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En busca del sueño europeo Si bien el 68% de las empresas ecuatorianas que exportan a la Unión Europea son Mipymes, éstas representan alrededor del 30% del valor total vendido a ese mercado. ¿Están preparadas para conquistar Europa? l Jorge Cavagnaro A.
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ace 11 años, Vinicio Reyes inició su negocio de exportación de plátano pelado; su primero y único mercado era Estados Unidos, y poco después Canadá. “Pero hace cinco años tuvimos la visión, como empresa, de explorar Europa, y para eso tomamos la decisión de participar en ferias alimenticias en España y Alemania”, señala. Reyes, quien es cofundador y gerente general de Platayuc, recuerda que lo veían como un mercado potencial para diversificar su portafolio de productos, que en ese entonces ya no solo era plátano pelado sino snacks (actualmente cuenta con chips de plátano, yuca, zanahoria blanca, entre otras variedades). “Pero para entrar necesitábamos cumplir varios pasos como, por ejemplo, tener certificaciones”. Sin tener un mercado cautivo, y bajo riesgo propio de no vender, los directivos de Platayuc invirtieron para conseguir certificaciones orgánicas, de comercio justo, libre de gluten (Gluten Free) y
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| abril 2017
Khoser (alimentos aptos para el consumo de judíos). “Sentíamos que el Acuerdo Comercial Multipartes (ACM) con la Unión Europea (UE) se iba a dar en cualquier momento”. Finalmente en noviembre pasado, Ecuador suscribió el Protocolo de Adhesión al ACM con la UE que cinco años atrás firmaron Perú y Colombia. Así el país accedió a una mejora en temas arancelarios: el 99,7% de los productos agrícolas y el 100% de los productos industriales y pesqueros gozan de liberación inmediata. Aunque el impacto es positivo para todo el sector exportador, sobre todo para estabilizar los negocios, en las microempresas, y pequeñas y medianas empresas (conocidas como Mipymes) tiene un efecto multiplicador: al ser su principal mercado de exportación, sin preferencias arancelarias hubiera sido complejo a largo plazo para compañías que no cuentan con un músculo financiero apropiado para soportar algo así.
Daniel Legarda, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), explica que alrededor del 68% de las empresas que exportan a la UE son Mipymes, con un peso en dólares de un poco más del 30%. “Pero ese es su principal mercado, que representa la tercera parte de sus exportaciones, por encima de Estados Unidos”. Según él, si bien algunas tienen productos muy innovadores y que cumplen con altos estándares de calidad, aún falta trabajar en diversificación de mercados, productos, clientes y canales. “También hay un grupo de Mipymes que han exportado poco o nada a ese bloque, y que les falta cumplimiento en el etiquetado, requisitos fitosanitarios y otras normas de calidad”. Reyes, de Platayuc, opina igual. Un tema importante, dice, es el empaque, ya que el cliente elige un producto en percha en pocos segundos. “Además, se requieren tablas nutricionales específicas para ese mercado, con el idioma de cada país, y eso demanda una inversión un poco alta considerando el tamaño de la empresa”. Pero aunque hay una parte económica que es significativa, cree que la mayor inversión es la humana, es decir, “cambiarse el chip de que solo se trata de producir, vender y ganar, algo así como imponerle al mercado lo que nosotros queremos