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Capítulo 08: ¡El nuevo menú atractivo!............................................................................Pp

CAPÍTULO 08 %

¡EL NUEVO MENÚ ATRACTIVO!

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Luego de regresar de cazar, puedo encargarme de la gloriosa tarea de cantar canciones de cuna para Arno. Al parecer estaba en medio de una siesta, pues los ojos de mi hijo brillaban mucho. Lo acosté en la cuna y la mecí, poco después Arno cerró parcialmente los ojos con regocijo. Mientras hacía movimientos rítmicos, me sentí somnoliento, esto no es bueno, pensé y me di un golpecito en la mejilla para despertarme.

Mientras mecía la cuna de Arno, recordé que la fecha de apertura de la taberna estaba cerca.

El lugar estaba terminado, mamá y Sieg se encargarían de la decoración interior, el cual tendría como base colores cálidos. Apropiados para “El Águila Carmesí”. Asimismo, ordené licores y los almacené en el sótano, de igual forma tallé diligentemente la madera para crear mesas y sillas. También ya tenía muchos ingredientes.

En ese caso, lo que hace falta es… «El menú está lleno de cosas para ancianos~»

Seguía dando vueltas por mi cabeza lo que mamá dijo hace unos cuantos días. Estaba orgulloso de mis platillos, ¿qué parte de ellos daban la impresión de ser para ancianos…? Reflexioné mientras mecía la cuna de Arno. +Sopa de patata con dumplings rellenos de carne de ternera (limitado a cinco porciones por día).

+Carne de ternera con patatas.

+Estofado de pescado con salsa de tomate.

+Ostras fritas con champiñones.

+La sopa del día.

¿Un sabor fuerte en conjunto? ¿Saben bien con licor? ¿Todos son de un tono marrón? U~m. Ni idea.

—Arno, Arno, ¿a ti qué te gustaría~?

Por supuesto, Arno preferiría la leche de mami. Todavía no puede comer cosas sólidas.

—La leche… es deliciosa…

Tras murmurar eso, me di cuenta de lo que acababa de decir. Menos mal que no había nadie más cerca. ¡Bueno, la leche es preciada! ¡Por eso lo dije!

… Um. Esto no está funcionando. Solo puedo pensar en cosas innecesarias.

No se me ocurría ninguna idea buena, así que decidí levantarme el ánimo mientras patrullaba la aldea, que era lomismo a dar un paseo.

Tomé la tela para salir de paseo, levanté a Arno y lo envolví en pieles para que no tuviera frío. Luego, coloqué la tela a su alrededor, me agaché un poco y lo abracé con gentileza. Después de hacer eso, pasé la tela sobre mi cuelloy bajo mi axila.

Le avisé a mamá, que estaba cocinando con Ruruporon en la cocina, y luego salimos a dar un paseo.

Hasta hace poco, los árboles de la aldea y del bosque tenían su follaje de otoño; sin embargo, en el piso había una delgada capa de nieve, convirtiéndolo en un escenario de invierno por completo.

Los niños corrían por todas partes con energía, mientras que las señoras trabajaban con diligencia. Como era antes de las noches polares, muchos hombres se encontraban cazando en los bosques. Cuando tengo a Arno, todos sin importar su género o edad vienen a verlo. Como dicen que es lindo, mis mejillas se aflojan formando una sonrisa.

Entretanto, vislumbré la silueta de un chico conocido, así que me dirigí a él desde atrás.

—¡Luca~! Él se sobresaltó y dio media vuelta con una expresión espinosa.

—¡No me llames de repente, me sorprendiste!

—Perdón~.

Por lo visto, Luca estaba regresando a casa después de hacer las compras, ya que tenía muchas cosas en sus manos.

—Te hablé en un mal momento, ¿no están pesadas?

—Esta cantidad no.

—Sorprendente.

Mientras charlaba con Luca, terminé pensando en Aina, pues ambos eran testarudos. ¿Aina estará bien? Ah, también Emmerich. He mantenido contacto con ambos por medio de cartas y parece que ambos se la están pasando bien. Por lo visto, no tienen problemas, así que es un alivio. Últimamente su abuelo actúa más dócil. Un poco más y la situación podría mejorar. Cuando eso suceda, estoy pensando en invitarlos a la aldea.

Le pregunté a Luca cómo le iba en estos días.

—¿A qué te refieres con cómo?

—No, quiero decir sobre Miruporon.

—¡N-no pasa nada!

Los chicos adolescentes por lo general no son honestos sobre las mujeres. A medida que las personas envejecen, su curiosidad crece. Reflexioné que debería ser más precavido.

Aun así, había un saco lleno de patatas, cuatro cabezas de repollo y tres bolsas de piel con botellas. Lo más probable es que se trataba de un encargo para su mamá, pero es bastante frío de su parte hacer que Luca cargue con todo.

—Ah, perdón por retrasarte cuando traes tantas cosas pesadas.

—No, no estoy ocupado y tampoco pesa.

—Luca es amable.

—Soy normal.

—Claro.

Luca estaba mirando a Arno, así que le mostré mi hijo a él.

—¿No crees que mi hijo es megalindo?

—Se parece a tu esposa.

Me dijo que crecería en un hombre apuesto. Desde luego, estoy seguro de que en el futuro Arno será popular con las mujeres igual que Sieg.

—Ahora que lo pienso, oí el rumor de que abrirás una tienda.

—¡Ah, cierto!

Aproveché la oportunidad y comencé a promocionar “El Águila Carmesí”. Aunque será una taberna, no se venderá licor del mediodía hasta la tarde. También tenía jugos y bocadillos, así que le dije que podía venir cuando quisiera.

—¿Qué servirás?

—Ah, e~h.

Cuando mencioné el menú, me miró con sospechaya que ciertos ingredientes, como la ternera, eran desconocidos para él.

En ese momento, se me ocurrió una buena idea. Debería preguntarles a los jóvenes qué les gustaría comer.

—Oye, Luca, ¿hay algo que te gustaría comer?

—… Carne… Qué simple. Carne.

Carne, eh. En medio de las noches polares nuestra dieta consiste en las comidas preservadas, así que era bastante difícil. Como no podíamos salir a cazar, en realidad solo podíamos usar carne ahumada para cocinar. Bueno, podríamos conservar la carne si lamanteníamos congelada con hielo.

Cuando le pregunté específicamente qué preferiría, respondió que albóndigas. Sentí que sería meticuloso comentarle que no habría brochetas o guisos.

—Si hablamos de albóndigas, es fácil aumentar el volumen.

—¿El volumen?

—Migas de pan u otros ingredientes para rellenar se pueden agregar para aumentar la cantidad.

—Entonces, ¿no está hecha completamente de carne?

—Así es.

—No sabía eso… Luca parecía un poco sorprendido.

¿Quizá no debí haber dicho eso?

Aun así, si hay mucho relleno, no se podrán formar en bolitas. Cuando mencioné eso, él lo aceptó.

—¡Ven a visitarnos cuando la taberna abra!

—Lo haré si me dan ganas…

Ven con Miruporon, logré contenerme y tragué esas palabras justo antes de que salieran de mi garganta. Pensé que sería agradable si su relación se profundizaba.

Durante mi paseo, visité la tienda de regalos para comprar carne y hacer albóndigas. Cuando pregunté qué tipo de carne era mejor para prepararlas, ella me recomendó la de puerco.

Me sorprendí luegode oír el precio. Era inesperadamente barata. En una aldea donde se cazaba para conseguir carne, la demanda para la carne de ganado era baja. Por lo tanto, los mercantes no la vendían mucho. Incluso si lo hacían, el precio era bastante alto.

En la tiendade regalos vendían carne para las personas que no podían salir a cazar debido a lesiones o enfermedades. Por lo visto, el día de hoy el puerco tenía una oferta especial. —Últimamente hay una moda entre las señoras de preparar jamón, así que he estado comprando mucha carne de puerco.

—¡Oh!

¡Jamón casero!

Sieg mencionó sobre el jamón que comió cuando regresó a casa y eso creó un pequeño auge. Cuando la dueña de la tienda, que conocía la receta, vendió la carne de puerco con el método de preparación, se terminaron rápidamente.

Jamón de puerco. Luego de mucho tiempo se me antojó. Aprendí cómo hacerlo de mi suegro, así que decidí comprar mucho para preparar un poco también.

La dueña de la tienda dijo que Arno era lindo, así que recibí una gran bonificación.

❄❄❄

Tras regresar a casa, me dispuse a preparar las albóndigas. Cuando mamá escuchó eso, hizo una sugerencia.

—En ese caso, hagamos pasta con albóndigas.

—Pasta con albóndigas, eeeh, suena interesante.

Al parecer las personas en la ciudad lo comían a menudo. Opino que será delicioso.

Primero, picamos muy bien la carne de puerco. Para mejorar la textura, mezclamos carne molida gruesa y carne molida fina juntas. En el recipiente que contenía la carne molida, añadimos especias y migas de pan. También quería agregar huevos, pero estos no se podían conseguir durante las noches polares, en cambio coloqué patatas cocidas.

Amasé la mezcla con las manos, hasta que se volvió pegajosa, luego les di forma y las puse a freír en aceite.

Luego, herví las albóndigas terminadas junto con la salsa de tomate que mamá hizo. Una vez acabamos con eso, las esparcí sobre la pasta cocida con hojas de albahaca secas y teníamos lista la pasta.

Pensé que la pasta y las albóndigas dispersas tenían una apariencia atractiva; perfecta para los niños.

Llamé a Sieg para que se nos uniera a cenar.

Lo primero sería el platillo principal: pasta con albóndigas.

Llevé una albóndiga a mi boca usando un tenedor. Cuando la mastiqué, los jugos de la carne fluyeron. Ya que la carne era una combinación de pedazos grandes y finos, tenía una buena textura. Las especias también estaban en su punto y la salsa de tomate se mezclaba a la perfección. Era deliciosa.

—También sabe bien si espolvoreas queso en polvo arriba, ¿sabes, Ritz-chan?

¡Vaya! Tal y como mamá sugirió, espolvoreé queso sobre la pasta.

—¡Oh, delicioso!

El sabor agrio del tomate disminuyó, profundizando el sabor. A pesar de que solo agregué queso, el cambio fue asombroso.

Creo que a los jóvenes les encantará la pasta con albóndigas.

La receta también era sencilla, así que decidí añadirla al menú de la taberna.

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