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Escucha activa: la herramienta invisible que impulsa la retención de talentos

El consultor y especialista en dirección estratégica

Roberto Emilio Etcheverry comparte su visión sobre la escucha activa como eje de la retención de talento en emprendimientos y pymes. A través de un enfoque realista, profundo y culturalmente informado, invita a los emprendedores a desarrollar su capacidad de escucha como herramienta de liderazgo.

En el artículo de la página anteriorl de esta edición de VIRTUANEX MAGAZINE analizamos cómo la escucha activa puede convertirse en una de las estrategias más efectivas —y menos costosas— para retener talento. Para profundizar, conversamos con Roberto Emilio Etcheverry, asesor de dirección, docente y consultor con más de tres décadas de experiencia en liderazgo organizacional, investigación de mercados y planificación estratégica.

“LA BUENA ESCUCHA SE COMPRUEBA EN LO QUE SE HACE DESPUÉS”

Etcheverry parte de una premisa clara: “los buenos líderes practican activamente la escucha activa”. Sin embargo, reconoce que en el día a día muchos pierden esa práctica, no por desinterés, sino por la presión de las múltiples urgencias. “A veces el líder está atrapado en su propio diálogo interno, lo que hace que escuche en segundo plano, perdiendo calidad y profundidad”, explica.

Este desvío atencional, según Etcheverry, puede verse amplificado por filtros perceptuales que sesgan la escucha, como prejuicios o relaciones de poder no resueltas. “Se escucha ‘como de quien viene’, y eso limita el verdadero entendimiento del mensaje del interlocutor”, señala.

Para él, el estilo de liderazgo marca una diferencia: los líderes democráticos suelen tener mejores habilidades de escucha, mientras que los autocráticos o laissez-faire tienden a escuchar menos. Pero no hay recetas mágicas: “Cada organización es un mundo y cada vínculo humano es único”, advierte.

Escuchar Tambi N Es Motivar

Consultado sobre cómo la escucha impacta en la retención, Etcheverry es contundente: “El diálogo sincero mejora la retención del talento humano”. Explica que las personas, naturalmente, desean colaborar, formar parte y trascender dentro de una organización. La escucha activa, cuando es genuina, “activa la energía emocional” que se transforma en motivación.

Esto significa que más allá del salario o las oportunidades de carrera, lo que verdaderamente afianza a alguien en un equipo es sentirse escuchado, valorado y emocionalmente integrado.

INVESTIGACIÓN DE MERCADOS... HACIA ADENTRO

Etcheverry, que ha dirigido numerosos estudios de mercado en empresas de servicios, consumo y agronegocios, propone aplicar ese mismo enfoque investigativo al interior de la organización: “Los colaboradores tienen percepciones, juicios de valor y análisis sobre todo lo que pasa. Y eso puede medirse”.

Eso sí, advierte sobre la necesidad de garantizar la confidencialidad: “No se puede hacer una compulsa ingenua. Las opiniones no pueden escindirse de la estructura de poder, y si no se resguarda la identidad, nadie va a hablar con libertad”.

Mandos Medios Como Operadores Culturales

Un punto fuerte en su análisis es el rol de los mandos medios y las jefaturas, a quienes define como

“operadores significativos en la administración de la red cultural” de una organización. Para Etcheverry, las empresas son sistemas culturales compuestos por valores, héroes, ritos y formas de comunicación. Y son precisamente los mandos intermedios quienes tienen el mayor potencial para traducir y transmitir esa cultura organizacional. Por eso, en lugar de pensar la cultura como un valor abstracto, propone abordarla desde lo cotidiano: en las formas de liderar, corregir, comunicar, premiar y, especialmente, escuchar.

Consejos Pr Cticos Para Emprendedores

A quienes están comenzando a formar sus primeros equipos, el especialista les recomienda enfáticamente invertir en buenas prácticas desde el inicio:

• Procesos de selección serios, que no se basen solo en CV o recomendaciones informales.

• Inducción laboral clara, que explique la misión y los valores del emprendimiento.

• Liderazgo basado en el respeto y la equidad, que valore tanto al capital humano como al cliente final.

Y si se quiere instalar una cultura de escucha, pero no se cuenta con un área de Recursos Humanos, sugiere una fórmula simple pero potente: “Reforzar emocionalmente los logros y corregir con discreción. Evitar dañar la autoestima del colaborador es fundamental”.

Las Empresas Exitosas Escuchan

Finalmente, le pedimos que comparta un caso concreto donde la escucha activa haya transformado una situación. Su respuesta no deja lugar a dudas: “Sin error alguno, este es el caso de cualquier empresa exitosa. Todas poseen fuertes nodos de escucha activa”.

Más que un ejemplo puntual, Etcheverry plantea que la capacidad de escuchar es una constante en las organizaciones que logran sostenerse, adaptarse y crecer. No es un lujo ni una moda, sino una condición estructural del buen hacer empresarial.

Escuchar no es simplemente oír. Es abrirse al otro, sin filtros ni prejuicios. Es dejarse afectar por lo que el otro tiene para decir. Para los emprendedores, es una herramienta poderosa para construir equipos sólidos, detectar oportunidades y, sobre todo, formar una cultura organizacional que atrae y retiene talento. Como bien señala Roberto Etcheverry: “La buena calidad de la escucha se verifica en las conductas posteriores. No en lo que se dice, sino en lo que se hace con lo que se escucha”.

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