Emoto Mashimesa / Akaneko
Volumen 03
CAPÍTULO 17
% EN LA ALDEA DE LAS HADAS ~HAROLD VON WATTIN~ -PARTE 1-
Recibí una carta de Ritzhard-kun donde me invitaba a visitar su aldea un año después de que se marcharan. Creí que me invitaría cuando las auroras fueran frecuentes, pero me escribió que sería difícil en invierno, pues el puerto cercano a la aldea se congelaba y se volvía inaccesible, por lo que uno tenía que viajar en trineo durante cinco horas. En cambio, sugirió que lo visitara en verano. Tenía razón, cuando uno envejece, el frío se volvía más mordaz. Por consiguiente, seguí la recomendación de Ritzhard-kun y opté por visitarlos en la relativamente cálida temporada de verano. Le pregunté a mi esposa si me acompañaría, pero dijo que no iría bajo la justificación de que no se podían ausentar el Lord y la Lady del territorio. Cuando discutí eso con Lüneburg-san, el abuelo de Ritzhard-kun, comentó: «En ese caso, ¿por qué no vamos juntos?». Contraté a más personas para que se encargaran del rancho y adelanté trabajo, luego partimos para el viaje. Nos tomó cerca de dos días llegar a la aldea foránea. Durante ese periodo, bebí junto a Lüneburg-san y pasamos tiempo de calidad. Luego de viajar de esta forma, creo que fue la decisión correcta no haber traído a mi esposa, ya entrada en años, conmigo. Relajarme, beber, dormir. Experimentar una vida muy diferente a la de un noble fue bastante agradable. Había estado trabajando todos los días, así que fue un buen cambio que me relajara de vez en cuando. Cuando arribamos al puerto, fuimos recibidos por Ritzhard-kun. —Ha pasado un tiempo; suegro, abuelo. —Así es, ha pasado un tiempo.
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