DESCUBRIMIENTO
A Felipe
Entre las manos desaparecer
Y por la mente: estómago hambriento
Piel de árbol molido
Durante el sol de medio día
Abrasas las aguas de la mar
Y en el invierno más gélido
Con estrellas las sombras envían,
El lado oculto por la penumbra
Un olor a pastel disociado
Como quien del arte pulcro de vivir
Escarbara paredes de ensueño
Desde lo oculto siendo blanco
Hasta lo visto siendo negro.
NO PENSABA
Pensaba, Tiraba trazos de tela sobre el suelo
El hilo tejía las grandes manchas coloridas La aguja, como un campesino. Mi esposo
Entre la maleza abría camino
Hacía eterno el hedor opiáceo
Fusilaba flores prohibidas
Mutilaba nuestras voces en el vacío
Mientras debajo de la cama
Se escondía la escopeta contra la pobreza.
Mi alma?
Estruendo momificado
Mi cuerpo?
Un matrimonio roto
Mi razón?
Primer rocío del año
Mi desdicha?
Náuseas de un vagabundo
Mi llanto?
Suelo armado de huesos
DÍAS CONTRA LA ILUSIÓN
No querer jinete domesticado en fiebre tirana
No querer piernas cuan Dédalo si mi alma quiere un Ícaro
No querer azote desvirtuado frente a la iglesia pueril
No querer capa y espada indulgente en seno rebelde
No querer pagar sin llanto al ausente ser ilógico
No querer biberón materno finalizados en agujas de acero.
HAMBRUNA
Pego con goma el hambre de comer
Los árboles arañan los insectos
Y detrás quedan monumentales
Pego sin filo un mango
Y por debajo, algún niño chilla
Adelanto las hojas del árbol
A tres metros sobre mis manos
Intentaré en invierno
Estrangular el apetito
Por tomar una flor de aquel árbol
Y no quedar inmortal
Ante el hechizo de tragar.
UNIVERSALIDAD
Huye, Huye, Huye
Huye, Huye, Huye
Huye, Huye, Huye
Huye, Huye, Huye
Huye, Huye, Huye
Huye, Huye, Huye
Huye, Huye, Huye
Y, Sin embargo, será en vano.
SI MÁS TIEMPO LE DOY AL TIEMPO
El tiempo devora mis afinidades Estría visceral sin pies, Si más tiempo le doy al tiempo
Más fuerte azota mi destino Tiemblo de los grandes callos en sus manos Tiemblo de su ancha precipitación cuando beso mis raíces.
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Bienvenid@s al espacio de l@s que no están de acuerdo. En el estado en que estés, esta será la mejor manera de recordar que eres un músculo andante. Un músculo que se atrofia sin un uso, y con el uso se antoja un par de poemas.
Única regla: léelo y rótalo.
