Gaudete No. 34 - 28 julio 2024

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Los pobres y los enfermos en las fiestas del patrón

Una de las notas constitutivas de la evangelización es el cuidado de los pobres y de los enfermos, que para la Iglesia no debe ser ocasional, sino permanente. Cualquier actividad de la comunidad cristiana debe tenerlos en cuenta.

En nuestra parroquia estamos dando pasos para que exista un encargado por manzana que, atento a las necesidades de los enfermos, de los ancianos, de las personas solas y de quienes viven en condiciones de precariedad, ayude a la organización caritativa de la Iglesia para hacer llegar a ellos muestras de solidaridad fraterna, auxilios espirituales, presencia consoladora, a quienes pasan momentos difíciles en sus vidas.

De igual manera, las fiestas del patrón Santiago si son evangelizadoras, deben tener en cuenta a los pobres y a los enfermos.

Desde hace varios años, se añadió al ritmo de las fiestas un recorrido con la imagen del Patrón Santiago dedicado a los enfermos que se realiza el día 28 de julio. Es una de las jornadas más conmovedoras de las fiestas patronales que reviven las páginas del evangelio que narran cómo la gente buscaba a Jesús y en medio de las multitudes le

acercaban a sus enfermos para que los curara.

Al paso de Santiago por las calles de este recorrido, son muchos los enfermos que lo encuentran y suplicantes se acercan, o los acercan, para venerarlo y para presentar su suplica confiada implorando su intercesión en medio de sus angustias, penas y dolores. En este recorrido contemplamos escenas conmovedoras que nos llevan al corazón del evangelio y fortalecen nuestra fe.

Este domingo, el texto bíblico que leemos en el evangelio es el relato de la multiplicación de los panes, según san Juan; en él se narra como con las sobras de los panes con los que Jesús sació el hambre de la multitud, se llenaron dos canastos., para que ese pan alcanzara para todos, también para los que no estaban presentes.

Se vuelve costumbre entre nuestros fieles, presentar en las Misas la ofrenda de alimento para los pobres y desde hace 5 años se tiene la alcancía del Canasto del Patrón Santiago, que evocando uno de aquellos canastos, el que le correspondía a Santiago, recoge la ofrenda de los fieles para ayuda de los pobres y necesitados. Al terminar la fiesta procuramos hacer llegar un signo de la cercanía de Santiago a las personas que viven en situaciones de precariedad y durante el año, con los fondos del canasto del Patrón se sigue comprando despensa y ofreciendo apoyo solidario.

Con estos signos en las fiestas patronales procuramos que el evangelio este siempre presente y que la algarabía que inunda nuestro pueblo estos días nos impida ver, como lo hacía Jesús, las necesidades de los hermanos, en medio de la multitud.

CON SANTIAGO EN EL CENÁCULO DE JESÚS

EXPERIENCIA EN EL RECORRIDO

Los recorridos del Patrón Santiago nos ayudan a recrear el evangelio. Jesús en el recorrido que hacia por las tierras de Judá y de Galilea, encontraba las súplicas de muchas personas que salían a su encuentro, implorando su intercesión en medio de sus necesidades y él, por su cuenta, buscaba momentos para estar a solas con Dios y, en medio del silencio, ponerse a la escucha de su voz. Igualmente, Santiago, en su recorrido por las calles de Sahuayo encuentra la súplica de numerosos fieles y devotos que a su paso suplican su intercesión para que les alcance de Dios remedio en sus necesidades. Y este año, nos llevó al Cenáculo de Jesús, para hacer oración, unidos a la Santísima Virgen María.

Este año, que es año de la oración, aprovechando la visita que hace Santiago a los templos de la ciudad, nos detuvimos con él, en el cenáculo de Jesús y con la Virgen María, para hacer oración de alabanza, de acción de gracias y de súplica y así, en medio del bullicio, tuvimos momentos de silencio, de adoración eucarística, de fervorosa oración mariana y de meditación del evangelio, que nos fortalecieron para seguir el recorrido con numerosos fieles y devotos que después de recogerse en oración siguieron el camino con Santiago, cumpliendo con sus mandas y haciendo la ofrenda de sus vidas. Una experiencia inolvidable que nos permitido vivir el evangelio en el bullicio de la fiesta.

Domingo 28 julio 2024 • II Época, No. 34 • Editor P. Armando Flores
¿Q ué se hace en casa con la comida Q ue

El Evangelio del Domingo

El Evangelio de hoy presenta el relato de la multiplicación de los panes y de los peces. Viendo la gran muchedumbre que lo había seguido cerca del mar de Galilea, Jesús se dirige al apóstol Felipe y pregunta: «¿Dónde vamos a comprar panes para que coman estos?» (v. 5). El poco dinero que Jesús y los apóstoles poseen, de hecho, no bastan para quitar el hambre de aquella multitud. Y he ahí que Andrés, otro de los Doce, conduce hasta Jesús a un chico que pone a disposición todo lo que tiene: cinco panes y dos peces; pero ciertamente —dice Andrés— no son nada para tantos (cf. v. 9). ¡Bueno este chico! Valiente. También él veía a la multitud y veía sus cinco panes. Dice: «Yo tengo esto: si sirve, estoy a disposición». Este chico nos hace pensar... esa valentía... los jóvenes son así, tienen valor. Debemos ayudarlos a llevar adelante ese valor. Sin embargo, Jesús ordena a los discípulos que hagan que la gente se siente, luego toma esos panes y esos peces, le da gracias al Padre y los distribuye (cf. v. 11), y todos pueden tener alimento hasta saciarse. Todos comieron lo que quisieron.

Con esta página evangélica, la litúrgica nos lleva a no quitar la mirada de aquel Jesús que el pasado domingo, en el Evangelio de Marcos, viendo «una gran multitud tuvo compasión de ellos» (6, 34). También aquel chico de los cinco panes entendió esta compasión y dijo: «¡Pobre gente! Yo tengo esto...». La compasión le llevó a ofrecer lo que tenía. Hoy, de hecho, Juan nos muestra

BAUTISMOS

El día 27 de Julio 2024, por el sacramento del Bautismo administrado por el Sr.Cura Armando Flores Navarro.

sobra ?

Juan 6, 1-15

nuevamente a Jesús atento a las necesidades primarias de las personas.

El episodio surge de un hecho concreto: las personas están hambrientas y Jesús involucra a sus discípulos para que este hambre se sacie. Este es el hecho concreto. A la multitud, Jesús no se limitó a donar esto —ofreció su Palabra, su consuelo, su salvación, su vida—, pero ciertamente hizo también esto: se encargó del alimento para el cuerpo. Y nosotros, sus discípulos, no podemos hacer como si nada. Solamente escuchando las más sencillas peticiones de la gente o poniéndose cerca de sus situaciones existenciales concretas se podrá ser escuchado cuando se habla de valores superiores. El amor de Dios por la humanidad hambrienta de pan, de libertad, de justicia, de paz, y sobre todo de su gracia divina nunca falla.

Jesús continúa también hoy quitando el hambre, haciéndose presencia viva que da consuelo, y lo hace a través de nosotros. Por lo tanto, el Evangelio nos invita a estar disponibles y laboriosos, como aquel chico que se da cuenta de que tiene cinco panes y dice: «Yo doy esto, después tú verás...». Frente al grito de hambre —toda clase de «hambre»— de tantos hermanos y hermanas en todas partes del mundo, no podemos quedarnos como meros espectadores alejados y tranquilos.

El anuncio de Cristo, pan de vida eterna, requiere un generoso compromiso de solidaridad por los

pobres, los débiles, los últimos, los indefensos. Esta acción de proximidad y de caridad es la mejor muestra de la calidad de nuestra fe, tanto a nivel personal como a nivel comunitario. Después, al final del relato, Jesús, cuando todos fueron saciados, Jesús dijo a los discípulos que recogieran los pedazos que habían sobrado, para que no se perdiera nada. Y yo quisiera proponeros esta frase de Jesús: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda» (v. 12). Pienso en la gente que tiene hambre y en cuánta comida sobrante tiramos... que cada uno piense: el alimento que sobra en la comida, la cena, ¿a dónde va? ¿En mi casa qué se hace con la comida que sobra? ¿Se tira? No. Si tú tienes esta costumbre, te doy un consejo: habla con tus abuelos que han vivido la posguerra, y pregúntales qué hacían con la comida sobrante. Nunca se tira la comida sobrante. Se vuelve a hacer o se da a quien pueda comerlo, a quien tiene necesidad. Nunca se tira la comida sobrante. Este es un consejo y también un examen de conciencia: ¿Qué se hace en casa con la comida que sobra?

California

Alvaro Alejandro, hijo de Manuel Salvador Granados

García y Gabriela González Becerril, vecino de Sahuayo

Reynaldo Gael, hijo de Oscar

El día 28 de julio 2024, en el Santuario de Santiago Apóstol, se celebró la misa exequial de Juan Manuel Onofre Negrete, fue sepultado en el Panteón municipal. De la vida parroquial

Alexander, hijo de Gerardo Cervantes Cervantes y Yanira Cervantes Flores, vecinos de

Reynaldo Higareda Ortiz y Claudia Daniela Andrade Granados, vecinos de Sahuayo,

Iker Matías, hijo de Julio César

Flores Padilla y Claudia Nayeli

Rangel Barrera, vecinos de Sahuayo, Axel Emilio, hijo de Kelvin

Alexis Navarro Cervantes y Luz Marína Martínez Chávez, vecinos de Sahuayo,

OBITUARIO

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