

Hombres Extraordinarios
En el marco de la conmemoración del Día de los Padres, EL VOCERO dedica el mes de junio a reconocer a ocho profesionales destacados que, desde distintos sectores del País, han forjado un camino basado en la confianza en sus capacidades y en un firme compromiso con sus valores. En esta ocasión, compartimos sus historias, trayectorias que, más allá de los logros individuales, se convierten en fuente de inspiración por su visión clara, su ética de trabajo y el impacto positivo que generan en su entorno. Contar sus vivencias no solo es un homenaje merecido, sino también una oportunidad para conocer los principios que los guían, los retos que los han definido y el legado que construyen con determinación. A todos, nuestro respeto y admiración.
Créditos:
Redacción: Yaira Solís Escudero | Fotos: Peter Amador
Styling: Arnaldo Rivera Braña | Localidad: Marabar Champagne & Caviar Bar, vestíbulo Condado Vanderbilt Hotel
Reinaldo Rafael Aponte Betancourt
ó
Vicepresidente
de Ventas, B. Fernández & Hnos., Inc.
Reinaldo Rafael Aponte Betancourt impulsa la transformación en el mundo corporativo desde el ejemplo, con una misión de vida que inspira a otros dentro y fuera del ámbito empresarial.
Natural de San Juan, Puerto Rico, Aponte Betancourt completó un bachillerato en Ciencias en Boston College. Su carrera comenzó en el negocio familiar, La Electrónica, donde trabajó durante nueve años en distintas posiciones hasta ocupar el cargo de administrador ejecutivo. Posteriormente, se integró a Procter & Gamble Puerto Rico, donde por casi una década formó parte de los equipos de ventas y mercadeo. Desde 2003, pertenece a B. Fernández & Hnos., Inc., donde hoy lidera como vicepresidente de Ventas.
En esta posición, está al frente del diseño e implementación de estrategias para un portafolio de más de 3,000 productos en 60 categorías, con presencia en más de 5,900 establecimientos en todo Puerto Rico. “Dirijo el equipo de ventas con la responsabilidad de desarrollar e implementar la estrategia de nuestras marcas en el punto de venta, siempre alineada con los objetivos corporativos”, explicó a EL VOCERO
El ejecutivo tiene claro que su función no es solo operativa, sino también formativa. “Establezco las metas de mi equipo, priorizando su capacitación, motivación y desarrollo”, expresó.
Los retos que ha enfrentado en los últimos años —el huracán María, la pandemia del covid-19, la reducción poblacional, la inestabilidad fiscal y energética— han puesto a prueba su temple y visión. “Con planificación, creatividad y trabajo en equipo, hemos respondido con éxito a las necesidades del mercado. Estos eventos han transformado profundamente las dinámicas de las cadenas de suministro y las preferencias de los consumidores”, manifestó.
Su filosofía personal y profesional tiene raíces profundas. “Mi visión de vida es una de crecimiento y aprendizaje personal y profesional constante. Es tener una vida con propósito, en la que pueda contribuir al bienestar de mis seres queridos, mi comunidad, la empresa para la que trabajo y mi país”, afirmó. Sus valores fundamentales —la integridad, el respeto, la empatía y la fe en Dios— son el faro que lo guía en cada decisión.
“Mi misión profesional es la de siempre enfocarme en crear valor para la empresa donde trabajo, implementando

soluciones a problemas importantes, e inspirar y dirigir la colaboración de otros para lograr los objetivos y el crecimiento deseado”, añadió.
Con humildad y determinación, Aponte Betancourt vive su lema diario: “Todos los días trato de ser la mejor versión de mí mismo; con mi familia, en mi trabajo y como ciudadano de mi país. Eso implica aprender y mejorar cada día, y motivar a otros con el ejemplo”, sostuvo.
Mantener el balance entre lo profesional y lo personal representa un reto constante. “Uno es padre y profesional 24/7, y unos días la balanza se inclina hacia un lado y otros hacia el otro”, confesó. Reconoce el apoyo incondicional de su esposa, con quien comparte la misión de criar a sus hijos con valores sólidos. “Mi rol como padre es sin duda con el que me siento más bendecido”, dijo.
Pese a los desafíos que enfrenta el País, se mantiene esperanzado. “Debemos priorizar para atraer nuevas industrias de bienes y servicios que creen un ambiente atractivo para que poblaciones productivas regresen o se mantengan en Puerto Rico. Mantengo una perspectiva optimista del potencial de nuestra isla hacia el futuro”, concluyó.

Mario Roberto Barrera Orozco
ó Principal Oficial de Operaciones, Claro Puerto Rico
Con más de cuatro décadas dedicadas al sector de las telecomunicaciones, Mario Roberto Barrera Orozco ha sabido convertir la transformación tecnológica en una plataforma para el progreso colectivo. Como principal oficial de Operaciones de Claro Puerto Rico su visión se traduce en bienestar, desarrollo económico y, sobre todo, en oportunidades para las personas.
Nacido en Guatemala y graduado como ingeniero electricista de la Universidad de San Carlos, Barrera Orozco emprendió un camino profesional que lo llevó a establecerse en la Isla desde 2008. “Surgió la oportunidad de integrarme al equipo de Claro Puerto Rico y asumí con entusiasmo el reto de desarrollar la mejor red que conecte a todo el País”, explicó a EL VOCERO
Desde su posición, tiene la responsabilidad de planificar, implementar y mantener la red que conecta a hogares, empresas y servicios móviles en todo el País. “Nuestro objetivo es ofrecer conectividad de alta calidad: internet de alta velocidad, voz, datos y televisión... conectando a toda la isla”. Esta misión se intensificó tras el paso del huracán María en 2017. “Fue un evento que nos dejó
grandes aprendizajes, pero también abrió muchas oportunidades. La reconstrucción impulsó una inversión histórica en resiliencia: más de 800 generadores, 700,000 hogares conectados con fibra óptica y el 99% de las torres móviles enlazadas por esta tecnología”. Esa experiencia fortaleció no solo la infraestructura, sino también el compromiso con el país que hoy llama hogar. Barrera Orozco no separa su visión de vida de su filosofía de trabajo. “Mi visión de vida se basa en mantener un balance entre lo familiar, espiritual, físico, mental y profesional”, afirmó. Considera que ese equilibrio es esencial para actuar con humildad, gratitud y perseverancia, cualidades que quiere fomentar en su entorno. “Creo firmemente en liderar con el ejemplo, con una actitud positiva y buenos valores”.
Su lema de vida es sencillo, pero poderoso: “Hay que ser agradecido todos los días por lo que tenemos, tener buena actitud y siempre buscar el que sí se pueden hacer las cosas”. Comienza cada jornada dando gracias por la vida, la salud y su familia. “Esto me llena de paz y felicidad… me da la actitud adecuada para enfocar todas
mis energías en mejorar situaciones”. En cuanto a los retos que enfrenta Puerto Rico, identifica la crisis energética como uno de los más desafiantes. “Los altos costos asociados a la inversión en medios alternos representan un desafío importante”. Sin embargo, considera que asumir esa inversión es necesario. “Las empresas deben hacerlo si desean mantenerse competitivas. Desde Claro, las inversiones han permitido mantener la continuidad del servicio, incluso ante apagones severos”. Su visión es clara: una conectividad robusta es base del desarrollo económico.
El equilibrio entre vida profesional y personal es un principio que guía su cotidianidad. “He tenido la bendición de estar presente en la vida de mi familia… para quererlos, apoyarlos y también para recibir su apoyo”, asegura. Su esposa, con quien ha compartido 35 años de matrimonio, ha sido su pilar. “Ella me da la fuerza para levantarme cuando caigo”. Administra su tiempo estableciendo rutinas flexibles que le permiten incluir momentos para el trabajo, la espiritualidad, el descanso y el ejercicio. “La vida pasa volando, y es fundamental aprovechar cada instante”, concluyó.

Víctor Curet Crespo
ó Vicepresidente de Mercadeo y Desarrollo Corporativo, Farmacia Caridad
Víctor Curet Crespo, vicepresidente de Mercadeo y Desarrollo Corporativo de Farmacia Caridad, se enfoca en conectar genuinamente con las personas y mejorar la calidad de vida de las comunidades a las que sirve la empresa. Curet Crespo es egresado de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, donde completó un bachillerato en Contabilidad. También tiene una maestría en Marketing, un grado asociado en Publicidad y Eventos, y certificaciones en Mercadeo Digital y Uso de Inteligencia Artificial. Esta formación diversa refleja su pasión por el aprendizaje constante, una herramienta clave en el liderazgo dinámico que ejerce hoy. “Me gusta mantenerme aprendiendo”, dijo a EL VOCERO, reconociendo que adaptarse y evolucionar es parte de su responsabilidad. Al frente de Farmacia Caridad, lidera estrategias de comunicación y publicidad, y desarrolla programas de innovación dirigidos al crecimiento sostenible. Pero su verdadera motivación va más allá de los números. “Nuestro trabajo se basa en humanizar nuestra marca para poder conectar con nuestra audiencia, pacientes y comunidades. Eso se traduce en lealtad, conexión con los consumidores y nos abre puertas para innovar”, explicó.
Esta filosofía profesional se nutre de su forma de ver la vida. Para Curet Crespo, las relaciones auténticas son la base de cualquier empresa exitosa. “Siempre hablo de la cita de Grant Cardone que dice: ‘The only difference between a contact and a contract is the R from relationships’”, acotó. “Establece que el éxito no se mide solo en resultados, sino en la calidad de los vínculos que se construyen”.
La familia es su ancla. El ejecutivo comparte su vida con su esposa, estilista y maquillista, sus dos hijas de tres y cinco años, y una perrita rescatada. “Mi familia es mi razón y mi motor para hacer todo lo que hacemos día a día”, enfatizó. Esa prioridad se refleja también en cómo equilibra su vida personal y profesional. “Soy fiel creyente del ‘intrapreneurship’. Me vivo mi posición como si fuera mi empresa. Esto implica sacrificios, pero también me da flexibilidad para hacer malabares con mis responsabilidades y lograr el balance entre familia y trabajo”.
Curet Crespo ha enfrentado retos importantes en el entorno empresarial local, como los problemas energéticos, la fuga de talento y la carga contributiva. Sin embargo, prefiere enfocarse en las oportunidades. “Aunque creo en un esfuerzo paralelo

gubernamental, estos desafíos representan oportunidades para que emprendedores y empresas privadas marquemos la diferencia”. Para él, la clave está en la educación. “Una sociedad educada es la base de cualquier ecosistema exitoso. Las empresas que invirtamos hoy en educación y desarrollo de talento no solo resolvemos nuestras necesidades, sino que construimos el Puerto Rico del futuro”.
Este compromiso también se refleja en su vocación social. Bajo su liderazgo, Farmacia Caridad apoya activamente causas como CAP, Cruz Roja Americana, Boys & Girls Club, SER de PR, Sociedad Americana contra el Cáncer, entre muchas otras. “Creemos que dar de vuelta a la comunidad tiene que ser parte de nuestro DNA corporativo”, señaló. Además, junto al equipo ejecutivo, participa en iniciativas de mentoría con instituciones como Grupo Guayacán y la Universidad de Puerto Rico. En lo personal, vive por el lema “You win some, you learn some”. Lo aplica con humildad y determinación. “En la vida hay que atreverse y no se puede tener miedo a equivocarse. Mis mayores lecciones han venido de experiencias difíciles. Es ahí cuando uno crece, madura y hace los ajustes para ser exitoso en un próximo intento”.

Rubén Lebrón Rivera
ó Director de Mercadeo, Pepe Abad Puerto Rico
Rubén Lebrón Rivera, actual director de Mercadeo de los concesionarios Pepe Abad en Puerto Rico, no solo es un profesional con más de 20 años de experiencia en publicidad y mercadeo; también es un ser humano que ha sabido convertir los retos del entorno en oportunidades para liderar con empatía, compromiso y una visión clara. Su trayectoria, que incluye posiciones en empresas de renombre como ACNielsen, Holsum, Suiza Dairy, Coca-Cola y Encanto Restaurants, se ha caracterizado por su deseo constante de ser una mejor persona y aportar valor real en todo lo que hace.
En medio de una economía local golpeada por crisis fiscales, energéticas y laborales, Lebrón Rivera tiene clara la magnitud del desafío. “El mayor reto es la incertidumbre ante decisiones tomadas por terceros que impactan nuestro negocio y nuestras vidas”, aseguró a EL VOCERO. Lejos de resignarse, propone un camino de responsabilidad y colaboración. Para él, el éxito empresarial está atado “a que a todos nos vaya bien, porque solo en una economía estable florecen
los negocios y el bienestar colectivo. Puerto Rico merece más de lo que tiene y creo ciegamente que tenemos la capacidad para sobrellevar cualquier reto, solo hace falta voluntad y trabajo en equipo”, enfatizó. Esa voluntad la ha encarnado desde que decidió dar un giro profesional hacia la industria automotriz, primero como gerente de mercadeo para Kia en Motorambar y luego como director en el Grupo Pepe Abad. En esta última posición lidera un equipo con mentalidad de agencia interna, encargado de desarrollar estrategias de comunicación innovadoras y efectivas. Uno de sus mayores retos ha sido precisamente reestructurar ese departamento, adaptándolo a nuevas necesidades del negocio y dándole un enfoque más digital y dinámico. “El objetivo no es solo atraer clientes, sino construir relaciones que fortalezcan la experiencia del consumidor y distingan a la marca”, aseguró.
Más allá de métricas y campañas, lo que mueve a Rubén es su visión de vida: liderar con integridad y ser ejemplo para su hijo. “Mi prioridad es ser su mejor ejemplo para mi hijo,
prepararme para los cambios que vivimos como familia y liderar con integridad tanto en mi vida personal como profesional”, acotó. “En lo profesional, aspiro a encontrar un equilibrio que me permita seguir creciendo y desarrollándome, sin perder de vista la importancia de disfrutar esta etapa tan especial en mi vida familiar. En Pepe Abad, más que estabilidad, busco la oportunidad de aportar valor, crecer junto al equipo y ser un líder que inspire a otros a dar lo mejor de sí. Mi visión es vivir de forma auténtica, liderando con el ejemplo, cultivando relaciones significativas y construyendo un legado que deje una huella positiva en mi familia y mi equipo de trabajo”.
Lebrón Rivera no tiene un lema de vida único, sino un conjunto de principios que lo guían cada día: empatía, honestidad, vivir el presente y confiar en que toda situación tiene solución o sentido. Estos valores no son solo ideas abstractas, sino herramientas prácticas que lo ayudan a enfrentar la adversidad con resiliencia y a tomar decisiones con sensatez y compasión.
Daniel Enrique Pérez Fontané
ó Senior Corporate Marketing & Partnerships Manager, Distrito T-Mobile
Nacido en San Juan y criado en Mayagüez, Daniel Enrique Pérez Fontané ha forjado una trayectoria marcada por la decisión de salir de su zona de confort, el deseo de conectar culturas diversas y un compromiso firme con Puerto Rico.
Actualmente, se desempeña como Senior Corporate Marketing & Partnerships Manager de Distrito T-Mobile, pero su historia comenzó mucho antes, en Manhattan College, donde se formó en Comunicaciones integradas, Mercadeo y estudios cinematográficos. La decisión de estudiar en Shanghái fue clave en su evolución profesional. “Buscaba conocer una sociedad distinta que me retara a salir de mi zona de confort”, relató a EL VOCERO. Esa experiencia no solo transformó sus metas profesionales, sino que también cimentó su filosofía de vida.
Su carrera lo ha llevado por ciudades como Nueva York, Pekín y Madrid, liderando estrategias para marcas globales como Procter & Gamble y Eli Lilly & Co. Su regreso a Puerto Rico, en plena pandemia de covid-19, “fue una de las etapas de más reto, tanto en lo personal como en lo profesional, pero también una de las más enriquecedoras”, afirmó. Al integrarse al
equipo fundador de Distrito T-Mobile, encontró en la isla una fuente inesperada de inspiración: “Presenciar ese nivel de visión, talento y compromiso reafirmó mi deseo de quedarme, con la firme intención de dejar una huella y contribuir de forma significativa al futuro del País”, destacó.
Desde su cargo, ha impulsado acuerdos relevantes como el de ‘naming rights’ con T-Mobile, además de liderar alianzas estratégicas que fortalecen la proyección internacional del lugar. Uno de sus mayores retos ha sido mantener la relevancia del proyecto en un contexto dinámico y competitivo. “Esto implica reforzar su conexión auténtica con la audiencia y consolidar su posición como el principal destino de entretenimiento en Puerto Rico”, comentó.
Asimismo, reconoce que los desafíos del País exigen una mirada a largo plazo. “Puerto Rico enfrenta retos fiscales, energéticos y laborales que exigen una preparación rigurosa, adaptabilidad constante y una visión estratégica a largo plazo. Para que las empresas se mantengan competitivas, es fundamental evitar la complacencia y anticiparse a los cambios mediante
oportunidades”, indicó. “Mi visión de vida y misión profesional nacen de una convicción clara: el compromiso de no dejar pasar oportunidades por miedo al riesgo; no quiero vivir con el arrepentimiento de lo que no intenté”, expresó.
Su lema de vida está basado en la adaptabilidad como motor de desarrollo. “No sobrevive la especie más fuerte ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta al cambio. He aprendido que es precisamente en la transformación continua donde se encuentra el mayor aprendizaje. Por ello, no solo acepto el cambio, sino que lo enfrento con entusiasmo y apertura”, añadió. Para el ejecutivo, “trabajar en el mundo del entretenimiento significa estar en constante movimiento: eventos continuos, encuentros de la industria, relaciones con socios… siempre hay algo ocurriendo, y con el tiempo, he aprendido que no se puede estar en todo sin comprometer otros aspectos importantes de la vida. Es fundamental encontrar un balance y priorizar también el desarrollo personal, y lo practico compartiendo con mi familia y amigos. También viajo para explorar nuevas culturas, porque entiendo que así es posible mostrar mi mejor versión al público, estar presente y evolucionar en lo que hago”, concluyó.



Gilberto Quiñones Vázquez
ó Director Ejecutivo, Asociación de la Distrofia Muscular
Desde Ponce, Puerto Rico, Gilberto Quiñones Vázquez ha construido una vida dedicada al servicio, con un propósito que trasciende títulos y posiciones. Con más de 25 años en el sector de organizaciones sin fines de lucro, actualmente lidera como director ejecutivo de la Asociación de la Distrofia Muscular (MDA, por sus siglas en inglés), una entidad que lucha por traer esperanza a quienes padecen esta devastadora condición. Su historia no solo refleja logros personales, sino un impacto transformador en su entorno y en las causas que defiende con convicción.
Su vínculo con la MDA comenzó como voluntario durante sus años universitarios. Con el tiempo, su compromiso se profundizó cuando un familiar fue diagnosticado con distrofia muscular.
“Luego, Dios me llevó a ser parte de los grupos de apoyo como familiar de un paciente”, recordó. Más adelante, una oportunidad laboral lo conectó profesionalmente con la organización. “He sido afortunado”, dijo a EL VOCERO, aunque su trayectoria revela más que suerte: una firme vocación de servicio.



Quiñones Vázquez es graduado de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, con un bachillerato en Comunicaciones y estudios en Ingeniería Industrial, también posee una maestría en Mercadeo de la Universidad de Phoenix. Esta combinación de habilidades técnicas y humanas se refleja en su estilo de liderazgo: pragmático, empático y siempre orientado al bien común.
Para el ejecutivo, “el servicio no se hace porque debo hacerlo, sino porque puedo hacerlo. Y si puedo, es mi responsabilidad moral y social”.
La labor de Quiñones Vázquez al frente de la MDA se traduce en acciones concretas: recaudar fondos para costear servicios esenciales y financiar investigaciones científicas que conduzcan a tratamientos y, algún día, a una cura definitiva. “Es hacer entender a las personas que servir a los demás no es una alternativa; es un deber”, recalcó.
La filosofía de Quiñones Vázquez está anclada en principios firmes. “Si la oportunidad de hacer un cambio llega a mí, tengo la obligación en tomarla. De no hacerlo, al que le fallo, es a mí”. Este lema lo



































impulsa a actuar con determinación incluso frente a los retos más difíciles, como los que enfrentan las organizaciones en medio de la crisis fiscal y energética de Puerto Rico. “Estos tiempos ya no requieren que pensemos ‘fuera de la caja’. Ya es tiempo de mandar la caja a otro lado”, expresó con franqueza, alentando a asumir riesgos y buscar soluciones creativas.
Más allá de su trabajo en la MDA, ha sido parte activa de diversas organizaciones solidarias. “Llevo una vida de servir que ha logrado llenarse de muchas alegrías”, dijo, destacando que el voluntariado no es una carga, sino una fuente constante de satisfacción personal.
Para equilibrar su vida profesional y personal, se rodea de lo que más ama: su familia, sus amigos, el arte y la fe. “Recién encontré un refugio en la pintura… vendí mis primeras obras”, compartió con humildad. También encuentra espacio para jugar pickleball, cocinar con amigos —“hasta ahora ninguno ha resultado intoxicado, ya de por sí, es un triunfo”—, y conectar con su espiritualidad. “Mi principal aliento y apoyo: mi Dios. ¡Sin Él, nada; y con Él, Todo!”, afirmó.



























Carlos Yeray Sánchez Márquez
ó Chief Marketing Officer (CMO), Home Power Sun Energy
Carlos Yeray Sánchez Márquez —nacido en Humacao, Puerto Rico— es un hombre de múltiples facetas: comunicador, líder empresarial, pastor y padre de familia. Su formación académica abarca desde la literatura hasta la teología y la administración de empresas, pero su verdadera especialidad es saber conectar con las personas, identificar sus necesidades reales y convertir esa comprensión en acciones concretas, tanto en el ámbito profesional como personal.
Actualmente, se desempeña como Chief Marketing Officer (CMO) en Home Power Sun Energy, donde dirige la estrategia de mercadeo integral de la empre-
reales”. Aunque comenzó como consultor de ventas, su visión estratégica y los resultados tangibles en áreas como el mercadeo digital y el posicionamiento de marca le valieron la oportunidad de fundar y liderar, desde cero, el departamento de mercadeo de la compañía. En tan solo tres años, ha logrado establecer una cultura empresarial basada en la credibilidad, donde lo que se comunica se cumple. Sin embargo, su éxito no se limita al mundo corporativo.
Sánchez Márquez también es pastor general de Casa de Amor y Restauración, en San Lorenzo y preside la Desquite Foundation, entidad sin fines de lucro que promueve el deporte, la música y los
La lealtad sostiene todo a largo plazo”. Esta filosofía lo ha llevado a consolidar marcas sólidas y a fomentar relaciones duraderas, tanto dentro como fuera de la empresa.
Sánchez Márquez reconoce que uno de los mayores retos que enfrentan las empresas en Puerto Rico es la fuga de talento, un fenómeno agravado por la inestabilidad fiscal y energética. No obstante, se muestra esperanzado y firme en su visión. “Para que Puerto Rico avance, las empresas deben tener un propósito claro, ser empáticas y comprometerse con la transformación social. Ofrecer energía renovable confiable no es una moda. Es brindar un servicio esencial”, aseguró.







Miguel L. Vargas Jiménez
ó Asistente en Dpto. de Desarrollo y Membresía, Museo de Arte de Puerto Rico
Alo largo de más de cuatro décadas de trayectoria profesional, Miguel L. Vargas Jiménez ha llevado con sigo un principio fundamental que ha moldeado su vida personal y su desem peño en cada puesto que ha ocupado: “tratar a los demás como quieres que te traten”, explicó a dorada, aprendida en su niñez y forjada por el ejemplo de sus padres, ha sido su brújula moral y profesional, permitién dole dejar una huella positiva en institu ciones del sector privado, gubernamen tal y sin fines de lucro.
Natural de Santurce y criado en la ca lle Loíza, Vargas Jiménez ha ocupado im portantes cargos en la banca, las finanzas y las comunicaciones, tanto en Puerto Rico como en el Caribe. Su formación académica —que incluye un BBA en Sis temas de Información y Estadísticas de la Universidad de Puerto Rico, un MBA en Mercadeo y Finanzas de la Universi dad de Michigan, y estudios ejecutivos en Wharton— lo preparó para navegar con éxito en entornos competitivos y cambiantes. Sin embargo, más allá de los títulos, su verdadera distinción radica en su compromiso con el bien común.


