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frontera sin internet
En 96 barrios de la frontera no hay servicio internet fijo
Economía indica que el Gobierno ejecuta proyectos para aumentar cobertura
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Isaac Ortega
SANTO DOMINGO. Alrededor de 96 barrios en la zona fronteriza no tienen internet fijo, son aproximadamente 22,625 las personas que carecen de este servicio, la mayoría en los municipios de Neiba, Hondo Valle y Jimaní.
Datos que presenta el Ministerio de Economía indican que la penetración del internet fijo es sustancialmente inferior al móvil. En términos generales, ocho de cada 10 parajes de la zona fronteriza carecen de internet fijo y nueve de cada 10 se encuentran en zonas rurales.
En el informe mensual Monitor de la Frontera, correspondiente al presente mayo, el ministerio señala que, al analizar la cobertura de internet de una de las principales compañías oferentes en la zona fronteriza, ninguna de las provincias llega al 90 % de cobertura 4G. En particular, Elías piña y Pedernales no alcanzan el 50 % de cobertura 4G.
Al 2021, eran 69 parajes los que no contaban con internet 4G LTE, principalmente en Bahoruco, Elías piña, Independencia y Pedernales. Además, se estimó que, de estos, aproximadamente 32 barrios tampoco tenían cobertura 3G.
El Ministerio de Economía observa que estas limitaciones en la infraestructura, tenencia de dispositivos, acceso y destrezas informáticas tienen repercusiones de largo plazo para la población del territorio fronterizo.
“En términos de la acumulación de conocimiento, estas carencias dificultan al aumento del stock de población cualificada, un recurso importante para la atracción de inversiones en la zona fronteriza”, indica.
DANIA ACEVEDO
Playa del pueblo de Pedernales.
Global y Variable
Gustavo Volmar
Repercusiones fiscales
El incremento paulatino en las tasas de interés que se contempla aplicar en la economía estadounidense, demostrado por el último aumento de medio punto porcentual dispuesto por la FED -el banco central de los EE.UU.- repercutirá sobre el mercado financiero internacional, encarecerá las colocaciones, sustituciones y renovaciones de los instrumentos de deuda de países como el nuestro. Salvo que ocurran eventos catastróficos, imprevistos actualmente, el endeudamiento externo continuará siendo factible, pero habrá que pagar más para poder acceder a los recursos disponibles.
Esa consecuencia de las políticas monetarias más restrictivas, las cuales están siendo puestas en marcha tanto en países desarrollados como subdesarrollados, pone de relieve la conexión que existe entre las medidas monetarias y las políticas seguidas en el ámbito fiscal. La menor flexibilidad para acudir a los mercados de deuda, tanto locales como extranjeros, sugiere la conveniencia de adoptar medidas fiscales más conservadoras, especialmente por la vía de los gastos públicos a fin de no agregar presiones recesivas adicionales sobre el crecimiento económico, dado el efecto recesivo de las propias medidas monetarias restrictivas.
Eventualmente, el descenso en la inflación que se espera lograr reducirá la necesidad de continuar elevando las tasas de interés. Pero el momento preciso en que ello tendrá lugar es aún indeterminado, debido a la diversidad de factores estructurales que están incidiendo en el comportamiento de los precios. De ahí que el mantenimiento de los subsidios temporales, utilizados como un medio de moderar las alzas en los precios de los bienes de primera necesidad, enfrenta retos en términos de la capacidad de los gobiernos para sustentarlos sin que eso provoque aumentos en los déficits fiscales. El resultado puede ser una confrontación entre objetivos de política económica, que obligue a escoger entre metas que pasan a ser alternativas.
gvolmar@diariolibre.com
