La Gualdra 669

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SUPLEMENTO CULTURAL NO. 669 / 19 DE MAYO DE 2025 / AÑO 14

“Ojocaliente es una raíz muy importante que sigue creciendo, que sigue fortaleciendo mi trabajo porque precisamente ahí es donde sentí cerca, por primera vez, las vibraciones del agua en mis pies”. Ismael Guardado

[Ismael Guardado (1942-2025) In Memoriam]

JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Ismael Guardado (13 de septiembre de 1942-16 de mayo de 2025). Foto de Jánea Estrada, 2021.

La Gualdra No.

Editorial

Ismael Guardado falleció el 16 de mayo de 2025 en la ciudad de Guadalajara. Nació el 13 de septiembre de 1942 en el municipio de Ojocaliente, Zacatecas. En este Estado realizó una gran cantidad de obra pública; El Prometeo, instalado en un edificio de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas es una de sus obras más destacadas; la UAZ le otorgó el Doctorado Honoris Causa en noviembre de 2019, durante la conmemoración de los 50 años de la instalación de esa emblemática escultura.

En 2019, la Legislatura del Estado de Zacatecas, le otorgó el nombramiento de Hijo Predilecto de Zacatecas, distinción que habían recibido décadas atrás otros dos artistas de esta tierra: los hermanos Pedro y Rafael Coronel Arroyo. El 14 de mayo de ese año, tras recibir el reconocimiento, Ismael pronunció un discurso del que transcribimos aquí la parte final:

“Vivimos tiempos difíciles, apatía, insensibilidad, deshumanización, agresión entre propios y hacia la naturaleza; sin embargo, desde mi trinchera, la única que conozco, sigo creyendo en la cultura como mecanismo de cambio. Nuestro país es un rico y diverso mosaico de culturas, si bien hemos ido avanzando en la ciencia y la tecnología de acuerdo con las exigencias que los tiempos imponen, es igualmente importante que los programas educativos caminen en paralelo en las áreas que estimulen la sensibilidad de los individuos y el arte y la cultura, en todos sus caminos, son para mí esa herramienta, el trabajo lo vence todo”.1

El mensaje que dio ese día hace énfasis en la importancia de incluir en los programas educativos temas relacionados con arte y cultura; a él le constaba que el arte tiene un poder transformador de las conciencias. Nunca dejó de estudiar, además de pintar, leía, escuchaba y hacía música, fue un cinéfilo de corazón -amaba el cine de Akira Kurosawa- y se mantuvo actualizado sobre lo que ocurría en el mundo del arte hasta el final de sus días.

Hace apenas unas semanas, hablé con él porque el 22 de abril falleció un amigo suyo, su compadre Alberto Huerta. Hubo un silencio grande después de que le di la noticia, seguido de un “Nos estamos muriendo” que sigue resonando en mi memoria. Le pregunté por su estado de salud y me dijo que su marcapasos le “seguía el paso” todavía y que se encontraba bien, trabajando mucho, “con muchos planes” y emocionado porque pronto se presentaría el libro que había estado trabajando con José de Santiago Silva.

Volví a hablar con él unos días después y entre lo que conversamos surgió el tema de su archivo personal; había estado trabajando los últimos años “dándole orden” porque quería que quedara bajo el resguardo de la Universidad Autónoma de Zacatecas, pero no logró concretarse ese proyecto. Ojalá que el nuevo rector lo retome y consiga la anuencia de Rebeca García -esposa de Ismael- para que pueda llegar a Zacatecas toda la documentación de este artista zacatecano. Hablamos también de la posibilidad de que expusiera próximamente en Zacatecas y con tono contrariado me dijo que no había sido invitado a exponer en su tierra desde hace muchos años. No sé por qué; si mal no recuerdo, la última vez que participó en Zacatecas fue en un proyecto multidisciplinario en el Museo Rafael Coronel en abril del 2024; previamente, en marzo del año 2023 había inaugurado en Fresnillo la exposición Orígenes. 60 años de trayectoria, en el Tunal.

En Zacatecas siempre será recordado. Ismael Guardado fue un artista destacado, integrante de esa generación de los nacidos durante la primera mitad del siglo pasado que tantas glorias le han dado a nuestro Estado, entre los que se encuentran Pedro Coronel, Rafael Coronel y Manuel Felguérez, fallecidos también.

Que descanse en paz nuestro querido artista y que la música lo acompañe siempre. Nuestra solidaridad con Rebeca -su esposa-, con toda su familia y con la comunidad artística de Zacatecas.

1 Ver: “Sesión Solemne 140519 6 Ismael GUARDADO”, en: https://youtu.be/xTW7J3NNyXY?si=O-U6vdvul0hmI6Rx

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

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por

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Lo que sigue es mi muerte, de Laura Baumeister en la Fábrica de Cinema del Pabellón Internacional de

La misteriosa mirada del Flamenco de Diego Céspedes Una

de travestis

Por Sergi Ramos 3 8 9 4 5 7

Ismael Guardado, In Memoriam Por Jánea Estrada Lazarín
Ismael Guardado. El pintor de signos ancestrales y contemporáneos Por Irma Valerio
Adolescente frente a un campo de ruinas Enzo de Laurent Cantet y Robin Campillo en la Quincena de los cineastas Por Sergi Ramos
Lección
música
Guillermo del Toro y Alexandre Desplat [en el Festival de Cannes 2025] Por Carlos Belmonte Grey
Cannes Por Carlos Belmonte Grey
Floating with spirits, de Juanita Onzaga
experiencia virtual del Día de los Muertos en Oaxaca
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historia
chilenos en Una cierta mirada del Festival de Cannes Por Carlos Belmonte Grey
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Ismael Guardado, In Memoriam

Corría el año de 2019 y el Congreso del Estado de Zacatecas otorgó a Ismael Guardado el nombramiento de Hijo Predilecto del Estado de Zacatecas el 14 de mayo; previamente, el 28 de marzo de ese año se decidió mediante el Decreto No. 133 que así fuera y esa noticia se recibió con gusto en esta ciudad que está muy orgullosa de lo que sus artistas han realizado.

Unos días antes de la entrega, el día 7, había fallecido Rafael Coronel Arroyo y los ánimos se volvieron a levantar un poco al enterarnos de que Ismael recibiría en vida esta distinción; al homenaje asistieron, además de las autoridades estatales, una gran cantidad de artistas y personajes del ámbito de la cultura y las artes para celebrar no sólo la vida de quien fuera originario de Ojocaliente, Zacatecas, sino el legado de este artista multidisciplinario cuya obra pública se encuentra en varios espacios de la capital zacatecana, mucha de ella en la Universidad Autónoma de Zacatecas, pero también en el Palacio de la Mala Noche, en la Presidencia Municipal de Zacatecas, en la Plaza Bicentenario, en el CCI del Tec de Monterrey campus Zacatecas y, por supuesto, en el recinto del Poder Legislativo, entre otros.

Ese mes de mayo, conversamos con Ismael Guardado a propósito de su reciente nombramiento como Hijo Pre-

dilecto y nos reunimos en la terraza del Hotel del Arte Santa Rita, desde donde teníamos como escenario el cerro de la Bufa y la Catedral. Antes de iniciar la conversación, escuchábamos “Vive Feliz”, interpretada por Antonio Aguilar, porque la letra es de Isidora Guardado, su madre, de quien tomó su apellido para firmar como artista.

¿Eres feliz?, fue la primera pregunta que le hice por la canción que acabábamos de escuchar y por los acontecimientos recientes… Ismael contestó que sí, que era muy feliz porque estaba en ese momento en “la creatividad constante, eso es la energía y la vitalidad que me da no estar pensando en las arrugas de ni en lo tullido; sí soy feliz, hay muchos proyectos, hay producción, hay más lecturas, hay más preparación, y eso es lo que me hace feliz”,1 contestó quien solía desde siempre tener una vida muy disciplinada y de trabajo constante.

Ismael Martínez Guardado nació el 13 de septiembre de 1942, en un municipio muy cercano a la capital zacatecana, Ojocaliente. Ese día, contaba Ismael, se encontraba su madre en el cine viendo una película de Pedro Infante cuando empezó a sentir las primeras contracciones; de ahí se fueron a la casa que tenían justo al lado del jardín y fue recibido por una partera llamada Sara García. Nada es casua-

lidad, porque su vida estuvo siempre rodeada de naturaleza, música, cine y cosas bellas.

A Ojocaliente lo llevó en el corazón no sólo porque fue su lugar de origen, sino porque siempre, de alguna forma, estuvo ahí con una palabra, con un pensamiento, con una imagen… en la década de los años 90 incluso construyó ahí una casa diseñada para que tuviera también su taller. Había una explanada grande en cuyo derredor estaban las habitaciones, el espacio en el que preparaba las piezas de una exposición para el Hospital Siglo XXI en la CDMX y una nopalera; en ese taller, además de sus caballetes y mesas de trabajo, se podían observar algunas piezas de barro del proyecto “La Ollesta” que realizó en coordinación con Ángel Cosmos y en el que participaron en la composición musical Vicente Rojo, Eduardo Soto Millán y José Navarro (de la Banda Elástica), entre otros.2 Ojocaliente fue un sitio en el que deseaba permanecer más tiempo; había salido de ahí cuando tenía poco menos de 20 años y por eso había construido esa casa que pocos años después vendería para mudarse al estado de Jalisco. Ojocaliente “es una raíz muy importante que sigue creciendo, que sigue fortaleciendo mi trabajo porque precisamente ahí es donde sentí cerca, por primera vez, las vibraciones del agua en mis pies”, decía con nostalgia mientras

1 Ver “Videocolumna / Ismael Guardado/Hijo Predilecto de Zacatecas/Jánea Estrada”, en: https://youtu.be/HNCOt734XJI?si=jZ2I2WtN-RXgyc4j

2 Ver “Tañido de imágenes. La Ollesta”, en: https://youtu.be/_OLnWQ9GrEs?si=LFEkUGYKwYc2s2fy

3 “Videocolumna / Ismael Guardado/Hijo Predilecto de Zacatecas/Jánea Estrada”, en: https://youtu.be/HNCOt734XJI?si=jZ2I2WtN-RXgyc4j

recordaba las tardes de sus primeros juegos, la vida en el campo, la tienda de abarrotes de su padre, la panadería que tuvieron: “Todo esto fue fue un gran alimento antes de partir a la Ciudad de México”, afirma en esa entrevista recordando que fue en 1962 cuando ingresó a la Academia de San Carlos, con todo el apoyo de su familia, quien se mudó hasta allá y permaneció con él durante el primer año de sus estudios profesionales.

Fue Isidora Guardado quien le sugirió que ingresara a la misma academia en la que habían hecho sus estudios artistas como Manuel Pastrana, Julio Ruelas, Severo Amador y Francisco Goitia, seguramente porque desde niño Ismael empezó a manifestar su destreza con el dibujo y su madre veía la facilidad con la que hacía copias de lo que veía en la tienda de abarrotes de don Pancho Martínez -el papá de Ismael-, “llegaban ahí los almanaques de las compañías, a la tienda de abarrotes; entonces todas estas imágenes de los santos cristos, de los papas, de los toreros, de Jesús de los Helguera -pintor conocido en todos los almanaques-, era lo que yo copiaba en ese tiempo antes de irme a San Carlos. Yo lo hacía como un juego… sin ninguna pretensión, como hasta la fecha”;3 tal vez por eso, Ismael decía reiteradamente que su mamá había sido un ángel o un arcángel.

Ismael Guardado en Ojocaliente. 1995. Archivo de Ismael Guardado.

In Memoriam

Guardado

Ismael

Guardado durante su estancia en Japón, 1974. Archivo de Ismael Guardado.

Doña Isidora fue una mujer de una gran sensibilidad, compositora de música vernácula; sus canciones fueron interpretadas lo mismo por Antonio Aguilar que por David Sáizar, y, además tenía un oído muy especial. Ella le enseñó a escuchar los sonidos del silencio -decía-, además de enseñarle a tocar la guitarra le enseñó a escuchar con detenimiento, pero también le mostró que las posibilidades de creación son infinitas y que habría que luchar por lo que se desea. Fue ella quien lo acompañó a Aguascalientes para vender su primeras obras en el palenque de la feria antes de que se fuera a CDMX, pero también quien visitó al maestro Víctor Sandoval para mostrarle el trabajo de su hijo; de ahí surgiría una relación que daría como resultado el que Ismael trabajara posteriormente durante casi una década en Aguascalientes, en donde dirigiría el taller del Museo Guadalupe Posada y fundaría los talleres libres de grabado. Tras graduarse en la Academia de San Carlos, viajó a París para tratar de investigar más sobre lo que se hacía en aquella parte del planeta, para investigar y visitar talleres de gráfica, que era lo que le interesaba más en ese momento. Para sostenerse, trabajó como cantante en un bar llamado Bateau ivre por un poema de Rimbaud, situado en el Barrio Latino de París en 40 Rue Descartes, un lugar en el que llegaron a cantar “Piaf,

4 Ídem.

Atahualpa Yupanqui y algunos otros franceses, poetas, Paco ibáñez…”; pero Ismael no tenía en sus planes quedarse de manera permanente en la Ciudad Luz, y le dijo a su amigo Federico Ávila con quien cantaba y al que había conocido en su estancia en San Carlos “sabes que me voy a México; no podía yo quedarme a cantar en París 30 años un mismo repertorio, sentía yo necesidad de otra actividad en mis manos, de fuerza, de materia”.4

Regresó a Zacatecas, eran los primeros años de la década de los 70; para entonces había ya tenido una exposición individual en el Teatro Fernando Calderón en 1965, y había realizado en 1969 El Prometeo para la Universidad Autónoma de Zacatecas, que se convertiría en una de las esculturas más emblemáticas no sólo de UAZ sino de la ciudad capital.

En 1972 se vivía un movimiento social en el ámbito universitario que coincidió con su regreso; los estudiantes y los profesores estaban apoyando a los campesinos por el derecho a las tierras y fue el momento ideal para que surgiera el grupo de los Huayrapamushka, mientras él coordinaba un curso de artes plásticas en lo que ahora conocemos como el edificio de Rectoría y que en aquel entonces albergaba el Instituto Zacatecano de Bellas Artes “eran algunas tapias, empezamos a cubrir ahí paredes y agujeros con cartones y ahí em-

pecé a dar ese curso, y participamos en parte de ese movimiento, en una exposición de los mismos alumnos que se hizo en el Calderón; fueron meses aquí nada más y fue cuando me volví a ir a Aguascalientes”.5

En Aguascalientes se había fundado entre 1967 y 1968 la Casa de Cultura que hoy lleva el nombre de Víctor Sandoval -su fundador-, quien después fue director de promoción nacional, subdirector y director del INBA y en quien Ismael encontró apoyo para trabajar en el vecino Estado. En esa ciudad permaneció cerca de una década, y eventualmente regresaba a Zacatecas, donde realizó Las Profesiones (1973), un conjunto de ocho lunetos en el patio central de la Preparatoria I de la Universidad Autónoma de Zacatecas, antes de viajar a Japón.6 Ismael nunca perdió contacto con Zacatecas, pese a ser un viajero consuetudinario.

A finales de la década de los 70 Guardado participó en diversos certámenes de artes plásticas y gana el primero y segundo lugar del Premio de Adquisición, Sección Bienal de Gráfica organizada por el SNAP/INBA en 1979; y en 1981 consigue nuevamente el Premio de Adquisición en Pintura y el de la Sección Bienal de Gráfica en el mismo certamen. Para entonces, el jerezano José de Santiago Silva fue nombrado director del Museo de Arte Moderno, y en 1982 Guardado expuso de manera

individual en ese recinto. Uno de sus últimos proyectos en conjunto fue el libro coordinado por de Santiago en el que habla de Ismael y que será próximamente presentado. En cuanto a los concursos, Ismael recomendaba a las nuevas generaciones que no dejaran de participar “hay que participar porque además con una selección que tengas te mandan un catálogo y te enteras de lo que se hace en Israel o Japón; ya con ese catálogo que fuiste seleccionado ves lo que está pasando y ya estás informado… también hay que saber qué se está haciendo en el medio del del arte, en las bienales… aunque te rechacen, pero esa actitud de confrontación es muy importante, no es para que ganes o vayas a ganar, te estás mostrando, siempre hay que estar participando”,7 él mismo participó en varios concursos durante su carrera profesional y muchos de ellos, alrededor de 70 nacionales e internacionales, los ganó.

Más de 60 años se dedicó Ismael Guardado al ejercicio de su profesión, y durante estos años participó en cientos de exposiciones colectivas y en por lo menos 130 exposiciones individuales. Nunca dejó de prepararse, pese haber iniciado a dibujar cuando niño, todavía hace algunos pocos años incursionó en la técnica del fresco, pues consideraba fundamental no quedarse sin aprender cosas nuevas:

5 Ídem. “La asociación musical Huayrapamushka surgió en 1972 y fue fundada por Marie Annick Morisse e Ismael Guardado, quien recientemente regresaba de uno de los primeros viajes a París, a donde partió también con sus propios recursos”, ver: Estrada Lazarín, Jánea, Una bizarra melancolía. La tradición plástica en Zacatecas, Secretaría de Cultura / Instituto Zacatecano de la Cultura Ramón López Velarde, Zacatecas, 2020, p. 242.

6 “En 1973 Ismael Guardado viajó a Japón invitado por la Japan Art Festival Association para trabajar como asistente y aprendiz de serigrafía con el maestro Kiyokazu Yamasaki. Su estancia en Tokio se alargó hasta 1974; de ahí que su obra de esa época en grabado, sobre todo, empezara a reflejar la influencia de las técnicas japonesas, casi minimalistas. A su regreso a México, en Aguascalientes, luego de fundar el Taller Laboratorio de Artes visuales”. Estrada Lazarín, op. cit, p. 243.

7 “Videocolumna / Ismael Guardado/Hijo Predilecto de Zacatecas/Jánea Estrada”, en: https://youtu.be/HNCOt734XJI?si=jZ2I2WtN-RXgyc4j

Ismael

“Pues mira, esto es una investigación constante, no es esta cosa de estar ahí sobando con el pincelito y salivita y esas cosas; esto es de estar investigando, uno es un antropólogo siempre; tienes que estar investigando, escarbando y limpiando a ver que está abajo, a ver que hay abajo y estarle dando, sacarlo para darle ese lenguaje tuyo contemporáneo; la obra no es de aquí para allá, si es de aquí para allá la obra está plana, queda como obra de decoración. Siempre hay que viajar de atrás hacia adelante con la obra, estar dialogando desde atrás… eso quiere decir dialogar también desde adentro de ti… con todo, con las artesanías, los artesanos, barro, el agua, el fuego…”.8

Así fue siempre Ismael, además de pintar hacía música, grabado, cerámica, arte objeto, escultura, por eso le pregunté ese 2019 qué más le faltaba por hacer, a lo que respondió:

“Me falta seguir descubriendo… no puede uno descubrir, desgraciadamente, lo insólito, pero sí te acercas y éste es un acercamiento -como lo digo siempre- místico, un acercamiento de meditación. También es muy importante ahí, en los momentos de meditación, de reflexión, de no cruzar una cosa con otra; de siempre estar consciente de que es un lenguaje, arte, de que es otro lenguaje y que cada lenguaje encaje donde sea; por ejemplo, la obra pública o las esculturas urbanas tienen que llevar un sentido de identidad con el entorno, con el espacio de un edificio, con las arquitecturas, con las antigüedades…”.9

La mañana del 16 de mayo tuvo finalmente el acercamiento más grande a lo místico, a lo insólito -como él

8 Ídem.

9 Ídem.

10 Ídem.

decía-, falleció en Guadalajara y la noticia nos consternó en esta tierra en la que tenemos muchos motivos para recordarlo. Él soñaba con hacer una ruta que viniera desde Tlaltenango, pasara por Zacatecas y llegara hasta Ojocaliente, porque en estas tres ciudades tenía obra pública, “Yo lo veo como una ruta plástica de Ismael, que viene desde Tlaltenango con este mural, entonces aquí puede haber una ruta bellísima de toda la obra pública porque es además es como una cañada”.

Queda pendiente ese recorrido que él pretendía fuera hecho por todos, especialmente por los estudiantes, lo más jóvenes; pero también queda pendiente un catálogo de toda la obra pública realizada para la Universidad Autónoma de Zacatecas, institución

en la que deseaba que su archivo personal quedara bajo resguardo, pero la muerte lo sorprendió sin que tuviera una respuesta concreta. Sus obras más recientes en el Estado de Zacatecas fueron Cambio de vía, una pieza escultórica realizada en el Cerro de la Bufa en 2014; una escultura que develó en la vialidad que lleva al centro comercial Galerías; así como otra más, La flama, que inauguró en su natal Ojocaliente el 8 de abril de 2022.

Zacatecas lo extrañará siempre. Sobre esta ciudad, decía, y con esto finalizo:

“Desde que yo venía aquí, a los cuatro o 5 años para comprar la levadura de la panadería con mi padre, yo caminaba Zacatecas;

llegábamos ahí donde estaba El Jacalito, ahí eran las terminales de los camiones y enfrente era la tienda donde comprábamos la levadura, caminábamos al mercado… desde entonces Zacatecas se me quedó… como Grecia; para mí Zacatecas es como Grecia, en el sentido poderoso de la arquitectura, por el sentido poderoso de la geografía que tiene; la puedes caminar infinitamente, es un laberinto de encuentros, no es un laberinto donde te pierdes”.10

Sus restos mortales fueron cremados en Guadalajara, no se sabe aún en dónde permanecerán. Lo que sí permanecerá durante mucho tiempo es la gratitud que los zacatecanos le tenemos por sus contribuciones al arte mexicano.

Ismael Guardado. El pintor de signos ancestrales y contemporáneos

6 Por Irma Valerio

Agradezco a la vida que desde mi oficio como promotora cultural me permita en ocasiones, cierta cercanía con la vida personal y profesional de los artistas... y celebro este privilegio. En el caso del maestro Ismael Martínez Guardado, gran artista zacatecano nacido en Ojocaliente, es el pintor que cuenta con más obra pública en la ciudad. El mural Levitación en Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas, la escultura titulada El Arado en campus Siglo XXI, una más en la escuela de Ingeniería también, así como El Prometeo que nos saluda y nos despide al sur de la ciudad. Un hermoso

vitral en la Presidencia Municipal y uno de sus murales consentidos el del Supremo Tribunal de Justicia titulado Temis. Su mural en la Bufa Cambio de vía y el de Tlaltenango titulado Tlaltenapa. Quiero compartirles de un gran mural desconocido para la mayoría de nosotros en una residencia victoriana en la Ciudad de México. Fue una comisión de un mural cerámico de 170 metros cuadrados, gestionado en los inicios del proyecto de galería que yo quería abrir en el año 1991 -cuando lo recuerdo digo que me gradué antes de estudiar al lograr colocar esta gran

obra-. Propuse el trabajo al maestro Guardado; el tema era un horizonte sobre y debajo del mar, profundidad y lejanía, un amanecer, un medio día y concluía en un atardecer. Hizo con esta idea un gran proyecto estético y con él logramos la autorización de un comité de cuatro arquitectos. Sería colocado en una gran casona del siglo XVII. El maestro disfrutó haciéndolo en Capula, a unos kilómetros de Morelia, Michoacán, en los talleres cerámicos de Juan Torres, un importante ceramista mexicano. Tres meses de trabajo tenaz y posteriormente armar el

rompecabezas. Nuestro creador estaba en una edad con todo su potencial de energía, de creatividad y con esa pasión por el arte que nunca perdió. El resultado fue maravilloso, un tesoro que se resguarda en una colección particular.

Ismael Guardado ha levitado al cosmos, hoy lo honramos y recordamos, se nos ha ido un referente en la plástica mexicana que tuvo una proyección internacional, sin duda esa levitación fue acompañada de la música que tanto le gustaba. Nos deja un patrimonio artístico y cultural, con una lectura abierta para todos.

Ismael Guardado

In Memoriam

Ismael Guardado en Zacatecas, 2019. Foto de Jánea Estrada Lazarín

Festival de Cannes 2025

Adolescente frente a un campo de ruinas

Enzo de Laurent Cantet y Robin Campillo en la Quincena de los cineastas

Una colaboración póstuma

Se inauguró la Quincena de los cineastas en el Festival de Cannes 2025 con la película póstuma de Laurent Cantet, finalizada por su cómplice Robin Campillo. El cineasta francés falleció después de haber iniciado su preparación, desde el guion hasta las localizaciones del rodaje y el casting. Ambos cineastas habían trabajado estrechamente anteriormente, asistiendo Campillo los proyectos de Cantet como coguionista y montador, y viceversa. Esta colaboración se llevó a cabo desde unos principios éticos y estéticos comunes. La obra de Cantet observó la adolescencia y su complicada relación con el mundo adulto. Lo hizo a través de una estética que intenta retratar contextos sociales muy definidos. Sin caer en los estereotipos y facilidades de cierto realismo social, toma prestada una veracidad propia del documental, sin obviar sin embargo una cuidadosa construcción dramática.

En Entre les murs, Palma de Oro, aplicaba esta vena para mostrar la relación complicada de una clase de secundaria con su maestro, escenificando las tensiones de clase social y de identidades culturales propias de la diversidad francesa. Otros trabajos como Vers le sud, relacionaban la continuidad del colonialismo con la prostitución masculina en el turismo sexual.

Campillo compartió estas inquietudes en su propio trabajo, tomando la prostitución gay como medio para expresar las relaciones de dominación, en Eastern boys, como también desarrolló una crítica al pasado colonial en su último trabajo, La isla roja.

Su mayor éxito, sin embargo, lo encontró con 120 pulsaciones por minuto, la celebración de la lucha asociativa del colectivo Act Up para el reconocimiento de las víctimas del SIDA a finales de los años 80, que fue recompensada con la Palma de Oro en 2017.

Adolescencia descastada

Enzo retoma algunas de las coordenadas habituales de los dos autores, como retrato de la adolescencia desde una perspectiva interseccional centrada en la identidad sexual y la clase social.

La primera secuencia muestra a Enzo, un joven aprendiz de la construcción, que no pone demasiado empeño ni demuestra demasiada destreza en su tarea. El capataz decide avisar a los padres, después de regañarlo, y lo acompaña hasta su casa. Ésta resulta ser una bella mansión con piscina, ubicada en la mejor zona de La Ciotat, cerca de Marsella. Allí es recibido por sus padres, unos intelectuales acomodados, que aceptan con más o menos resignación la traición de su vástago hacia su clase social.

Cantet invierte la perspectiva de su primera película, Recursos Humanos, proponiendo un personaje que decide abandonar su clase social favorecida para dedicarse a un trabajo que no se corresponde con lo esperado. Esta ruptura constituye el primer escándalo cometido por el muchacho, provocando la desesperación e incomprensión de su familia, que respeta escrupulosamente el programa de reproducción de las élites teorizado por el sociólogo francés Pierre Bourdieu.

En esa misma obra se desempeña la segunda perspectiva, la de la identidad sexual. A pesar de tener una novia que le da sobradas muestras de su deseo, Enzo se siente inmediatamente atraído por uno de los obreros de la construcción en la que trabaja, Vlad, un emigrante económico ucraniano.

Opacidad adolescente Para representar la incomprensión del comportamiento del adolescente, el filme elabora un personaje opaco, un recurso que se ha generalizado en numerosos filmes y series, como Jeune et jolie de François Ozon o la reciente Adolescence en Netflix. Se trata de no explicitar los motivos sicológicos que mueven a los personajes. Esto permite ocultar las razones de su comportamiento, pero también evidenciar la incomprensión entre generaciones, como dos

mundos separados por un abismo.

En Enzo, además, se insiste en caracterizar al joven con una evidente apatía, privándolo de cualquier deseo que pudiera funcionar como horizonte, salvo su atracción por Vlad. Esta relación acaba funcionando como el motor de los actos y deseos del personaje, convertidos en puras fantasías desligadas de la realidad. Se presentan como un espejo deformante en el cual se proyectan los deseos del adolescente, para construir su propia identidad, fantaseando un posible romance o imaginando una implicación en la guerra que asola Ucrania. La película sugiere entonces una incapacidad a encontrar su lugar tras salir de su ámbito social y familiar, sin conseguir encontrar una alternativa que no sea impostada.

Enzo parece estar siempre en desfase con la realidad que lo envuelve, en particular a través de sus gestos, que realiza con torpeza y siempre a destiempo, ya sea al buscar una caricia, un gesto de amor fraterno, o dar rienda suelta a un acceso de cólera.

Como su familia, el espectador se acaba preguntando el porqué de la indolencia del adolescente y de su incapacidad para hacerse un lugar en la realidad. Con un cierto pesimismo, sólo las ruinas que van asolando nuestro mundo ofrecen una respuesta.

ENZO ©Les Films de Pierre se presentó en el Festival de Cannes 2025.

Lección de música por Guillermo del Toro y Alexandre Desplat

6 Por Carlos Belmonte Grey

Hacer la música de una película es hacer una película Entre los encuentros y conferencias magistrales organizadas por el Festival de Cannes hubo una que llamó especialmente la atención: La Lección de música por Alexandre Desplat y Guillermo del Toro. Decimos lo anterior porque la música en el cine es normalmente considerada como una mera acompañante de las imágenes filmadas por el director. Pero la dupla Desplat y Del Toro dejaron bien claro que, en realidad, la música y el compositor se vuelven un actor más y un tercer creador a la par que el director y el escritor.

La música está ahí no para arreglar los errores o terminar de perfilar los personajes sino para hacer también narración, comentaron en diferentes momentos los dos participantes.

Desplat ha musicalizado proyectos de Del Toro desde hace ya más de siete años. Con La forma del agua, ganaron los Oscar a Mejor Dirección y Mejor Música en 2018; y en 2022 repitieron

varias nominaciones por Pinocho. La sesión en Cannes, organizada por La Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música (Sacem), duró poco más de 90 minutos con una dinámica que no trató simplemente de ponerlos a los dos a hablar o a dialogar con el público -de hecho, no hubo preguntas del público- que abarrotó la Sala Buñuel del Palacio de Festivales, sino más bien un intercambio entre ellos a partir de secuencias precisas. La forma del agua fue la cinta más utilizada para ilustrar su trabajo. Cuando Del Toro le pidió a Desplat musicalizarla, le dijo que la cámara tendría movimiento todo el tiempo, como si estuviera sobre una ola, a partir de ahí, Desplat empezó a trabajar en una banda sonora que tuviera esa textura. Para Del Toro trabajar con Desplat se convirtió en una novedad, porque hasta entonces él nunca asistía a las grabaciones musicales sobre todo porque no es su dominio y él no debería intervenir. Pero Desplat le pidió que fuera a su estudio en Inglaterra para

que acompañara la composición y grabación: “Para mí era ver cómo hacían y deshacían mi película, y no podía intervenir” porque no sabía cómo la estaban cocinando -parafraseamos la expresión de Del Toro para referirse a que él estaba asistiendo a una cocina ajena a la suya y no conocía los platos. Su trabajo juntos, por tanto, es de entender cuáles son las emociones para expresar desde dos tipos de lenguajes: el de las imágenes y el de la música; los dos son actores y creado-

res, y ahí está el diálogo. Actualmente trabajan en la película Frankenstein. Una historia que, como Pinocho, recupera uno de los cuentos infantiles más conocidos, pero sin el lado de horror que siempre se ha querido dar al personaje. Como en casi cada presentación de Guillermo del Toro, el público se muestra de lo más entusiasta, porque él no tiene empacho en hablar, es coloquial para presentarse y muy profesional cuando expone. Una delicia.

Lo que sigue es mi muerte, de Laura Baumeister

2025 [en el Festival de Cannes 2025]

en la Fábrica de Cinema del Pabellón Internacional de Cannes

6 Por Carlos Belmonte Grey

Como cada año, fuimos a dar una vuelta por el Pabellón Internacional y el Mercado del Cine. Uno de los stands que más nos ha gustado siempre es el del antiguo Fonds Sud Cinéma, ahora convertido en La Fabrique du cinema del Instituto Francés. Una plataforma que apoya proyectos fílmicos en proceso de financiación para rodaje o postproducción.

Y una gran sorpresa nos llevamos al ver que hay uno mexicano: Lo que sigue es mi muerte, dirigido por la cineasta nicaragüense Laura Baumeister. La directora, nominada al Ariel en 2024 por La hija de todas las rabias (considerada la primera película de largometraje nicaragüense hecho por una mujer), ha escrito esta vez una historia de migración interior y queer: “una migrante nicaragüense que cruza el desierto de Sonora, y que en la ruta conoce a Aurora, trasquiladora de ovejas. Las dos tienen una relación íntima, que le permite a Virginia acercarse a su deseo: convertirse en una mujer nahual”.

El proyecto ya tiene un 60% del fi-

nanciamiento asegurado, el 40% que falta es la meta planteada a su estancia en el Festival de Cannes, y así poder comenzar a filmar en el primer trimestre del 2026.

Cuestionada sobre el estado actual de la cinematografía en México, Baumeister (egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica) afirmó que el sistema de financiamiento México sigue siendo eficaz, el problema está en la distribución. No se ve el cine que se produce. Sin embargo, no se debe de abandonar el apoyo a los creadores desde el Estado, se debe, al contrario, animar la estrategia combinada entre Estado y los privados. Asimismo, aseguró que la mirada al cine latinoamericano por parte de los productores e instituciones europeas ha cambiado en los últimos años, ya no se esperan tan solo historias de narcotráfico y pobreza, o migración, ahora se abren a otros temas y tratamientos. Qué mejor ejemplo que el proyecto de Baumeister seleccionado, junto con otros 10 más, de entre mil candidaturas.

Foto de Salvador Franco
Lo que sigue es mi muerte, de Laura Baumeister

Floating with spirits, de Juanita Onzaga

Una experiencia virtual del Día de los Muertos en Oaxaca en la Competencia Inmersiva del Festival de Cannes

6 Por Carlos Belmonte Grey

Festival de Cannes 2025

Segundo año que el Festival de Cannes organiza la Competencia del Cine Inmersivo. Este año agregó dos secciones: Fuera de Competición y un Focus en un país invitado, Luxemburgo. Es en esta sección que nos hemos encontrado con la película de la colombiana Juanita Onzaga, Floating with spirits, una historia sobre el Día de Muertos en la comunidad mazateca de la sierra de Oaxaca.

Onzaga, radicada en la Ciudad de México desde hace varios años, ha creado una obra híbrida tanto en su formato técnico como narrativo. Una primera parte en formato documental y una segunda onírica, todo utilizando la tecnología del video en 360° y la Realidad Virtual. Así, nos va llevando a preguntarnos en dónde termina la realidad y empieza lo no real, cómo se viven los difuntos, cómo nos hacen sentir nuevas experiencias las imágenes. Preguntas hechas a modo de afirmación.

La realizadora, de origen colombiano, comenzó este proyecto en el 2018, siempre interesada en los rituales mortuorios en varias partes de América Latina. Pero su proyecto ya no seguiría la ruta del cine tradicional, ya no consistía sólo en filmar con una

cámara, sino que se formó en nuevas tecnologías de la imagen para entrar en lo virtual e inmersivo que consideró, le ofrecerían otras posibilidades para descomponer las sensaciones y los cuerpos: “Me interesa el mundo de la percepción. La percepción de lo real,

de las historias con las que hemos crecido, nuestras memorias”, por eso tiene sentido utilizar la realidad virtual, nos comentó en los pasillos del tercer sótano del Hotel Carlton en donde se ha concentrado este año lo inmersivo de Cannes.

Floating with spirits fue seleccionada en el Festival de Venecia del 2023 y retomada para el Focus en Cannes porque tiene coproducciones belgas, holandesas y luxemburguesas, y esto nos llevó a hacer una segunda batería de preguntas sobre los problemas de distribución y venta. Y es que estas proyecciones sólo se pueden hacer con unas gafas especiales y son, por tanto, individuales. Situación que vuelve complicada la explotación comercial. Sin embargo, Onzaga es optimista y está contenta con los resultados de su proyecto y del devenir de esta nueva forma de ver cine. Porque sí se mueve, la industria la está impulsando y hay público.

La misteriosa mirada del Flamenco de Diego Céspedes

Una historia de travestis chilenos en Una cierta mirada del Festival de Cannes

6 Por Carlos Belmonte Grey

En 1972 John Waters dirigió Pink Flamingos, una película que se volvería de culto gracias al tratamiento dado a una historia de una travesti. Más de medio siglo más tarde, el chileno Diego Céspedes, presenta en el Festival de Cannes en la sección Una cierta mirada, La misteriosa mirada del Flamenco. El flamenco y el flamingo, los dos rosas, las dos de travestis, pero con la gran diferencia de sus temporalidades, una de 1970 y la otra situada a inicios de la década de 1980: el SIDA.

La misteriosa mirada del Flamenco se centra en una casa de travestis en medio de un pueblo de viejos y jubilados mineros chilenos. Esa casa de citas y de apestadas amenaza con contaminar a los pobladores de ese apartado pueblo. Los apestados se dicen estar apestados porque las miradas de aquéllas

los apestan. Basta con una mirada para quedar apestados. Claro, ninguno se atreverá a decir que, a escondidas, hace visitas amorosas en esa casa.

Céspedes cuenta esta historia a partir de fragmentos, algunos cómicos y algunos dramáticos, de la vida de estas travestis que viven contaminadas y sufrientes en ese desértico pueblo.

Ese grupo está al cuidado de una mamá que se hace llamar ella misma La Boa y es ella la que se ha encargado de poner sobrenombres de animales a todas sus protegidas. No podemos evitar pensar en el famoso libro de la socióloga Annick Prieur, La casa de la Mema centrada en el estudio de un grupo de travestis y su llegada a la prostitución y a las enfermedades. Interesante sería, también, ver otras historias de este tipo en América Latina.

Floating with spirits, de Juanita Onzaga
La misteriosa mirada del Flamenco de Diego Céspedes en el Festival de Cannes

Maravilloso estupor: Sound of falling, de Mascha Schilinski

[Competencia Oficial del Festival de Cannes 2025]

Sound of falling se ha convertido en una de las sorpresas de la competencia oficial por la Palma de Oro. La directora alemana Mascha Schilinski había realizado solo un filme anteriormente, Dark blue girl, presentado en la Berlinale en 2017, que no dejaba entrever la complejidad de su último trabajo. Sound of falling hace estallar desde el inicio la narración cinematográfica más convencional, ofreciendo una experiencia en la que lo sensorial se impone al sentido. El filme parte de una propuesta ambiciosa: retratar a cuatro generaciones de jóvenes muchachas, que viven en un rancho localizado en una zona rural de Alemania, desde principios del siglo XX hasta nuestros días. Para contar esta historia, arranca con una larga secuencia ubicada en un pasado que parece intemporal. Pero lejos de respetar un transcurso cronológico, el filme va realizando vaivenes entre las distintas épocas, sin identificarlas necesariamente, tejiendo una red de correspondencias que se va volviendo más densa a lo largo del metraje. Esta ida y vuelta

desvela progresivamente los vínculos entre los personajes femeninos, en lo que muy bien podría ser una relectura germánica y macabra del realismo mágico de García Márquez

Tiempo de espectros

La primera secuencia marca también la atmósfera del filme, arraigándola en el rigorismo religioso protestante, y en particular con su concepción de la muerte, tema central de la película. Alma, la pequeña de la familia, junto con sus hermanas, gasta una broma pesada a una de las criadas, haciéndola caer. Tras hacerse la muerta, se levanta persiguiendo a las niñas por toda la casa, con un largo movimiento de cámara que pasa de manera circular por todas las habitaciones. De repente, se hace el silencio, y Alma se da cuenta de que todos en la casa han desaparecido inexplicablemente. La siguiente secuencia, sin que sepamos si hay una continuidad o no, nos lleva a la celebración de la fiesta de los muertos. Los miembros de la familia se presentan ante las fotografías post mortem de los fallecidos, retratados como si estuvieran dur-

miendo. En una de esas fotografías aparece una niña que bien podría ser la propia Alma.

Esta secuencia instaura la delgada línea entre la vida y la muerte, entre lo real y lo sobrenatural, que recorre toda la película, y que obsesiona a las cuatro generaciones de jóvenes protagonistas, a través de visiones y juegos en los que escenifican su propia muerte, conectándolas más allá de las distintas épocas en las que viven. Relacionada con la concepción religiosa de la muerte al inicio de la película, ésta se amplía hacia una pulsión de muerte autodestructiva, cuando pasamos a épocas posteriores. La obsesión intemporal encuentra un contrapunto, e incluso una causa, en una emancipación sexual cuya represión se declina en diferentes variaciones históricas. Cada personaje femenino, a su manera, acaba siendo víctima de un deseo que se ve impedido, abusado o enajenado.

Sonido y materia

Pero más allá de la fragmentación de las coordenadas temporales, el filme avanza en base a la creación de sen-

saciones puramente cinematográficas. Destacan las texturas visuales, que magnifican el grano y la iluminación, el desenfoque, la influencia de la fotografía primitiva, pero también el trabajo sonoro, el atronador “sonido de la caída”. Una importancia dada a la sensorialidad que despunta en algunas conversaciones, cuando las muchachas hacen la lista de sus olores favoritos, o cuando Alma se extraña de que cuando ve el pomo de la puerta, es capaz de notar su sabor, aunque no lo haya probado nunca.

La película demuestra que la desorientación es sobre todo un ingrediente central del placer que uno puede sentir como espectador, como fuente de emociones y de sensaciones, y como desafío en la creación del sentido. El placer de estar perdido y aturdido. Y por eso mismo, quizá sólo se podría emitir un reproche. La película, a medida que avanza el metraje, quiere atar todos los cabos sueltos, cerrar las puertas que había echado al suelo, como si la realizadora quisiera domar su propia obra, creando sentido, pero difuminando el maravilloso estupor.

Festival de Cannes 2025

Sound of falling, de Mascha Schilinski, en la competencia oficial del Festival de Cannes 2025.

Entre los encuentros y conferencias magistrales organizadas por el Festival de Cannes hubo una que llamó especialmente la atención: La Lección de música por Alexandre Desplat y Guillermo del Toro. Desplat ha musicalizado proyectos de Del Toro desde hace ya más de siete años. Con La forma del agua, ganaron los Oscar a Mejor Dirección y Mejor Música en 2018; y en 2022 repitieron varias nominaciones por Pinocho, actualmente trabajan en la película Frankenstein.

[Más del Festival de Cannes 2025 en esta edición]

Foto de Salvador Franco.

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