En esta edición te presentamos:
-El mensaje es: poder de Dios, pero en manos limpias y santas. Esa es la razón por la que los milagros a veces son escasos. Pero no son imposibles. Solo se necesitan dosis de humildad y santidad. No es difícil. Después de todo, ¿para qué ser cristianos sino para obedecer la voz de Cristo y vivir según su diseño original?
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