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VANIR FRIDRICZEWSKI NICOLÁS RODRÍGUEZ-GARCÍA

EN BUSCA DE ESTRATEGIAS 360 ANTICORRUPCIÓN

corrupción, crimen organizado y delincuencia económica

EN BUSCA DE ESTRATEGIAS 360 ANTICORRUPCIÓN

COMITÉ CIENTÍFICO DE LA EDITORIAL TIRANT LO BLANCH

María José añón roig Catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia ana Cañizares Laso Catedrática de Derecho Civil de la Universidad de Málaga

Jorge a. Cerdio Herrán

Catedrático de Teoría y Filosofía de Derecho. Instituto Tecnológico Autónomo de México

José raMón Cossío díaz Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y miembro de El Colegio Nacional

María Luisa Cuerda arnau Catedrática de Derecho Penal de la Universidad Jaume I de Castellón

CarMen doMínguez HidaLgo Catedrática de Derecho Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile eduardo Ferrer MaC-gregor Poisot Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM owen Fiss Catedrático emérito de Teoría del Derecho de la Universidad de Yale (EEUU)

José antonio garCía-CruCes gonzáLez Catedrático de Derecho Mercantil de la UNED

José Luis gonzáLez CussaC Catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Valencia

Luis LóPez guerra Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III de Madrid

ángeL M. LóPez y LóPez Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Sevilla

Marta Lorente sariñena

Catedrática de Historia del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid

Javier de LuCas Martín

Catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política de la Universidad de Valencia

víCtor Moreno Catena

Catedrático de Derecho Procesal de la Universidad Carlos III de Madrid

FranCisCo Muñoz Conde

Catedrático de Derecho Penal de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla

angeLika nussberger

Catedrática de Derecho Constitucional e Internacional en la Universidad de Colonia (Alemania) - Miembro de la Comisión de Venecia

HéCtor oLasoLo aLonso

Catedrático de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario (Colombia) y Presidente del Instituto Ibero-Americano de La Haya (Holanda)

LuCiano PareJo aLFonso

Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III de Madrid

ConsueLo raMón CHornet

Catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Valencia

toMás saLa FranCo

Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Valencia ignaCio sanCHo gargaLLo

Magistrado de la Sala Primera (Civil) del Tribunal Supremo de España

eLisa sPeCkMann guerra

Directora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM

rutH ziMMerLing

Catedrática de Ciencia Política de la Universidad de Mainz (Alemania)

Fueron miembros de este Comité:

eMiLio beLtrán sánCHez, rosario vaLPuesta Fernández y toMás s. vives antón

Procedimiento de selección de originales, ver página web:

www.tirant.net/index.php/editorial/procedimiento-de-seleccion-de-originales

EN BUSCA DE ESTRATEGIAS 360

ANTICORRUPCIÓN

VANIR FRIDRICZEWSKI

Doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca

Abogado de la Nación en Brasil – Abogacía General de la Nación

NICOLÁS RODRÍGUEZ-GARCÍA

Catedrático de Derecho Procesal Universidad de Salamanca

tirant lo blanch

Valencia, 2023

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En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant lo Blanch publicará la pertinente corrección en la página web www.tirant.com.

Este trabajo de investigación se ha elaborado en el marco de los Proyectos PID2019-107743RB-I00 y RED2022-134265-T del Ministerio de Ciencia e Innovación, que se ejecutan en el Centro de Investigación para la Gobernanza Global de la Universidad de Salamanca (CIGG-USAL).

Colección:

“Corrupción, crimen organizado y delincuencia económica”

Dirigida por: NICOLÁS RODRÍGUEZ-GARCÍA

Catedrático de Derecho Procesal - Universidad de Salamanca (ORCID ID: 0000-0003-0045-796X)

© VANIR FRIDRICZEWSKI NICOLÁS RODRÍGUEZ-GARCÍA

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Responsabilidad Social Corporativa: http://www.tirant.net/Docs/RSCTirant.pdf

ÍNDICE Prólogo ............................................................................................. 11 Introducción ...................................................................................... 17 Capítulo Primero CONCEPTUALIZACIÓN DE LA CORRUPCIÓN 1.1. Punto de partida: distinción necesaria entre corrupción pública y corrupción privada .......................................................................... 29 1.2. Apreciaciones necesarias ................................................................. 33 1.3. Apuntes doctrinales acerca de la corrupción.................................... 41 1.4. Ensayo de una definición de corrupción .......................................... 59 1.5. El carácter transversal e internacional de la corrupción ................... 70 1.6. Identificando a las víctimas de la corrupción: un punto pendiente de desarrollo ........................................................................................ 74 Capítulo Segundo CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA CORRUPCIÓN 2.1. Las múltiples causas de la corrupción.............................................. 95 2.2. Las consecuencias de la corrupción ................................................. 123 2.2.1. La corrupción y sus consecuencias de índole económica ...... 128 2.2.1.1. Las llamadas consecuencias positivas .................... 129 2.2.1.2. Las consecuencias negativas .................................. 138 2.3. La corrupción y sus consecuencias de naturaleza jurídico-institucional ................................................................................................... 153 2.3.1. La corrupción y la pérdida de credibilidad del Estado y de la Administración Pública ........................................................ 153 2.3.2. La corrupción y la frustración de políticas públicas y de derechos humanos ................................................................... 164 2.3.3. La corrupción como gran enemiga de la democracia y del Estado democrático de Derecho ........................................... 173
8 Índice Capítulo Tercero COMBATIR LA CORRUPCIÓN: DIFICULTADES Y EXPERIENCIAS 3.1. Consideraciones iniciales ................................................................. 187 3.2. Iniciativas y marco legal internacional para el enfrentamiento de la corrupción ...................................................................................... 188 3.2.1. La Convención Interamericana contra la Corrupción .......... 189 3.2.2. El Convenio para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales de la OCDE .................................................................... 191 3.2.3. La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción...................................................................................... 195 3.2.4. Iniciativas en el ámbito europeo........................................... 201 3.2.5. Iniciativas en el ámbito africano 208 3.2.6. Lecciones aprendidas de todas estas iniciativas .................... 209 3.3. Estrategias anticorrupción: una muestra.......................................... 210 3.3.1. Dinamarca y sus acciones de enfrentamiento a la corrupción...................................................................................... 229 3.3.2. Dinamarca: su pasado y su presente..................................... 239 Capítulo Cuarto POLÍTICAS DE ESTADO PARA COMBATIR LA CORRUPCIÓN 4.1. Consideraciones iniciales ................................................................. 257 4.1.1. Definiciones necesarias para comprender las políticas de Estado ..................................................................................... 257 4.2. Justificación de la demanda de una política de estado para prevenir y combatir la corrupción ................................................................. 279 4.2.1. Elementos para una política de Estado anticorrupción......... 282 4.2.1.1. Conocer la corrupción y comprenderla como un problema de Estado y no de Derecho Penal ........... 286 4.2.1.2. Reformas y medidas preventivas indispensables 293 4.2.1.3. Reformas y cambios para la implementación de una política de Estado anticorrupción ................... 295 4.2.1.4. Represión de la corrupción y recuperación de activos ........................................................................ 310 4.2.1.5. Valoración de posibles sanciones para la represión y eliminación de las consecuencias jurídicas de la corrupción ............................................................ 311 4.2.1.6. Voluntad política................................................... 318
9 Índice Consideraciones finales ..................................................................... 331 Bibliografía ....................................................................................... 335

Hace más de sesenta años algunos autores que estudiaban el desarrollo político y económico en ciencia política sostuvieron que la corrupción podía ser beneficiosa para el crecimiento económico allí donde el mal funcionamiento de las instituciones gubernamentales distorsionaba los mercados. En tales circunstancias, la corrupción serviría como grasa para los engranajes de estas instituciones que funcionan mal, aumentando así la eficiencia, la inversión y, con el tiempo, el crecimiento. De acuerdo con la tantas veces repetida expresión de Samuel Huntington, “en términos de desarrollo económico, la única cosa peor que una sociedad con una burocracia rígida, hipercentralizada y deshonesta es una sociedad con una burocracia rígida, hipercentralizada y honesta”.

No obstante, esta opinión no cuenta ya con defensores en el mundo académico. De hecho, desde mediados de la década de 1990 en adelante, un gran número de sólidos estudios empíricos ha ido acumulando una evidencia incontestable sobre la altísima correlación entre los niveles de desarrollo económico y humano, por un lado, y los bajos niveles de corrupción o de alta calidad de las instituciones de gobierno, por otro. De hecho, las decisiones que una sociedad toma sobre las instituciones formales e informales que estructuran los comportamientos de sus miembros serían la variable clave que explica las diferencias en los niveles de prosperidad entre los distintos países. La opción por instituciones económicas de un tipo u otro —mayor o menor papel para los mercados en la asignación de los recursos, o derechos de propiedad bien protegidos, por ejemplo— marcaría la mayor o menor presencia de los factores de crecimiento: innovación, acumulación de capital, desarrollo del capital humano, etc.

De ahí que las instituciones económicas sean el factor clave del que depende la prosperidad. Hay conjuntos de instituciones económicas que promueven la prosperidad y otros que no. La elección de tales instituciones económicas depende de la distribución del poder político en una sociedad. Si el poder está concentrado en pocas manos será difícil sostener instituciones económicas que proporcionen protección de los derechos de propiedad y suficiente igualdad de oportunidades

PRÓLOGO

para el resto de la población. Lo más probable en tal caso es que se instauren instituciones económicas que les permitan a quienes tienen el poder maximizar su capacidad de extracción de rentas. Con ello se desincentivarían los comportamientos productivos y, por tanto, el crecimiento económico. Así, las instituciones políticas determinan los límites que se ponen al uso del poder y distribuyen el poder político entre los distintos grupos e individuos que componen tal sociedad.

Como deja muy claro este libro, la corrupción en los regímenes democráticos es una amenaza muy grave para el estado de derecho y la prosperidad. Es crucial combatirla. La lucha contra la corrupción y la mejora de la calidad de las instituciones de gobierno son un elemento clave para elevar el nivel de bienestar de una sociedad. Los sistemas gubernamentales con bajo nivel de corrupción garantizan un crecimiento económico sostenible y una distribución justa de la riqueza. Por lo tanto, la calidad de las instituciones gubernamentales es un factor determinante de la prosperidad. Pero la única manera de construir instituciones gubernamentales de alta calidad y combatir la corrupción es a través de reformas políticas profundas que mejoran tanto el funcionamiento imparcial de las instituciones gubernamentales como la igualdad de oportunidades en la sociedad. Estos dos elementos son cruciales para lograr el alto grado de confianza social y la corrupción de bajo nivel que una sociedad necesita para asegurar el logro de una prosperidad sostenible.

Sin embargo, la receta más frecuente a la hora de plantear una estrategia de lucha contra la corrupción es el recurso a un paquete de reformas institucionales formales como, por ejemplo, la creación de agencias anticorrupción, el endurecimiento de las penas asociadas a los delitos como el cohecho, la malversación, el tráfico de influencias, etc., o algunas otras medidas técnicas por el estilo como leyes de transparencia y acceso a la información pública o la obligación de publicar las declaraciones de actividad y patrimonio de los candidatos a ocupar cargos públicos. El balance que puede hacerse de la eficacia de este tipo de reformas a la moda para contener la corrupción es más bien pesimista. A estas alturas, después de treinta años muy intensos de investigaciones sobre la corrupción, hemos aprendido que la clave para mejorar la efectividad de la lucha contra la corrupción se encuentra en la mejora de la calidad institucional de los gobiernos.

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Enfocar la persecución de la corrupción como si fuera un problema meramente de técnica jurídica o criminológica suele ser una estrategia equivocada salvo para unas pocas sociedades del planeta. Es un grave error tomar la corrupción como una enfermedad que supone una amenaza para la pervivencia de un cuerpo social que hasta entonces estaba sano. Basta echar un vistazo al mapa de la percepción de la corrupción que elabora cada año Transparencia Internacional para que advirtamos que esta supuesta “enfermedad” está tan extendida en todo el planeta que lo verdaderamente excepcional y raro son los países en los que su incidencia es reducida. La corrupción no es una enfermedad. Es simplemente un epifenómeno de una situación social que suele ser más bien la regla que la excepción tanto hoy día como a lo largo de la historia de la humanidad. En una dilogía imprescindible sobre el buen orden político, Francis Fukuyama parte en su análisis de la predisposición genética que tenemos los humanos para favorecer a los parientes consanguíneos y para establecer relaciones de intercambio con nuestros semejantes. Es decir, nuestra naturaleza nos impulsa al clientelismo, el nepotismo y la corrupción, pero somos capaces también de controlar estos impulsos mediante el buen diseño institucional para lograr órdenes de convivencia que aseguran unos resultados sociales mucho mejores que cuando damos rienda suelta a tales instintos.

La corrupción es típica de órdenes sociales muy estables —lejos por tanto de encontrarse en una situación terminal— en los que predomina una lógica particularista en la manera en que se relacionan los distintos grupos que componen tal sociedad. Es decir, es propia de sociedades en las que los intereses del grupo más primario al que se pertenezca —la familia, el clan, la etnia, la confesión religiosa, el partido político, etc.—, se ponen por encima de los intereses generales de quienes conviven bajo un determinado ordenamiento constitucional. De este modo, todas las relaciones sociales que mantenemos, incluyendo las políticas, se tamizan por esta lógica: uno tiene que favorecer a los miembros del propio grupo por encima de cualquier otra consideración.

Son mucho más escasas aquellas sociedades que han sido capaces de instaurar un orden de gobernanza en el que las fronteras entre lo público y lo privado son sólidas —están globalmente aceptadas— y en el que los ciudadanos comparten la expectativa de que quienes

13 Prólogo

alcanzan el poder político no anteponen los intereses de su propio grupo a los de la sociedad. Aquellas sociedades en las que se logra instaurar este orden de gobernanza son sociedades con mucha menos corrupción porque es mucho más fácil detectarla y la reacción contra estos comportamientos es contundente y compartida por la gran mayoría.

El hecho de que la corrupción no sea una enfermedad sino un síntoma del tipo de orden social que tenemos tiene importantes implicaciones sobre la manera en la que hay que hacerle frente. Si pensamos en la corrupción como una enfermedad, damos por hecho que, sajado el tumor de unos gobernantes corruptos, el cuerpo social recuperará su estado sano. Sin embargo, la solución no está en sustituir a unos gobernantes corruptos por otros que, llegado el momento, se comportarán conforme a las mismas reglas de juego: “ahora nos toca a nosotros”. Los pocos países que han conseguido un control más eficaz de la corrupción han logrado esta meta construyendo un nuevo orden socio-político basado en reglas de juego muy diferentes. Pusieron en marcha complejos procesos políticos y sociales de cambio a favor de un nuevo orden de gobernanza que deja escaso espacio a las lógicas clientelares. Los autores de este libro cuentan en el capítulo tercero los procesos políticos que llevaros a Dinamarca a emprender esa trayectoria en su historia contemporánea.

El objetivo de las reformas exitosas no es por tanto la corrupción en sí, sino el destierro de la lógica particularista. Para ello necesitamos un agente de cambio, que sólo puede provenir de una sociedad civil organizada y consciente de los pasos a dar, que apueste por la superioridad moral, política, social y económica de un orden de gobernanza alejado del clientelismo y el particularismo. Sin esa demanda de la sociedad civil, es muy improbable que los gobernantes se decidan a poner en marcha reformas del tipo que en teoría de juegos se denominan como “estrategia de Ulises”. Al igual que hizo Ulises para evitar que el cántico de las sirenas arrastrara su nave contra los acantilados, las buenas reformas anticorrupción deben conducir a las autoridades políticas a atarse al mástil que les impida el uso clientelar de los recursos públicos. Es decir, la clave de las reformas anticorrupción pasa por imposibilitar que quienes dirigen una administración pública puedan hacer un uso patrimonial de la misma para construir o alimentar redes clientelares de apoyo social o financiero. Se trata de que quienes

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se encuentran en esa posición no tengan la posibilidad de caer en esa tentación tan poderosa. En definitiva, esta estrategia consiste en articular límites efectivos al ejercicio del poder de los gobiernos para asegurar que los gobernantes no puedan anteponer intereses particulares al interés general de la sociedad.

Durante los últimos 30 años, los estudios sobre la corrupción han alcanzado un auge que sigue plenamente en boga a día de hoy. A lo largo de estos años se han realizado muchas investigaciones sobre las consecuencias perjudiciales que tiene para la prosperidad de los países y se han propuesto innumerables vías de reforma para luchar contra ella. Desde ambas perspectivas, se coincide en señalar cómo la calidad de las instituciones de gobernanza es un factor crucial para la lucha contra la corrupción. Si se quiere asegurar la prosperidad y el bienestar de un país y, asimismo, si se quiere luchar eficazmente contra la corrupción, la única vía posible para ambos objetivos pasa por mejorar la calidad de la gobernanza de un país.

El libro que el lector tiene en sus manos hace justicia de manera casi enciclopédica a todos estos estudios de los últimos años y expone de manera convincente todos estos avances hasta llegar a realizar una interesante propuesta para un combate estratégico de la corrupción que, sin que aspire a convertirse en una bala de plata apta para cualquier país y circunstancia, pueda ser una guía útil si se la sabe adaptar a las condiciones de la sociedad sobre la que se pretenda intervenir. No en vano, sus autores son dos grandes expertos que aúnan tanto la virtud de la reflexión académica como la experiencia práctica del combate activo contra la corrupción desde la propia administración pública. Disfruten de la lectura y de la reflexión a la que invita este libro.

Catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Murcia Experto del Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO) del Consejo de Europa

15 Prólogo
Murcia, 30 de mayo de 2023

INTRODUCCIÓN

Como ocurre en la mayoría de los trabajos académicos, las primeras páginas tienen por finalidad delimitar la temática y objeto, así como también exponer los cuestionamientos e hipótesis adoptadas para el desarrollo del estudio que ahora es ultimado con la presentación de esta monografía titulada «En busca de estrategias 360 anticorrupción».

En este sentido, en primer lugar, debemos considerar la especificidad de la temática abordada en este estudio monográfico, que es la lucha contra la corrupción en el contexto de los Estados democráticos de Derecho1. Esta contextualización inicial es necesaria porque tal y como apuntan algunos estudios2, la corrupción tiene diferentes formas en distintas sociedades, razón por la cual —y que sirva como ejemplo— lo que es soborno para una persona en un determinado entorno social puede ser un regalo para otra que se encuentre fuera de ese mismo contexto. Es decir, la comprensión de lo que sea corrupción en un Estado democrático de Derecho, así como de las formas de prevenirla y combatirla, seguramente es muy diversa si se compara

1 Es importante hacer esta delimitación temporal y material inicial del contenido del estudio, pues la corrupción de los tiempos actuales, asociada incluso a organizaciones criminales, nacionales y transnacionales, es muy diferente de la corrupción que fue experimentada, por ejemplo, hace un siglo o hace pocas décadas, o en tiempos más remotos, circunstancia que, por supuesto, tiene una repercusión directa en las políticas, herramientas y formas de enfrentarla. En este sentido podemos señalar los apuntes de MUNGIU-PIPPIDI, que hace un pequeño repaso histórico sobre el tema y subraya, por ejemplo, que la corrupción que se encontró en la Edad Media, en la Curia Romana o bajo los regímenes patrimonial y feudal tiene poco en común con la corrupción en su forma moderna, siendo que aquella, en esencia, consistía en diferentes formas de deshonestidad con el detentor del poder (el señor feudal, por ejemplo) y se manifestaba principalmente en casos de malversación del dinero, siendo que la represión de la misma era arbitraria y violenta y se utilizaba como elemento de disuasión y como instrumento de represión y para hacer cumplir la lealtad (Mungiu-Pippidi, A.2013, “Becoming Denmark: historical designs of corruption control”, Social Research, vol. 80, n.º 4, pp. 1259-1286).

2 Rose-Ackerman, S. 2001, La corrupción y los gobiernos: causas, consecuencias y reforma, Siglo Veintiuno de España Editores, Madrid, p. 5.

con un Estado o régimen dictatorial o autoritario. Es en esas diferencias, asociadas a la amplitud del tema, las que impiden que se haga un estudio más detallado sobre control de la corrupción teniendo en consideración las diversas formas de organización políticas adoptadas alrededor del mundo, así como varios países. Teniendo en cuenta lo anterior, si realizásemos o intentásemos realizar un estudio amplio sería extremadamente extenso y quizás superficial, pudiendo resultar de muy poca utilidad.

Así, aplicaremos todos los conceptos y concepciones aquí desarrolladas, tanto instituciones como herramientas, teniendo en consideración la necesidad de mejorar la actuación de los Estados o países democráticos para control de la corrupción.

Ahora bien, es necesario subrayar un problema genérico relacionado con el tema objeto de este estudio: ¿lo que es corrupción y cómo podemos desarrollar una política pública para controlar este fenómeno de manera eficaz y alcanzar mejores resultados en la recuperación de activos? Seguramente esta pregunta es una incógnita mundial, muy presente en la vida de las sociedades organizadas, pero que se remonta a los orígenes de la humanidad, pues la corrupción es algo que ha existido siempre, independientemente del sistema político y del contexto en el que nos encontremos3. Dicho problema ha acompañado a la política, a los actos de gobierno, al mercado, así como a la vida social desde hace mucho tiempo, de ahí que no sea extraño la afirmación de que la corrupción es la segunda profesión más antigua del mundo4 5. La corrupción, pues, no es una característica de nuestros

3 Laporta, F. J. 1997, “La corrupción política: introducción general” en La corrupción política, eds. F. J. Laporta & S. Álvarez, Alianza Editorial, Madrid, p. 19.

4 Malem Seña, J. F. 2002, La corrupción: aspectos éticos, económicos, políticos y jurídicos, Gedisa, Barcelona, p. 12.

5 De igual manera se afirma que la corrupción acompaña al poder como la sombra al cuerpo, y que la corrupción pública empieza cuando el poder que ha sido entregado por el Estado a una persona a título de administrador público no es utilizado correctamente, sino que el gestor, defraudando la confianza de sus mandantes, desvía su ejercicio para obtener un enriquecimiento personal (Nieto García, A. 1997, Corrupción en la España democrática, Ariel, Barcelona, p. 7), o entonces que la corrupción, pese a que hoy tenga un indudable protagonismo en los medios de comunicación, no es un rasgo de nuestros tiempos, al contrario, es tan antigua como el propio poder, pues éste siempre ha podido ser utilizado

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tiempos, sino que es tan antigua como el propio poder, el que siempre puede ser utilizado de forma desviada6, estando presente en nuestras sociedades, con diferente intensidad y diversos matices, a lo largo de prácticamente toda la historia7.

Sin embargo, ha sido en los últimos tiempos cuando la batalla como el problema a erradicar ha ganado notoriedad, especialmente debido a la transmisión de noticias sobre corrupción a través de medios de comunicación tradicionales, como periódicos, televisión o radio, así como también el altavoz de los medios alternativos, como Twitter, Facebook, y otras redes sociales. A pesar de que es cierto que a través de la información de estas plataformas no se puede extraer un diagnóstico y pronóstico más completo sobre de sus causas y consecuencias8, da una señal importante sobre la relevancia social del problema.

En este sentido, aunque estas manifestaciones e informaciones presentadas puedan carecer de validez científica, este gran debate social en los medios de comunicación es consecuencia de la visibilidad adquirida por el fenómeno, que en todo el mundo es causa de la caída de gobiernos, así como también de autoridades importantes9. Por tanto,

de forma desviada (Berdugo Gómez de la Torre, I. 2015, “La respuesta penal internacional frente a la corrupción. Consecuencias sobre la legislación española”, Estudios de Deusto: revista de la Universidad de Deusto, vol. 63, n.º 1, pp. 229-265). En este sentido también se apunta que la corrupción es un fenómeno ubicuo en la historia de la humanidad, siendo que su presencia ha sido relatada en tiempos ancestrales y en todas las sociedades a través de los tiempos, aún hoy. Se subraya, todavía, que algunas sociedades fueron capaces de restringir el nivel de corrupción cerca del nivel eficiente, a pesar de no eliminarla, mientras que en otras ella permanece endémica, no estando claro cómo cada sociedad alcanzó su actual equilibrio y cómo se transmuta de un tipo de sociedad a otro (Gico Jr, I. T. & de Alencar, C. H. 2011, “Corrupção e judiciário: a (in) eficácia do sistema judicial no combate à corrupção”, Revista Direito GV, vol. 7, n.º 1, pp. 75-98).

6 Berdugo Gómez de la Torre, I. & Liberatore S. Bechara, A. E. 2014, “O controle da corrupção”, Revista dos Tribunais, vol. 947, pp. 359 y ss.

7 Miranzo Díaz, J. 2018, “Causas y efectos de la corrupción en las sociedades democráticas”, Revista de la Escuela Jacobea de Posgrado, n.º 14, pp. 1 y ss.

8 Gesta Leal, R. 2013, Patologias Corruptivas nas relações entre Estado, Administração Pública e Sociedade: causas, consequências e tratamentos, EDUNISC, Santa Cruz do Sul, p. 14.

9 Se pueden citar algunos ejemplos como: (i) la destitución, en noviembre de 2012, del Ministro de Defensa Ruso Anatoli Serdiukov, acusado de vender de forma fraudulenta propiedades del ministerio que encabezaba (información

19 Introducción

la corrupción se presenta hoy como un problema global y seguramente como uno de los más debatidos en la actualidad, ya sea por la sociedad en general, como por el medio académico, principalmente en áreas como el Derecho, la Economía y la Sociología. Desde parte de estas líneas de investigación, se ha señalado que la llegada del siglo XXI parece estar acompañada de este fenómeno social que no sólo ha producido graves crisis de gobernabilidad, sino que también ha llenado de zozobra las expectativas políticas futuras10.

Es importante subrayar, aún, que la globalización alteró de manera radical la naturaleza de la corrupción, y hoy la integración económica global aumenta las probabilidades de que los efectos de la corrupción se extiendan y tengan incidencia en la economía global o en más de un país11. Hay que mencionar, además, que la globalización y la digitalización de las finanzas internacionales significa que hoy es técnicamente más sencillo que en otros tiempos disponer de las ganancias de la corrupción, sin importar la cuantía del pago12. Esto significa que la corrupción se convirtió en un fenómeno o problema de proporciones globales, presentándose no sólo como preocupación de determinados

disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/06/actualidad/1352201453_521067.html [fecha de consulta: 31 de enero de 2023]);

(ii) la condena a muerte, en 2013, por corrupción del ex ministro de ferrocarriles en China, Liu Zhijun (información disponible en: http://internacional. elpais.com/internacional/2013/07/08/actualidad/1373277621_562108.html [fecha de consulta: 31 de enero de 2023]); y (iii) la destitución, en diciembre de 2016, de la presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, por su implicación en un novelesco escándalo de corrupción en torno a su amiga Choi Soon-sil (información disponible en: https://elpais.com/internacional/2016/12/09/actualidad/1481268819_094705.html [fecha de consulta: 31 de enero de 2023]).

10 Malem Seña, J. F. 1997, “El fenómeno de la corrupción” en La corrupción política, eds. F. J. Laporta & S. Álvarez, Alianza Editorial, Madrid, p. 71.

11 El caso de corrupción en el que estuvo involucrada la empresa Odebrecht es un ejemplo de caso de corrupción con carácter o consecuencias internacionales, pues además de Brasil, también tuvo desdoblamientos en otros países, como Perú. En este sentido y con carácter ejemplificativo se puede comprobar la información disponible en: https://g1.globo.com/mundo/noticia/2019/04/17/corrupcaono-peru-entenda-denuncias-envolvendo-odebrecht-e-4-ex-presidentes-peruanos. html [fecha de consulta: 31 de enero de 2023].

12 Naím, M., Kobrin, S. J. & Glynn, P. 2001, “La globalización de la corrupción” en La corrupción en la economía global, ed. K. A. Elliott, Limusa, México, pp. 21 y ss.

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