3 minute read

La fuerza de la integridad

Ser íntegro es un estado de ser completo e indiviso. ¡Cuánto se aprecia tener cerca a personas íntegras! Sabes que no tendrán mancha, ni nada les ha de marcar como personas poco confiables; todo lo contrario, serán personas que busquen la excelencia. El concepto significa que «la totalidad de la cosa está funcionando bien, no está dividido ni viciado, está integrado e intacto». Cuando hablamos de integridad, nos referimos a ser una persona completa, una persona integrada, con todas las partes de nuestro ser trabajando bien y cumpliendo las funciones que se les solicitó que desempeñaran según su diseño. En mí recorrido por varias ciudades capacitando personas y ayudándolas a extender sus límites, a sacar a luz sus talentos y virtudes, me encuentro con algo que es común en la raza humana: tendemos a olvidarnos de la integridad. Bastardeada como valor, olvidada por la juventud, arrinconada por el éxito fácil, la integridad suele ser una

mala palabra en ciertos ambientes, por no decir todos los ambientes donde la corrupción hizo agujeros en la sociedad. En nuestra sociedad de hoy, la moral y la ética suelen ser conceptos anticuados que pocos coleccionistas intelectuales quieren tener. Parece ser el último harapo viejo en el arcón de la abuela. Pero sigue siendo tan vigente a la hora de confiar, a la hora de dejar a otro a cargo de algo de nuestro interés. Crear confianza va de la mano de la integridad. Cuando un empleado me muestra que es fiel, que lo que promete cumple, que es ordenado en su trabajo, siento que su integridad me da confianza para darle otras tareas de mayor responsabilidad. Porque confiar es sentirse totalmente despreocupado, ese flanco está cubierto y yo puedo trabajar en otras áreas. Tan solo piensa cómo sería si pudieras estar unificado con todas tus capacidades y potencial. Esto es “Integridad”, estar unificado con todas tus capacidades y potencial, en una relación que ayuda a construir y añadir a otros. Es completo, no tiene fisuras.

Una de las palabras que se aproxima bastante a integridad en su significado es el término hebreo que se traduce por virtud. Si buscas sus orígenes y significados, uno de ellos es fuerza "חַיִל" (jayil). Alguien virtuoso es una fuerza, y una fuerza siempre deja un resultado. Cuan-

do un huracán azota una ciudad, usted puede observar los resultados de su fuerza. Del mismo modo, cuando avanza por la vida, su carácter será una fuerza.

Cuando se discute acerca de la «integridad», se habla de honestidad y ética. Ese es un aspecto de su fundamento, ya que sin esta característica no podría haber nada. Si alguien es un mentiroso o engaña, entonces no se puede ir con esa persona a ninguna parte. Todos deseamos estar con personas veraces y honestas. Es parte de la construcción de esa confianza indivisible que trae aparejada la integridad. La triste realidad indica que muchas personas mienten.

La confianza básica y la realidad, significa que las personas de buen carácter son aquellas en quienes se puede confiar, que dicen la verdad y se da a los demás una representación de la realidad de la mejor manera que se la entiende. Esos son los cimientos de toda la vida, desde los negocios al gobierno pasando por la familia, el servicio, el comercio y la amistad. Sin eso, no tenemos mucho.

This article is from: