5 minute read

PUNTO DE VISTA

Fotografía: ErreRoberto / Shutterstock.com

¡TENEMOS PAPA!

LEÓN XIV, ESTADOUNIDENSE Y PERUANO

Por FRANCISCO JAUREGUI

El jueves ocho de mayo del presente año, mes dedicado a la Virgen María, será otra fecha grandiosa para la historia de la Iglesia que Cristo fundó. Se eligió, en la cuarta votación del cónclave, al cardenal Robert Francis Prevost como papa León XIV, de 69 años, de nacionalidad estadounidense y peruana. El número 266 de la sucesión de San Pedro y pastor principal de más de mil 400 millones de cristianos católicos en el mundo. Elección que no hace sino ratificar la obra del Espíritu Santo que iluminó a los 233 cardenales reunidos para encontrar un consenso y hacer la voluntad de Dios. Demostrando que los pronósticos, las encuestas y opiniones que algunos medios de comunicación difundieron, no tienen relación alguna en esta decisión.

Fotografía: ErreRoberto / Shutterstock.com

El papa León XIV, nació en Chicago el 14 de septiembre de 1955, de padres inmigrantes, madre española y padre francés. Luego de sus estudios como seminarista y ser consagrado como sacerdote de la orden de San Agustín en su ciudad natal, en 1985 viajó al Perú para realizar su misión pastoral que duró cerca de 40 años, con algunas ausencias por otros compromisos de su orden. Labor que quisiera resumir en esta oportunidad para conocer su capacidad pastoral y humana.

Su labor pastoral la realizó principalmente en el norte del Perú. Inicialmente, en la ciudad de Chulucanas (Piura] como misionero al servicio de las comunidades más pobres, de quienes se ganó el cariño y respeto. Posteriormente dirigió el seminario Agustiniano de Trujillo (La Libertad) donde ejerció la docencia de derecho canónico. Luego, en la ciudad de Chiclayo (Lambayeque), ejerció diversas misiones como párroco y formador o docente. En 2015 fue designado por el papa Francisco como Obispo de la Diócesis de Chiclayo por su identificación con las necesidades y la cultura locales, motivo por el cual se nacionalizó como peruano.

En el 2020 fue también administrador apostólico de la diócesis de El Callao, donde le tocó enfrentar la pandemia y alimentar espiritualmente a los fieles a no perder la fé y fortalecer la esperanza para superar los momentos difíciles que atravesaban. Y entre 2018 y 2023, ocupó el cargo de segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP). Donde tuvo una activa participación en decisiones importantes para la Iglesia Católica peruana, como en iniciativas pastorales y la defensa de los derechos humanos, que aún es uno de los problemas sociales más latentes que los gobiernos de turno no han logrado solucionar. Posteriormente, en el 2023 fue ordenado Cardenal por el papa Francisco y asumió el cargo de Prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina con sede en el Vaticano, convirtiéndose en uno de los más cercanos colaboradores del papa Francisco.

Marianella Krebs, peruana residente en Phoenix, Arizona. \
Cortesía Marianella Krebs

Cuando recibí la noticia de su nombramiento, inicialmente sentí una alegría, luego de los días de pena y esperanza ante la pérdida de su predecesor el papa Francisco. Sin embargo, cuando se realizó la presentación ante más de 150 mil personas que coparon rápidamente la plaza de San Pedro en el Vaticano, escuchar parte de su primer mensaje en español agradeciendo al pueblo de su Diócesis de Chiclayo, como “un pueblo fiel que ha acompañado a su obispo, compartido su fé y ha dado tanto para seguir siendo iglesia fiel de Jesucristo", sentí una gran emoción como peruano. Emoción que se engrandeció cuando los medios de comunicación mencionaron que el papa tiene doble nacionalidad, natural estadounidense y ciudadano peruano o “peruano de corazón”.

Estas emociones y saber que el nombre del Perú resonaba por todos los puntos cardinales, fueron también compartidas por mis compatriotas residentes en el Perú y en el exterior, tal como ocurrió en los cerca de 20 mil peruanos que residimos en Arizona. Marianella Kreb, connacional que reside en la ciudad de Phoenix, manifestó: “al enterarme de

la noticia inmediatamente lo compartí, llorando de emoción con mis compatriotas”. Señalando que el nuevo papa seguirá abogando por los inmigrantes, “porque él ha vivido en el Perú y sabe cómo es vivir fuera del país y también sabe cómo son las leyes migratorias en este país”.

Considero que esta elección, le dará continuidad a la Iglesia fundada por Cristo. Dios eligió a su mejor pastor, para continuar su misión, desde San Pedro hasta su predecesor el papa Francisco. Misión que no es fácil, pero por su capacidad confío que podrá superar. Corresponde a quienes somos miembros de la iglesia, fieles, laicos, presbíteros, en sus diversas jerarquías y religiosas, mantener la unidad y obediencia. Siguiendo el camino de Jesús que nuestro pastor León XIV sabrá conducir.

This article is from: