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EDITORIAL
Fotografía: Shutterstock.com
LA GUERRA DE ARANCELES DE TRUMP
¿Y ENTONCES PARA QUÉ TANTO DESMADRE?
NADIE QUIEE DOBLAR SUS RODILLAS
El mundo se ha sacudido en estos tres meses de gobierno del presidente Donald Trump. En inmigración, en relaciones exteriores, pero sobre todo, en la economía. Su declaración de guerra comercial al mundo (salvo contadas excepciones) con la imposición de aranceles, muchas veces de niveles escandalosos, ha golpeado fuerte. Muy fuerte, y hoy tal vez los ganadores sean otros y no el presidente de los Estados Unidos. Trump siempre ha hecho alarde de sus “magníficas” condiciones de negociador y también, con sus actuaciones, ha demostrado ser un “bully” acostumbrado a hacer lo que le plazca presionando primero y luego sometiendo a sus contrincantes.
Con bombos y platillos anunció su plan de aranceles para casi todos los países del mundo (hasta a una diminuta isla donde solo viven pingüinos le impuso aranceles) confiado en que todos iban a doblar sus rodillas y aceptar sus condiciones.

¡Pero no fue así! Dijo que estaba abierto a negociaciones y hoy tan solo con el Reino Unido puede mostrar un acuerdo sólido. Un acuerdo equilibrado sin un ganador absoluto. Con su máximo rival, China, que le plantó cara y no se ha dejado intimidar, anunció en días pasados una pausa temporal de 90 días y la disminución significativa de los aranceles PERO de las dos partes (Trump bajo de 145 a 30% y los chinos de 125 a 10%) y con más negociaciones.
A la luz de las cifras, estamos casi donde empezamos, y puede que los chinos tomen mas ventaja porque ellos si tenían un plan B y opciones para diversificar sus exportaciones.
¿Para qué entonces destruir los ahorros de millones de personas? ¿Para qué hundir las bolsas? ¿Para qué dinamitar la confianza de los socios y aliados? Todo ha sido pérdidas y más pérdidas.
Aunque no diga nada, la verdad es que la sombra de una recesión le movió el piso al presidente. No podía darse el lujo de seguir amenazando y crear más caos. Que pusiera a todo el país en su contra y le propinaran un nocaut en las elecciones de medio término.
Ya quedó demostrado que nadie va a doblar sus piernas ante sus caprichos. Cada uno va a defender lo suyo. Estados Unidos depende en un alto porcentaje de lo que se produce en otros países. ¿Entonces para qué armar este desmadre?













