ESPIRITUALIDAD (en nombre del "progreso") Por Raquel Salas* (España)

Page 1

ESPIRITUALIDAD

(En nombre del “progreso”)

“Mientras algunos aún cuestionan la existencia del alma, los métodos terapéuticos más antiguos y sagrados para las antiguas civilizaciones y culturas, siguen expandiéndose a través del tiempo y del espacio, transformándose y adecuándose a nuestra era actual”

Si bien un exceso de tecnología y comodidad ha contribuido a alejarnos de la espiritualidad y a dejar de hacernos preguntas verdaderamente relevantes para nuestra existencia y evolución (como la trascendental pregunta "¿para qué estamos aquí?"), lo cierto es que ese alejamiento también ha provocado un vacío existencial que no compensa el progreso de la ciencia. Por eso, muchas personas que se sienten perdidas, desilusionadas, enfermas, arruinadas, o defraudadas al ver cómo tanto avance no ha servido para mejorar su vida, sino para todo lo contrario (empeorar su alimentación, su salud, su economía, su trayectoria profesional, su vida amorosa y familiar...) vuelven a mirar hacia esa zona olvidada, o tan poco frecuentada, como es el cielo para unos, y el corazón para otros. En cualquier caso, cada vez más personas se encuentran en la tesitura de buscar refugio, en un mundo que se ha vuelto demasiado hostil y desagradable para vivir en paz, feliz, y con salud física y mental.

Todo el caos en el que nos hemos sumergido, ha hecho que muchas personas sientan la necesidad imperiosa de alejarse del ruido y del estrés que predomina en nuestra sociedad, y retornar a un estado más sano, más apacible y más espiritual. Pues han descubierto que este mundo, tal y como está estructurado, enferma, y con acierto intuyen que es importante volver a integrar esa parte espiritual que hemos dejado de alimentar, para volver a recordar quiénes somos y cómo se anda el camino.

Mucho conocimiento antiguo velado durante siglos, se ha puesto al descubierto en los últimos tiempos. Ha sido investigado, estudiado y analizado científicamente, arrojando luz a muchos interrogantes, aunque luego estos avances no han sido objeto de difusión por parte de los grandes medios, relegando todo este tipo de información a canales privados con menor repercusión, y dando a entender que carece de la importancia y el rigor que se requiere como para ser transmitida públicamente. Esto puede llegar a confundir, e incluso disuadir a las personas para que hagan caso omiso a las investigaciones y estudios que demuestran, por ejemplo, que somos seres de luz (que estamos hechos de energía) o que es posible cambiar nuestra realidad con la fuerza del pensamiento. Pero, por mucha abstracción y distracción externa que haya, no impide que la gente piense por sí misma e investigue por su cuenta. Y una vez compruebas, ya poco puede decir la ciencia.

Por supuesto, no se discute que siempre ha habido, y aún lo hay, mucho farsante suelto (hoy día, en cualquier área lo encontramos). Pero el hecho de que los haya no es tan importante como el hecho de poder distinguir quién lo es y quién no. Cuando uno se trabaja su parte más espiritual, es más fácil discernir dónde se halla la verdad. De modo que resulta cuanto menos, irónico, que las personas menos espirituales sean las que juzguen qué es verdad o mentira. Sólo el que prueba y comprueba tiene capacidad para opinar, porque no se puede hacer juicio de valor sobre lo que uno desconoce.

Es importante que las personas que tengan creencias negativas sobre el mundo espiritual y sobre los métodos que se emplean para sanar con energía, o mediante remedios naturales, sepan que la espiritualidad de hoy día, también ha cambiado mucho, y ya no se percibe por la mayoría como algo religioso De hecho, muchas de las personas que se consideran espirituales, no se consideran religiosas, ni conciben la historia como nos la contaron –mucho menos, como se nos ha transmitido la vida de Jesús y el origen de nuestras tradiciones-. Las mentes más científicas y escépticas también han querido ahondar en los misterios ocultos -ocultados por la Iglesia- y con asombro hallaron que muchos acontecimientos etiquetados como “milagros” son perfectamente explicados desde la base de la mecánica cuántica, o a través de la neurociencia Ahora, estos científicos se han vuelto espirituales, y tratan de expandir al mundo una nueva visión de espiritualidad práctica que, aunque pone en entredicho muchos argumentos del pasado, los renuevan, haciendo que perfectamente se amolden a nuestra realidad y época actuales. Sin embargo, también comprobamos cómo los mismos científicos que intentan expandir la espiritualidad (como Gregg Bradden o Bruce Lipton), son coartados y juzgados como a Galileo en sus días. Todo, en nombre del “progreso”.

Como todo se lleva a batalla en este mundo de polaridad, la espiritualidad verdadera se vive desde dentro. Por eso se le da tanto énfasis a la práctica de la meditación, porque sólo dentro de uno mismo se encuentran las respuestas. Esto ya lo dijeron los grandes sabios, profetas y filósofos de la antigüedad, y continúa siendo una verdad indiscutible. Los que practicamos la meditación, sabemos que es un aprendizaje mucho más valioso de lo que podíamos llegar a imaginar en un principio, aunque más complejo de lo que se suele dar a entender. Dominar la mente para poder llegar a uno mismo requiere su tiempo, y constancia, porque hemos olvidado algo tan básico y natural como es conectarnos con nuestro interior, a través del silencio.

Hemos olvidado muchas cosas que nos hacían bien, y abandonado muchas creencias que nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos mantenían, pensando que cualquier tiempo pasado fue peor, y que aquellas gentes, por tener menos tecnología, eran menos inteligentes. Ahora, como vemos, volvemos a mirar atrás y a rescatar parte de aquella sabiduría de nuestros ancestros, que sabían cómo sanar con las manos o a través de la oración, que usaban remedios curativos y recetas especiales en la cocina para reforzar la salud, que creían en “algo más”

más allá de los sentidos, y que comprendían la importancia de cultivar nuestra parte espiritual.

Parte de este conocimiento que se ha rescatado, también se ha modernizado, y en algún caso, habrá perdido su sentido original, pues sabemos que la información se puede desvirtuar. Pero en este “revival”, encontramos hoy día numerosas técnicas (normalmente asociadas a las terapias alternativas o encasilladas como prácticas de la Nueva Era, aun siendo su origen, en ocasiones, milenario, como el ayurveda, la acupuntura o la comunicación espiritual), que no han perdido su esencia, y siguen siendo eficaces a pesar de los procesos de cambio del ser humano en sociedad.

Algunas de estas técnicas –o herramientas de sanación ancestrales- han sido reinventadas, canalizadas, o adaptadas a nuestros tiempos para encajar mejor, otorgándoles todas las explicaciones y argumentaciones científicas de las últimas décadas, para poder ser mejor comprendidas y utilizadas Y aunque muchas personas sigan relacionando estas prácticas con las brujas de la Edad Media, el hecho de que las mentes más científicas las estudien, las practiquen y hablen de ellas, nos ayuda a todos a ampliar la perspectiva y a asumir que no podemos dejar de avanzar a causa de nuestros miedos.

Gracias a todas las personas que investigan, comprueban y se atreven a difundir, poco a poco vamos siendo testigos de cómo se van reciclando nuestras creencias en torno al mundo de la espiritualidad y de cómo se va transformando nuestra realidad, al volver a incluir estas prácticas ancestrales en nuestras vidas modernas. A eso le podemos llamar “progreso”.

Raquel Salas TERAPIAS ENERGÉTICAS PARA PERSONAS Y ANIMALES:

Reiki - Cristaloterapia - Meditación - Registros Akáshicos - Lectura de Aura y ChakrasComunicación Animal – Doula del Alma Animal - Medicina Cuántica

Tratamientos personalizados y cursos orientados al crecimiento personal y espiritual.

raquelsalas.reiki@gmail.com

http://federados.federeiki.es/ficha.php?f=1735

https://www.facebook.com/terapiasenergeticas.raquelsalas/

https://www.instagram.com/raquelsalas.reiki

WhatsApp: +34 671777469 (España)

*Imagen: diosa eslava, ilustración original de Boris Olshansky.

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.