EL AMOR EN TIEMPOS DE COVID - por FRIDA ARAGON
EL AMOR EN TIEMPOS DE COVID
¿Alguna vez pudiste imaginar que los abrazos, los besos, los cariños, los arrumacos o apapachos podían ser un problema? ¿Pasó por tu cabeza la posibilidad de tener que guardar una ‘sana distancia’ de las personas que amas, amigos, clientes o pacientes? No, seguramente al igual que yo, no lo imaginabas ni mucho menos esperabas. La pandemia de COVID - 19, ha venido a mostrarnos una nueva realidad, llamada en algunos países ‘la nueva normalidad’, en donde todos los seres humanos nos estamos escondemos tras un barbijo o mascarilla, evitándonos unos a otros por temor a contagiarnos de este este virus invisible, letal y que se ha fortalecido por el miedo.
La técnica de Thetahealing® afirma que todas las enfermedades tienen una raíz emocional; cuando el cuerpo se intoxica de esa emoción que por alguna razón no se expresó y se guardó, el cuerpo físico en un esfuerzo por equilibrar a la persona, enferma, para ayudarle a sacar de una o de otra forma las emociones y sentimientos guardados. La existencia de virus, se conecta con temas de culpa, autovalor y las llamadas tres R’s (rechazo, arrepentimiento y resentimiento) . En todos estos temas el amor queda a un lado; el amor propio queda en segundo plano. No es fortuito que a esta pandemia la conozcamos como la pandemia del miedo, ya que este sentimiento logra que nuestro sistema de defensas baje y provoque que la persona sea blanco fácil para cualquier tipo de infección viral o bacteriana; añadido a todo esto alejarnos de las personas más significativas, de nuestra conexión habitual con el mundo, genera tristeza, sentimien-
to que está conectado con las vías respiratorias. Así pues, las personas que han vivido esta enfermedad, han generado miedo a la muerte, miedo a la muerte de familiares y seres queridos, pero también en muchas ocasiones han sido forzados a aislarse, a pasar solos la cuarentena o incluso morir en la completa soledad de un medio hospitalario; en ese panorama la culpa aflora por parte del paciente y por parte de los familiares que tienen que forzarse a poner distancia.
Estas son notas que escribo reflexionando al respecto, en ningún momento pretendo cuestionar los hábitos de cada persona; mi reflexión es en torno a que necesitamos considerar que justo lo que sana cualquier enfermedad, es saberse amado, acompañado, querido, cuidado; sana la risa, sana la alegría, la fe, esperanza, saberse importante para el otro. Todas estas virtudes, elevan la vibración energética de cada uno de nosotros y nos permite estar ‘protegidos’ de alguna manera de cualquier enfermedad. Si, así es, la mejor protección es el amor; pero entonces ¿qué destino le damos a este sentimiento que genera endorfinas de forma natural, segrega dopamina, serotonina en nuestro cuerpo y nos da esa sensación de felicidad y bienestar? ¿En esta nueva normalidad dónde incluimos al amor? Esa es una pregunta que nos hago a través de este medio. La urgencia de incluir al amor, con todo y barbijo, con todo y distanciamiento; ¿cómo podemos hacer para distanciarnos sin distanciarnos?