REVIEW OF OPHTHALMOLOGY Sección patrocinada
Las ventajas del diagnóstico precoz del glaucoma con la tecnología de tomografía de coherencia óptica (OCT) Históricamente, el diagnóstico del glaucoma (de ángulo abierto) se fundamentó en tres pilares: cambios en el nervio óptico, pérdida de campo visual y presión intraocular elevada1. Sin embargo, este paradigma ha cambiado gradualmente con el continuo avance de la tecnología y el desarrollo de diversas herramientas diagnósticas, así como múltiples opciones terapéuticas tanto en el ámbito farmacológico como quirúrgico.
Dr. Alejandro Villalobos, Perú
Si bien estos tres pilares siguen constituyendo parte fundamental del diagnóstico, la detección temprana del glaucoma representa un reto diferente. Existe evidencia de que la OCT puede ayudar en el diagnóstico del glaucoma pre-perimétrico2-4. La detección temprana permite un inicio precoz de la terapéutica, reduciendo la tasa de progresión. Sin embargo, el diagnóstico temprano del glaucoma es clínicamente desafiante, porque las características evaluadas son más sutiles y pueden ser comunes a otras patologías como la compresión del quiasma óptico, el disco óptico inclinado y la alta miopía5,6. Este es especialmente el caso para la evaluación estructural del nervio óptico6,7. Los dispositivos OCT actuales toman imágenes de la retina y el disco óptico con detalles exquisitos, generando grandes cantidades de datos (un solo barrido fácilmente alcanza los 32Mb). Éstos se traducen en una cantidad significativa de información que debe presentarse de manera que mejore la interpretación clínica; de lo contrario, hay información superflua que puede ser confusa. El diagnóstico de glaucoma, a diferencia de las enfermedades maculares, se basa principalmente en el análisis y la representación cuantitativa realizada por el equipo (Figura 1). Esta última difiere notablemente entre marcas y depende del software inherente al equipo específico. Es aquí donde la plataforma RS-3000 Advance 2 / NAVIS-EX demuestra un enfoque claramente clínico, sin descuidar los detalles estadísticos y minimizar el diseño de “ingeniería” que a veces hace que el estudio sea clínicamente ambiguo.
Figura1. Edema macular cistoide. Arriba: imagen seccional donde se observan espacios cistoides hiporreflécticos intraretinales, así como desprendimiento neurorretinal central. Abajo: mapa de grosor macular donde se observa elevación homogénea central.
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