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Siente Amat Escalante amor y dolor por México
Grupo REFORMA Ciudad de México
Amat Escalante admite que su relación con Guanajuato, su casa y el lugar donde nacen sus ideas para crear cine, podría ser llamada "romántica”. "Le tengo mucho cariño a Guanajuato. Es un apego medio romántico, tal vez, de inspiración", dice en una videollamada desde Cannes, Francia, en cuyo Festival de Cine fue ovacionado hace unos días por su nueva película, Perdidos en la Noche. El calificativo "romántico", con su matiz de sentimental, no desentona si se pone atención a los hechos: su estado es, desde hace tiempo, el que sufre mayor número de homicidios dolosos en México.
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"Es muy triste lo que está pasando en todo México, y ahorita le está pasando a Guanajuato en particular: crecer en ese sentido, de forma negativa, en el rubro de la inseguridad", concede. Sin importar ese lado negativo, el realizador de Heli y Los Bastardos, galardonado como Mejor Director en Cannes y Venecia, no se plantea, por el momento, empacar sus cosas y emigrar a, por ejemplo, Los Ángeles. ¿La razón? Entre otras cosas, que ni él, en lo personal, ni su quehacer fílmico, en lo profesional, han padecido de la inseguridad que ha golpeado a tantas personas. "La verdad es que fue muy placentero el proceso de hacer la película. Nun- en cualquier momento me podía morir. Ese fue el instante en el que decidí internarme en una clínica de rehabilitación", rememoró el histrión.
Aunque para el actor parecía que todo lo tenía perdido, reconoció que la adopción de una mascota, específicamente una perrita que estaba en situación vulnerable, lo impulsó a seguir adelante y buscar formas para poder ayudar a todos los animales posibles.
Su mascota, su salvación ca sentí inseguridad en ese sentido. Sabemos todos que en México la cuestión de la inseguridad es relativa y si tienes mala suerte, puedes tener muy mala suerte", dice.
Después de recordar sus momentos difíciles, Kuno Becker reconoció que encontró en su mascota la esperanza y un sentido en la vida.
"Ahora pienso las cosas más con el corazón y menos con la ambición y con el ego. Y más tratando de pensar que siempre puede ser el último día. Pero hubo un apoyo que me hizo volver a tener esperanza muy fuerte, hubo un ser increíble que cada instante me apoyó que es mi perrita Martina y cuando ella se me acercaba y me lamía la mano, cada vez que se me subía en el pecho, pues la verdad es que me hacía sentir que la vida tal vez sí tenía sentido".
"Trabajo de una forma artesanal, creo, si me puedo comparar con colegas, cineastas. Me apoyo mu- cho en gente cercana a mí y mi lugar local. Es hasta ahora lo que he hecho", agrega.
Perdidos en la Noche, su quinto largometraje, que representó a México en Cannes fuera de concurso, fue filmado casi en su totalidad en locaciones guanajuantenses.