ENERGÍAS QUE TRAE EL NUEVO AÑO 2023.
Por Prof. Delia Delgado (Escuela Argentina de Numerologia Astrológica)
“Es un año regido por el planeta Neptuno, también llamado Poseidón por los griegos, el dios del mar!…el soñador visionario! Siempre ha estado envuelto en una nebulosa, no sólo en los mitos griegos sino también en su descubrimiento.”
En 1846 se habla públicamente de su reconocimiento en el cielo…pero parece que ya Galileo en 1610, hablaba de su órbita, abandonando misteriosamente ese conocimiento.
El mar es el origen de la vida, es el símbolo de lo infinito, de la ausencia de límite, de la no frontera…imagen que nos fascina y también nos da temor.
Nos remonta a la unidad con el todo, nos eleva y transporta.
Es un tiempo en que la relación entre la personalidad y el alma se acercan, es la oportunidad de conectar con lo más profundo de nosotros mismos. ¡Es tiempo de afrontar peligros, dificultades en busca del verdadero destino, tener un propósito, y perseverar en su búsqueda!
La confusión va a estar presente, la pérdida del contacto con lo real y concreto es posible, juegos de enamoramiento ilusorios, acontecimientos perturbadores de la propia seguridad, engaños, estafas, trampa, que nos van a llevar, seguramente, al uso del discernimiento.
Esta energía tan sutil y envolvente nos va a exigir coherencia y centro en nosotros mismos, la trampa y el engaño pueden estar presentes en lo laboral, afectivo, político y nos cuesta verlos, pero creo que el año nos va a poner enfrente, un engaño más sutil y escondido…la trampa a nosotros mismos, a nuestra esencia…salir de la repetición y de esa neblina que no nos permite ver la realidad.
¡Debemos disolver el ego y despertar al ser interior! Este camino exige compromiso, constancia, responsabilidad…alcanzar el propósito nos dará paz, bienestar, orden. Cuando pensamos algo y decimos otra cosa para no generar conflicto, cuando necesitamos ayuda y no la pedimos para no vernos ante el dolor de que no nos den, cuando asentimos, pero en realidad quisiéramos decir no, cuando estamos dolidos por algo y en lugar de reconocer la emoción la escondemos bajo sutiles formas de rigidez, son todas formas de engañarnos y de no ver la realidad.
Estas confusiones saldrán a la luz, y se entrecruzaran con las confusiones de los otros, por eso la gran salida será transitar el año paso a paso, conectar con la energía luminosa del cielo escuchando los mensajes que el alma tiene para nosotros, usar el discernimiento que tiene más que ver con la sabiduría que nace del corazón que con el pensamiento lineal y lógico.
Elevar el pensamiento buscando la mente lúcida del Mercurio alado que nos conecta con la luz del cielo.
Neptuno tiene el poder de disolver los límites y estructuras rígidas que perduran en los niveles mental, emocional y físico, erosiona las restricciones de pensamiento, creencias e identificaciones que nos limitan buscando la liberación de la personalidad y el espíritu aprisionados por las formas… representa ese otro mundo sutil e invisible que es el cimiento del espíritu superior permitiendo la elevación de la sensibilidad, la intuición y la inspiración. Esta energía nos va a permitir contactar con la expresión creativa, la música, la literatura, el teatro, el cine y la danza; su influencia nos transmite un estado de fluidez interior donde las pautas de vida desaparecen arrastradas por la marea invisible neptuniana.
Podrá haber también pérdida de interés y de compromiso con el mundo externo, aislamiento psicológico y pérdida del centro de la personalidad.
“Las drogas, el alcohol, los somníferos serán todos elementos buscados por los que no entienden el proceso neptuniano, es una forma de evadir la realidad. Muchos entrarán en pánico al perder ese centro, enfermedades nerviosas, histeria, desorientación y confusión interior, muy especialmente cuando la personalidad no puede sostener este impacto invisible y sutil.”
Es un Número muy psíquico, hay posibilidades de un alto proceso de somatización, el cuerpo estará muy susceptible a la acción de la mente…una esponja! Los pensamientos negativos, reiterativos, enferman el cuerpo.
Es el sacrificio de lo individual para identificarse con lo trascendente, para el que contacta con la luz del mundo espiritual puede ser una experiencia de liberación, desarrollando un sentido social más amplio, la compasión y la empatía.
Para el que no entiende el propósito y el año lo toma desprevenido, puede llevarlo a mayor resistencia para restaurar lo viejo, rigidizando las estructuras, encontrando así, sólo dolor y frustración…el cambio neptuniano es inevitable.
A partir del 7 de marzo, Saturno entra en Piscis, el señor del Karma se instala hasta febrero 2026 en ese signo regido por Neptuno, Las aguas profundas piscianas/neptunianas van a removerse para que los cambios se expresen en la dimensión terrestre. Saturno nos llevará a concretar los cambios necesarios, a tomar consciencia de lo que hemos construido tanto en lo personal como en lo colectivo.
Neptuno es el Maestro y Señor de los sueños. El Maestro del Disfraz, que se oculta en la materia y nos impulsa a trascender las limitaciones de la personalidad y nos conecta con la esencia de nuestra alma.
Energía 7 que viene de un 25…El Argonauta, es la búsqueda de un nuevo camino, salir de lo conocido y repetido para permitir nuevas formas. Esa opción nos traerá triunfos, éxitos, confianza en uno mismo
“Cuando Neptuno está presente resistirse no es lo mejor, sólo es posible hacer la plancha, estar despierto y receptivo. Conectar con las emociones y dejarse llevar por la intuición y la visión de una mirada elevada.”
