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Salmonelosis
La salmonelosis es una enfermedad causada por bacterias del género Salmonella. Hay varias especies diferentes de Salmonella que pueden causar esta enfermedad en humanos, siendo las más comunes Salmonella entérica y Salmonella typhimurium

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Los signos y síntomas de la salmonelosis pueden variar desde leves hasta graves, y generalmente se manifiestan dentro de las 12 a 72 horas después de la exposición al agente patógeno.
Los síntomas típicos incluyen fiebre, diarrea, dolor abdominal, náuseas y vómitos. En algunos casos, la diarrea puede contener sangre.
La mayoría de las personas se recuperan por completo en unos pocos días a una semana, pero en casos graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados, la infección puede propagarse a la sangre y otros órganos, lo que requiere hospitalización.
La salmonelosis se transmite principalmente a través del consumo de alimentos contaminados, como huevos crudos o mal cocidos, aves de corral, carne de res, leche cruda y productos lácteos no pasteurizados.
También puede transmitirse de persona a persona si hay un contacto directo con las heces de una persona infectada. En casos raros, la salmonelosis también se puede adquirir a través del contacto con animales infectados, como reptiles, aves y animales de granja.
La salmonelosis se considera una enfermedad zoonótica, ya que puede transmitirse de los animales a los humanos. Las aves, en particular las aves de corral son portadoras comunes de Salmonella y pueden contaminar los productos de origen avícola. También se ha informado de brotes de salmonelosis relacionados con reptiles y tortugas como mascotas.
Es importante tomar precauciones adecuadas en la manipulación y preparación de alimentos para evitar la contaminación por Salmonella. Esto incluye cocinar los alimentos a temperaturas seguras, lavarse las manos antes y después de manipular alimentos crudos y evitar el contacto directo con animales que pueden ser portadores de Salmonella. Mecanismos de prevención y control.
Los mecanismos de prevención y control de la salmonelosis son muy importantes para evitar esta infección bacteriana que afecta al aparato digestivo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevención de la salmonelosis depende en gran medida de las medidas de higiene que se toman desde el proceso de producción de los alimentos hasta que se manipulan en el hogar. Algunas de las medidas que se recomiendan son las siguientes:
Lavarse las manos con agua y jabón antes y después de manipular alimentos, especialmente si son crudos o poco cocidos.

Cocinar bien los alimentos, especialmente las carnes, aves, huevos y productos derivados. La temperatura interna debe alcanzar al menos 74 °C para matar las bacterias.
Evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocidos o listos para consumir. Usar utensilios y superficies diferentes para cada tipo de alimento.
Refrigerar los alimentos perecederos lo antes posible y no dejarlos a temperatura ambiente por más de dos horas.
Consumir solo agua potable o tratada. Evitar el consumo de leche o jugos sin pasteurizar.
Lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas, especialmente si se comen crudas.
Evitar el consumo de alimentos en lugares con condiciones de higiene deficientes o dudosas.
No compartir utensilios, vasos o platos con personas enfermas o que tengan síntomas de salmonelosis.
Estas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de contagio y complicaciones por la salmonelosis. Si tienes síntomas como diarrea, fiebre, calambres abdominales o sangre en las heces, debes consultar a un médico lo antes posible para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
Las características del componente “medio ambiente¨ de la triada epidemiológica.
“Medio ambiente” de la triada epidemiológica se refiere al entorno que favorece la transmisión del agente causante de la salmonelosis desde una fuente infecciosa al huésped susceptible. Algunos factores ambientales que pueden influir en la propagación de la salmonelosis son: la temperatura, la humedad, el pH, la presencia de otros microorganismos, la higiene, el saneamiento, el acceso a los servicios de salud. Estos factores pueden afectar tanto al agente como al huésped y modificar su susceptibilidad o resistencia a la infección.
A continuación, se presentan algunas características relevantes del componente "medio ambiente" en relación con la salmonelosis:
Fuentes de contaminación: La salmonela se encuentra comúnmente en el medio ambiente, especialmente en animales y sus productos derivados. Las aves, los reptiles y los mamíferos, incluidos los humanos, pueden ser portadores de la bacteria. El medio ambiente puede actuar como una fuente de contaminación para los alimentos, el agua y los objetos inanimados, lo que facilita la transmisión de Salmonella a los seres humanos.
Manipulación y almacenamiento de alimentos: El medio ambiente en la cadena de suministro de alimentos desempeña un papel crítico en la salmonelosis. Las prácticas deficientes de higiene durante la producción, manipulación y almacenamiento de alimentos pueden conducir a la contaminación por Salmonella. Factores como la falta de refrigeración adecuada, la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos, y el uso de materias primas contaminadas pueden favorecer el crecimiento y la propagación de la bacteria.
Condiciones de saneamiento: La salmonela puede sobrevivir en ambientes húmedos y contaminar el agua potable y los sistemas de saneamiento. La falta de acceso a agua limpia y saneamiento adecuado puede aumentar el riesgo de infección.
Las aguas residuales y las condiciones insalubres pueden contribuir a la propagación de la bacteria en entornos comunitarios y en áreas donde se producen brotes.
Factores climáticos: Algunos factores climáticos pueden influir en la prevalencia de la salmonelosis. Por ejemplo, las altas temperaturas pueden favorecer la reproducción y la supervivencia de la bacteria en alimentos y ambientes, mientras que las inundaciones y las lluvias intensas pueden contaminar el agua y los cultivos con Salmonella. Estos eventos climáticos extremos pueden contribuir a brotes de salmonelosis en determinadas áreas.
Condiciones de vida y comportamiento humano: Las prácticas de higiene personal y la manipulación inadecuada de alimentos en el hogar y en entornos comunitarios también pueden afectar la transmisión de Salmonella. La falta de conocimiento sobre medidas preventivas, como el lavado adecuado de manos, el cocinado completo de los alimentos y la separación de alimentos crudos y cocidos, puede aumentar la exposición a la bacteria en el medio ambiente.
Unidades agropecuarias que se relacionen con cada una de las enfermedades, para simular gráficamente la llegada de cada una de ellas a la unidad productiva correspondiente. En el caso de ser una zoonosis, incluya gráficos que muestren también la llegada del agente causal a la especie humana.

