Las Escondidas
© Colección de cuentos El Cofre de los valores
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Stacy Avalos, Georgina García, Stefanie Martínez, Nallely Rivas, Manuel Franco
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Había una vez, en un lugar lleno de montañas de colores y nubes de algodón, un reino muy especial donde vivían monstruos tiernos y cariñosos.
Pupi era un monstruo pequeñito y peludito; Gumi, grande y cariñoso; Spike, con su larga cola, y Nini, siempre atenta con sus orejas largas y su moño.
Un día, los cuatro monstruos decidieron jugar a las escondidas en el Bosque de los Vientos Mágicos, un lugar donde el aire hacía sonidos juguetones entre las hojas y las flores, perfecto para una tarde de juegos.
—¡Te encontré, Spike! — gritó Pupi, saltando emocionado.
—¡Oye! ¡Yo iba a esconderme allí! — dijo Gumi, con tristeza en su voz grave.
—Queridos monstruos —dijo el Árbol— veo que están discutiendo. Eso ocurre cuando no se respetan entre sí. Sin respeto, el juego deja de ser divertido.
—
Lo siento, Spike —dijo Pupi—. No debí encontrarte tan rápido. —Y yo siento haberte quitado el escondite, Gumi —dijo Nini, dándole un abrazo.
Los monstruos decidieron jugar de nuevo, pero esta vez, con respeto y cuidando los sentimientos de los demás.
Desde entonces, el Reino de los Monstruos
Amigables fue un lugar donde siempre había juegos, risas y mucho cariño.
Moraleja: Cuando respetamos a nuestros amigos y pensamos en cómo se sienten, ¡todos nos divertimos más y somos más felices!
