Entrevista
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“Si se autoexcluye el correí smo es su responsabilidad” “Todos deben sentarse en la mesa de los acuerdos, al menos, deben ser convocados. Solo así el país llegará a compromisos y pactos concretos. Porque intentos para lograrlo los hemos vivido desde hace más de 20 años”. Grace Jaramillo, internacionalista, Por María Belén Arroyo • marroyo@uio.vistazo.com
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o es el primer intento. Desde hace un par de décadas, en el país se buscan consensos. Hasta ahora con resultados parciales. El Gobierno de Lenín Moreno convocó a inicios de mayo al Acuerdo Nacional Ecuador 2030, para establecer compromisos. En este proceso habrá siete mesas temáticas con actores representativos: educación, seguridad social; competitividad, empleo; democracia y reforma institucional; sostenibilidad y cambio climático; seguridad ciudadana; y, no violencia y prevención de adicciones. Participarán Gobierno, comunidad, gremios-empresarios, sociedad civil, organismos internacionales y medios de comunicación. Un grupo promotor liderará cada mesa y una comisión de redacción se encargará de la relatoría de los acuerdos. ¿Llegará este acuerdo a buen puerto? La académica Grace Jaramillo, investigadora 6
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y docente en Queens University (Vancouver, Columbia Británica) advierte que al menos dos factores se requieren para lograrlo: convocar a todos los actores a la discusión y definir pactos y compromisos de largo alcance. Ella conoce de negociación y resolución de conflictos. Integró la mesa de expertos que convocó la fundación Carter para zanjar diferencias entre los gobiernos de Ecuador (Rafael Correa) y Colombia (Álvaro Uribe), luego del desencuentro que provocó la crisis de Angostura, en 2008. El gobierno actual puso en marcha un acuerdo nacional, ¿tiene esto alguna similitud con una negociación internacional? Las negociaciones internacionales tienen otra dimensión que las negociaciones nacionales, cuando un país camina GRACE JARAMILLO. Es PhD en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Profesora invitada de la Universidad British Columbia, Flacso.
hacia un acuerdo nacional llega a consensos, establece una legitimidad de los actores que participan. Al hablar de ellos no son solo activistas y sociedad civil, sino partidos políticos y movimientos políticos que tengan incidencia en la arena nacional. Al revisar la historia, por lo menos desde fines de los años 90 empezó un proceso de búsqueda de acuerdos, un intento serio fue el de Cusín, porque se reunieron en un lugar con ese nombre, en Imbabura. Ecuador ha tenido una cierta trayectoria en la búsqueda de acuerdos. En política exterior recordemos que, en parte, la firma de la paz con el Perú tuvo algo que ver con un acuerdo en el que participaron partidos tan disímiles, inclusive uno populista como el de Abdalá Bucaram. Se alinearon con una política de Estado, y no de Gobierno, el tema era cerrar el conflicto de límites con Perú. ¿Se puede definir como un ejemplo exitoso? Sí, nadie se salió fuera de foco, salvo contadas excepciones. Nadie le sacó al país de ese sendero, desde que empezó el proceso, en los años 90. Una negociación se da cuando personalidades, movimientos y grupos que piensan distinto sobre un problema son capaces de fijar una agenda de trabajo conjunta en pos de un fin común, con metas comunes para el país, y con mirada de largo alcance. En la negociación con Perú, en la fase crítica, se invocaba al gurú de las negociaciones de Harvard, Roger Fisher, uno de los inspiradores de Jamil Mahuad. Sí, pero volvamos al tema de los acuerdos internos. Pensemos en los países que funcionan sobre la base de
pactos, como reforma laboral y seguridad social. Si vamos al ejercicio práctico de qué hacer, el primer paso no es solo establecer los temas, y luego establecer actores que pudieran dinamitar cualquier proceso en el futuro. Definir cuál es el problema, mientras más corta es la agenda más fuerte es el acuerdo, es más difícil una agenda con 20 ó 40 puntos. Si en una negociación interna hay actores de lo más dispares pero con relevancia en la escena política, hay un viso de que va a funcionar. En este caso el correísmo se está excluyendo. Y eso es grave porque parece que este acuerdo busca dejar el modelo autoritario
“El ejercicio debe ser convocar a todos los actores políticos y sociales, inclusive al correísmo. Eliminar por formas legales o paralegales a cualquier partido político termina siendo un boomerang para la sociedad". atrás en la historia.
El ejercicio debe ser convocar a todos, inclusive al correísmo. La historia de América Latina nos muestra que debe haber una convocatoria amplia. El peronismo en Argentina es tan fuerte porque algunos sectores, especialmente los militares, intentaron deslegitimarlo y quitarlo de la escena política en un momento de la historia. Los grupos políticos tienen nacimiento, crecimiento y deceso pero debe ser un proceso natural este declive. Hay que seguir invitando
a fuerzas políticas que tengan más del cinco por ciento de la población. No se puede excluir a nadie del acuerdo, a riesgo de que dinamiten el proceso. ¿Con qué resultados? Miremos lo que pasó con el movimiento Morena de Andrés Manuel López Obrador, en México. Su ascenso político resulta de que fue eliminado de las filas del PRI; luego del PRD. No le dieron espacio a pesar de que él representaba una sección de ese partido, él cercenó las bases de esos grupos y creó uno nuevo. Tratar de eliminar por las malas a los peronistas en los años 40 terminó generando un partido basado en antiinstitucionalización del sistema, antiacuerdos, que trataba de cooptar a la justicia para generar revanchas. Pasó igual con el APRA en Perú en los años 20, grupos militares intentaron eliminarlo y el partido sobrevivió. De igual forma el Pacto del Punto Fijo aceleró la violencia en Colombia porque quitó a los partidos de izquierda cualquier posibilidad electoral real. Eliminar por formas legales o paralegales cualquier partido político, termina siendo un boomerang. ¿Pero si el correísmo se autoexcluye? Por lo demás la descripción del peronismo le calza perfectamente. Si se autexcluye el correísmo es su responsabilidad como actores políticos. Hay quien dice que el Gobierno hace este ejercicio porque busca legitimidad, cuando a dos años de su administración está en un punto bajo. ¿Eso puede torpedear? Cualquier gobierno debe generar legitimidad, buscar legitimarse, pero debe ser un ejercicio de largo plazo. Todos tenemos una idea distinta hasta de cómo • Junio 7, 2019 •
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