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SONIA ESPER
by VIRTUANEX
Entrevista de Nataly Pastoriza
Desde sus inicios junto a Simone hasta producciones con los Rolling Stones, ha vivido intensamente el mundo del espectáculo. Con más de tres décadas en la industria, nos abre las puertas a sus recuerdos, desafíos y pasiones que hoy la mantienen vigente en el teatro y la música brasileña.
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Productora cultural, gestora de talentos, pionera en el detrás de escena y protagonista silenciosa de momentos inolvidables del espectáculo brasileño e internacional. Sonia Esper no solo ha trabajado con grandes nombres como Ray Charles o Ozzy Osbourne, sino que continúa desafiando el tiempo con proyectos como la obra Sete Gatinhos y los shows de Farofa Carioca. En esta entrevista, repasa sus inicios, sus anécdotas más intensas y cómo las redes sociales y la pasión siguen siendo claves en su vida profesional.
Primero, la pregunta obligatoria: Sonia Esper, ¿cuándo nació ese amor por las producciones, la música y la representación de talentos tan famosos?
Cuando regresé de Londres fui a una productora de cantantes. En esa época ayudé a la cantante Simone. Empecé a encantarme con todo ese mundo de la música. Tenía 22 años.

¿Cuál es la diferencia entre la producción cultural de los años 90 y 2000 y la producción actual?
Las producciones de hoy son más modernas y de fácil adaptación. En 1990 eran más lentas, en 2000 empezaron a modernizarse y ahora están mucho más avanzadas y audaces.
Actualmente eres productora de la obra “Sete Gatinhos” de Nelson Rodrigues. ¿Cómo fue hecha la selección del elenco? ¿Hay planes para llevar el es - pectáculo a Paraguay?
Y también sobre la banda Farofa Carioca: ¿dónde están sucediendo las presentaciones?
El teatro Oficina, diseñado por Lina Bo Bardi, es un teatro con mucha historia de su patrono Zé Celso, fallecido hace dos años, pero dejó muy buenos directores y actores. Los actores son del grupo Oficina. Si nos invitan a presentarnos en Paraguay, iremos con mucho gusto.
En cuanto a Farofa Carioca, grupo que impulsó a Seu Jorge, estamos a todo vapor. Estamos haciendo shows en la sierra de Río de Janeiro: Juiz de Fora, Petrópolis, Teresópolis y Friburgo.
¿Qué historias o momentos memorables guardas de todos estos años produciendo shows, conciertos, teatro y eventos?
Momentos que me marcaron: trabajar en la gira de los Rolling Stones “Voodoo Lounge” aquí en São Paulo, haber sido intérprete de Ray Charles, Ozzy Osbourne, y haber realizado el show de Zezé di Camargo y Luciano en Paraguay.
¿Recuerdas tu primera experiencia como productora? ¿Cómo fue? ¿Y cómo te sentiste al ver el resultado en vivo?
Mi primera experiencia como productora fue acompañar a la cantante Simone a un programa de televisión aquí en São Paulo. Me sentí súper emocionada al ver esa multitud aclamando su nombre. ¡Tuvimos que salir escoltadas por seguridad!
¿Cuál es el papel de las redes sociales hoy en tu trabajo como productora?
Las redes sociales son muy importantes para la divulgación del proyecto. Podemos conectarnos con otros productores e intercambiar experiencias. Es fundamental.
¿Cómo es el día a día de Sonia Esper?
Mi día es bastante variado. Trabajo desde casa. Los martes y miércoles trabajo en el teatro, y los fines de semana viajo con Farofa Carioca para hacer shows. Llevo una vida normal. Cocino, voy al cine, al teatro con amigos, viajo.
¿Cuál fue el momento más desafiante de tu carrera y cómo superaste esa situación?
Cuando fui productora de un grupo llamado “Sempre Livre” en Río de Janeiro, el show iba a empezar en media hora y la baterista vino a decirme que había olvidado el pedal de la batería. Salí corriendo a un lugar donde iba a suceder otro show y conseguí un pedal prestado. Volví al teatro y todo salió bien. Pero fue bastante angustiante.
¿Existe algún concierto u obra que todavía te emocione hoy? ¿Puedes compartir detalles, datos o algún recuerdo especial?
El show de Pink Floyd en Londres fue el momento más emocionante. The Dark Side of the Moon en 1973. Producción perfecta. También recuerdo la inauguración de la revista Quem que organicé dentro del Parque Ibirapuera. Monté una carpa de 1.000 metros totalmente decorada con varios colores y modelos de mobiliario. Un helicóptero sobrevolaba la carpa que tenía un techo transparente. Con la frase: “¿Quién eres tú?”








