviana trascienda fronteras. Para ello, insiste en una premisa esencial: autenticidad. “Es muy importante ser genuinos, trabajar mucho en la identidad como diseñador y evitar los atajos”, asegura. En esta edición del LAFS, Ericka presentó una selección de piezas representativas de sus últimas colecciones, una muestra de la evolución de un lenguaje que bebe de lo cotidiano y lo cercano. Su mirada creativa vuelve una y otra vez hacia el Oriente boliviano: su naturaleza, su estética, sus símbolos culturales. Elementos que, como ella misma señala, suelen ser los menos presentes en el imaginario internacional del país, pero que en su obra encuentran un espacio sofisticado, contemporáneo y profundamente personal. Ese vínculo con su territorio convive con otra raíz igual de fuerte: la herencia del oficio. Fundó WEISE como un homenaje directo a las manos que la antecedieron, las de su madre y su abuela, que hicieron de la costura un legado. Por eso, su proceso creativo comienza siempre por la técnica. “El trabajo artesanal es el eje de todo”, afirma. Ella misma desarrolla sus textiles, experimenta con
materiales y construye un lenguaje propio que se ha convertido en la firma de su marca.
Presentar ese universo de diez minutos ante un jurado compuesto por algunas de las voces más influyentes de la moda latinoamericana fue, para Ericka, un momento cargado de emoción. Más que un concurso, describe el LAFS como un punto de encuentro: un espacio donde se reconocen trayectorias, se generan vínculos y se comparte la visión de una industria que busca consolidar su identidad regional. Competir junto a marcas destacadas de América Latina y recibir la valoración del jurado fue una experiencia que reafirmó el camino que ha construido.
Hoy, tras el reconocimiento, mira hacia el futuro con una claridad que combina ambición y propósito. Imagina a Weise Atelier consolidándose como una marca latinoamericana de lujo, con colecciones que sigan contando historias desde la estética boliviana y un espacio que impulse nuevas generaciones de creadores. Su meta es tan concreta como amplia: contribuir a que la moda boliviana tenga un lugar propio en la escena internacional y formar un entorno donde el oficio pueda aprenderse, transmitirse y evolucionar. n


a historia de la marca demuestra que la salud visual ya no se entiende como un servicio aislado, sino como parte del bienestar integral. “La manera en que vemos el mundo determina la forma en que lo vivimos”, explica Pauker. En un entorno dominado por dispositivos digitales, ritmos acelerados y estímulos constantes, los ojos están sometidos a demandas nuevas y sostenidas. “El cuidado visual es un acto de amor propio. Es claridad, comodidad y bienestar”, asegura. Bajo esa visión, Ópticas Pauker busca que cada cliente reciba una solución visual que no solo corrija, sino que acompañe, proteja y facilite la vida diaria.
Ópticas Pauker ha construido un liderazgo sostenido en el mercado boliviano combinando tecnología óptica de nivel internacional, atención personalizada y 35 años de trabajo conjunto con EssilorLuxottica, el grupo más grande e innovador de la industria a nivel global. Esa alianza estratégica —la única de su tipo en Bolivia— ha permitido a la empresa elevar los estándares de calidad, ofrecer lentes con precisión certificada y acceder a las últimas tendencias en diseño y estilo. Para Jeremy Pauker, este recorrido refleja un objetivo claro: garantizar que los bolivianos reciban el mismo nivel de salud visual y soluciones premium disponibles en los centros ópticos más avanzados del mundo, integrando innovación, ética y excelencia en cada etapa del proceso.
Por Redacción COSAS/ Foto David Núñez
La relación con EssilorLuxottica ha sido una pieza esencial del crecimiento. “Lo que realmente nos une es una sinergia basada en valores compartidos, una visión común de excelencia y un compromiso ético que va más allá de los negocios”, señala. Ser el único laboratorio validado por el grupo en Bolivia garantiza precisión, durabilidad y tecnología avanzada en todas sus lentes. Esa alianza también asegura acceso exclusivo a innovaciones globales y a un portafolio premium en diseño, lo que permite a la empresa combinar salud visual con estilo, manteniendo una oferta coherente con el segmento de lujo.
Uno de los ejemplos más destacados de esta evolución es Eyezen Kids, la única lente en el mundo diseñada exclusivamente para niños. Pauker explica que su desarrollo parte de un principio clave: los niños no miran el mundo como los adultos. Su postura, su distancia visual y su convergencia son distintas. “Eyezen Kids respeta la forma única en la que los niños miran, leen y exploran el mundo”, afirma. La tecnología acompaña el crecimiento visual y protege ojos expuestos desde temprana edad a dispositivos electrónicos.
Esta reflexión lo lleva a una frase que escuchó toda su vida: “Mi madre siempre decía: ‘Hijito, todo entra primero por los ojos’”. Para él, esa idea resume el propósito de la empresa: ver bien para vivir mejor.
Ópticas Pauker integra innovación tecnológica con acompañamiento humano. Su equipo recibe capacitaciones continuas —presenciales, virtuales y en asesoría de imagen— para dominar tanto la parte técnica como la experiencia del cliente.
Una de las herramientas más relevantes es Visioffice X, un sistema de medición digital que permite personalizar cada lente de acuerdo con el estilo de vida del paciente. “Es un proceso moderno, educativo y cercano”, señala Pauker. Esta tecnología permite mostrar en tiempo real cómo cada parámetro influye en la visión, haciendo la experiencia más informada y precisa.


El compromiso con traer a Bolivia los avances ópticos más recientes se evidencia en lanzamientos como Transitions Gen S. “Bolivia estaba programada para recibir el producto en cuarto lugar, pero gracias al trabajo con EasyLab logramos adelantarlo y fuimos el primer país de Latinoamérica en lanzarlo”, explica. Estas lentes combinan adaptabilidad inteligente a la luz con seis colores exclusivos —Verde, Amatista, Rubí, Zafiro, Café y Gris— y un enfoque marcado en funcionalidad y estilo.
En su laboratorio, Pauker destaca la incorporación de la máquina ProMapper, utilizada en el área de Control de Calidad. Este equipo realiza un mapeo digital detallado de cada lente, siguiendo parámetros de la FDA estadounidense. Con ello, la empresa automatiza procesos críticos, reduce errores y asegura consistencia en cada producto final.
La relación con los oftalmólogos ha sido determinante. Pauker reconoce que, al involucrarse más directamente en la gestión hace seis años, comprendió la magnitud del vínculo. “Sabía que había una relación sólida, pero no imaginaba cuán profunda y valiosa era”, afirma.
La empresa participa activamente con EssilorLuxottica en congresos, jornadas científicas y espacios de formación, además de organizar eventos propios en todo el país. “La relación no es solo profesional; es una alianza real basada en calidad, ética y compromiso”, asegura. Esa confianza refuerza la posición de Ópticas Pauker como un aliado técnico y clínico en la salud visual.
Para Pauker, el lujo visual se define por la precisión, la comodidad y el diseño. “El lujo se siente: es claridad, comodidad y estilo”, afirma. Implica elegir una montura que represente la personalidad y una lente que responda a necesidades reales, combinando tecnología, asesoramiento y cuidado.
“El lujo hoy tiene que ver con el tiempo, la atención y el bienestar”, explica. Por eso, cada visita busca convertirse en una experiencia completa donde tecnología y calidez humana se encuentren en equilibrio. n
Para Amaury Mosquera, gerente general de Air Europa en Bolivia, el acto de volar tiene un significado que va más allá del traslado. Viajar se ha convertido en uno de los mayores lujos contemporáneos y, desde su posición, ese lujo adquiere una dimensión humana. “Cada vuelo conecta sueños, oportunidades y familias”, afirma. “Ofrecer esta experiencia a los bolivianos es un verdadero privilegio”.
Por Redacción COSAS/ Foto David Núñez
ajo su liderazgo, Air Europa ha consolidado su presencia en el país con una propuesta que entiende el lujo desde la comodidad, la confianza y el detalle. Mosquera lo resume así: “El verdadero lujo en Air Europa está en los detalles que transforman el viaje en una experiencia agradable y sin complicaciones”. Ese enfoque se traduce en un servicio cercano, una flota moderna con cabinas confortables, buena oferta gastronómica y un sistema de entretenimiento pensado para acompañar cada etapa del vuelo. Pero hay un componente que él destaca sobre todos: la tranquilidad. “La confianza de viajar con una aerolínea segura y con altos estándares es esencial, sobre todo cuando se vuela lejos”.
Los destinos que conectan Bolivia con el mundo del lujo responden a esa misma visión. Madrid, Barcelona, París, Roma y Milán encabezan las preferencias de los pasajeros que buscan cultura, estilo y sofisticación. Para Mosquera, el valor añadido no está solo en llegar a ciudades icónicas, sino en el trayecto: “Los pasajeros valoran especialmente la fluidez del viaje, las conexiones rápidas y el tránsito cómodo por la Terminal 1 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas”. Un viaje sin fricciones es, en su visión, una forma de lujo contemporáneo.
Su llegada a la gerencia fue el resultado de un camino construido dentro de la misma aerolínea. Comenzó como responsable comercial y, a medida que asumió nuevos retos, comprendió las dinámicas de una industria tan exigente como apasionante. “Llegué aquí gracias a un camino hecho de dedicación, experiencias y un profundo gusto por esta industria”. Liderar desde Bolivia, dice, ha sido un desafío que exige escucha y adaptación, pero también una oportunidad para demostrar que el país puede sostener operaciones sólidas, eficientes y con visión internacional.
Ese enfoque ha permitido fortalecer la relación con los pasajeros bolivianos y ampliar alianzas estratégicas. “El mercado exige cercanía y una comprensión profunda de qué valora el pasajero local”, explica. Ese entendimiento ha permitido que Air Europa se consolide como una opción competitiva y confiable para viajar a Europa.
En un contexto global donde el lujo se redefine hacia lo auténtico, lo personalizado y lo consciente, Air Europa ha incorporado una mirada sostenible que forma parte de su propuesta de valor.

“Transportar a nuestros pasajeros para que puedan cumplir un sueño ya es un lujo, pero ese lujo también exige responsabilidad”, señala Mosquera. La integración de combustibles sostenibles de aviación (SAF) es parte fundamental de ese compromiso. “Son pasos importantes hacia una aviación más sostenible, sin renunciar al confort y a la calidad que nuestros pasajeros esperan”. n
“CADA PLATO ES UNA HISTORIA CONTADA DESDE EL SABOR”
El lujo también puede tener aroma a tierra, a fuego y a historia. En la cocina de Santos Coaquira, cada plato es un relato que conecta las raíces andinas con la sensibilidad contemporánea. Su propuesta no busca impresionar con artificios, sino conmover con verdad.
Por Redacción COSAS/ Foto David Núñez/ Ubicación Casa Boos
Mi camino en la cocina empezó muy lejos de los grandes restaurantes, en las montañas del altiplano donde nací”, recuerda. Allí aprendió que el alimento no es solo sustento: es cultura, historia y afecto. Aquella infancia marcada por la sencillez y el respeto a la tierra se transformó en su brújula creativa. “Crecí viendo a mi madre cocinar con lo que la tierra le daba, y creo que desde entonces supe que quería dedicar mi vida a eso: a transformar los ingredientes en emociones”. Para él, estudiar cocina fue una manera de honrar sus raíces, pero también de descubrir que ser chef es un acto de narración. Cada plato, dice, es una historia contada desde el sabor.
Santos Coaquira no cocina para impresionar; cocina para emocionar. “Mi sello está en esa mezcla: respeto por el producto, sensibilidad por el detalle y una profunda conexión con lo que me rodea”. En tiempos donde la gastronomía parece obsesionada con la novedad, su enfoque destaca por su autenticidad. “Cocinar, para mí, es una forma de tocar el alma de las personas sin necesidad de palabras”, afirma. Esa sensibilidad se percibe en cada una de sus creaciones: platos que logran ser, al mismo tiempo, sofisticados y profundamente humanos.
El equilibrio entre lo ancestral y lo contemporáneo es su lenguaje. “Tomo los ingredientes del campo boliviano, los miro con ojos nuevos y los transformo sin que pierdan su esencia”. No hay rupturas en su cocina, sino diálogos. La tradición no se queda quieta; evoluciona con respeto. Esa mirada, atenta y cuidadosa, le ha permitido construir una propuesta donde la memoria culinaria boliviana se renueva sin perder identidad.
Cuando llegó a Santa Cruz, encontró una tierra abierta y un público dispuesto a sentir. “Creo que lo que me permitió conectar fue la honestidad. Los cruceños sienten cuando algo es verdadero”, explica. “Mi cocina no busca ser pretenciosa, sino auténtica. Y esa autenticidad ha sido el puente que me permitió construir un nombre y una relación profunda con esta ciudad”.
De esa búsqueda nació Pasionaria by Santos, una marca que lleva su filosofía a nuevos espacios. “Quería que la gente pudiera llevarse a casa un pedacito de mi cocina, del cariño y la dedicación que ponemos en cada experiencia”. Sus patés y productos artesanales son el reflejo de su credo: el lujo no está en lo ostentoso, sino en lo bien hecho, en lo que tiene alma y lleva tiempo. Lo hecho a mano, dice, tiene un valor que trasciende lo material.

“El lujo verdadero está en las manos de quien cultiva, de quien transforma, de quien cocina con amor”.
En los grandes eventos, Santos traslada la misma sensibilidad con la que empezó su historia. “No importa si cocinamos para diez o para trescientas personas: la dedicación es la misma”. Para él, cocinar es un acto de generosidad que exige respeto por cada comensal. Su equipo entiende que servir comida es un gesto íntimo, una forma de compartir lo mejor de uno mismo. n
“MI OBRA NACE DEL SENTIR”
En la obra de Jessica Kuljis, el arte es un puente hacia el origen. Su nueva exposición, Un Siglo Vivo, marca un momento de madurez en una trayectoria donde lo personal, lo espiritual y lo ancestral se entrelazan con naturalidad.


a muestra nació en 2020, en el marco de la Bienal, pero su impulso más íntimo llegó desde la familia. “Mi bisabuela cumplía 100 años. Sentí que era una oportunidad para mostrar algo único… cinco generaciones vivas”, recuerda. Ese acontecimiento detonó una búsqueda interior inesperada: “Surgió una necesidad profunda de mirar hacia atrás y al mismo tiempo hacia adentro”. Jessica describe este proyecto como un espacio de reconciliación entre su linaje femenino, su historia emocional y su evolución como artista. No se trata solo de celebrar la longevidad de su familia, sino de reconocer las huellas que la habitan y las vidas que continúan latiendo en ella.
La artista desea que la experiencia sea más sensorial que racional. “Deseo que cada persona se reconozca. Que sienta la energía de su propia historia, de sus raíces. Más que observar, la intención es que se viva… que despierte una emoción o un recuerdo que los acerque a su esencia”.
Su evolución artística también se refleja en esta muestra. Si en sus primeras obras predominaba la experimentación —“Un renacer, un encontrarme”, dice—, Un Siglo Vivo es una propuesta más consciente, donde conviven lo emocional, lo espiritual y lo ancestral. Kuljis trasciende la pintura y se aventura en otros lenguajes: tejido, fotografía, performance, ensamblajes. “Es una obra que me permite mirar mi camino con gratitud,

entendiendo que el arte es también una forma de sanar”. La intuición ocupa un lugar central en su proceso creativo. “Es mi motor”, afirma. La espiritualidad, por su parte, sostiene la intención de cada obra, mientras que la experiencia personal funciona como el hilo que articula el relato. Para Kuljis no existe una separación entre arte y vida: “Mi obra nace del sentir, de la observación del alma. Cada pieza es una conversación entre lo visible y lo invisible”.
La memoria y el tiempo aparecen en esta exposición como fuerzas vivas, más presentes que pasadas. “La memoria es una energía viva, no algo que pertenece al pasado. Se manifiesta en nuestro cuerpo, en nuestras emociones”, explica. Desde esa visión, la frase que da sentido a la muestra —“celebrar la vida que nos une”— se convierte en una invitación a reconocer la continuidad que atraviesa generaciones, identidades y vínculos.
El lenguaje visual de Un Siglo Vivo está cargado de simbolismo. Predomina el rojo, “que representa la vida, la sangre, la fuerza ancestral”, y el negro como espacio de origen y profundidad. La artista trabaja con materiales naturales, fotografías, telas, pigmentos, reliquias familiares y objetos personales. Aparecen símbolos recurrentes —el círculo, el espejo, el hilo, el tejido— que hablan de unión, memoria y transformación. “Cada elemento fue elegido desde la emoción y la intención, buscando que esa energía sea la verdadera protagonista”, señala. n
Ana Paula Antelo Díaz creció dentro de un universo donde las fragancias, las texturas y los rituales de belleza formaban parte del día a día. Ese entorno marcó su manera de mirar la industria y hoy, como Directora Comercial de Grupo Aromas y Perfumería First, lidera la evolución de una empresa que ha sabido construir prestigio en un sector donde la excelencia es el mínimo requerido.
Por Redacción COSAS/ Foto David Núñez
He sido muy afortunada de nacer, crecer y aprender dentro de esta maravillosa industria”, recuerda. Esa formación temprana –que inició con el ejemplo de sus padres, Remer Antelo y Ana Paula Diaz con quienes forma un gran equipo que lidera Grupo Aromas– no solo le dio familiaridad con la operación, sino también la sensibilidad necesaria para entender el lujo como un ejercicio de precisión. Ese mismo estándar es el que guía la relación con casas globales como Carolina Herrera, Dior, Versace, Rabanne u Hermès, donde cada detalle importa. Para Ana Paula, la confianza de estas marcas se sostiene en un trabajo riguroso que exige cumplir lineamientos con exactitud y asegurar una visibilidad impecable en cada punto de venta. La coherencia visual, la ejecución y la fidelidad al ADN de cada marca forman parte de una responsabilidad que First asume con disciplina. A ello se suma la capacitación continua del equipo, un requisito indispensable. Este es uno de los pilares que definen la identidad de Perfumería First y una herencia directa del trabajo de su madre, a quien Ana Paula atribuye la creación de un modelo basado en la atención personalizada y los detalles. “El cliente siempre vuelve por el buen servicio y los detalles que nos caracterizan”, afirma. Por eso, cada interacción está diseñada para que el visitante sienta calidad desde el primer instante. Las consultoras no solo conocen los productos, sino también las necesidades del consumidor y la forma adecuada de guiarlo en un universo donde la elección es tan íntima como personal. Esa dimensión emocional se vuelve especialmente evidente en el mundo de las fragancias. Para ella, un perfume no se limita a su fórmula: es una experiencia que despierta recuerdos, lugares, sensaciones, “te puede transportar en el tiempo”, sostiene. Cada aroma tiene una narrativa que conecta con la historia de la marca y, al mismo tiempo, con la memoria del cliente. Ese encuentro entre identidad y sensación es el corazón del lujo que First busca transmitir, donde cada elección se vuelve parte de un ritual. Mirar hacia adelante implica comprender cómo evoluciona el consumidor boliviano, hoy más informado y más conectado a las tendencias globales. “Bolivia tiene un gran potencial dentro del mundo de las fragancias y los productos de belleza”, asegura Ana Paula, quien observa un mercado cada vez más orientado

a experiencias exclusivas. Esta lectura estratégica impulsó la creación de First Niche Parfum, una nueva cadena que introduce un nivel distinto de sofisticación. Su propuesta incluye marcas altamente exclusivas, atención personalizada y servicios como pick-up store y delivery , concebidos para un público que espera algo más que un buen producto: busca un entorno que acompañe la elección.
Con este nuevo paso, Ana Paula perfila una ruta clara para la empresa: ampliar el universo del lujo desde la atención y el detalle, sin perder de vista el espíritu familiar que dio origen al grupo. n
La pintura de Cristian Laime no busca solo representar, sino conservar. En sus obras —realistas, precisas y cargadas de símbolos— late la intención de dejar un testimonio para quienes miren desde el futuro. Su trabajo, hoy presente en galerías de Bolivia y del exterior, se ha consolidado como una de las propuestas más sólidas del arte contemporáneo boliviano.
Por Ana Sofía Cabezas/ Foto COSAS/ Espacio Neo Galería
ara Laime, el arte no tuvo un inicio concreto. “No tengo memoria de cuándo he empezado”, dice. Dibujar y pintar fueron gestos naturales desde la infancia, una forma de habitar el mundo. Cuando terminó el colegio, la elección fue inmediata: estudió pintura en la Academia de Arte de Sopocachi y más tarde escultura en la UPEA. “Siempre fue natural y nunca he tenido esa duda de qué es lo que voy a hacer en mi vida”.
Su estilo se sostiene en una convicción clara: la pintura debe ser legible, directa, pero sin renunciar a su esencia. “Es didáctico hacerlo así, realista, que se entienda”, explica. Evita el hiperrealismo porque teme que la técnica domine el sentido. “Tengo el miedo de que si me voy al hiperrealismo se pierda esa sensación de que es una pintura”. Sobre esas figuras nítidas y minuciosas, introduce objetos que provocan: plásticos, ladrillos, conchas. “Cada obra siempre tiene un significado, siempre tiene un concepto atrás”.
El centro emocional de su trabajo está marcado por la figura de su madre, Amalia Yujra. Sus retratos surgieron de una inquietud íntima. “Mi mamá no va a durar para siempre, entonces yo le hacía retratos para que su imagen perdure en el tiempo”. Con el tiempo entendió que esos cuadros no solo preservan un rostro, sino una historia. “Después de que el artista ya no esté, su imagen va a seguir”. La pintura se convierte así en una forma de resistencia: un archivo que desafía el olvido.
Esa misma noción de permanencia guía su nueva exposición, 500 años. El proyecto no se limita al Bicentenario; abarca una herida más profunda: la explotación continua de los recursos naturales en Bolivia. “Es una exposición que hace a la nación 500 años de explotación sin medida del oro, de la plata, del estaño, del petróleo y ahora del litio”. La serie propone una lectura crítica sobre cómo esa extracción ha moldeado nuestra historia y, sobre todo, cómo sigue definiendo nuestro presente.
Una de las obras más potentes —la que acompaña esta nota— muestra a una figura aimara o quechua vestida de conquistador. La imagen dialoga con las crónicas coloniales, pero también con las tensiones actuales entre identidad y globalización. “Somos sujetos que tenemos nuestras raíces, pero siempre estamos mirando hacia afuera”, reflexiona. Ese choque simbólico invita a pensar qué dejamos ir y qué elegimos conservar en un mundo que nos empuja a la alienación.
Aunque su obra ha viajado a París y Nueva York, Laime insiste en que no crea pensando en públicos externos. “Siempre hago lo que se me ocurre, lo que se me viene a la mente”, afirma. Su serie de plásticos es un ejemplo: “Al principio los pintaba

porque me parecía interesante. Después he caído en cuenta de que tenían un significado mucho más profundo: la contaminación y el siglo XXI”. La técnica clásica del óleo sobre lienzo se convierte así en portadora de un mensaje contemporáneo, urgente y universal.
Cristian Laime pinta para el presente, pero piensa a largo plazo. Quiere que, dentro de 500 años, alguien pueda mirar sus obras y preguntarse quiénes fuimos, qué nos inquietaba, qué elegimos mirar y qué decidimos ignorar. En esa mirada hacia el futuro radica, quizá, el verdadero lujo de su obra: la capacidad de perdurar. n

Para Marko Bonifaz, abrir un restaurante propio no es solo un sueño clásico de chef, sino la forma más honesta de volver a empezar. Su historia se remonta a Ciudad Satélite, en El Alto, donde a los nueve años cocinaba junto a su tío Ángel los domingos. “Primero me enseñó a hacer cordero pelando una cabeza de cordero”, recuerda. Después vendría la llajua y un aprendizaje semanal que marcó para siempre su relación con la cocina.
u carrera estuvo llena de subidas y bajadas, como la de cualquier cocinero que decide vivir del oficio. Ha sido jurado de MasterChef , embajador de la quinua en el exterior y parte de proyectos de gastronomía y turismo de autor en el Salar de Uyuni. Asimismo, creó el restaurante LAMURILLO, una propuesta con menú conceptual a base de quinua real orgánica producida solamente en Bolivia. Atiende a un perfil turístico que busca lo saludable y los atributos nutricionales que caracterizan el grano de oro. “He pasado momentos tremendamente malos, pero también alucinantemente hermosos”, dice. De todas esas experiencias surge CH’ENKO, un proyecto que asume completamente solo y que llega en un momento en el que su vida se ha asentado, acompañado de una familia que lo sostiene y de un equipo fiel que camina con él desde hace más de veinte años.
CH’ENKO no es una ruptura: es una síntesis. “No se diferencia de mis propuestas anteriores, pero se parece a todas, solo que lo mejor de todas”, explica. El concepto reúne tapas al estilo Marko con influencias asiáticas, mediterráneas y locales. Conviven preparaciones como pulpo a la gallega, anticucho de pulpo con camote y salsa de maní, quinua envuelta en langostinos y versiones propias del piquemacho. Una mezcla que nace de un país diverso, sostenido por tres pisos ecológicos que él reivindica como la verdadera despensa boliviana.
Ese cruce de sabores es también una forma de revalorizar la cocina callejera paceña, que para Bonifaz contiene la identidad más pura de la gastronomía del país. “Creo que Bolivia está más cerca de una estrella Michelin con su comida callejera que con otro estilo de gastronomía”, afirma. Su propuesta busca justamente eso: llevar el espíritu de la calle a un espacio cómodo, relajado y elegante, donde el cliente pueda reconocer sabores familiares y descubrir otros nuevos.
La acogida del público lo confirma. Comensales que regresan, que le dicen que ya era tiempo de volver a probar esos sabores, que celebran lo nuevo sin olvidar lo que marcó una época. Para él, esa cercanía es parte de la felicidad del oficio: “Estómago feliz, corazón contento”.
Sobre la gastronomía boliviana, es optimista, aunque advierte que el camino es largo. Cree que el movimiento actual tiene apenas una década y necesita tiempo para madurar. Le preocupa

la tentación de saltar etapas y la preferencia por lo extranjero en detrimento de lo propio. Su mirada vuelve siempre a las picanterías, a los ajíes, a las papas nativas, a los productos que definieron la cocina del país antes de que la globalización diluyera su presencia.
Hoy, con treinta años de trayectoria en Bolivia y medio siglo en el rubro, Bonifaz se reconoce en una etapa nueva. CH’ENKO es, para él, un renacer. “Es la representación de todo lo que he hecho, he vivido, he probado, he visto y he olido”. Y también un recordatorio de las herramientas que lo sostuvieron siempre: perseverancia y humildad, las únicas capaces de abrir camino en una carrera que nunca deja de poner a prueba al cocinero. n
“EL VIÑEDO NO ES UNA HERENCIA DE NUESTROS PADRES, SINO UN PRÉSTAMO DE NUESTROS HIJOS”
Pedro Ruiz Aragoneses creció entre viñas, barricas y conversaciones sobre el vino. Hijo de José María Ruiz, fundador de Pago de Carraovejas y pionero en la sumillería española, lleva sobre sus hombros un legado que ha sabido transformar en una filosofía de vida. Desde su liderazgo en Alma Carraovejas, un grupo que hoy integra seis bodegas, un restaurante con estrella Michelin, una fundación y una distribuidora, Pedro defiende una visión que trasciende lo empresarial: “El viñedo no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”.
Por Redacción COSAS/ Fotos cortesía Alma Carraovejas


edro reconoce que su mayor mérito ha sido nacer en una familia donde el vino es vocación y destino. De su padre, heredó el impulso de soñar en grande y la convicción de que el esfuerzo, la constancia y la fe en uno mismo son los pilares del éxito. “Su capacidad de trabajo y su ímpetu por seguir activo en cada momento son admirables. Siempre supo estar en el lugar preciso y en el momento adecuado”, recuerda. Pero también reconoce la influencia silenciosa de su madre, el equilibrio emocional de la familia y de la empresa. “Suyos son los valores que hoy determinan tanto la familia como las compañías. Ella es el balance emocional del negocio, la familia y las relaciones humanas”. Hoy, aunque su padre continúa vinculado al restaurante José María, cada decisión en Alma Carraovejas está impregnada de los
valores aprendidos en casa: el respeto por el origen, la pasión por el vino y la búsqueda de la excelencia.
UNA NUEVA GENERACIÓN CON ALMA PROPIA
Cuando Pedro se incorporó al proyecto, en 2007, Pago de Carraovejas era una sola bodega con veinte personas. Hoy, Alma Carraovejas es un ecosistema de más de doscientas familias, seis bodegas y proyectos que abarcan desde la vitivinicultura hasta la gastronomía y la cultura. “Cada generación ha de vivir su propio sueño”, afirma.
El nombre del grupo no es casual. “Alma” simboliza el soplo vital, la esencia de lo que anima a los seres humanos. “No podía haber un nombre mejor”, explica. “Alma hace referencia a esa identidad
inmaterial y espiritual que da sentido a nuestros proyectos. Añadir ‘Carraovejas’ fue un tributo al origen y un reconocimiento a mis padres”. Así nació el concepto “Tierras únicas, alma compartida”, que sintetiza la filosofía del grupo: conectar historias, personas y paisajes para crear un legado a través del vino.
EL VINO COMO LENGUAJE Y FORMA DE VIDA
Pedro entiende el vino como una manifestación cultural, un hilo conductor entre generaciones. Por eso, cada iniciativa que lidera —desde el restaurante Ambivium, galardonado con una estrella Michelin, hasta la Fundación Cultura Líquida y SV Wines, su importadora de vinos singulares— comparte un propósito común: “El vino es mucho más que una bebida; es un estilo de vida, una identidad y un patrimonio cultural”.
Ambivium nació de la observación y la pasión. “Escuchaba a los clientes que visitaban Ribera del Duero y notaba su deseo de mayor diversidad gastronómica. En un viaje a Mendoza, descubrí la propuesta de enoturismo y restaurantes en bodegas, y supe que debíamos hacerlo”, recuerda. El resultado fue un concepto donde el vino es el punto de partida: “Primero pensamos en la propuesta líquida y luego en la sólida. La cocina acompaña al vino, no al revés”.
El reconocimiento llegó con fuerza. Además de la estrella Michelin, Ambivium ha recibido la Estrella Verde de sostenibilidad, dos soles Repsol y múltiples premios como mejor carta de vinos de España. “No lo hicimos por ambición, sino por pasión. Queríamos demostrar que se puede crear una experiencia única desde el vino y la gastronomía en el medio rural, atraer talento y generar desarrollo. Es un orgullo haber puesto Peñafiel en el mapa de la alta gastronomía española”.
Detrás de cada logro hay una filosofía humana y familiar. Pedro encuentra el equilibrio en su entorno: “El mérito no es mío. Es de Elena, mi mujer, que dirige los proyectos de arquitectura y diseño de Alma Carraovejas y lleva el peso de nuestra familia. Sin ellos, nada tendría sentido”.
Su visión empresarial está guiada por una premisa simple pero profunda: las empresas son personas. “En Alma Carraovejas hablamos mucho de la cultura del cuidado: del viñedo, del entorno, del paisaje, pero sobre todo de las personas. Hacer sentir bien a los demás es sentirse bien con uno mismo”.


Para Pedro, el vino es también una lección de paciencia y humildad. “El vino es tiempo, saber esperar. La visión a largo plazo es lo que nos hace diferentes. Me gusta hablar de las organizaciones
HICA: honestidad, integridad, coherencia y autenticidad. Esos valores deberían permanecer siempre”.
Defiende el vino como parte esencial de la cultura y el bienestar. “El vino es más que alcohol. Es salud emocional, historia, identidad. Es disfrutar de la vida con equilibrio y respeto. El consumo ha cambiado: bebemos menos, pero mejor. Y eso también es evolución”.
En su mirada, el futuro del vino pasa por mantener vivas sus raíces mientras se abraza la innovación. “No podemos vivir de espaldas a la evolución tecnológica. Debemos usarla para mejorar, sin perder el respeto por la tradición”.
Cuando se le pregunta por sus vinos más representativos, responde con claridad: “No puedo elegir uno solo. Todos son parte. Los vinos deben reflejar el lugar donde nacen, su paisaje y su identidad. Hay vinos para momentos y para personas. Es una maravilla”.
Quizás su decisión más valiente haya sido romper esquemas: eliminar las categorías tradicionales de crianza y reserva para apostar por vinos de finca, paraje y parcela. “Fue una declaración de principios. Queríamos poner el foco en el viñedo y en la concepción del vino desde su origen”.
De cara al futuro, su deseo es claro: “Me gustaría que dentro de cincuenta años se reconociera el esfuerzo de todo el equipo por poner en valor las regiones donde trabajamos, por destacar la diversidad y la autenticidad del vino español. Y que Alma Carraovejas siga siendo una de las grandes referencias del mundo”.
Al final del camino, Pedro prefiere no hablar de legado personal, sino de propósito compartido. “Yo no soy nadie. Ojalá el vino pudiera decir que lo cuidé, lo respeté y ayudé a sacar la mejor versión de cada uno de ellos. Que mis hijos y mi mujer se sientan orgullosos y agradecidos por haber vivido una vida plena y honesta, compartida con alegría”.
Y brinda con una frase que resume su filosofía de vida: “Lo que quedará será cómo nos sentimos y cómo hicimos sentir a los demás. Y eso, con vino, siempre es mejor. Salud”. n

Geely, una de las marcas automotrices más grandes de China, inicia oficialmente sus operaciones en Bolivia de la mano de Taiyo Motors S.A., el representante exclusivo de la marca para el país.


a llegada de la marca refuerza el compromiso del grupo Geely Auto por expandir su ecosistema global de movilidad. Con una propuesta moderna y accesible, Geely inaugura una nueva etapa para el mercado boliviano con cuatro modelos de SUV: Starray, Cityray, Coolray Lite y GX3 Pro. Cada uno responde a estilos de vida distintos, pero comparten una misma premisa: ofrecer experiencias de conducción de alta calidad.
Fundada en 1986 en China, Geely pasó de ser un fabricante local y reducido, a convertirse en el holding privado chino más importante del mundo, con presencia en más de 80 mercados. Hoy es propietario de marcas como Volvo, Lotus, Lynk&Co y Zeekr, y participa en proyectos de movilidad eléctrica, conectividad inteligente y tecnología satelital, con una constelación propia y activa de 64 satélites en órbita. Esa capacidad de innovación se traduce en vehículos que integran ingeniería avanzada y una mirada sostenida hacia el futuro,


y que busca aportar al mercado boliviano soluciones pensadas para la seguridad, el confort y la eficiencia vehicular.
Starray encabeza el lineup con un motor 2.0 turbo o 1.5 turbo, y transmisión DCT de 7 velocidades. Su diseño responde a la filosofía Starburst, que combina equilibrio visual con un interior amplio y digitalizado, donde cada elemento cumple una función precisa.
Cityray apuesta por la agilidad urbana, con un motor 1.5 turbo y pantalla multimedia de 13.2” que la convierten en una SUV versátil, práctica y tecnológica.
Coolray Lite combina un motor 1.5 litros con transmisión CVT o manual de 5 velocidades, manteniendo una conducción ágil y eficiente. A esto se suma un sistema que simplifica la interacción con el vehículo y un diseño juvenil que refleja el carácter moderno de la marca.
Por último, GX3 Pro incorpora un motor 1.5 litros y ofrece versiones con caja CVT o manual de 5 velocidades, equilibrando econom í a y rendimiento en un formato
compacto, marcando la puerta de entrada al universo Geely: cercana, funcional y diseñada para la vida urbana diaria.
Uno de los pilares del ingreso de Geely a Bolivia es su apuesta por el respaldo total al cliente. La marca ofrece 5 años de garantía extendida y 6 mantenimientos incluidos, un beneficio importante que refleja la seguridad con la que Geely respalda la calidad de sus veh í culos. Adem á s, la marca se prepara para introducir su lineup de vehículos eléctricos, encabezado por el Geely EX5, un modelo que combina eficiencia, tecnolog í a avanzada y autonom í a ideal para la conducción urbana.
Con showrooms en Santa Cruz (Doble Vía La Guardia, entre 3er y 4to anillo), El Alto (Av. 6 de Marzo) y Oruro, (Av. 6 de agosto #853), Geely invita a los bolivianos a conocer de cerca su propuesta. Los interesados pueden agendar un test drive de cualquiera de los modelos, y descubrir cómo cada vehículo refleja el avance de una marca que redefine la movilidad global, ahora al alcance de los bolivianos. n
El nombre de Bolivia volvió a brillar en el escenario internacional. El Hotel Mitru Sur, ícono de hospitalidad paceña, fue reconocido con dos importantes galardones en los World Travel Awards 2025: Hotel de Negocios Líder en Bolivia y Hotel Ciudad Líder en Bolivia.


destacados del país gracias a una filosofía centrada en la calidad, el confort y la innovación con identidad boliviana.
Su moderna infraestructura combina elegancia y funcionalidad, pensada para atender tanto al viajero corporativo como al visitante que busca descanso y bienestar. Habitaciones cómodas, piscina atemperada, saunas, sala de cine, sala de juegos, gimnasio, salones de eventos equipados, gastronomía nacional e internacional, y un servicio atento a cada detalle, son solo algunas de las razones por las que el hotel se ha ganado la preferencia de sus huéspedes.
stos premios, considerados los más prestigiosos de la industria turística a nivel mundial, confirman la dedicación, el compromiso y el talento de un equipo que ha hecho de la calidez su sello más distintivo.
La ceremonia se llevó a cabo en Cancún, México, reuniendo a las marcas hoteleras más reconocidas del planeta. En ese escenario, el Hotel Mitru Sur destacó por su excelencia, su servicio de clase mundial y su enfoque humano, que ha conquistado a viajeros nacionales e internacionales.
Durante la ceremonia, también fue entrevistado Nataniel Egüez Mitru, Gerente General del Hotel Mitru Sur, quien expresó su alegría y orgullo por este nuevo logro que coloca nuevamente a Bolivia en el mapa mundial del turismo.
“Estamos muy felices de haber ganado nuevamente en los World Travel Awards, en dos categorías. Esto nos genera un compromiso mayor con el turismo en nuestro país y a nivel mundial”, señaló Nataniel.
El gerente general invitó a todos los viajeros del mundo a visitar Bolivia. “En el Hotel Mitru Sur los esperamos con los brazos abiertos y con el mejor trato”, concluyó con una sonrisa.
Ubicado en el corazón de la zona sur de La Paz, el Hotel Mitru Sur ha logrado posicionarse como uno de los establecimientos más
Uno de los pilares fundamentales del éxito del Hotel Mitru Sur es su equipo humano. Desde el personal de limpieza hasta la administración, cada integrante comparte una misma visión: ofrecer hospitalidad auténtica y servicio impecable.
“Estos premios no son de una persona, son de todos. Cada sonrisa, cada saludo, cada pequeño detalle cuenta. El trabajo en equipo es la base de todo lo que hemos logrado. Nos sentimos profundamente agradecidos por tener un grupo de personas comprometidas, profesionales y apasionadas por servir”, resaltó Nataniel.
Para el Hotel Mitru Sur, estos galardones no marcan un punto de llegada, sino un nuevo comienzo. Cada reconocimiento reafirma su compromiso de seguir elevando los estándares del turismo en Bolivia y de continuar siendo un embajador de la hospitalidad nacional ante el mundo.
Con esta doble distinción, el Hotel Mitru Sur se consolida como un símbolo de orgullo para la hotelería boliviana. Un lugar donde la excelencia se construye con trabajo, pasión y, sobre todo, con calidez humana, la cual convierte cada estadía en una experiencia inolvidable y que hoy ha sido reconocida por el mundo entero.
Vive la #experienciamitrusur reservando al 69294552 o escríbenos al correo de ventas@hotelmitrusur.com n
TCL, una de las marcas tecnológicas más influyentes del mundo, se posiciona en el mercado boliviano con un nuevo hito: la presentación de un portafolio completo de productos junto al Grupo Empresarial Quisbert, distribuidor oficial y exclusivo en Bolivia.

TCL trae a Bolivia tecnología de clase mundial, respaldada por garantía oficial y servicio técnico autorizado a nivel nacional. De esta manera aseguramos que cada consumidor obtenga productos de primera calidad para el hogar y la vida diaria”, afirmó José Rocabado, TCL Brand & Business Manager.
Con operaciones en más de 160 países, TCL está en el mercado nacional con la propuesta #TodoConTCL, un ecosistema integral de productos tecnológicos para los hogares bolivianos, que abarca televisores, sistemas de sonido, línea blanca, aires acondicionados residenciales y comerciales, y su renovada categoría de dispositivos móviles.
En su lanzamiento oficial destacaron los avances más recientes y significativos que son los televisores con tecnología QD-MiniLED, el televisor Art TV que fusiona diseño y arte digital y la TV de 115 pulgadas, la más grande del mundo, presentada hace muy poco en Las Vegas y que hoy ya está disponible en Bolivia.
En soluciones de climatización, TCL incorpora a su portafolio equipos comerciales tipo piso-techo, casete, y central ducto, pensados para proyectos corporativos y grandes infraestructuras. Esta línea refuerza su capacidad de atender tanto necesidades del hogar como del sector empresarial.

La gran novedad fue la presentación oficial de la categoría mobile en Bolivia, con smartphones y tablets equipados con tecnología NXTPAPER, una funcionalidad única de la marca que reduce el cansancio visual, elimina la luz azul y permite activar una pantalla tipo papel con un solo clic. Entre los modelos más destacados figuran el celular TCL 60 Ultra NXTPAPER 5G y la Tablet TCL NXTPAPER 14, ambos presentados como flaghsip en sus categorías.
TCL se posiciona como una de las marcas en el mundo capaces de ofrecer un ecosistema tecnológico completo, donde todos los dispositivos pueden conectarse y gestionarse desde un celular TCL. Bajo el lema global Inspirando Grandeza, la compañía reafirma el compromiso de mejorar la calidad de vida de las personas, ofreciendo innovación accesible y respaldo oficial en todo el país.
Con esta presentación, TCL proyecta consolidarse como la marca de tecnología más importante de Bolivia para seguir inspirando grandeza con soluciones que transforman la manera de vivir, trabajar y conectarse con el futuro.
“Con este lanzamiento se ratifica la visión de TCL que es acercar la innovación, calidad y experiencias tecnológicas de alto nivel a los hogares y negocios bolivianos” finalizó Rocabado. n



sus 31 años, Nico resume su historia como la de alguien que encontró en el esfuerzo y la comunidad la clave para transformar los desafíos en esperanza. “Durante 20 años practiqué rugby, el deporte que más me apasiona y que me ha formado como atleta disciplinado”, cuenta. Nacido en Buenos Aires, creció en una familia católica y emprendedora que le inculcó valores de trabajo, fe y ayuda al prójimo. Hace cinco años conoció a una cruceña y hoy vive en Bolivia, donde —dice— “conocí gente increíble que me ayudó a convertirme en maratonista y a dar sentido a cada kilómetro que corro”.
El proyecto 7 maratones en 7 días surgió de una motivación personal que encontró su razón más profunda en una causa social. “Quise hacerlo por quienes corren una carrera distinta y más desafiante: los niños que padecen cáncer”, explica. La meta de la iniciativa es recaudar fondos para construir un nuevo sector en el área de pediatría del Hospital Oncológico, mejorando las condiciones de atención para médicos, pacientes y familias. “He visto de cerca sus necesidades. Muchos niños pasan la mayor parte de su infancia allí. Es imposible no querer ayudarlos a tener una mejor calidad de vida”, reflexiona.
Fundador y coach de Barra Libre Funcional, gimnasio ubicado en Equipetrol Norte, Ramos cree que el deporte tiene un poder transformador. “Mi propósito no es solo enseñar a levantar pesas.

El deporte y la solidaridad se unen en el desafío más grande de Nico Ramos, maratonista y entrenador argentino radicado en Santa Cruz de la Sierra. Durante siete días consecutivos, correrá siete maratones —300 kilómetros en total— con un propósito que trasciende lo deportivo: apoyar la lucha contra el cáncer infantil en beneficio del Hospital Oncológico de Santa Cruz.
Por Redacción COSAS / Foto :
Busco influir en la salud de mis clientes, amigos y comunidad, y transferirlo al rendimiento deportivo”, dice. Esa filosofía se refleja en la preparación mental y física para este desafío, donde la mente —asegura— será clave para avanzar. “Cuando hablamos de 300 kilómetros, la mente juega un papel fundamental para seguir adelante”.
El proyecto, que se realizará del 19 al 25 de enero de 2026, se documentará en redes sociales (@mara7on en TikTok e Instagram) y cuenta con el apoyo de 16 marcas aliadas, entre ellas Adidas, Golpex Bolivia, Santé, Laca Bolivia, Eventrid Bolivia, MetaTime, Radio Disney, PPO Recacochea, Vertex, Tecno Representaciones, PhysioRun, Keto Vicio, Patria S. A., COSAS, Honda y la Fundación Manos en Acción, que recibe los aportes a través de un QR del BNB. Las formas de sumarse son diversas: colaborar económicamente, adquirir una manilla solidaria de 50 bolivianos que da acceso al evento, o acompañar corriendo o en bicicleta para sumar “kilómetros de esperanza”. “Cada persona puede desafiarse a su manera: 5, 10 o 20 kilómetros diarios. Lo importante es unirse y sentir la empatía con la fortaleza de esos niños”, dice.
Más allá del reto físico, Nico espera que su iniciativa deje una huella profunda. “Quiero que la gente valore la salud, la unión y la solidaridad. La comunidad tiene un poder inmenso para transformar la realidad cuando se mueve por una causa”, concluye. n
Suzuki, la marca líder del mercado automotriz boliviano por 14 años consecutivos y representada oficialmente por Imcruz-Inchcape, presentó en la Ciudad Jardín el nuevo Swift Híbrido, un citycar que marca un importante avance en la movilidad urbana al incorporar tecnología MildHybrid, sistemas de seguridad de última generación y un enfoque más sostenible para el conductor moderno.
esde su lanzamiento hace dos décadas, el Suzuki Swift ha sido un referente en el segmento hatchback, con más de 9 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Hoy, esta leyenda urbana da un paso firme hacia el futuro con su nueva motorización híbrida, consolidándose como una opción avanzada y responsable sin perder su esencia ágil, compacta y divertida.
El nuevo Swift Híbrido llega a Bolivia con un motor 1.2 litros y tres cilindros, complementado por un sistema Mild-Hybrid con una batería de iones de litio de 12V y 6Ah, que duplica la capacidad de la generación anterior. Esta tecnología no solo mejora el rendimiento energético y reduce las emisiones de CO2, sino que le otorga al vehículo la etiqueta ECO, alineándose con los estándares internacionales de sostenibilidad.
La combinación de esta motorización inteligente con el diseño liviano y aerodinámico del Swift se traduce en una experiencia de conducción más eficiente, suave y silenciosa, ideal para la vida urbana y para quienes buscan optimizar el consumo sin sacrificar prestaciones.
“El nuevo Swift Híbrido llega de la mano de Imcruz-Inchcpae para cambiar el juego, combinando lo mejor del diseño japonés con las demandas de un mercado cada vez más consciente y exigente”, señaló Nelson Cabrera, Brand Manager de Suzuki en Bolivia.
El Swift Híbrido también incorpora más de 15 sistemas de seguridad avanzados (ADAS), entre ellos alerta de colisión frontal, asistencia en el carril y frenado autónomo de emergencia (AEB), además de seis airbags. Con estas innovaciones, los conductores disfrutan de mayor tranquilidad al volante, respaldados por un equipamiento que protege su seguridad en cada trayecto.
La conectividad también da un paso adelante, incorporando sistemas inteligentes que permiten una integración fluida con los


dispositivos móviles, manteniendo al conductor siempre conectado y enfocado en el camino.
“El Swift Híbrido refleja el espíritu de Suzuki: un vehículo práctico, confiable y siempre a la vanguardia de la tecnología”, destacó Cabrera, añadiendo que, en Suzuki, brindar modelos que respondan a las necesidades del consumidor boliviano con productos de alta calidad, eficiencia y respaldo postventa, es un compromiso.
El nuevo Swift Híbrido ya está disponible en toda la red de concesionarios Imcruz-Inchcape a nivel nacional. Los clientes podrán conocer de cerca todos los modelos del line up Suzuki, con atención personalizada, asesoramiento profesional y un entorno exclusivo para elegir su próximo 0 kilómetros con total confianza. n





a Clínica Fernanda Lima inaugura una nueva etapa en el bienestar integral con la incorporación de EXOMIND, tecnología de estimulación magnética transcraneal (EMTr) que redefine el cuidado de la salud mental en Bolivia. Más que un equipo médico, EXOMIND representa una filosofía: entender la mente como parte esencial del bienestar humano.
EXOMIND aplica pulsos magnéticos sobre áreas específicas del cerebro para mejorar la regulación del ánimo, la concentración y el control emocional. Su eficacia ha sido demostrada en el tratamiento del trastorno depresivo mayor (TDM) resistente a medicación, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno por atracón (TA) y síntomas de ansiedad.
A diferencia de los tratamientos tradicionales, es un procedimiento no invasivo, sin fármacos y con resultados medibles.
Los estudios clínicos muestran que el 81% de los pacientes reportó mejora del estado de ánimo, el 74% se sintió menos estresado y el 68% redujo la ansiedad. En casos de atracones, el 100% logró controlar los antojos y el 95% experimentó pérdida de peso promedio de 2,3 kg.
“Con EXOMIND estamos trayendo a Bolivia una tecnología que ha transformado la salud mental en el mundo, pero sobre todo estamos humanizando el tratamiento del bienestar emocional.

La mente también se cuida y hacerlo es un acto de amor propio”, afirmó la Dra. Fernanda Lima, directora de la clínica.
El dispositivo ofrece beneficios para distintos perfiles: personas con dificultades para dormir, madres con sobrecarga mental, líderes sometidos a estrés, adultos mayores y mujeres en etapa perimenopáusica. Todos encuentran en EXOMIND una herramienta para recuperar equilibrio, energía y claridad mental.
En tiempos donde la ansiedad, la fatiga emocional y el estrés marcan el ritmo cotidiano, cuidar la mente se ha convertido en el nuevo lujo. El lanzamiento de EXOMIND responde a esa necesidad creciente: acceder a tratamientos científicos que promuevan la resiliencia y el bienestar sin estigmas ni tabúes. “Estamos pasando del cuidado físico al cuidado mental como nueva forma de salud integral”, señala Lima.
La llegada de EXOMIND se integra a la visión de la clínica: unir ciencia, tecnología y empatía para atender al ser humano de manera integral. Con la apertura de la Unidad de Bienestar Mental y Emocional, la institución reafirma su compromiso con una medicina moderna, estética y consciente.
“Este lanzamiento no es solo innovación tecnológica, sino un cambio de paradigma. Queremos que cada paciente viva una experiencia de bienestar medible, sensible y profundamente humana”, concluyó la especialista. n







Habitat Group y Colfax Realty International realizaron dos encuentros para inversionistas que acercaron oportunidades estratégicas en Brickell–Miami al público boliviano: un Private Investor Evening en el Novotel de Santa Cruz y un almuerzo de trabajo en el restaurante Ch’enko del chef Marko Bonifaz, en La Paz. Con la presencia de la fundadora de Colfax, Carmen Ames De Jongh, y su equipo, ambas citas reunieron a empresarios e invitados especiales para conocer proyectos, analizar portafolios y fortalecer el diálogo de negocios entre Bolivia y Estados Unidos en un clima de networking cercano y productivo.







El embajador de España, Fernando García Casas, impuso a Carla Tejerina —directora de la revista COSAS y presidenta de la Fundación para el Periodismo— la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil, distinción conferida por Su Majestad el Rey Felipe VI. En una ceremonia íntima en la residencia de la embajada, con la anfitrionía del embajador y de Ángeles Cano, se reconoció la trayectoria de Tejerina, su defensa de la libertad de expresión y su aporte al diálogo cultural entre Bolivia y España. Un brindis cerró el acto en honor a la galardonada.





Paz
El embajador de la República de la India, Rohit Vadhwana, y su esposa ofrecieron una cena en su residencia para celebrar Diwali, la tradicional festividad de las luces. Autoridades, miembros del cuerpo diplomático y amigos compartieron una velada marcada por la hospitalidad y el simbolismo cultural de esta celebración que representa la victoria de la luz sobre la oscuridad y la unión de las familias.

La Embajada de la República de Turquía, encabezada por el embajador Ertan Yalçın, ofreció una recepción en su residencia para conmemorar el 102.º aniversario de Turquía. Autoridades, diplomáticos e invitados especiales acompañaron el acto, que cerró con un brindis y palabras de agradecimiento del anfitrión.












La Academia Boliviana de la Lengua celebró la incorporación de Carlos Diego de Mesa Gisbert como Miembro de Número en una ceremonia presidida por su directora, España Villegas Pinto, en el Auditorio de la UPB. El recipiendario pronunció el discurso “Narrativa boliviana del siglo XXI: autores que brillan en lo oscuro”, al que respondió el académico Juan Ignacio Siles del Valle. Autoridades, académicos, escritores y amigos acompañaron un acto que subrayó el compromiso de la institución con las letras del país, y que concluyó con un vino de honor.



Carmax S.R.L., representante oficial de la marca coreana en Bolivia lanzó la Hyundai
KONA HEV, una vagoneta que combina un motor 1.6 GDI con propulsor eléctrico para entregar 139 HP y 265 Nm, transmisión DCT de 6 velocidades y conducción más eficiente y silenciosa que un microhíbrido; el modelo incorpora el paquete Hyundai SmartSense y tecnología de punta; un estreno que coincide con los 20 años de Carmax impulsando la innovación automotriz en Bolivia.
















SINCHI
Sinchi Wayra presentó Minería y Sostenibilidad: Un viaje fotográfico a través del tiempo, obra de Jorge Patiño con imágenes de Armando de Urioste y asistencia de Christian Lanza, que contrapone archivos históricos con registros actuales de Porco y Bolívar. El lanzamiento se acompañó de una muestra en BNB Art, abierta del 6 al 19 de noviembre, con 80 fotografías ampliadas. Durante el acto, la empresa destacó el homenaje a la historia minera del país y el compromiso con una minería moderna, segura y responsable.








Julio González y Alberto Olmedo Serrano celebraron su unión con una ceremonia y firma de actas en Sa Punta des Molí, el histórico molino frente al mar declarado patrimonio de las Islas Baleares; luego, familiares y amigos compartieron una cena en el Ibiza Gran Hotel GL, con una exquisita ambientación a cargo de Eiviss Garden. Los novios vistieron trajes del diseñador boliviano Daniel Rúa, inspirados en el estilo ibicenco para un aire fresco y elegante. La noche culminó con una fiesta inolvidable en el exclusivo Club Chinois.







Por Homero Carvalho Oliva
o que nos une a los bolivianos no son los decretos ni las fronteras que nos definen en los mapas, ni las banderas, escudos, himnos y escarapelas, sino los recuerdos compartidos, las palabras que nos nombran y las fiestas que nos hermanan. Somos una patria de memorias, de lenguas, de paisajes y de esperanzas. Una nación que, pese a todo, persiste.
La memoria es una patria interior, el territorio donde nos reconocemos. No hablo de la historia oficial escrita por vencedores, sino de la memoria íntima, la que guardamos en la piel y en los silencios: los abuelos que trabajaron la tierra, las madres que enseñaron a rezar, los niños que soñaron un futuro mejor. Recordar es un acto de amor: al país, a los otros, a nosotros mismos. Bolivia no se entiende desde la uniformidad, sino desde la multiplicidad. Somos un tejido de muchas hebras: indígenas, mestizas, criollas, amazónicas, andinas, chaqueñas. Cada una aporta su color, su música, su manera de ver el mundo. La diversidad no nos divide; nos enriquece. Somos ramas de un mismo árbol que hunde sus raíces en una historia común y se alza hacia un cielo compartido.
El idioma también nos une. El español heredado y las lenguas originarias que nos fundan son modos distintos de decir lo mismo: pertenezco, existo, soy parte de ti. Cada lengua es una casa abierta, un puente. Cuando un pueblo habla en su idioma, reafirma su dignidad y da sentido a la nación. La patria también se construye con palabras. Nuestra geografía no es simple paisaje, sino alma viva. Los Andes, los valles, la Amazonía y el Chaco nos enseñan a mirar distinto y a reconocernos. En la Amazonía respiro
una metáfora de unidad: un territorio que oxigena al país entero. La tierra nos une porque nos da la vida y nos recuerda que somos huéspedes de un mismo hogar.
La palabra escrita, la música, la pintura y las fiestas populares revelan la esencia de lo boliviano. En los libros que rescatan la memoria, en las canciones que los niños repiten, en los cuadros que reflejan nuestras calles, los artistas se vuelven cronistas de lo que somos y de lo que aspiramos ser. A través de ellos, Bolivia se reinventa. He visto cómo la esperanza persiste incluso en los momentos más duros. Hay una fe invisible que nos sostiene: la convicción de que este país puede ser mejor. Tal vez eso sea lo que más nos une: creer, pese a todo, en la justicia, la libertad y el porvenir.
Las fiestas, los carnavales, las procesiones, las devociones a la Virgen de Copacabana, del Socavón o de Cotoca son momentos en que el país se mira con ternura. En la danza, la música y la risa colectiva volvemos a ser uno: una nación que se reencuentra con su alma. No hay país perfecto, pero hay pueblos que insisten en soñarlo. Bolivia es uno de ellos. Cada día, en cada palabra, en cada gesto solidario, volvemos a construirnos. Nos unen las heridas y las celebraciones, la memoria y la esperanza, el pasado y el porvenir. Somos una patria que aún se está escribiendo: un corazón que late al ritmo de muchos tambores y muchas voces, pero con un solo deseo, el más hondo de todos: seguir siendo, juntos, Bolivia. El 8 de noviembre hemos renovado esa fe, esperemos que Rodrigo Paz Pereira esté a la altura que las circunstancias históricas lo exigen. n


onocí la plaza Murillo a mis trece años, durante una escala prolongada a la que mi hermana y yo, recién llegadas a Bolivia, debíamos someternos -pues no había vuelos directos desde Sucre y presumiblemente nunca los habrá- si queríamos llegar a Santiago de Chile a visitar a nuestro padre. Con él pasábamos los dos meses de vacaciones. Era un modo de compensar las desastrosas consecuencias que todo divorcio acarrea.
Nuestro tutor y guía en La Paz era Chunka Gutiérrez, amigo cercano y compañero de mi padrastro, Cayetano Llobet, en el Partido Socialista-1, fundado por Marcelo Quiroga. El Chunka se tomaba en serio su papel de tío impuesto. De modo que en una mañana ya habíamos compartido con las palomas de la plaza; recorrido el hemiciclo parlamentario, al que habíamos podido entrar gracias a su condición de diputado; y paseado un par de céntricos museos.
Este tema me obliga a introducir una anotación cursi. Pero es que fue también en la plaza Murillo donde una madrugada hace casi 25 años nos dimos el primer beso -al estilo “soldado Pearl Harbor”- mi esposo y yo, como celebración por haber salido victoriosos de una redada policial en el “Bocaisapo”; un boliche legendario en la calle Jaén de La Paz, en el que habíamos consumido sendas damajuanas de vino tarijeño y encendido cigarrillos al Ekeko, emblema del lugar.
Hace unos días me tocó presenciar en esa plaza la posesión presidencial, o, al menos, sentir lo que ahí ocurría, mientras acompañábamos el evento a través de una gran pantalla.
Cuando entrábamos a la plaza por la calle Comercio, atestada de gente que esperaría a las 13:00 para la celebración, un señor, en tono de humor violento festejado por sus compañeros, “adivinaba” que pronto la plaza Murillo se hundiría y, con ella, todos los k’aras que iban llegando. Como a esa hora el cielo estaba despejado, la sacudida que sentí desapareció al instante.
Estábamos ya instalados en nuestras sillas, en diagonal a la catedral, con los Colorados de Bolivia aguardando el paso de Rodrigo, que subiría las gradas externas de la iglesia un par de horas después para recibir la bendición. Y comenzó a llover.
Según la mitología, a Zeus (“recolector de nubes”) le fueron dotadas como armas el trueno, el relámpago y el rayo. En tanto Dios supremo, Zeus era capaz de modificar el destino. Con el rayo castigaba a sus enemigos, y desataba tormentas cuando se enojaba.
Ese día se desató una tormenta y hubo rayos, relámpagos y truenos. En mi cabeza apareció un Zeus ataviado con el sombrero del señor que había presagiado, momentos previos al inicio de la ceremonia, que ahí y entonces, moriríamos. Mientras miraba a mis vecinos de tarima utilizando las astas de las banderas tricolores – que nos habían regalado junto a las cajitas que contenían un sándwich y fruta para sortear el hambre-, para golpear el techo de lona que cedía con cada bolsón de agua acumulado, intentando improvisar canales, pensaba en cuán certero había sido el agorero: la plaza Murillo se hundiría con nosotros dentro.
Pero llegó un Rodrigo diestro en el pensamiento mágico que transita entre los habitantes de esta patria (como en otras patrias latinoamericanas) y nos guio hacia otro posible destino; el aguacero no era una maldición; por el contrario, el mandatario recién estrenado agradeció a la Pachamama por la lluvia: “Antes que nada quiero agradecer a la Pachamama porque nos está ch’allando, está haciendo una limpia, nos está bendiciendo y eso significa que es en buena hora, son buenos augurios”. En la cosmovisión andina la lluvia es el elemento sagrado que representa vida y fecundidad para la tierra, purificación y renovación.
Sin embargo, la estampa más significativa la aportaron los Colorados de Bolivia (escolta presidencial). Esos soldados resistieron por más de tres horas el aguacero con frío y sin paraguas. Un símbolo de la resistencia a la que los bolivianos estamos predestinados, pero que ahora parece ir alentada por algo de esperanza. n
LA ERA DEL ACTOR QUE YA NO NECESITA MÁSCARA
Desde hace algunos años, el mundo sabe su nombre; hoy lo asocia con la categoría más exclusiva del star-system. Pedro Pascal ha llegado a ese lugar único en el que rol tras rol, universo tras universo, demuestra que es más que un rostro —o, en muchos de sus papeles, que ni siquiera se le ve la cara— y aun así se convierte en el centro de todo. Esta es la era Pascal: el exiliado chileno que conquistó Hollywood, redefinió el héroe contemporáneo y transformó su ascendencia, vulnerabilidad y estilo en poder puro.
Por Redacción COSAS/ Fotos Shutterstock

osé Pedro Balmaceda Pascal nació el 2 de abril de 1975 en Santiago, Chile, en plena dictadura de Augusto Pinochet. Sus padres —la psicóloga infantil Verónica Pascal Ureta y el doctor José Balmaceda Riera— se vieron forzados a buscar asilo político tras ser señalados como opositores del régimen. Durante meses vivieron refugiados en la embajada de Venezuela, luego recibieron asilo en Dinamarca y finalmente se establecieron en Estados Unidos, en Texas primero y California después.
Crecer en el exilio, con la identidad desdoblada entre culturas, enseñó desde joven a Pascal a observar desde fuera y desde dentro. Estudió actuación en el Orange County School of the Arts y luego en la New York University Tisch School of the Arts. Su camino no fue una escalera directa al estrellato: pasó años de pequeños roles —en teatro, televisión y cine— aprendiendo, perseverando, sabiendo que hacer el “traje de trabajo” implicaba noches de duda y limitaciones.
En 2014, Pascal interpretó al príncipe Oberyn Martell en la cuarta temporada de Game of Thrones (HBO). Aunque su participación fue relativamente breve, su actuación dejó una huella: carisma, peligro, elegancia, y una presencia que trascendió el personaje. Fue ese momento el “click” que lo lanzó a la categoría de estrella emergente.
Curioso, porque unos años después, en 2019, protagonizó The Mandalorian (Disney+), la serie del universo Star Wars, interpretando a un personaje cuya cara estaba cubierta casi todo el tiempo por un casco. Y aún así, Pascal se transformó en el rostro invisible más reconocible del espectáculo mundial. El actor se
especializa en ese tipo de paradoja: es famoso siendo parcialmente anónimo.
Este contraste es clave para entender su fuerza: ¿qué sucede cuando un actor logra que la presencia sea mucho más que el rostro?
Tras Oberyn, vinieron roles que lo consagraron: en Narcos (2015-2017) interpretó al agente Javier Peña; en cine asumió antagonistas y secundarios de peso en taquillazos; pero fue en 2023 con The Last of Us (HBO) donde alcanzó otra dimensión: en el papel de Joel Miller mostró vulnerabilidad, conflicto moral, autenticidad emocional. El público y la crítica coincidieron: esa interpretación es de las grandes.
Ese mismo papel le valió nominaciones al Emmy, premios del Sindicato de Actores (SAG) y un estatus que ya no se negocia: estrella de primera fila. Hoy participa en producciones de primer nivel, en franquicias globales, y su nombre solo en cartel basta para generar expectativas.
Pedro Pascal no solo actúa: también representa un paradigma. Su ascendencia latina, su historia de exilio, su bilingüismo, su capacidad de transitar géneros y formatos (televisión, cine, streaming, teatro) lo hacen representativo de una nueva generación de estrellas. Su estilo en alfombras rojas, su presencia moderada pero firme en redes sociales, su elección de roles que combinan acción, emoción y resonancia cultural, indican que entendió el lugar en el que está: no solo protagonista, sino también narrador de su tiempo.
Además, ha mostrado especial sensibilidad con su vida personal y su pasado: ha reconocido el peso de su familia, el impacto de la pérdida de su madre, el vínculo con su hermana trans Lux Pascal y su activismo. Esa humanidad aporta a su estrellato una dimensión de empatía que lo distingue.
Variedad de razones lo avalan. Tiene proyectos en marcha que lo ubican en franquicias masivas, lo que garantiza visibilidad global (como The Fantastic Four: First Steps ). Su rol en The Last of Us lo posiciona como actor dramático de referencia, no solo héroe de acción. Ha entendido el valor de construir marca personal sin saturar: su presencia es medida, su estilo coherente, su voz reconocible. Representa también una narrativa de éxito: inmigrante, actor persistente y estrella. Eso resuena en la cultura actual. Por todas estas razones, vivimos la era Pascal: una fase en la que su nombre define un tipo de éxito contemporáneo.
El desafío ahora —y él seguro que lo sabe— es sostenerse. Porque cuando alguien ha alcanzado “la era de…”, el siguiente paso es trascenderla. Pascal ya lo está encaminando: eligiendo roles que suman complejidad, que abordan proyectos que mez-
clan entretenimiento y significado, que mantienen la conexión emocional con su audiencia. En un mundo saturado de caras nuevas, Pedro Pascal es un caso especial: la estrella que lleva consigo historia, autenticidad y magnetismo. Esta era no es efímera: es suya, y está construida para durar.
Su historia es la de un artista que aprendió a reírse de sí mismo, a contar su verdad con ritmo, y a transformar cada paso en espectáculo. El mundo ya no lo ve como un descubrimiento: lo ve como lo que siempre fue. Un actor hecho y derecho, y probablemente, la más clara definición de estrella moderna. n

Sydney Sweeney volvió a encender la conversación pública tras protagonizar la nueva campaña de American Eagle, titulada “Sydney Sweeney Has Great Jeans”. Medios internacionales explicaron que el eslogan juega con el parecido entre “jeans” y “genes”, lo que permitió interpretarlo tanto como “tiene unos pantalones geniales” como “tiene buenos genes”. Ese doble sentido desató críticas y discusiones sobre belleza, representación y sensibilidad cultural.
Por Redacción COSAS/ Fotos Shutterstock
l anuncio mostraba a la actriz en denim mientras la frase “buenos genes” aparecía tachada y reemplazada por “buenos pantalones”. Para algunos críticos, ese guiño visual resultó desafortunado por reforzar estereotipos de belleza asociados a rasgos hegemónicos. En redes surgieron cuestionamientos sobre si la campaña reproducía discursos problemáticos sobre herencia y privilegio.
Otros defendieron que se trataba simplemente de un juego publicitario y acusaron a las plataformas de sobrerreaccionar. La marca, por su parte, aseguró que siempre se trató únicamente de promocionar vaqueros.

La polémica escaló cuando figuras políticas se pronunciaron sobre el anuncio, llevando un tema de moda al debate cultural. En medio de la conversación, Sweeney permaneció en silencio hasta su entrevista con GQ , donde afirmó que la reacción la tomó por sorpresa y que, debido a las largas jornadas de rodaje de Euphoria , apenas estaba conectada a las redes. Describió la situación como surrealista, especialmente al ver que había despertado comentarios de actores políticos.
Sobre las lecturas raciales, optó por mantener la distancia y expresó que, cuando tenga un tema importante que abordar, lo hará y la gente la escuchará. Con esto evitó profundizar en la controversia sin desestimar por completo las críticas.
El caso Sweeney muestra cómo un anuncio aparentemente inofensivo puede convertirse en un campo de disputa donde se cruzan identidad, mercadotecnia, cultura pop y política. Para algunos, la campaña fue insensible; para otros, un éxito comercial que logró atención mundial. Para Sweeney, el episodio parece ser un recordatorio del nivel de escrutinio que enfrentan hoy las celebridades. En su entrevista afirmó que solo está interesada en ver qué viene después, dejando claro que no permitirá que un debate sobre vaqueros defina su trayectoria. n


