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VALIÓ LA PENA
recuerda al nuevo Civic, tanto por la disposición de la pantalla del sistema de infoentretenimiento de hasta 9 pulgadas, con conectividad Apple CarPlay y Android Auto inalámbrica, como por el diseño del tablero, con las salidas del aire acondicionado ocultas detrás de una rejilla, así como por el volante, por primera vez con paletas de cambio, y panel de instrumentos digital de 7 pulgadas de serie.
Bajo el cofre se encuentra una versión renovada del conocido motor de cuatro cilindros de 1.5 litros turbocargado, que genera los mismos 188 caballos de fuerza y 177 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión automática CVT, también actualizada, aunque Honda asegura que su respuesta es más inmediata, con una importante reducción de turbo lag, más eficiente y menos contaminante.
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En cuanto a seguridad ofrece monitoreo de asistencia de cambio de carril LaneWatch, sistema Honda Sensing, que incluye asistencia en tráfico pesado, control de velocidad crucero adaptativo con limitador de velocidad personalizado, seguimiento a baja velocidad, luces automáticas, alerta de frenado por colisión frontal, conservación de carril con alerta de abandono de carril, mitigación de colisión con frenado y mitigación de salida de carretera.
A esto se suman cámara trasera con tres ángulos de visión y pautas dinámicas, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, 10 bolsas de aire de serie, incluyendo dos frontales, dos laterales delanteras, dos laterales traseras, dos para las rodillas de los pasajeros delanteros y dos de tipo cortina, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS, distribución de fuerza de frenado, control de estabilidad, asistente de ascenso y descenso en pendientes, monitoreo de presión de llantas, freno de estacionamiento electrónico y sensor de volcadura.
El tema más recurrente desde que se anunció fue su precio que arranca desde los 714,900 pesos en su versión turbo llegando a los 819,900 en la versión que manejamos la Touring.
