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La Ciencia de la Religión
La Ciencia de la Religión
Ing. Com. Ángel A. Ledesma Ginatta
Con este título denominó el gran santo de la India Paramahansa Yogananda, uno de los libros donde expone de forma magistral, lo que a muchos lectores les parecería paradójico.
¿La Religión es una Ciencia? … Conocemos que la Religión independiente de sus diferentes signos, parten siempre de una “Revelación” y de verdades denominadas dogmas a las que debemos adherirnos por Fe. De ahí que se enseñe la necesidad que “La Razón esté iluminada por la Fe” para entender y aceptar las verdades reveladas.
En el capítulo IV nos presenta los cuatro métodos religiosos fundamentales: El método intelectual, la devoción, la meditación y el científico o Yoga.
En el capítulo V nos informa cuáles son los medios por cuales el ser humano conoce: La percepción, la inferencia sea esta inductiva o deductiva y la intuición.

Por la brevedad del artículo me referiré al método que denomina científico o Yoga, y a las tres vías de conocimiento.
La propuesta central es afirmar que el propósito general de la vida humana es conocer a Dios, y tener una relación vivencial con este, como Sat, Chit y Ananda. Ser, Conciencia y Gozo.
Las facultades humanas de la percepción y la inferencia solo pueden procesar las informaciones externas que les vienen a través de los sentidos. “No hay nada en el intelecto que no haya estado antes en los sentidos”. Se dice que esta frase la pronunció Santo Tomás, “Nihil est in intellectu quod non prius fuerit in sensu”, (“De Veritate”, cuestión 2, art 3, argumento 19). Donde Santo Tomás discute la idea que el conocimiento humano proviene de la experiencia sensorial.
La razón humana al emplear, la percepción e inferencia, si bien importantísimos para procesar toda la información externa que rodea al ser humano, y que recibe a través de los sentidos, no puede alzar el velo para percibir la Verdad y la Unidad de Dios, y tampoco percibir el Gozo que proviene de su Ser, que está más allá de la ley causa efecto, del tiempo, del espacio, y de la revelación del Sinaí, en la que Dios nos dio a conocer su nombre como: “Yo Soy el que Soy”.
El método científico del Yoga, y en particular del Kriya Yoga, a través de su específica práctica, magnetiza el eje cerebro espinal, atrae todas las energías que se emplean en el estado de vigilia hacia este axis. Extra oxigena la sangre, elimina cantidades adicionales de anhídrido carbónico, ralentiza la respiración, facilita la interiorización de la mente y la conciencia, favorece la desconexión de los sentidos y el despertar de la intuición.
“La Intuición espiritual proviene del interior; el pensamiento del exterior. La intuición aporta una visión directa de la Realidad; el pensamiento un enfoque indirecto de ella. La intuición, a través de una empatía especial, capta la Realidad en su totalidad, mientras que el pensamiento la divide en múltiples porciones.” (“La Ciencia de la Religión” cap. 5. página 136)
En el Dhyana u oración contemplativa cuando la mente del meditador logra desconectarse de los sentidos, es el momento en que la facultad de la intuición se despliega, y se abre a la permanente acción Divina. Es a través de esta facultad que el meditador percibe el actuar de Dios, su Unicidad, la irradiación de su Amor sobre toda la creación y criatura. En el estado de contemplación profunda, la conciencia del meditador se expande y experimenta el estado de unidad con Dios, y vivencia que Él es Gozo (Ananda), Ser (Sat) y Conciencia (Chit).
Recomiendo la lectura de este libro, que es una auténtica Joya Espiritual. Los lectores encontrarán muchas respuestas a sus incógnitas y anhelos espirituales.





