LA JORNADA Jueves 2 de julio de 2020
SOCIEDAD
AGENDA JUDICIAL /
SECCIÓN QUINCENAL
EDITOR RICARDO GUZMÁN WOLFFER
Editorial
C
on la pandemia y la reclusión sugerida por algunas autoridades, se impuso un programa de restricción vehicular en la CDMX, incluidos los autos híbridos y eléctricos. Más allá de que ello hubiera ayudado a que menos personas transitaran por las vías públicas, quedó claro que no son los vehículos la fuente principal de contaminación en esta
ciudad: a pesar de la mínima cantidad de vehículos en circulación, los niveles de contaminación no disminuyeron; incluso, algunos días se consideró como mala la calidad del aire. En estos tiempos en que los juicios de amparo se han vuelto la mejor arma ciudadana, no sorprenderá que los propietarios de vehículos reclamen por esa vía las restricciones
de circulación y la obligación de verificar el vehículo, o bien, el derecho humano a un mejor medio ambiente. Los datos de la falta de correlación entre contaminación y vehículos en tránsito será un dato del dominio público, así como otras fuentes de polución cercanas a la ciudad, como lo son la refinería y la termoeléctrica situadas en la ciudad de Tula.
Acción pública, un instrumento del ciudadano para frenar construcciones ilegales IGNACIO MARTÍNEZ OCHOA
EL CIUDADANO DE la Ciudad de México cuenta con una herramienta jurídica llamada Acción Pública para inconformarse los ciudadanos y empresas, cuando sean afectados en su esfera jurídica, en la armonía urbana o ambiental, respecto de construcciones y cambios o alteraciones de uso de suelo, que violen las disposiciones de la Ley y Reglamento de Desarrollo Urbano, Reglamento de Construcciones, Programas ambientales y de desarrollo urbano de la Ciudad de México. ESTE INSTRUMENTO JURÍDICO inicia con una demanda ante el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de Mé-
xico, en el cual se señalarán los hechos, las violaciones que esté cometiendo la construcción, el cambio o alteración del uso de suelo respecto a la ley, precisando las autoridades infractoras, nombre y dirección de constructor o persona que viole el uso de suelo, además de las pruebas que ofrezca. LO IMPORTANTE DE la Acción Pública es que el Tribunal puede conceder la suspensión, lo que significa que se dejaría de construir o ejercer el uso de suelo que viole la ley o norma y, por ende, se suspenden las molestias o violaciones urbanas y ambientales cometidas. UNA VEZ DIRIMIDO el juicio, el Tribunal emitirá sentencia; sus efectos pueden ser: el de
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ordenar la imposición del estado de clausura, la demolición del inmueble parcial o total que estima ilegal y condenar la reparación del daño. SI DE LAS documentales se desprende que en la emisión del acto administrativo materia de la Acción Pública fue emitido mediante error, dolo, mala fe, por parte de las autoridades, el Tribunal dará vista al Órgano Interno de Control de la autoridad competente con el objeto de que se inicie el procedimiento de responsabilidades de servidores públicos. EL CIUDADANO AHORA tiene el poder de no permitir más construcciones ilegales, usos de suelos contrarios a la ley o norma, violaciones o alteraciones
de uso de suelo. Los ciudadanos tenemos un compromiso de cuidar y velar por nuestra ciudad, generar una nueva cultura de legalidad, demandando Acciones Públicas como un instrumento legal en pro del medio ambiente y el urbanismo. *** “LA CLASE obrera no va al paraíso” de Ricardo Romero Laullón y Arantxa Tirado Sánchez, Edit. Akal, es un estudio sobre ese conglomerado tan amplio como difícil de clasificar llamado “clase obrera”. MIENTRAS LA REFORMA laboral se trabaja a marchas forzadas en varias judicaturas estatales y la federal, incluso con la convocatoria de jueces laborales orales en el Estado de México y
Sugerencias y colaboraciones: agendajudicial@jornada.com.mx. https://agendajudicialricardoguzmanwolffer.blogspot.com/
la Judicatura Federal, parecemos olvidar que esa otrora organizada (CTM) clase obrera se ha vuelto muy complicada de identificar. Ni la vestimenta, ni la ideología, ni los títulos académicos definen ya a esos trabajadores, menos ahora en tiempo de pandemia, donde muchos repartidores de comida tienen más posibilidades laborales que estudiantes de posgrado. Ni siquiera la propia identidad como obrero puede definir esa realidad. EN UN TIEMPO donde los sindicatos se reconstruyen, parece haber más sindicalistas que obreros. Un libro magnífico para comprender la diversidad conceptual sobre los trabajadores, donde la ley da el mismo tratamiento laboral a gerentes que a obreros.